Partida Rol por web

Asisto impasible al relato del hombre encapuchado.

Menuda desfachatez! Contarnos la vida de un pueblerino putero y pecador a gente noble como nosotros! Y encima quiere que le ayudemos... habrase visto... ya me lo dijo mi padre... nunca te juntes con plebeyos, no saben estar...

¿Y cuáles son los motivos que le impiden continuar un camino tan largo justo a las puertas del monasterio? Pregunto intrigado. Igualmente ya parece existir una explicación a lo ocurrido.

Mirando al interlocutor a la cara prosigo: Permítame que le comente que la falta de alimento puede llevar a un hombre a la muerte, pasando por diferentes episodios de alteración de los sentidos. Igualmente si fue atacado por lobos, dudo mucho que tuviese siquiera fuerzas para poder defenderse.

Disculpándome, termino: No es que no desee ayudarle, pero a mi entender teniendo la palabra de un hombre de Dios y ateniéndome a lo que vuesa merced me comenta, no encuentro nada extraño que deba ser investigado. Digo mirando a mis compañeros intentando conocer sus impresiones.

-No me termina de convencer su historia- Piensa Lesar:

que caballero con semejante armadura y tan habil verbo

pida ayuda a unos completos - y armados - desconocidos...

-Acaso carece de medios para llevar a cabo el mismo la busqueda?- Continua para si...

-Puede que la iglesia ande por medio...

Creo que todo lo que he puesto puede ser perfectamente conocido por un médico de la época, ¿no? De todas formas tiro medicina para conocer.

Según tus conocimientos, sabes perfectamente que un hombre que no ha comido durante varios días puede volverse literalmente loco y ver cosas que no existen. Y si se mezcla un hombre religioso con la falta de comida todo encaja perfectamente. Para ti, el hombre se volvió loco por la falta de comida y de ahí que viese todas esas cosas. No hay ningún misterio y no merece la pena ser investigado. Esa es tu opinión.

Sabias palabras las de Fernando. Leandro tampoco encontraba de donde rascar ningún tipo de sospecha extraña.

Al parecer el muchacho no comía y eso le provocó alucinaciones, ¿donde está el misterio?

 Tras haber escuchado el relato, Jaume no parecía muy afectado. Simplemente se encojió de hombros.

 - Su hijo ya está muerto, asi se lo menciona el abad. De poco puede servirle husmear en este asunto, a pesad de que comprendería que lo hiciera, siendo el fallecido su hijo. Mas, no veo motivo alguno para que nos mezclemos nosotros en esos asuntos... sería como si dudásemos de las palabras de un hombre de Diós.

Veréis es que ayer unos lobos me atacaron y estoy malherido, pero he logrado llegar hasta aquí y encontrar estas almas bondadosas que harán por mi lo que yo no puedo acabar.Tomad.

Dice mientras saca una bolsa de cuero bastante grande con su mano ensangrentada.

Tomad esto y esclarecer este turbio asunto sobre la muerte de mi hijo.

El hombre cae hacia detrás repentinamente,resbalando de la silla y cayendo al suelo de espaldas. En la taberna se hace el silencio y todo el mundo mira hacia donde os encontráis.

Rápidamente, busco en mis bolsillos unas hierbas medicinales, por si me pueden hacer falta, y me pongo encima del hombre caído. Miro dónde tiene las heridas, y si se puede hacer algo en ellas. También toco su frente, miro si aún respira, y si conserva el pulso.

Vaya, este hombre está fatal despúes de todo... Además todo el mundo está mirando para aquí... Tengo que hacer algo para distraer la atención... mmm. En voz alta exclamo horrorizado

-¡TABERNERO!! QUE LE HABEIS SERVIDO A ESTE HOMBRE??

 Jaume pemanece inalterado, contemplando la escena con un rostro neutro. Es consciente de las reacciones de sus compañeros, intentando atender al hombre, algunos, y otros actuando de forma extraña. Él, por contra, permanece silencioso y con la mirada un tanto extraviada, meditando y haciendo una valoración personal acerca de la situación.

Lesar,tras ver caer a Eric,y ver que Mohammed intenta ayudarle,se acerca a la mesa mas proxima y echa un vistazo alrededor,ya que al estar todo el mundo atento a la escena y en silencio,sera mas facil ver si ocurre algo fuera de lo normal... alguien aprovechara la situacion para marcharse?alguien no esta sorprendido?el asunto sigue dando mala espina...muchas casualidades juntas...

Leandro no puede salir de su asombro cuando ve caer al hombre que tan tranquilamente les estaba hablando.

¿Pero...? exclama levantandose rapidamente de su asiento. Mira a un lado y a otro nerviosamente.

Por lo menos el moro se está ocupando de él...espero que no sea nada

¿Herido y tan tranquilo sentado en la mesa? Este caballero está intentando quedarse con nosotros. Pienso mientras sigo atento a la conversación.

De pronto el hombre cae inconsciente al suelo y el moro actúa rápidamente corriendo a auxiliarle. Como acto reflejo echo hacia atrás la silla y me levanto, apoyando las manos sobre la mesa, intento ver al hombre sobre el suelo, al otro lado de la misma, pudiendo reconocer las heridas antes ocultas.

Sigo al musulmán y me acerco al hombre tendido intentando estudiar la situación. Dejo que sea Mohammed quién reconozca al hombre mientras digo: Dejad sitio por favor, que nadie se apelotone. De un primer vistazo intento reconocer la situación y saber que es lo apropiado para atender al hombre, mientras pregunto al musulmán por su estado: ¿Respira?...¿Mantiene la consciencia?. Intento mantener la calma y transmitirla a los demás, pues bastante alboroto ha debido formarse ante tan extraña situación. Tranquilamente pero no lentamente ayudo a Mohammed a reconocer las heridas.