Partida Rol por web

Puse el manos libres:

-¡Eli! oye, a ver si nos consigues una información. Necesitamos saber algo de una chica que se apellida Erickson y ha de ser bastante rica. Puede que tenga que ver con la niña de los sueños, no lo tengo claro....

Le di un ligero capón. Le lanzo una mirada de reproche.

-Un respeto a los ancianos, Jack. Si tienes suerte, vivirás para ser uno. 

Estaba hundido en mis pensamientos cuando escuché a Jack poner el manos libres.

- No creo que sea rica...- dijo Elihaj con un deje de tristeza- Erika Erickson es la niña que se aparece en mis sueños

-Vaya, o sea, que ha palmado posiblemente. mmm. ¿se sabe algo de algún familiar?

Me toqué mi zona dolorida mas por mi orgullo que por le dolor físico mientras le susurraba a Nathan:

-Yo no moriré de viejo, sino en accidente de carretera con un coche viejo...

Sin embargo, nos habló de una fortuna familiar... ¿Cómo no iba a ser rica? ¿Quizás una pariente pobre?

Ante el comentario, rodé los ojos y solté una réplica algo exasperada:

-Nunca pienso vender ese coche sólo porque tú seas un suicida en la carretera.

- Se que tenía un tío... pero no recuerdo ni su nombre, hace muchos años que dejé Rorvick

Me encogí de hombros y dontesté:

-Vale, lo siento por las molestias.

Miro a Nathan y le digo:

-A por la recepcionista. Alguien ha de estar pagando este hospital, y ese debe ser el tío...

-¿Has recordado algo más de la chica o del lugar que nos pueda ser útil?

Le lancé una mirada indescifrable y... Algo confusa.

-¿Por qué pagaría el tío de la muchacha el hospital de la periodista?

Me cruzo de brazos, pensativo.

-Pero quizás si tenga alguna visita. Y quizás el tío tenga alguna empresa o algo que podamos localizar. Quizás una copia del artículo de la señora esté en internet... O algo.

-Tengo una corazonada, y el tío debe querer ocultar esto de alguna manera. La vieja puede que sea el último eslabón.

-Está bien. Prueba de nuevo tus encantos con la damisela. Quizás esta vez te haga invitarla a salir.

Esbozo una sonrisa. No veía a Jack socializando con nadie... Ni siquiera por Merrick.

Fui con pasos largos y me apoyé en el mostrador con un codo y le pregunté a la chica:

-Perdoname bonita. ¿te importaría darnos un poco de información acerca de la vieja? -todo iba bien hasta que dije la última palabra-

Me empezó a recorrer un sudor frío por la nuca. Toda la misión se podía ir al garete porque ese deslenguado no sabía controlar sus palabras.

- Lo siento, cualquier información es confidencial- dijo la enfermera reprendiendo a Jack con la mirada

-¿Seguro que no puede hacer una excepción?

Tras la mirada que me lanzó, me di cuenta de que estaba perdido. Tendríamos que sacar la información de otra parte. Aquella mujer no iba a soltar prenda. Nos alejamos un poco de la recepcionista.

-Tendremos que investigar con otros métodos. ¿Algún celador a quien podamos preguntar? 

Me giro y meto la mano en la sobaquera mientras miro hacia todos lados.

Demasiada gente...

-Vámonos Nathan.

Mientras camino hacia la puerta le digo a la recepcionista:

-Rancia, mira que le gustabas a mi amigo y no a mi -y le hago un pajarito con la mano-

Al salir por la puerta le comento a mi compañero:

-Necesitamos esa información, una de dos, lo medité mientras acariciaba la culata de mi amiga, si no es el hombre que buscamos quien lo paga, será la familia de ella, y seguro que tienen acceso a sus notas y artículos originales, donde pondrá lo que necesitamos.

Contengo una carcajada al ver la peineta y la cara de sorpresa de la recepcionista. Toso un poco y le echo la mirada de reproche que debe ser, aunque interiormente, me sigo riendo.

-Volvamos al piso a buscar algo de información... Creo que tendremos que ir a Rorvick en persona a preguntar a los paisanos.

Le di un par de palmaditas al capó de mi coche. Algún día tendría que darle la jubilación.

Fui hacia la puerta del copiloto y otra vez la volví a forzar. Nunca me acuerdo que no tiene cierre centralizado...

-Donde tu prefieras.

Ni siquiera nos había dado tiempo a deshacer las maletas... Miré mi reloj e hice cálculos. Abrí el maletero y le pasé el portátil. Le conecté el pen del internet. 

-Busca un par de habitaciones en Rorvick, y aprovecha para buscar lo que encuentres sobre Erickson. Yo mientras conduciré. 

Antes de salir de la ciudad, paré para tomarme un café y no sentirme tan agotado después de tantas horas en el coche.

Comencé a teclear en el asiento del copiloto. No era difícil con ella la volante, incluso podría haberme bebido un vaso hasta arriba de agua sin que se derramase una gota.

Que aburrida...

Saqué el móvil y llamé para contratar una habitación. Como me dejó esa tarea a mi, alquilé una suite con dos camas.

Luego continué buscando por la red información de aquel tipo.

13 de octubre de 1992. Martes 15:00 de la tarde

La única forma de ir a Rorvick es cogiendo un transbordador desde Trondheim, llegais al puerto, pero la última embarcación ra a las 14:00. No podéis ir a Rorvick hasta el día siguiente a las 9 de la mañana, cuando salga el siguiente transbordador