Partida Rol por web

El Faro de Leng [+18]

Primera parte: Mar en calma

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01/11/2017, 20:14
Narrador

Había sido la semana más dura de tu vida, ir descubriendo pedazos de tu vida, una que no recordabas en absoluto y que se había esfumado de tus recuerdos sin dejar ningún rastro. Al contrario, cuando te esforzabas en recordar te asaltaban pesadillas nada halagüeñas acerca de terribles sombras de formas grotescas, lugares desconocidos y lengua que no comprendías. Pero tras un esfuerzo concienzudo pudiste contactar con tu hermano, Daniel, que tras una larga conversación te aportó nuevos datos acerca de tu situación.

Te habló que haría un año te empezaste a comportar de forma extraña, como si no fueras tú. Daniel intentó ayudarte, pero nunca aceptaste su ayuda, lo único que supo de ti es que comprabas un billete para Melbourne, en Australia, y desde ese momento te perdió la pista. Tu hermano se mostró entre enfadado y esperanzado por recuperarte, pero escucharte hizo que todas las barreras que pudiera haber levantado no sirvieron para nada. Agradecía tener a su hermana de vuelta.

Las monedas que descubriste en tu cartera te indicaron que habías estado en Francia, concretamente en París tras una investigación, y luego la ruta te llevaba hasta Alemania, hasta una población del sur del país, Baden-Baden, pero no podías determinar los motivos por los que visitaste esos lugares.

Fuera como fuera, habías decidido dirigirte primero de vuelta a casa. Daniel había insistido, y para ello tomaste un transatlántico desde Liverpool hasta Nueva York. Ibas a bordo del RMS Aquitania, y al tercer día de viaje el clima era diametralmente opuesto al que había tenido en Iona: un cielo azul claro, sin ninguna nube.

Era media mañana cuando la voz de Wilson Bates te sacó de tus pensamientos.

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01/11/2017, 20:38
Wilson Bates

¿Adama? ¿Me escuchas? preguntó de nuevo tratando de llamar tu atención, al parecer te habías quedado ausente de nuevo, nada extraordinario en los días precedentes.

Wilson era una suerte de amigo de la familia, en realidad un amigo de tu hermano, un australiano que muy joven había emigrado a Estados Unidos con sus padres y forjó amistad con Daniel. Los dos junto a la pandilla eran bien conocidos por el barrio, pero pronto los caminos de cada uno se separaron al llegar a la mayoría de edad. Wilson se fue a trabajar a Chicago, allí entró a formar parte de la agencia de detectives Pinkerton, cuya fama a la hora de combatir huelgas y demás revueltas sociales era tristemente famosa.

A Wilson lo enviaron al Reino Unido para asesorar a una filial de los Pinkerton en ese país, y fue a través de tu hermano que os puso en contacto para que, tal como dijo él, se asegurase de que volvieras de una pieza a casa. Eso había contraído cierta tirantez inicial, algo en la que Wilson trataba de darle algo de buen humor.

No hace falta que me ignores, ni que me veas como tu carcelero. se encogió de hombros mirando al océano. Incluso podemos hablar, como viejos amigos.. ¿cómo lo llevas?

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01/11/2017, 21:04
Adama Mengel

Si bien era cierto que lo vivido en Iona me resultaba lejano y cercano a la vez, la sensación de que estaba en una especie de sueño que me mecía de un lado a otro sin poder evitarlo arraigó profundamente en mi mente. Cualquier cosa podía traerme recuerdos confusos de lugares donde no recordaba estar, como si estuviese al filo de un acantilado y tuviese miedo de asomarme. El mar, el sonido del mismo, ayudaba como un bálsamo a veces, pero en otros momentos como en esta ocasión solo me llevaba lejos, sin darme cuenta, mientras el oleaje iba y venía en un día a todas luces era bonito. 

Wilson me llamó, como parecía ser lo normal en estos días. Al cansancio lo atribuía yo, por no pensar en nada peor. Me atormentaba el no saber que había hecho con mi vida en ese año, pensaba que igual podría tener algún problema por un golpe. Quería ver a un médico cuando llegase, para que se asegurase de que no había nada mal aunque no le diría nada de las visiones extrañas, ni de lo visto en aquella cueva bajo la abadía.- estoy aquí...- le miré de reojo tras suspirar, apretando los guantes que reposaban en la palma de la diestra. Preguntó por mi integridad, algo bastante amable teniendo en cuenta que era más amigo de mi hermano que mio- cansada supongo.- obviamente no le había contado todo a mi hermano, pero si mencioné que no me acordaba de nada y que aparecí en un naufragio en la isla. ¿cómo estarían todas? ¿Y Alice? La echaba de menos, un poco, solo un poco y eso que no la llegué a conocer como tal...pero el grito...ese grito...Un escalofrío recorrió la columna, como si de una hormiga gigante se tratase- aun no recuerdo nada- Si, se lo había dicho, advertido más bien, por si acaso me sucedía algo. 

No te veo como un carcelero pero considero que no debería de haberte molestado, aunque me alegra de no estar sola a la vez- admití con cierto retintín, no tenía claro si sentirme como una niña a la que deben de cuidar o como una pobre loca o mujer con un problema de histeria.- ¿Cómo ha sido el cambio en el reino unido? ¿Son tan estirados como dicen?- una pequeña risa, intentando olvidar las sombras que acechaban los pensamientos vedados. 

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04/11/2017, 16:49
Wilson Bates

Wilson te miró con atención unos instantes, analítico, antes de decir nada. Se encogió imperceptible de hombros, sonrió con cara de circunstancias.

Bueno, no es que haya mucho que hacer aquí, salvo descansar. dijo el hombre mientras se recostaba en la borda del barco. Tranquila. movió la cabeza con seguridad, algo más cercano. Ya irás recordando, te ha pasado algo raro de narices, pero bueno.. al menos estoy aquí, y tu hermano se preocupa por ti. No te pasará nada. aseguró con firmeza.

Movió la mano divertido cuando te escuchó, riendo de buena gana.

Oh, vamos. No digas eso. Piensa entonces.. un viaje de novios. te guiñó el ojo divertido mientras escuchaba tu pregunta sobre su estancia en el Reino Unido, bufó. ¿Estirados? Una panda de arrogantes prepotentes. Supongo que olían mi sangre australiana, pero bueno.. si pagan, yo callo y cobro. Morder la mano que te da de comer está mal visto, incluso entre los salvajes de Australia. rió de buena gana.

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05/11/2017, 16:28
Adama Mengel

Descansar si...-dejé salir un suspiro apartando aquel frío de la lluvia que aun se atenazaba a veces entre las esquinas de mi mente. Siempre se me dieron bien las palabras, al menos colocarlas en el papel, pero luego, muchas veces, de mi boca solo salían frases sin mucho sentido. Quería responderle con algo mas que dos pobres palabras, decirle que si había mil cosas por mirar, por ver o hacer. Que el mar agitaba sus crines plateadas, coronadas en lo alto de su testa eterna que siempre iba y venía. Que su horizonte se difuminaba mostrando un reflejo perfecto en la lejanía de como debería de ser un mundo plano, sin curvatura como pensaban los antiguos hombres y mujeres, pero no me salía nada. Nunca lo hacía y eso me había granjeado miradas que hundían el ego de cualquiera. 

Si, supongo que es solo una de esas cosas tontas- Cosas tontas, que bien hablas, como una enciclopedia, seguro que no puedes hacerlo peor. ¿Qué no? Yo no apostaría a ello. Le miré de reojo deslizando casi de inmediato la mirada de nuevo al mar, a los bordes de metal blanco que impedían que nos cayésemos a este gran monstruo azul cian. Sabía que mi hermano se preocupaba por mi, si no, no estaría de vuelta tan pronto ni acompañado de su amigo, aunque casi podríamos decir nuestro de cierta manera.

Escuché su risa y sonreí ante sus primeras palabras para luego boquear ligeramente confusa ante la broma. Me había pillado por sorpresa, incluso le di con uno de los guantes en el antebrazo para vengarme o algo así de esa ofensa.- Creo que se te ha pegado un poco me temo...-negué con la cabeza- ¿Vamos a dar un paseo? Tengo las piernas entumecidas de estar aquí reposando ya, no puedo quedarme demasiado quieta- Y era cierto, de pequeña era igual, más un niño que una niña en sus orígenes. Siempre le había inquietado el mundo y de cierta manera, su curiosidad una carga preciada que no había perdido- Creo que aun no hemos visto toda la cubierta- se movió ella primero, esperando con tranquilidad- ¿Crees que viajará alguien famoso en este barco?- ya volvía lentamente a pensar en escribir, aquello sin duda, había sido un viaje digno de ser escrito. 

 

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07/11/2017, 16:33
Wilson Bates

Las damas primero. ofreció Wilson con una sonrisa burlona, pronto se puso a caminar contigo, escuchándote. ¿Sin contarme a mi? Alguien habrá, pero creo que no podremos acceder a la fortaleza de primera clase para saberlo. se encogió de hombros mirando hacia la cubierta superior con desdén. Esos de primera clase viven como si el mundos les..

Alguien interrumpió vuestro paseo y las palabras de Wilson, un hombre enjuto, con pinta de ser ese típico sirviente de los de primera clase. Con el rostro sobrio, hierático, se plantó delante de vosotros.

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07/11/2017, 16:39
Albert Ringstone

¿Miss Mengel? ¿Míster Bates? Lamento interrumpirles, me llamo Albert Ringstone, trabajo para alguien que desea conocerles, por discreción ha pedido que no dé su nombre aquí, en público. se presentó con un tempo, un tono y una actitud de soberbia educación británica, además del acento, desde luego no iba a pasar por un neoyorquino. Si me hacen el favor, ruego que me acompañen a Primera Clase, por aquí, por favor. os invitó a seguirle, esperando una respuesta afirmativa.

Wilson estaba descolocado, te miró de soslayo, y antes de que respondiera, tú fuiste más rápida.

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08/11/2017, 11:51
Adama Mengel

Le miré con una ceja alzada, con cierta diversión e incredulidad ante sus palabras sobre que el era importante. Nunca un gesto había dicho tanto sobre como hundir a un pobre hombre.- No mires as..-un hombre de buena posición, con un acento de lo más exótico en parte para mi se presentó y no solo eso, si no que encima, venía para invitarnos según su jefe que estaba en primera clase. 

¿Quizás alguien que la conociera? La ilusión se formó igual que luego se hundió. Si ni siquiera la conocían en su ciudad, como lo harían fuera, al otro lado, un señor de primera clase. Pero aun con todo, la invitación le tentó y asintió ante el secretismo que emanaba tal encuentro- Claro- le hice un gesto a Wilson quizás con demasiada emoción mientras recordaba esas pequeñas clases de educación que dio de pequeña, pasos cortos, no demasiado, espalda recta, sonrisa suave, y dejar de apretar los guantes entre sus manos algo sudorosas. 

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10/11/2017, 19:08
Wilson Bates

El abrupto encuentro con el tal Albert Ringstone, algunos llamarían emboscada, dejó a Wilson tan perplejo como a ti. Miró con incredulidad, luego sospecha, al hombre, pero al ver que reaccionabas positivamente no dijo nada salvo un bufido que fue cordialmente ignorado por Albert.

No sabia que te habías relacionado con las altas esferas, querida. te susurró con rintintín. Siguió junto a ti, caminando de un modo que solo daba argumentos a los estirados en afirmar que los australianos eran poco más que salvajes con ropa. 

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10/11/2017, 19:42
Markus Rhys-Redmayne

Vuestro guía os acompañó hasta un pequeño salón de la zona de Primera Clase, abrió las puertas del mismo, os anunció con estricto protocolo británico y terminó con un señor. Cuando se volvió hacia vosotros dos, Albert se inclinó sin abandonar el protocolo.

Les presento a Sir Markus Rhys-Redmayne, les ruego que pasen, por favor. era una sala bastante amplia, decorada por una pequeña galería de arte antiguo debidamente guardado en vitrinas. Una luz clara entraba por los ventanales que iluminaba sin fisuras todo el interior, al final de la misma había un escritorio y un hombre sentado tras él, este se levantó rodeando la mesa para recibiros.

Era un hombre bien parecido, envuelto en ese halo que tienen los británicos que cuando llevan traje les queda como si hubieran nacido con él. Sin demasiada ceremonia, os ofreció la mano a ambos mientras Albert cerraba las puertas tras vosotros.

Bienvenidos, gracias por haber accedido a verme. extendió la mano hacia el escritorio. ¿Desean tomar algo? Tengo una pequeño mueble surtido con algunos buenos licores.

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12/11/2017, 20:49
Adama Mengel

Yo tampoco, no tengo ni idea de que puede ser- le dije con cierto aire nerviosa en un susurro mientras me inclinaba ligeramente hacia su lado, tras el señor Ringstone. Por un segundo se sintió violentada por los andares de Wilson pero bueno, no todo podía salir bien, tampoco tenía la confianza como para reñirle como si fuese su...madre. 

Anduvimos por aquellos lares, donde la madera estaba cuidada, los barnices impecables y hasta podía degustar que era aquello de ser uno de ellos. Luego pensé en lo tedioso que sería tener que limpiarlo, y por último pero no menos importante que sin duda ellos no limpiarían, que para eso estaba el servicio. El estricto protoloco de presentación solo sirvió para que la sonrisa se ensanchase un poco, en un poco recatado intento de mostrarse totalmente seria y...¿profesional? ante el hombre que los recibía. Un Sir. Uno con un apellido extraño, ¿francés? ¿Medio frances medio británico?

Fuera de todo contexto el hombre se levantó de su asiento y se acercó mientras yo pensaba que era lo adecuado, a decir verdad, no lo sabía, o mas bien mi cerebro no podría hacerse ahora cargo de ello. Le tendió primero la mano a mi compañero de travesía y guardián nombrado por mi hermano en las tinieblas. Le ofrecí la mano cuando el hizo lo mismo y fuera de cualquier cosa que esperase...me la apretó. -Un placer- El escenario de perfección se rompió un poco. Dar la mano, un Sir, aquello era un síntoma de igualdad si, pero...Evité pensar demasiado en ello, por sus gestos aunque agradecido sin duda parecía tener un poco de prisa o eso me pareció. Seguramente de Wilson, si, definitivamente de él. 

Esperé a que el primero hablase y ya que aquello había sido un pequeño desencanto opté por aprovecharme un poco- quizás una pequeña copa de Brandy- tenue sonrisa, mantenerse al margen, escuchar con atención pero sin aparentar estar poniendo el oído. 

 

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15/11/2017, 20:55
Markus Rhys-Redmayne

Wilson no le hizo ascos a la oferta de Markus, pronto se vió apoyado por una copa de whisky en la mano, por otro lado te viste servida por el propio sir el brandy pedido. El caballero no se sirvió nada, tenía una copa con lo que parecía bourbon en la mesa.

Ruego que disculpen este encuentro apresurado. empezó mientras os ofrecía tomar asiento, algo que él mismo hizo una vez lo tomasteis. Pero hay circunstancias que requieren mi plena atención en estos momentos, pero hay prioridades que alguien como yo no debería ignorar.

El hombre se te quedó mirando atentamente, no tardaste demasiado en que el interés principal de Markus eras tú.

Lo que les voy a contar debe permanecer en estricto secreto. Las razones son muchas, pero se resume fácilmente diciendo que nadie fuera de este despacho les creerá. dijo con sencillez. Incluso ustedes tendrán dudas acerca de la veracidad de mis palabras, al principio.

Wilson te miró de soslayo, confundido, pero entregado a la intriga asintió dando su conformidad. Markus te siguió mirando, esperando a que respondieras.

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21/11/2017, 08:43
Adama Mengel

Ya con la bebida en la mano le di un suave sorbo, no es que hubiese probado demasiado el Brandy pero no le disgustaba, era mejor que otras cosas que había bebido. Se sentaron y ella pasó a observar la sala, buscando con la mirada alguna cosa interesante pero de forma mas o menos discreta. 

Efectivamente había algo en aquel asunto que atraería si interés. Palabras como "Secreto" "Dudas" "Veracidad" el interés de Adama pasó de inmediato a aquel Lord que ahora la miraba siendo ella la atención de sus palabras- ah- se le escapó un mohín de sorpresa tras pestañear unos segundos- hable hable...- le indicó con un gesto de la diestra que estaba libre- la veracidad está sobrevalorada en este mundo actual- lo sabía bien.

Quien le habría dicho a ella que iba a ver cosas horrendas, personas convertidas en perros desollados de voces oscuras y gruñidos que ni el mismísimo diablo...Bueno, también en su mente igual todo se intensificaba. Era escritora, casi era como un defecto de profesión. 

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14/12/2017, 19:05
Markus Rhys-Redmayne

Markus paseó alrededor de la mesa, se sentó en su silla de madera noble mientras os contemplaba. Respiró profundamente, como si él mismo necesitara un impulso extra para contarte lo que había en el candelero.

Tiene una laguna mental, ¿verdad? No recuerda ciertas cosas, ciertos lugares en los que puede que haya estado, pero no tiene memoria de ello —apuntó el sir, su mirada era aguda y penetrante, pero era una balsa de aceite —. En sus sueños ve una gran ciudad, antigua, extraña, jamás vista. No sé en qué estado se encuentra ahora, pero sus síntomas distan mucho de estar perdiendo la razón. Al menos en este momento.

Tomó la copa de bourbon, echó un somero trago antes de proseguir.

En este mundo hay cosas extrañas, miss Mengel. Cosas que se ocultan del ojo humano, y usted tuvo la desgracia de ser objetivo de una de esas extrañezas, anomalías si lo prefiere —aclaró con un movimiento de mano circular —. Pertenezco a un antiguo grupo de guardianes, observadores, guías. Usted, miss Mengel, fue cambiada, a falta de mejor término, por otra entidad en un lugar distinto en el tiempo y el espacio.

Consciente de que la información que te estaba dando era harto compleja, Markus articulaba lentamente palabra por palabra. Wilson estaba, literalmente, flipando.

Su mente fue trasladada a otro lugar, intercambiada por otra mente, de otra entidad, que durante un año la suplantó —hizo una pausa, bebió otro sorbo. Wilson se acabó su copa —. Usted, durante ese tiempo, permaneció en el cuerpo del su.. secuestrador. Los pocos contactos que hemos podido tener con estas entidades.. se hacen llamar Yithanos. Son viajeros, estudiosos y eruditos, nuestra organización se dedica a asistir a estos viajeros, apoyarlos en su adaptación temporal a nuestro mundo, ¿me sigue, miss Mengel?

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14/12/2017, 19:23
Adama Mengel

Esa conversación fue como por fases, la primera era de reticencia al saber algo personal, TAN personal como sus lagunas. Le agrió el gesto de inmediato mientras seguía escuchando al noble que tenía delante. Se la pudo notar tensa en las formas, incluso cruzó los tobillos. 

Cuando la llamó Miss se le saltaron los colores, aunque seguía en su faceta dura, si no contamos con ese movimiento de cuello de quien ha sido piropeada. ¿Piropeada? Si. Debemos de admitir que Mengel no podría seguir cuerda después de lo que sabía si no era porque ya era un tanto especial. El hecho de que le dijese que era una desgracia no se lo tomó mal, si no que al revés por un segundo la hizo sentir importante. Valiosa. El problema vino cuando al parecer había estado alguien en su cuerpo, moviéndose de un lado a otro. Como quien se va de la panadería a la boutique. Negó, porque no se lo podía creer. Podía haberse creído lo que había visto en la abadía, incluso los sueños que el mentaba. Visiones, una maldición o una bendición, pero se negaba a comprender, a poder dilucidar realmente que algo la suplantase- no sea estúpido- las formas le fallaron, se rió del noble en su cara, le insultó de alguna forma que ni ella logró terminar de entender. 

Un trago a su copa, una sonrisa amplia y un gesto hacia su acompañante Wilson. Se había quedado en blanco.