Partida Rol por web

Gracias a Dios la situación se había revertido, y aquellos alienígenas estaban a punto de morder el maldito polvo.

Salió de su cobertura y avanzó hacia el Zaruk que aún peleaba contra la chica. Su intención era acercarse todo lo posible para meterle un cartucho a corta distancia y reventar a ese hijo de puta.

Eso, si no lo mataba antes la chica.

El puñetazo en la cara me marea, pero logro montar a horcajadas sobre el tipo y escupirle mi sangre roja en las narices mientras sonrío. Y clavo mi puñal con todas mis fuerzas ¡Esa sangre azul tiene que terminar desparramada por el puto arcén!

El sonido del acero entrando en la carne de aquella monstruosidad le produzco una perversa satisfacción que le resultó chocante. Él no había sido siempre así. Si hace unos meses le hubieran preguntado qué pensaba de la violencia, de matar a sangre fría, habría respondido sin dudar que la sola idea le repugnaba. No era un tipo religioso, pero respetaba la idea de que las cosas tenían que torcerse mucho como para arrebatarle el aliento a alguien.

Y precisamente era lo que había pasado, que se habían torcido mucho. Miles de millas, de hecho.

Mientras sacaba el cuchillo de caza de las tripas de aquel ser, derramando su sangre azulada por el asfalto, agarró lo agarró del cabello para evitar que se escapara y volvió a lanzar su acero contra su cuerpo. Apuñalar y repetir, hasta que el monstruo dejara de respirar.

Dev y el Zaruk luchaban con furia mientras Malcolm se acercaba, los dos contendientes luchaban con toda la habilidad de la que eran capaces, Dev se sobre sobre el tipo y trata de clavarle el cuchillo, sin embargo, este es más hábil y da un salto para chocarse contra un pequeño saliente, la chica siente el fuerte golpe en la cabeza y está a punto de perder el cuchillo, pero logra mantenerlo en la mano, eso sí, es consciente de que esta sangrando y se encuentra más mareada que antes ( -3 tiradas)

Por otra parte, Brian se dispone a atacar al tipo, lanza su ataque que penetra con facilidad en el cuerpo de su enemigo, este en un desesperado intento por escapar dispara sin embargo el disparo se pierde y cae al suelo inerte.

Otra aberración yacía a sus pies, y Brian no sintió remordimiento ninguno. La única pena es que allí se encontraba un simple soldado y no la líder de esos extraterrestres inmundos. Pero ya tendría tiempo. Cuando pudiera, lograría su objetivo y podría despedirse de todo.

Aún quedaba uno en pie, luchando a brazo partido contra una joven que parecía disfrutar con todo aquello. Por el rabillo del ojo vio a los demás, aterrorizados ante la situación, pero no los culpó. No todo el mundo podía tener la determinación para situaciones así. A él le guiaba el dolor y el ansia de venganza, ¿qué movería a aquella chica? Sólo había una forma de saberlo.

Sacudiendo el cuchillo para retirar la sangre acumulada en su hoja, Brian se abalanzó por la espalda del Zaruk restante con la intención de acabar con aquello.

- Dale nena, ¡dale bien! – grito Doug a la chica del bikini – He apostado por ti preciosa.

La mujer salto con fuerza pese a la arena, y descargo su brazo derecho contra la pelota justo en el momento en que un rayo de sol deslumbraba momentáneamente al ex policía. No pudo ver el golpe, pero daba lo mismo. La pelota se estrelló contra el suelo más allá de la red, anotando un punto más en el marcador.

- Joder, esto es vida – se dijo mientras se acomodaba en la hamaca.

Malcom se acercó por la espalda del Zaruk con la escopeta en ristre. Le quedaban dos cartuchos, y podía hacer papilla a ese bastardo.

-Puto alien de mierda, de rodillas al suelo o te reviento de un cartuchazo, perro!-

Iba a ser complicado evitar que lo matasen en aquel instante, o incluso que el zaruk le hiciese caso, pero seguro que tenía información relevante, por poca que fuera, había que aprovecharla, y si no, un cartuchazo a corta distancia, tenía muy pocas probabilidades de fallar

Dev y el Zaruk seguían forcejeando, la chica parecía que estaba algo aturdida, cosa que el alienígena aprovecha para darle otro buen golpe y tirarla al suelo, la chica siente como se hace bastante daño en el brazo, pero parece que ese movimiento es todo un error para él, cuando levanta la mirada puede ver a Malcolm apuntándole, pero rápidamente Brian que había aprovechado para colocarse detrás le clava el cuchillo, el alien comienza a caer lentamente al suelo

Respirando trabajosamente por toda aquella actividad física, empujó al Zaruk contra el suelo para que terminara de caer y luego miró a uno y otro lado para asegurarse que no había más contrincantes. Se inclinó sobre el cadáver y limpió la hoja de su cuchillo de caza en sus ropas.

- Con eso - le espetó a Malcom, señalando su escopeta - Nos pones más en peligro a nosotros que a estos monstruos. Recuerda que si hay alguien cerca, puedes darle.

Era una crítica en toda regla, pero no tenía más ganas de discutir. Extendió la mano hacia la chica que había combatido ferozmente contra el Zaruk y le ayudó a levantarse si la aceptaba.

- Llevo un mes sin ver a nadie en el bosque, y de repente me encuentro con seis personas más en el mismo sitio. Nos ponemos en peligro - abrió los ojos, como si recordara a alguien - Estoy buscando a alguien a quien llaman "Dev", ¿os habéis cruzado con alguien así? Una chica.

Cuando todos los Zaruk cayeron bajo las armas de todos los allí presentes, malcom se permitió relajarse un poco.

Tras esto escuchó las palabras de Brian, algo ácidas, así que lo miró con mala cara y se colgó la escopeta, para acto seguido ponerse a rebuscar entre las pertenencias de los Zaruk.

-Yo también llevo mucho tiempo en el bosque, la última vez que vi a unos hijos de puta como estos, estaban liquidando a un pequeño grupo entre los árboles, del rollo profesionales, no se pudo hacer nada-

-Lo que me recuerda que hay gente por aquí herida, iré a echarles un vistazo, cuando acabe con estos cabrones muertos-

Tirada en el suelo, asiento el cuchillo con rabia, me encuentro con un fuerte golpe en la cabeza y en un brazo, joder, me ha dado una buena paliza. Escucho el disparo de la escopeta, y voy a intentar levantarme, medio mareada aún, cuando un hombre me ayuda a levantarme.

- Suerte que esa cosa me lanzó lejos…

Aunque lo cierto es que me hubiera gustado cargármelo a mí, pero supongo que a hostia limpia siempre es más jodido, solo hay que ver cómo he quedado, llena de cardenales.

- Gracias – me levanto del suelo con la mano del hombre - ¿Me ayudas a ver cómo están los demás? – murmuro mientras enfundo mi pequeña cuchilla y busco con los ojos al único que conozco, Sullivan.

En ello estoy, llegando al cuerpo tirado del sargento y agachándome para despertarlo, cuando escucho mi nombre.

- ¿Qué? Yo soy Dev - lo observo expectante, curiosa, esperando una explicación o... algo...

Luego miro hacia abajo y le doy un par de palmadas al Sargento en la cara.

- Sargento. Arriba dormilón.

El sol quema con fuerza la piel del sargento, que siente el calor en sus mejillas como si se tratase de bofetadas.

- ¡Coño! – Exclamo mientras se llevaba la mano a las mejillas. – Nunca hay una puta sombrilla cuando la necesitas. Ni una botella de mezcal.

Se volvió hacia las chicas que jugaban a vóley, pero no las encontró. 

Mientras rebuscaba en los cadáveres, Brian se guardó algunas cosas sin ni siquiera consultar a los demás. Probablemente asumiera que, al haber asesinado a tres de ellos, podía elegir lo que quisiera, o era puro egoísmo, o afán de superviviencia. No importaba. 

- ¿En serio? - la miraba sorprendido, como si no pudiera creer la suerte que tenía - ¿Dev? Vale... a ver si sabes de lo que te voy a hablar. Hace unas semanas me encontré con un tipo. Barba, pelo largo, rostro curtido. Me dijo que no le esperases, que continuaras. ¿Significa algo para ti?

Tomo uno de los sprays de curación al ver que el sargento no responde, y lo aplico sobre un par de sus heridas, todo lo que me dé el Spray de sí, hasta que vea que empieza a despertar.

Mientras, escucho al hombre hablar, en silencio sin mirarlo, agachada sobre Douglas, pero cuando habla de él lo miro y me levanto despacio. Intento que mi gesto siga siendo el mismo inocente anodino de siempre, pero no puedo, miro al suelo, me cuesta responder. Significa mucho, sí. Suspiro, y al final tomo algo de fuerzas para mirar al hombre. Asiento despacio.

- ¿Estaba bien al menos? ¿No te dijo nada más?

Es la peor despedida de la historia, pero es la única que tengo. Hombres, todos igual de hijosdeputa.