Partida Rol por web

El hayedo de hoja oscura

Escena de Juego

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09/07/2019, 22:11
Director

Rodrigo y Jacobo se encontraban en el reino de León, cerca de la ciudad de Ávila, pero a medio camino entre tal ciudad y la ciudad de Salamanca. Es invierno y tras varios días caminando entre las nieves, las ventiscas y los fríos, que se os hizo a bien el llegar hasta una posada que había junto al camino que andábais. Tú estabas un poco cansado de tu compañero, ladrón confeso, pero buena persona en el fondo. Todo el día hablando de que si la mejor carne era la de zorro, la de ciervo o la de cerdo; El caso es que tras divisar la solitaria posada y acercaros, el joven Jacobo leyó el cartel que pendía sobre su puerta: “El zorro negro”. Vísteis también que el edificio se alzaba al lado de un extenso hayedo detrás de él. La taberna estaba hecha en piedra y madera, y levantada con buenos cimientos. La entrada del lugar consistía en una gran puerta doble a la que se accedía subiendo unos escalones.

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09/07/2019, 22:13
Jacobo Cojito

Bueno, Rodrigo -decía Jacobo apretujándose en su manta-, ¿entramos ya? Tengo ganas de beberme un buen vino, y de entrar en calor. Madre mía, qué frias son estas tierras.

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09/07/2019, 23:25
Rodrigo Núñez

Ya eran muchos días caminando por la nieve, día y noche sin apenas descansar. Me encontraba cansado, no solo por la ventisca, también por el pesado de mi compañero JC...y es que el amigo no paraba de hablar de tipos de carnes y comidas varias, de su mostacho y de alguna que otra mujer que había caído en sus redes. Realmente no callaba, pero apesar de ello agradecía su compañia. A ratos desconfiaba de él pues de todos era sabido lo ladronzuelo que era.

Se nos hizo la boca agua al ver la posada, por fin podríamos comer algo y calentarnos un poco. De paredes gruesas de piedras y madera tenía pinta de ser cálida y allí decidimos pasar la noche.

- Si Jacobo entremos- dije mientras me calentaba las manos con el fin de poder sentir un poco los dedos que teníamos congelados por el frío- Necesito comer y beber, estoy dejalamio amigo. 

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10/07/2019, 12:25
Director

Una vez en el interior vísteis que la taberna tenía la siguiente disposición: había tres mesas de madera con bancos a cada lado, donde los labriegos de la zona y los allegados comerciantes y viajeros estaban echando un trago mientras disfrutaban del queso y el pan elaborados en la propia taberna. Un matrimonio, que iba de acá para allá con mandiles, bandejas y jarras de vino y vasos, parecía los dueños del negocio. Enseguida la mujer, que vestía con ropas oscuras y el pelo recogido, os divisó y os invitó a sentaros en un hueco que había en uno de los bancos.

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10/07/2019, 12:25
Lucilda

Buenas tardes, señores -os dijo la mujer a ambos-. Ahí afuera hará frío, pero tenemos un establo para el su caballo, señor -te dijo-. Mi hijo se lo guardará, no se preocupe. Les traeré vasos, y vino, y también de comer. ¿van a pasar la noche aquí? -os preguntó-. Las habitaciones esperan huéspedes, aún hay algunas vacías. Al fondo de la taberna había unas escaleras que daban al piso superior, lugar donde estaban dichas salas.

Notas de juego

Apúntate en la ficha el caballo que me pediste.

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10/07/2019, 12:26
Jacobo Cojito

Yo tengo las piernas entumecidas, Rodrigo -decía tu compañero con cara de pena-. Quizá de tanto andar y poco que llevarnos al buche. ¿Y si descansamos esta noche? Mientras te preguntaba Jacobo, y mientras esperaba la posadera una respuesta, un tipo sentado al final de vuestro banco os miraba fijamente. Parecía ser un comerciante o algo así.

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11/07/2019, 22:23
Rodrigo Núñez

Al entrar miré alrededor para divisar todo cuanto pude. Había mesas con sillas ocupadas por lo que parecían viajeros y gente de paso. Olía a pan y queso..se estaba bien allí dentro. Enseguida una mujer muy amable vino a atendernos.

- Buenas tardes señora. Gracias, mi caballo también necesita descansar. Le agradecería si le ponen un cubo de agua y un trozo de pan duro para que pueda comer algo, si no es mucha molestia. Si, pasaremos la noche aquí, con una habitación nos apañamos- Dije a Lucilda a la vez que miraba a Jacobo.

-Bueno amigo pues parece que hoy dormimos bajo techo eh? y Perdigón también. Dije a Cojito cuando Lucilda se había ido. Al levantar la cabeza ví que un tipo sentado en nuestro mismo banco nos miraba fijamente...moví la cabeza arriba y abajo a modo de saludo. Quizás nos conocía?...o tal vez no. En ese momento solo pensábamos en beber y comer.

Notas de juego

Vale, me anoto el caballo. Le he puesto ya nombre: Perdigón

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17/07/2019, 19:41
Fray Manuel

La posadera Lucilda asintió, asegurando que su hijo se encargaría de Perdigón. Luego, el tipo sentado al final del gran banco, ese que parecía miraros, tomó su vaso de vino, se levantó y se acercó a vosotros dos por detrás.

Buenas tardes, señores -dijo el tipo, que era un hombre delgado y canoso, y su nariz afilada y perspicaz-. El hombre se os quedó mirando unos instantes. Veo que son nuevos por aquí. Mi nombre es Manuel Recariz, natural de Foncebadón, muy al norte de este reino -añadió-. Veo que ya disfrutan de la hospitalidad de Lucilda y de su buena posada -entonces os percatásteis de que llevaba hábito: era un clérigo, tal vez un fraile-. Sí, soy fray Manuel, así me conocen en el monasterio no lejos de aquí, el de Santa María de la Purísima. No vengo aquí a beber, Dios me libre de tomar la Sangre de una barrica; soy familia de Lucilda, y hoy he venido a verla. Bueno, ¿querrían ganarse unas monedas?

Jacobo estaba mirando de reojo al tal fray Manuel, pero no se fiaba mucho; claro que, Cojito no era sino un desconfiado nato. Eso sí, cuando oyó hablar de dineros... su gesto del rostro cambió.

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18/07/2019, 23:16
Rodrigo Núñez

Nos interrumpió el piscolábis un señor con hábito que amablemente se acercó a nosotros. Se hacía llamar Manuel Recariz, fray Manuel...así nos dijo.

- Buenas tardes señor, yo soy Rodrigo Núñez cazador por estas tierras y mi amigo es Jacobo Cojito...ehh- hice una pequeña pausa pues no era plan de explicar a este señor a lo que se dedicaba aquí mi querido colega Cojito- Hombre señor Fray Manuel...lo cierto es que unas monedas no nos vendrían mal a ninguno de los dos, la caza da alimento pero dineros no muchos. Aceptamos su oferta pero primero nos gustaría saber cual sería nuestra labor- Al acabar miré a mi compañero por si él quería decir algo más y esperé pacientemente a que contestara el fraile.

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21/07/2019, 16:34
Jacobo Cojito

Eso, eso... -añadió Cojito, con el vaso de vino que os acababa de traer la posadera Lucilda-, ¿a santo de qué es ese pago?

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21/07/2019, 16:34
Fray Manuel

El Prior del Monasterio de Santa María, Fray Antón, es dueño de todas las tierras que comprenden el hayedo que se erige detrás de esta posada -recordábais el frondoso bosquecillo de hayas que habíais divisado no muy lejos, antes de entrar en la taberna del Zorro Negro-. El caso es que hasta el monasterio siempre viajan comerciantes, viajeros, buhoneros, peregrinos y los propios frailes cuando van y vienen (yo incluido); e incluso hay tierras de labranza a un lado y al otro de él y... bueno: siempre hay problemas. El mismo problema. Bandidos. Este dinero está dedicado para quien acabe con esa amenaza como sea. Esos bandidos campan a sus anchas, y ya han matado a tres personas, y dos vecinos de la aldea más próxima. Esto no puede seguir así. Temo que algún día asalten esta taberna, la de mi sobrina Lucilda, o le hagan algo a ella. Cada vez menos gentes quieren cruzar estos parajes por cercanía con el hayedo, lugar donde campan a sus anchas, ya les digo. ¿Entienden lo que les he contado? Eliminar esa amenaza.

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21/07/2019, 16:35
Jacobo Cojito

¿Y cómo es que un fraile da dineros para matar a otras personas? -dijo Jacobo, en un puntual y extraño alarde de sensatez-

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21/07/2019, 16:35
Fray Manuel

Prefiero que sean ellos y no mi sobrina, o cualquier fraile del convento, quien sea la víctima, si os soy sincero -confesó el hermano-. Si no les interesa no les molestaré más, y dejaré que sigan bebiendo -el tipo hizo ademán de girarse y volverse a su sitio-.

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21/07/2019, 16:36
Jacobo Cojito

¡¡Espere!! -añadió Cojito, y se giró haci a tí, para hablarte en bajito-. ¿Qué hacemos, Rodrigo? Yo digo que es una buena oportunidad para ganarnos unos cuartos... ¿Qué más da cazar un jabalí que a unos indeseables? -te preguntaba como con sarcasmo por tu condición de cazador-.

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24/07/2019, 11:35
Rodrigo Núñez

Escuché atentamente la explicación del fraile..opinaba como Cojito vaya. Pues eso mismo estaba pensando amigo..y seguro que esos jabalís son más dignos de vivir que los bandidos matahombres, asi que si a cazae se ha dicho.

No se vaya Fray Manuel puede contar con nosotros. ¿De cuántos bandidos hablamos? Solo has de decirnos donde se encuentra ese bosque de hayas y por donde se mueven esos malnacidos y en cuestión de días acabaremos con ellos. Una vez terminado nuestro trabajo se lo haremos saber viniendo a la Posada, Lucilda su sobrina le avisará de que estamos aquí. Si le pedimos un pequeño adelanto en el pago...pues aunque uno sea cazador esto es más delicado..mis jabalís y venados no llevan armas y los bandidos es seguro que si.

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24/07/2019, 12:39
Fray Manuel

Es lo justo -decía el fraile cuando le hablabas del pago-. Sólo un adelanto. Diez monedas por cabeza será suficiente, el resto, cuando hayáis finalizado el trabajo. Lo cierto es que no sé de cuántos hombres estamos hablando; creo que se esconden el el frondoso bosquecillo, muchacho, mas solo sé que son despiadados con quienes se adentran ahí, y los incautos viajeros y comerciantes que atraviesan estas tierras. Quizá... quizá algunos de estos hombres -miraba alrededor, a los tipos que bebían en la taberna- sepan algo más de ellos o de ese hayedo.

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24/07/2019, 12:40
Jacobo Cojito

Por mí acepto, Rodrigo -insistió Jacobo-, aunque no estaría de más preguntar qué ronda por estos lugares.

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29/07/2019, 11:37
Rodrigo Núñez

Aceptamos señor, no se hable más. Empezaremos mañana mismo a dar caza a esos bandido. Al acabar el trabajo se lo haremos saber. Gracias señor y buenas noches. Me despedí del fraile.

Bueno amigo...pues ya tenemos trabajo pendiente. Si, váyamos ahora antes de dormir a indagar que nos espera por estos bosques...quizás esos bandidos no sean la única amenaza.

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01/10/2019, 21:53
Director

Fray Antón, contento de que aceptáseis, os entregó el adelanto que había descrito, diez monedas de oro para cada uno. Cojito no se lo creía, estaba reticente ante el trabajo, pero aquellas monedas hicieron que sus ojos se agrandaran. El fraile se marchó después, tras despedirse de su sobrina Lucilda, la posadera de la taberna. Ésta, una vez que se marcharon todos los clientes, os dispuso una habitación donde pasar la noche. La nieve caía ahí afuera, y el frío entraba por todas las rendijas.

* * *

A la mañana siguiente amaneció todo nevado. Al mirar por la ventana de vuestra habitación, vísteis el paisaje blanco, incluyendo el hayedo al que debíais dirigiros. Tras vestiros, tomar vuestras armas y pertenencias, bajásteis a desayunar. El menú de la noche anterior incluía el desayuno. Cuando hubísteis tomado leche caliente con dulces y algo de vino (para calentar el cuerpo en aquella época nevada), os despedísteis de Lucilda y marchásteis al hayedo.

Seguístes pues el camino comercial hasta las inmediaciones del bosque. El camino era lo suficientemente ancho para que dos carros pudieran incluso cruzarse sin problemas. La tierra estaba muy removida debido al constante uso de la vía, y apenas había piedras o pequeñas plantas en todo su recorrido. Después de una legua comenzásteis a cruzaros peregrinos, comerciantes y aldeanos, los cuales iban y venían. Sin embargo, a medida que avanzábais al gran hayedo ya no se encontraba mucha gente cerca de allí, por temor a este lugar.

 

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01/10/2019, 21:53
Jacobo Cojito

No sé, Rodrigo, esto parece sacado de un mal cuento... -decía mirando el linde del hayedo, a unas decenas de varas ya muy próximo-. ¡Mira esos árboles! Oscuros, solitarios y... ¡retorcidos! No sé, no sé...

El lugar nevado no hacía sino más tétrico el frondoso bosque. Eso sí, las ramas del conjunto de árboels tenían la culpa, pues estaban retorcidos y entremezclados de forma extraña.

Notas de juego

Pues seguimos.