Partida Rol por web

Aquel olor casi le hizo vomitar pero lo logró solventar con un par de toses.

Pero que mierda es esta...

Pero un grito interrumpió sus cavilaciones. El grito de un niño pidiendo socorro.

¡Joder!

Ya no había motivos para mantener el silencio. Echó a correr hacia las escaleras con el candelabro bien sujeto en su mano derecha buscando el origen de los gritos pero una silueta le salió al paso. Una silueta junto a una mecedora.

- ¡Alto! - gritó

No comprendía lo que pasaba, Michael como siempre apresurado e irracional hasta que frena sus pasos. El aroma nauseabundo, acompañado por el llanto de un niño,  las sombras... Todo muy tétrico. 

-Michael...¿ Qué haces? ¡Espera! - sostengo su brazo con fuerza para frenar sus pasos. Nada de esto era bueno y por lo visto mi amante se olvida que estoy a su lado. 

Sylvia hizo caso a Scott y le siguió de cerca, mientras este se disponía a entrar.

No se podía imaginar, lo que les estaba esperando ahí dentro, y debía de reconocer, que no se las tenía todas consigo. Estaban entrando en una casa ajena. Aquello era allanamiento de morada. ¿Como se habían metido en esta locura?

Pero ahora no era el momento de echarse atrás. Su mejor amiga estaba allí dentro y Sylvia podría ser de alguna ayuda, si entre todos tenían que... "calmar" al señor Corbitt.

Decidida entró con Scott.

La figura no responde al grito de Michael...

Ves que Daniel retrocede y sale de la casa mientras Michael y Julia permanecen dentro, distingues un leve forcejeo entre ellos, ya que Michael parece querer salir corriendo hacia el interior y Julia intenta contenerlo.

Escuchas en el interior el grito de Michael:

- ¡Alto! 

Julia le responde:

-Michael...¿ Qué haces? ¡Espera!

Consigo salir sin problemas, ya que estaba cerca de la puerta, y pienso en lo que ha pasado.

Me pregunto si hemos sufrido un ataque, y la respuesta es si, el hombre que estaba dentro, presumiblemente el Sr. Corbitt, nos ha rociado con algún polvo, veneno o algo así. Todo esto refuerza la sospecha de que tal vez estaba haciendo daño a alguien, y si era un niño mucho peor. No me puedo quedar de brazos cruzados mientras puede haber una criatura en peligro.

Escucho que adentro de la casa Sullivan y Julia forcejean, lo mas probable, por el carácter volátil del primero, es que quiera ir a pedirle "explicaciones" al dueño de casa, y desentrañar el misterio a la fuerza, pero algo me dice que no debe ser la mejor opción. Si la misteriosa figura ha hecho eso y ha vuelto sobre sus pasos, puede tener mas "sorpresas" preparadas. Lo mejor, creo, es ir con cautela.

Ingreso nuevamente a la casa, pero con precaución, asegurandome que el aire dentro sea respirable. Si Julia y Sullivan aún están allí, intentaré ayudar a Julia e intentar convencer al hombre de que lo mejor es ir con mas cuidado.

- Sullivan, tranquilo hombre, piensa en el policía que salió corriendo, y en el que todavía queda dentro. Mejor ir juntos y con cuidado para no recibir sorpresas. El niño puede necesitar nuestra ayuda, mejor vayamos con cuidado -digo mientras voy entrando, y de ser posible intento sujetar al ex novio de Julia.

Michael se detuvo. Miró la mano de Julia que le sujetaba el brazo y se dio ligeramente la vuelta.

- Un niño... - acertó a decir, entre jadeos.

Aún aferraba el candelabro con la mano derecha, dispuesto a usarlo si era necesario. Miró a Daniel y luego de nuevo a Julia.

- Vamos... - dijo. No acertaba a comprender por qué tanta cautela. Aquel niño podía tener los segundos contados.

Vuestra visión poco a poco se va adaptando a la oscuridad, y en el pasillo que estáis podéis discernir lo que es la silueta de una cocina a vuestra izquierda y de un comedor a la derecha. Michael impreca al frente como si allí existiese algo que Daniel no puede ver. Justo cuando estáis lo suficientemente cerca solo percibís una puerta con unas escaleras que llevan hacia el sótano.

Aquello que pareció ver Michael y Julia ya no existe solo una puerta de las muchas que hay, por ahora las visibles es la que lleva hacia abajo y la del comedor. Un escalofrío os invade cuando pasáis por los rincones de la casa, todo es extraño y os parece feo, con un hedor horrible por todo el lugar. De repente notáis el sonido exterior del balanceo de un árbol, seguido de una ráfaga de viento que cierra la puerta azotándola con un contundente y aterrador ruido chirriante.

De pronto escucháis que alguien os llama y ahí abajo hay algo más oscuro que aguarda en la misma oscuridad, una especie de mancha negra flotando en el aire, esta se hace cada vez más grande, empezando a dar forma de una persona, parece ser una mujer mayor muy pálida de rostro... Cuando notáis que el vello de vuestro brazo se eriza, la aceleración del ritmo cardíaco y un aumento de la presión sanguínea representada por temblores corporales o sudoración de las manos al sentir que esa cosa se acerca.

- Michael... No. -  intento frenar sus pasos nuevamente, esto no me resultaba para nada bueno. Había un niño allí, necesitaba nuestra ayuda pero me encontraba atemorizada. -¿Sientes el escalofrío? Me trae mala espina hay allí abajo. No te dejaré que lo hagas solo, no quiero perderte Michael. -  lo conocía perfectamente y sabía que bajaría al sótano. 

Tenía que elegir entre acompañarlo o soltar su brazo, al parecer puede mas el corazón que pensar fríamente todo. Era el padre de mi hijo, no podía permitir que se exponga de esa manera. Suspirando ya resignada lo acompaño y nos acercamos al umbral de la escalera que nos dirige al sótano. 

Aferrada al brazo de Michael intento frenar sus pasos nuevamente, pero al fin de cuentas luego de un intercambio de susurros accedo y nos encontramos en el umbral de la escalera que lleva al sótano. 

Michael tragó saliva.

Había algo allí abajo. Algo indescriptible. Algo que no solo le ponía los pelos de punta si no que le había congelado el alma hasta el punto de que sintió que el más breve toque la haría pedazos.

No sentía miedo. Ojalá lo sintiera. Lo que le invadía era otra cosa. Estaba seguro de que no habían inventado aún la palabra que describiese lo que le embargaba en aquel momento. Se sentía incapaz de seguir pero a la vez incapaz de huir. Era como una marioneta a la que le hubieran cortado los hilos sólo que él al menos no se derrumbaba como una amasijo de carne. Por lo menos aún no.

Era incapaz de pensar o de razonar. Escuchaba a Julia como si se encontrase a kilómetros de distancia. Sintió su mano en su brazo como una sensación lejana. Como si le hubiera estado apretando el brazo durante una hora y le hubiera soltado, quedando solamente un imperfecto recuerdo de aquello.

Su mano dejó caer el candelabro, incapaz de sostener un segundo más aquel peso. El sonido que éste hizo al caer le sonó como una enorme campana que hubieran tocado mientras tenía su cabeza dentro.

- ¡NOOOOO! - exclamó mientras se dejaba caer de rodillas, impotente, mientras se sujetaba la cabeza con ambas manos.

Ahora las imágenes que se arremolinaban en su mente habían cambiado. Seguía siendo una oscuridad parecida pero las voces que escuchaba eran en alemán.

Y precedían al dolor.

Ves como Julia ha logrado que Michael se contuviera y Daniel entra en la casa.

A continuación notas el sonido exterior del balanceo de un árbol, seguido de una ráfaga de viento que cierra la puerta azotándola con un contundente y aterrador ruido chirriante.

- Michael... No

-¿Sientes el escalofrío? Me trae mala espina hay allí abajo. No te dejaré que lo hagas solo, no quiero perderte Michael.

Escuchas como se susurran estas cosas mientras avanzan...

Cuando volví a entrar a la casa sentí alivio de ver todavía allí a Sullivan y Julia. Tras el inesperado ingreso ahora reinaba un ambiente agobiante y, para que negarlo, algo tenebroso, digno de una novela de Edgar Allan Poe.

Escuché que susurraban, si bien estaban algo adelantados. Me tomé unos segundos para mirar alrededor y acostumbrar mis ojos a la oscuridad. Las luces que ingresabn desde afuera eran casi inexistentes, y los pocos sonidos, junto con la situación en sí, hacían todo muy inquietante.

Me enfoqué en el presente, y tomé conciencia de que podríamos estar ante algún loco, un asesino o algo parecido. Debía recordar telefonear a Chuck, el encargado de la sección policiales del periódico, una vez terminara esto. Aunque no sucediera nada más, un policía huyendo de una escena de un posible crimen sin duda era noticia.

Tenía algo de miedo, no había motivo para negarlo, pero también una cierta excitación por descubrir lo que estaba sucediendo. 

Avancé unos pasos y miré hacia atrás, a ver si venían mi tío, Samantha o Sylvia, aunque esperaba que viniese el primero mas que los otros, ya que tenía un arma, y con eso me sentiría mucho mas seguro, pero Julia y Sullivan ya bajaban hacia el sótano, y había una posible víctima aún desparecida.

- Pst! -susurré hacia ellos-, espérenme.

Unos instantes después el hombre gritaba sin miedo a ser descubierto por el dueño de casa, o quien estuviera en ella. Me acerqué a él y apoyé con suavidad mi mano en su hombro.

- Ey, Sullivan! Tranquilo, hombre ¿Que sucede? -pregunté, aún en susurros, aunque mi vista iba de Julia al pasillo, tratando de asegurarme que nadie viniera a sorprendernos.

Lo que sucede a continuación con Michael me deja congelada al punto de no saber que hacer, no sólo la situación era desesperante sino que al entrar mi amante en una crisis de la cual desconozco la causa, no encuentro otra forma de tomar las riendas y ver que como puedo manejar esta inesperada reacción.

Sin importar quién se encontraba allí muy cerca de nosotros, es decir mi sobrino político, me arrodillo frente a Michael y sosteniendo su rostro con ambas manos lo miro a los ojos, era consciente de que la oscuridad adyacente no nos favorecía pero al menos reconocería mi voz y por el hilo de luz que se filtraba podía reconocer quien era. 

-Michael... Cariño... Mírame. Estoy aquí, soy Julia. - beso sus labios rápidamente y prosigo con la conversación. - Eso ya pasó, estás aquí conmigo. No tengas miedo. - continúo buscando la forma de ayudarlo para que no siga en ese estado tan perturbador para él e incluso para mi. 

Daniel que sucede!!! que demonios sucede!! digo gritando. Y acercandome hacia la puerta para abrirla, no entendia que pasaba. Tomo la puerta y trato de abrirla, eso era como de fantasmas, ¿como la puerta puede moverse sola??, alguien que me responda que ocurre...