Partida Rol por web

La casa de ladrillo, que queda ensombrecida por los nuevos y más altos edificios de oficinas que tiene a ambos lados, da directamente a la calle, y la parte de atrás está cubierta de malas hierbas y una verja medio caída. A ambos lados de la residencia, hay entradas que dan a la parte de atrás.

Al examinarla, el observador queda impresionado por la manera en que parece esconderse tras las sombras que proyectan los edificios que la flanquean, y las cortinas de las ventanas impiden toda posibilidad de ver lo que hay dentro. Aquellos investigadores que hayan experimentado otros acontecimientos misteriosos, o relacionados con el ocultimos, sienten algo amenazador en el interior, pero no saben qué es lo que produce tal sensación

La puerta principal está asegurada por una sola cerradura, pero por dentro está atrancada por otros cuatro cerrojos, que parecen haberse añadido en los últimos dos años. 

Nicolás que tiene las llaves abre la puerta y se oye claramente el chirriar de la puerta fruto de los años de abandono de la misma 

PLANTA BAJA

Camino unos pasos por el pasillo, observando con detenimiento las paredes y el techo.

-Vaya desperdicio de caserón. ¿Quién podría temerle a unos fantasmas cuando va a vivir en una casa tan majestuosa como ésta? - Me detengo y enciendo mi linterna para observar mejor el lugar; con curiosidad, abro la puerta de la habitación 4. Veamos con qué lujos tenían que vivir los dueños...

Abres la puerta y descubres lo que venía a ser el salón, que incluye todo tipo de muebles y objetos corrientes, como una radio, un sofá, sillas anticuadas y estanterías llenas de baratijas. 

Pruebo los interruptores para ver si hay corriente eléctrica, mientras avanzo por el pasillo hasta la primera puerta a la izquierda.

- No entiendo muy bien que tenemos que hacer aquí. ¿Esperar a que aparezcan los fantasmas?

Pues, curiosear un poco y darnos una idea de qué puede ser lo que hace que la gente piense que este lugar está embrujado. - Le contesto a mi compañero mientras entro a la habitación e ilumino uno por uno los objetos allí colocados.

Notas que la inusual cantidad de cruces, vírgenes y de más parafernalia católica que hay presente en la habitación

Es un trastero y está lleno de cajas y trastos, como un depósito de agua oxidado y una vieja bicicleta. 

En la parte derecha de la habitación, hay un armario con la puerta tapiada con unos tablones. Se nota que los que lo tapiaron lo hicieron con plena planificación e intencionalidad 

Que extraño. - ¡eh! !chicos!, mirad esto, - digo señalando el armario. - ¿Quién haría algo así? ¿por que querría alguien bloquear la puerta de un armario a base de listones y clavos?.-

No quieren que salga lo que hay dentro, me dice mi subconsciente de manera traidora...

- Quizás haya un vampiro encerrado. - El tono burlón era más que evidente. Para completar la frase, tomé uno de los crucifijos y se lo lanzé a Francis. - ¡Eh, Snow! ¡Piensa rápido! Quizás lo necesites más que yo. ¿No les parece un poco raro tanto cachibache religioso? Ni mi "Nona" Gianinna tenía tantas cosas de éstas en su casa, y eso que vivía al lado de un convento.

Recojo el crucifijo y miro alternativamente al objeto y al armario

- Jajaja, los vampiros duermen en ataúdes ¿no? - Bromeo nerviosamente, mientras abandono la habitación para asomarme a la que está inspeccionando Nicolás, no sin antes dar un último vistazo al extraño armario.

- ¿Que dices que hay en esta habitación?

Mike fue el último en entrar en la casa. No sabía bien el porqué pero sentia un pequeño, pero inquietante escalofrío, que le recorria todo el cuerpo. Y no era por las leyendas urbanas que circulaban alrededor de la casa...era algo más real. Allí había algo y no sabía qué era. Y eso lo ponia nervioso.

Uno a uno, sus compañeros fueron entrando en las primeras habitaciones. Pero Mike se detuvo en la primera (1), al escuchar los comentarios de Nicolás y Francis acerca de la puerta y los objetos religiosos. Realmente era misterioso que alguien bloqueara la puerta de un simple armario con maderas...

-Puede que no quisieran que algo o alguien saliera del armario. El qué? No sé...solo hay una manera de saberlo: abriéndolo!

Y mientras decis esas palabras, rebuscaba entre las cosas de la habitación buscando alguna fotografia, libro o diario donde encontrar alguna idea de como era aquella familia.

Una mueca de excepticismo se dibujó en mi rostro. 

- ¿De verdad piensas que hay algo allí? Probablemente la puerta esté atrancada, o simplemente quedó con llave cuando los dueños se fueron de la casa. A juzgar por la antigüedad de la casa, debe ser algún tipo de armario en donde dejar abrigos y paraguas, o puede que sólo sea un armario empotrado para acomodar la vajilla. Antes, las casas tenían cuartos separados en los que dejaban platos, cubiertos y tazas. Los sirvientes, luego, los sacaban de allí con rapidez para acomodarlos en la mesa sin perder un segundo.

Mientras converso camino hacia la puerta de la habitación número 5.

Andas por el pasillo abres la puerta y te encuentras con que es el comedor, con todo lo necesario y, además, una larga mesa de caoba, un aparador empotrado y siete sillas. En la mesa hay colocados tres cubiertos que no llegaron a utilizarse, y en una sopera se pudre una sopa de arroz. 

Bien, creo que mi idea no estaba muy errada. Esta habitación hay un comedor y tres lugares con cubiertos y platos. - Mi voz suena casi como un grito; cuando me doy cuenta que mis compañeros no están tan lejos de mí, intento bajar la voz. - Y hasta se olvidaron algo en una oll...¡Puaj! ¡Qué asqueroso! ¿Quién puede haber sido tan manco para cocinar así? - Mi broma intenta tapar el asco que me da encontrar una cacerola con lo que antes seguramente era una sopa muy prometedora.

-Pero no ves algo extraño que se entretuvieran en clavar listones maderas en un simple armario? Si fueran vajillas, ropa o algo parecido, con cerrar la llave tendrían suficiente, no?

El periodista no veía nada claro el tema del armario. Su curiosidad le llamaba a abrir aquel mueble para obtener respuestas, pero primero era momento de dar un vistazo a toda la casa para hacerse una primera idea de la situación del edificio. Anotó mentalmente todo lo que veia y seleccionaba lo que creia más interesante.

Mientras Nicolás se entretenia en otra de las habitaciones (la número 5), el se dirigió a la de enfrente (la número 2)

Entras en la habitación y observas lo que viene a ser un segundo trastero pero, en esta ocasión, dedicado a almacenar muebles viejos y otros objetos, que pueden romperse para usarlos de combustible en una estufa de madera

- Oye Mike, ¿abrimos el armario? la curiosidad me mata.- Le comento, mientras le acompaño (a la habitación número 2).

-Por algún lugar debemos comenzar... En esta habitación (n.2) solo hay trastos viejos que tienen las horas contadas antes de acabar en una hoguera. Vayámos a por ese misterioso armario y descubramos que esconde.

Mike y Francis, se dirigieron hacia el armario de la primera habitación (n.1). El periodista buscó algo con que forzar los listones de madera que aseguraban las puertas del armario.

Algo en el interior de Mike, le decía que estaban abriendo la "caja de pandora"... Una mala sensación. Y a Mike, no le hacia sentir nada cómodo!