Partida Rol por web

Resumen turno 1:

Aquel hombre de cuerpo peludo o tal vez plumoso puso sus enormes patas, acabadas en fieras garras, sobre el mismo pecho del soldado del vizconde, encima de su armadura, y apretó "como si no hubiera un mañana":

Daño: 6 (+6 de bonus) (-2 de Gambesón): 10 puntos de daño*

Tras ésto Abdalá tensó rápidamente su arco, cargando con presteza su flecha y disparando. Lástima, pues el hombre peludo pareció esquivar con un salto magistral, pues parecía estar acostumbrado a brincar. Tras ello, el soldado, al cual le habriá quedado sin duda alguna cicatriz en medio de su pecho, se abalanzó contra el hombre con pico y le incrustó la lanza en medio del pecho**.

Daño: 2 (+3 de bonus) (-1 por Pelaje): 1 punto de daño --> le quito el bonus al soldado, porque ha perdido los 2/3 de su vida.

Tras ello, el valiente soldado Diego (sin desmerecer a ningún otro, pero es que él tenía todo el prototipo de buen cristiano de Dios...), cargó con su espada cuan aún estaba sobre su montura, también fiera, hiriéndole por debajo de su pecho y por encima de sus patas:

Daño: 7 (+1 de bonus) (-1 por Pelaje): 7 puntos de daño***

Abdala volvió a maldecir en su propia lengua mientras tensaba rápidamente una nueva flecha en su arco. 

Diego nota como su espada da un tajazo a lo que parecía ser una figura grotesca mitad hombre mitad pajaro, empecinado en acabar con tal vil criatura se dispone a asestarle otro golpe , rogándole a Dios que fuese tan bueno como este dado.

Esquiva y Ataca con lanza.

Ataca con su pico y esquiva

Iniciativas:

Hombre Peludo: 29

Abdalá: 24

Soldado: 24

Diego: 14

_______________

La criatura pareció lanzarse con su pico contra el soldado, de nuevo. El movimiento de su cabeza era terrible, muy rápido. Si una persona normal hiciera eso, se le desencajaría las vértebras de la espalda: aquel ataque era hasta grotesco, asqueroso, imposible movimiento para cualquier ser creado por Dios.

Abdalá trató de apuntar mejor a la criatura esperando el momento exacto para soltar la cuerda y tratar de traspasar el vientre de aquella aberración.

Pese a que bien me había atravesado con sus uñas, intenté reponerme, pero...

Y cayó desmayado. 30-RES: 15 minutos.

Diego asesta otro golpe no era tan bueno como el anterior , pero es un buen tajo , a la vez que dice MUERE BESTIA INMUNDA¡¡

Resumen turno 2:

Ese "hombre-pájaro" picoteó el cuerpo del soldado hasta hacerle quedar inconsciente:

Daño: 3 (+4 de bonus) (-2 de Gambesón): 5 puntos de daño --> El soldado está inconsciente

Su pico ensangrentado parecía ahora dirigirse hacia vosotros, una vez habia calmado su ansia tras su espectacular irrupción. Abdalá volvió a tensar su arco, pero inutilmente, pues aquel ser volvió a esquivar la saeta del musulmán. Acto seguido era el turno de Diego, de nuevo a caballo:

Daño: 4 (+2 de bonus) (-1 por Pelaje): 5 punto de daño --> de nuevo secuelas*

¡¡ARGHH!! ¡¡¡¡ARRRRHGHHGGHH!!!! -gruñía el tipo una vez Diego le estampó la espada en el pecho le atravesaba la carne hasta llegarle a las vértebras-. El extraño ser cayó al suelo, hizo unos espasmos y en pocos segundos murió con el pico abierto, pues la brutalidad del espadazo del infanzón fue tremenda...

Allí, en medio de la falda del Monte Aio quedaron el soldado de Pomar y la bestina inmunda, de piel de pelos y plumas (a la vez). ¿Del niño?: del niño aún ni rastro...

-¡¿Pero qui is esa cosa?!-preguntó alterado el moro, pues jamás había visto nada igual. Pero reparó en el soldado antes de que el caballero le llegase a decir nada. Se acercó a él y trató de limpiarle las heridas con algo de agua de su cantimplora. No parecían profundas pero si se infectaban podría morir.

Por fin caíste maldito pájaro guardo mi espada y mi escudo bajo del caballo y cojo uno de los lienzos que llevo , voy hacia el soldado para intentar cortarle la hemorragia ya hablamos si no cortamos pronto la sangre este se nos va digo angustiado poniendo el lienzo en la herida intentando hacerle un torniquete. Veo como sigue brotando la sangre asi que intento con otro de los lienzos que llevo  , gasto los cinco lienzos y no puedo cortar la hemorragia Abdalá que se nos va ayúdame .

Abdalá se acercó al caballero y trato de ayudarle lo mejor que podía pero sus conocimientos eran escasos, lo justo para saber tapar una herida o al menos no empeorarlo y para mas inri no dejaba de mirar de reojo a aquella criatura salida de alguna pesadilla mientras pensaba que aquel soldado tenía pocas oportunidades de salir de esa.

-¿Y el soldado? Se va a morir si no hacemos algo-le preguntó asombrado el moro viendo como un caballero era capaz de despreciar asi la vida de un hombre solo por no se de sangre noble. Al contrario, en lugar de seguirle se agachó sobre el hombre y empezó a tratar de despertarlo y reanimarlo al menos para poder llevarlo al pueblo y que no muriese en aquel sucio camino al lado de tan extraña criatura.