Despertados por las voces de Melisa, os fijáis en vuestros relojes o en las ventanas y adivináis que está empezando a amanecer.
- ¡¿?!
Vermont se levanta de un salto, coge su revólver y sale corriendo hacia la habitación de Melisa. Agarra con fuerza el quicio de lapuerta derrapando para, de un salto salir derecho hacia la puerta del cuarto y al llegar, frena en seco.
Mira hacia un lado y otro con la pistola apuntando hacia todos lados, busca a su objetivo pero... no lo ve.
- Eh...uh... ¿que hapasado?, ¿qué ocurre?, ¿estais bien?...
Y se queda mirando alternativamente a Melisa y a su jefe.
Viendo que Melisa no parece estar en condiciones ahora mismo de contaros lo que le ha ocurrido, la lleváis abajo para que tome un poco de agua que sacáis con la bomba de la cocina. Minutos después, estáis todos reunidos de nuevo en el salón de abajo frente a vuestros vasos de agua, deseosos de que Karl llegue con el desayuno.
Esa voz...es tan...miro al suelo y a mis manos tenemos que irnos es...esta familia esta maldita he visto a todos los que han muerto y fue horrible todo el dolor
A partir de aquí, contestad ya en la Planta Baja, por favor.
POCAS HORAS DESPUÉS, A MEDIA MAÑANA...
Llegáis a la segunda planta y os acercáis a la puerta secreta de la biblioteca de esa planta. La abrís para dar paso a las escaleras que ascienden por ese estrecho hueco hacia arriba, al desván.
Las escaleras crujen, pero levemente. Está claro que este espacio no era muy utilizado y se conserva mejor de lo que el polvo predecía. Llegáis hasta una puerta estrecha y sin pomo ni cerradura. La empujáis, dando paso al desván. Esta sala abuardillada os devuelve múltiples sombras cuando la enfocáis con las linternas. Multitud de objetos usados, de pequeño tamaño (no hay muebles) se almacena aquí. En su mayoría son enseres, vajilla, mantelería estropeada, herramientas y cajas con recuerdos como abalorios, juguetes infantiles, etc. El lugar es estrecho, pero se puede caminar bien; además el tejado es de excelente construcción, apenas se ven humedades o goteras. De momento permanecéis de pien en la entrada, intentando decidir de qué manera avanzar sin entrar en excesivo contacto con sus habitantes... las arañas.
La última vez que estuvísteis aquí, Alice encontró una carta de Mary Gotler a su hija entre un montón de recortes de prensa.
Pasáis unos minutos aspirando el aire viciado y lleno de polvo de esta habitación. También huele a humedad y papel podrido.
Son las 12:00 del mediodía.
-Bueno, vamos a ver qué encontramos...- dice Howard mientars epieza a rebuscar entre los papeles y cajas.
Tiradita de Descubrir para todos, please...
...Mmmmm...
Bueno, eso me pasa por haber faltado estos días. :(
Acabo de volver. He estado pocho, por eso no avisé. Entre hoyy mañana me pongo al día.
Saludos!
-Buf... ¿encuentras algo, Hans?-
Hmmmmmmmm... a ver esto de aqui?! - dice Hans mientras revuelve un poco mas la habitacion, apartando cajas con cuidado de no llenar mas de tierra su viejo traje de investigador.
Bue , ahora si creo que hallaremos todo lo que quedaba, al menos en esta habitacion.
Hans se afana en destripar cajas llenas de documentos antiguos. En general se trata de libros de texto antiquísimos, cuadernos de tareas y periódicos viejos. Pero, entre tanto papel sólo útil sentimentalmente, se ha colado algo interesante. Alguien garabateó muchos años atrás en un papel varias frases y palabras sueltas en un extraño idioma...
Mo leannan rinn a'meacan, a'barrach, a'meas. Buain a achlasan céin. Éiginn falbh leis.
El tipo de letra es femenino y juvenil.
Hmmmmmmmm mas garabatos ilegibles o vaya a saber dios en que idioma estan!!
Miren esto - dice Hans extiendo su mano y el papel a sus compañeros, mientras lentamente se va reincorporando entre cajas y cajas...
¿Les recuerda a algo? Creo que si me memoria no me falla... tiene algo que ver con el otro escrito hallado con Melissa.
Mmmmmm.... es parecido o el mismo lenguaje de la otra poesia q tiene melissa?
El papel no esta ni roto, ni remarcado, ni borroneado ni nada similar extraño no? Sino a examinarlo con lupa... que en mi bolso tengo.
Desde luego, es el mismo idioma, no queda duda sobre ello. Al examinarlo con cuidado con la lupa, Hans encuentra un leve rastro en él. Parece... sí, sin duda es una marca de calor, como si el papel hubiese sido escrito muy cerca de una lámpara de keroseno, una hogera, a la luz de una cerilla demasiado cercana, etc.
Bueno, he puesto mal el 90, en modificador en lugar de en dificultad. Pero como la tirada rasa ha sido 49, has acertado.
Mientras todavía examináis el papel tostado, un sonido a vuestras espaldas os sobresalta. Parece un balanceo, el balanceo de una cuerda vieja gimiendo sobre la madera. Al volveros, observáis una siniestra figura.
Vestida con un vestido de novia, la mujer cuelga del cuello, ahoracada por una cuerda que lleva hasta una viga del techo. Su rostro está oscurecido y la lengua asoma amoratada por entre los blancos dientes. Pero vuestro terror os lleva un poco más allá cuando descubrís, al agitarse el velo de la novia, que el rostro que oculta la aparición no es otro que... el de Melisa.
Bueno, si era necesaria, la pasé.
El rosto de Vermont pasa del ensimismamiento por la concentración al gris cetrino del terror desencajado. Sin acertar a emitir más que un ligero y ahogado gemido, queda como estaba, levemente girado y, ahora, agarrotado y encogido.
Sin embargo, acierta a llevarse, casi por instinto, la mano al revólver que, tembloroso, eleva poco a poco sin llegara apuntar verdaderamente a ningún sitio.
El rostrode Melisa, no obstante, en lugar de remarcarle el horror, que en un principio multiplica, le hace ver, de algún modo, que no puede ser ella realmente. Sin embargo... estupefacto no acierta a moverse en ese mismo instante.
Siento los retrasos compañeros, intentaré que no vuelvan a producirse.
:)
Sí, perdonad. Tirada de cordura para todos. Se pierde 1 punto, o 1d6 si se falla.
Por Diossss santoooooo!!! Melisaaaaaaaaaa! - Hans corre a rescatar a su compañera sin casi darse cuenta de la terrible vision que acababan de recibir sus ojos.
Hans tratara de cortar la soga de alguna manera o levantar de los pies el cuerpo para que no cuelgue mas y que alguno de sus compañeros le ayuden.