Partida Rol por web

Negué con la cabeza y luego, aunque él mismo me estaba diciendo que no le soltara lo hice, como símbolo de buena voluntad aunque aquello podría ser la peor idea que había tenido en mucho tiempo.

- Creo que aunque sea te vendrá bien estirar un poco los músculos o caminar..

Me aparté sin quitarle los ojos de encima. Tenía un buen físico y me gustaba su actitud desafiante a la vez que extrañamente tranquila, aunque pudiera ser que pecase de un exceso de confianza en sí mismo, pero no tardaría en averiguarlo.

- Sí, son pruebas de ese estilo, para ver quién es el mejor como ya te he dicho y no, no pensamos matar a ningún hombre una vez consigamos lo que queremos de él.

Recordé las palabras de mi compañera con lo que dijo sobre el otro hombre preso, justo cuando iba a rebanarle el cuello y que fue exactamente lo que hizo que no lo hiciera.

- Antes había hombres entre nosotras, pero enfermaron y murieron y ahora... tenemos que hacer esto..

Se veía que había algo más tras mis palabras, pero distaba mucho de saber qué era lo que había ocurrido y en mi mirada se podía ver que aún no confiaba en él como para contarle lo que acaba de conocer hacía unos minutos.

 Jorund se quedo unos segundos mirando fijamente a los ojos a la mujer. Como si fuera un gato a punto de saltar sobre su presa. Pero simplemente se incorporo y se quedo de pie junto a ella. Tardo unos segundos en contestar, mirando hacia la puerta pensativo y frotando sus muñecas doloridas. 

-Creo que no suena tan mal. Aunque sigo sin entender para que las cadenas y engaños. Muchos hombre harían esto sin dudarlo y sin que se les obligase. Creo que me ocultas algo.-dijo guardando silencio unos segundos.-¿De que enfermaron los hombres? ¿Que mal puede ser tal como para matar a los hombres de una aldea pero no a las mujeres?

Mostré una sonrisa irónica, cuando dijo aquello de que no estaría tan mal y negué con la cabeza.

- En este lugar todo se hace como dicta nuestra líder y los hombres, están un peldaño por debajo de las mujeres, supongo que eso.. ya no resulta tan agradable ¿ no?

- ¿ Por qué estás siendo tan sincera con este hombre? Sabes que en cuanto pueda se librará de ti y tratará de huir...

Me encogí de hombros ante aquella pregunta.

- Soy una guerrera no una sanadora. Sólo sé que murieron y que la única que conoce los libros sagrados y lo que pone en ellos es quien dice lo que se hace... - En ese momento pensé en que quizás durante todo aquel tiempo nos habían estado engañando, habíamos estado sirviendo a quien no debíamos, pues si un hombre podía leer los libros sagrados, tan sólo tendríamos que aprender aquel idioma y...

- El hombre que está con mi compañera quizás pueda ayudarnos con eso y si consigue saber por qué murieron los hombres, os podamos devolver la libertad y quizás, buscar otra manera de ser madres... - Guardé silencio unos instantes. - Esto es como una confidencia, para que aguantes lo que te toque hacer. Tómatelo como que aunque no te lo creas respeto a un hombre con convicciones.

 Jorund la miro y despues sonrrio abiertamente. 

-Sabes, me recuerdas a alguien de mi aldea. De donde yo vengo las mujeres tienen el papel que, por lo que tu dices, deben tener aqui los hombres. Aunque son valientes y apasionadas. Se lo que pretendes, y no me importaria contribuir a vuestra causa y demostrar que soy mejor que todos esos perros falderos que había en la celda. Pero soy un guerrero. Lucho por mi pueblo y no podria quedarme sentado barriendo una casa sin hacer nada mas el resto de mi vida.-dijo sin dejar de sonrreir pero con un tono a la vez serio.

No sabía si aquellas palabras eran buenas o malas, y a fin de cuentas seguía siendo una mujer y cuando escuché aquello de que le recordaba a alguien de su aldea, me di cuenta de que seguramente, todos esos hombres ya tendrían una mujer allí de dónde nos los llevamos.

¿ Por qué no se me había ocurrido pensar antes en ello? Quizás porque normalmente cumplía con lo que se esperaba de mí, no me ponía a pensar en si estaba bien o mal lo que hacía.

- Entiendo tu postura y si te he contado esto es... simplemente porque a ellas no se lo puedo contar. Si por alguna razón, hay algo que nos haga pensar que la mujer que nos guía nos ha estado engañando acabaremos peleando entre nosotras y en ese momento, podrás ser libre y volver con los tuyos.

En aquel momento la sensación que tenía era de que a pesar de ser las que habíamos apresado a los hombres, éramos nosotras las presas en plena libertad.

- No es algo que sepa con certeza, pero... supongo que en tu situación me agarraría a un clavo ardiendo si fuera mi última esperanza de libertad.

 Jorund estiro sus brazos. La mujer le acababa de dar una idea, pero seguía teniendo curiosidad por aquellas pruebas y la dejo apartada en su mente.

-¿Y cual es la recompensa? Ademas de los placeres de concebir un hijo con alguien hermoso como tu. Me hablas de servidumbre y de una vida tediosa y aburrida sin poder volver a empuñar una espada o un arco. ¿Que es lo que podría interesarnos a nosotros para ganar estos "juegos"?

Me encogí de hombros, como queriendo decir que eso ya dependía de cada uno, aunque la principal me parecía que debía incumbirles a todos.

- Que el que no cumpla con las espectativas seguramente será ejecutado sin piedad... siempre que lo que te acabo de contar hace unos instantes no sea cierto.

Sí, mis palabras podían sonar duras, pero era lo que había, o peleaban por su vida o la perderían.

- También está la opción de irte después de concebir una criatura.. aunque... - Quizás fuera pedir demasiado que quisiera a una hija a la que le estarían obligando a hacer.

Me parecía que le había dicho todo lo que podía decirle y yo ni siquiera prepararía esas pruebas, pues como podía comprobar, la primera de ellas había sido hablar con él y por mi parte, la había pasado con más que un sobresaliente.

 Ahora te entiendo mujer. O peleamos por nuestra vida y servimos como esclavos o morimos, ¿no es asi?-dijo con burla-¿Y entonces que me impide sujetarte, quitarte la espada y obligarte ha pedir que nos habran la puerta y despues escapar?...Hablais del resto de tribus como si nos conocierais, pero sois peores que nosotros. Nosotros no obligamos a nuestras mujeres a vivir con nosotros, ni las sometemos a pruebas para luchar por su vida. 

- Por qué me siento culpable con todo esto?

Fue lo primero que se me pasó por la cabeza cuando escuché aquellas palabras, pero tenía razón y sin duda éramos bastante peores que cualquiera que pudiéramos conocer, pero lo hacíamos porque así se nos mandaba, porque debíamos sobrevivir, aunque aquello no fuera una excusa.

Desenvainé la espada y se la tiré a los pies.

- Nada te lo impide, pero aunque me mates, no abrirán esa puerta.

 Jorund se adelantó rapidamente pisando la espada con el pie, rodeo a la mujer con un brazo y la besó antes de que pudiera reaccionar. Despues se apartó, se dirigió a la puerta y mirandola con una sonrrisa le habló.

-Al menos tienes valor. Llevame a donde se hacen las pruebas. Demostraré que soy mejor que cualquiera de esos tipos que habeis secuestrado y despues me largare de aquí.

Esperaba incluso que me hubiera partido el cuello en cuanto hubiera tenido oportunidad, pero aquel beso, me dejó totalmente descolocada... seguramente, más descolocada de lo que me había quedado nunca con nada.

- Tranquilo. No van a buscar a un semental aunque tú quieras demostrar que lo eres hasta que las/nos plazca, por lo que vendrán a buscarte para ello.

Cogí la espada del suelo y la volví a guardar en su sitio.

Me crucé de brazos y lo miré con una sonrisa, divertida por aquellas ganas de pelear.

- Existe una última opción. Una guerrera puede reclamar como propio a uno de los hombres, por lo que si ninguna más lo quiere, no opta por el semental que salga y se queda con lo que ha elegido.

 Bueno-dijo bromeando- eso no es una mala regla. Aunque sigo sin poder entender del todo vuestro juego. Supongo que no se diferencia tanto de como lo hacemos alli en la aldea.-Se volvio a sentar en el suelo- si me tienen que venir a buscar deberemos hacer tiempo. Se me ocurren varias cosas que hacer, pero seguramente seria una afrenta asi que... charlemos. Dices que podeis elegir un hombre y quedaroslo. ¿Y podeis hacer eso antes de la competicion?Si os pusierais todas de acuerdo incluso puede que os ahorraseis la competición...-se queda unos segundos en silencio- dijiste que uno de los otros esclavos escapó...vaya parece que no todos eran unos perritos falderos como pensaba-murmuró para si- ¿que hareis cuando lo encontreis, si es que dais con él?

Me quedé un momento con cara de no saber de lo que estaba hablando, aunque en verdad, tanteaba cuál sería la idea de aquel hombre de hacer tiempo, aunque viendo que no le había dado demasiada importancia, no quise preguntar y me senté en el suelo, con la espalda apoyada en una pared mientras le miraba.

- Sí, podríamos ahorrárnosla si es a lo que te refieres... y sobre el hombre que se ha escapado... han sido dos y en realidad sólo creen que se están escapando...

Mostré una sonrisa divertida por ello.

- Yo quise probar qué era lo que sucedía si venía a hablar con uno de vosotros y sin necesidad de ponerte a prueba, sé que si intentaras escapar en una prueba así puesta por mí, sería bastante difícil volver a encerrarte. Lo de qué sucederá lo decide ella.. - aunque así a mí ya se me ocurre lo que se puede hacer con dos hombres... - Eso no lo dije en alto ni mucho menos, sólo fue un pensamiento que se me cruzó por la cabeza.

 ¿Y que tienes pensado para mi? Torturarme, lanzarme a luchar contra bestias...-le preguntó Jorund cambiando de tema. Quería saber que ocurriría con él y que es lo que ella esperaba. Siguió sentado, sin moverse estirando de cuando en cuando la espalda haciendola crugir.

En realidad no tenía absolutamente nada pensado, pues mi primera intención había sido simplemente hablar, querer saber lo que pasaba por la cabeza de aquellos hombres, queriendo saber si era lo suficientemente estúpido para merecer la muerte directamente, cosa que no se había dado porque su forma de pensar había despertado mi curiosidad.

- Aún nada... ¿ pero quieres algo en especial? Si lo deseas puedo torturarte, sólo tienes que pedírmelo...

Le miré con una mueca divertida, como esperando que me mandara a la mierda tras aquellas palabras.

- Creo que puedo respetar uno de tus deseos para ser probado, pero no, lo siento, por el momento la libertad no es algo a lo que puedas optar...

Esperé su respuesta sin quitarle los ojos de encima.

 Jajajaja-rio el barbaro- no, la tortura no es algo que desee. Y tampoco es algo que haga con placer. Solo siento curiosidad, quiero saber que es lo que me espera...No me gusta no saber que es lo que me va ha ocurrir. Me gusta estar preparado por si tengo que mirar a la muerte a los ojos cuando venga a por mi.- le contesto Jorund ahora mas serio.

Asentí a sus palabras, pues yo misma había creído siempre que el día que muriera lo haría peleando, lo haría sin darme por vencida y llevándome a todo el que pudiera por delante, pues como buena guerrera, o al menos como una que sabía lo que era, estaba convencida de que lo haría luchando.

- Entiendo tu punto de vista pero no puedo darte respuestas que desconozco. Como mucho, podría inventármelas, pero creo que ni a ti te gustaría que lo hiciera ni a mi tener que hacerlo...

Le miré de nuevo con curiosidad.

- La única prueba a la que iba a someterte yo ya la has pasado y para ello, no has necesitado ningún arma. Espero que no te sientas defraudado por ello.

 Jorund levanto la vista y la miró fijamente. Depues la sonrrió brevemente antes de volver a ausentar su mirada con las rocas a su alrededor. Desde luego no le había defraudado, se podría decir que todo lo contrario. Pero aquel no era su lugar, derrotaria a los demas, haría lo que tuviera que hacer y saldría de allí. No podía vivir una vida de servidumbre, el era un guerrero, el mejor cazador de su aldea...