Partida Rol por web

 Jorund cogió el jabón y empezó a pasarlo por el cuerpo de Agatha. Primero por su espalda y sus hombros y poco a poco fue extendiendolo por todo su cuerpo, recreandose lentamente. De vez en cuando la besaba, o dejaba el jabon a un lado para acariciarla de manera mas intima.

¿Asi que te portarias bien con un esclavo como yo?Me gustas, y me gusta lo atrevida que eres. Quiero saber mas cosas, mas secretos que teneis las amazonas. Los que me has mostrado hasta ahora me han encantado...-dijo con un tono sensual y tranquilo.

Me quedé quieta mientras pasaba las manos y el jabón por mi cuerpo, pues a parte de que lo suyo era lavarnos un poco, me parecía que no venía a ser toda la intención de aquel baño, aunque ambos lo necesitáramos, era más el contacto lo que queríamos.

Al recordarme que era un esclavo dejé de sonreir, y aunque miraba hacia delante y no podía verme, mi rostro se ensombreció.

- Siento mucho que esto tenga que ser así, pero si te dejo libre la que acabaría encerrada sería yo y si digo que te me has escapado, mi puesto como guerrera se vería entre dicho....

Agaché la cabeza mirando al agua y cuando me dijo aquellos halagos giré la cabeza seria.

- Te ayudaré a escapar esta noche sin ser visto. Te daré un arma y provisiones, aunque no podré proporcionarte una montura sin que me vean, por lo que tendrás que proseguir a pie.

No respondí al resto de sus preguntas, pues le estaba mirando seria, ideando ya mentalmente por dónde salir, lo que no era difícil si tú también tenías que encargarte de vez en cuando de hacer guardia.

 Jorund miró seriamente a Agatha y con una mano sujeto la barbilla de la joven para mirarla directamente a los ojos.

-No, no me has entendido. Me quedare aqui como tu esclavo y luchare en la competición para demostrar que valgo mas que esos perros...-hizo una pausa como si le costara decir lo siguiente- y para demostrar que tu tienes al mejor esclavo de todas las amazonas. 

Jorund entendia que no habia tanta diferencia entre aquella "esclavitud" y la de su pueblo natal. en ambas tendría que luchar y someterse a una mujer. Aqui lo llamaban esclavitud y en su pueblo simplemente era luchar por el "favor" de una mujer. Todo acababa siendo lo mismo, hombres matandose por ellas. Pero en este caso Jorund se sentia orgulloso de ello. Sería el mejor, ya que Agatha merecía el mejor.

Sonreí al escuchar sus palabras, pero no había entendido lo que le había explicado cuando estaba en la celda, de eso no tenía ninguna duda. Me puse un poco de lado, para poder mirarle a la cara mientras le hablaba, incluso casi mostrando una mirada un poco tierna, pues si fuera como lo imaginaba estaría más que orgullosa de tener un esclavo como él aunque no fuera a tratarlo nunca como tal.

- No lo has entendido Jorund. No eres mi esclavo, simplemente quería hablar con uno porque sabía que mis compañeras les harían pruebas para saber cómo eran o de qué eran capaces. Yo estaba apelando a la inteligencia, pues si he de tener una hija, me gustaría que supiera hacer algo más que sujetar un arma.

Ahora venía la explicación de lo que no había entendido.

- Tú eres esclavo de todas nosotras y el que gane, será esclavo de todas nosotras. Si te hago de mi posesión... sé que suena mal pero sería lo que tendría que pedir, pasarás a ser mi esclavo y ninguna otra podrá ponerte las manos encima para nada, sería yo la que respondiera de tus actos, pero no competirías por ser el mejor de todos y yo, perdería el derecho sobre cualquier otro hombre...

No sabía si me iba a entender así.

- Viene a ser que el que gane será comunal y los que pierdan pues... tampoco estoy segura de que los vayan a matar, pero no te diría tampoco que no. Los únicos que sobrevivirán será el mejor de todos, para ser de todas y los que hayan sido reclamados por una mujer antes de que halla algún enfrentamiento.

 Jorund se quedó pensativo. Seguia sin entenderla. ¿Por que prefería dejarlo libre antes que reclamarlo para si? y aun peor¿Por que el no escapaba cuando se le daba la oportunidad?Trató de entenderlo, de pensar en ello. Él estaba seguro de poder vencer a los otros, pero si perteneciera a todas las amazonas no sería del agrado de Agatha. Tampoco podía entender por que aquella mujer, miembro de una tribu que esclavizaba hombres, le importaba tanto. Al final decidio que lo unico que podía hacer era preguntarselo:

-¿Por que quieres dejarme libre? ¿Por que no me reclamas para ti? 

Seguramente aquellas preguntas eran las más difíciles que iba a tener que responder en la vida y no sabía cómo hacerlo pues ni siquiera yo las tenía claras, así que me quedé un poco con la mirada baja, como pensando qué palabras utilizar para poder responderle.

- Nunca había conocido a alguien como tú, pero sé que tu sitio no es este pues no serías libre. ¿ Si te reclamara para mí serías feliz o echarías de menos esa libertad que no tendrías? No me refiero a que yo fuera a tratarte como un esclavo, pero seguirías sin poder irte por ninguna parte sin que al menos, yo estuviera cerca...

Sabía que esa no sería forma de vivir para él ni para nadie, aunque lógicamente había cosas...

- Aún tienes tiempo para pensar en lo que quieres... pero si quieres huir debemos hacerlo antes del alba.

 Jorund se volvió a quedar pensativo, el amaba la libertad. Pero no vio nada malo en ello. Sin soltar a la mujer la volvió a mirar:

-¿Por que querria ser libre si tu no estubieras a mi lado?¿Que sentido tendria eso? salir de aqui y caminar contigo sería tan solo una bendicion, algo mas sabroso que la libertad....

Casi que la expresión que puse era hasta cómica pues abrí los ojos mucho al escuchar aquellas palabras y me quedé mirándolo con la boca abierta. Aún tarde un poco en reaccionar pero cuando al fin lo hice sonreí y me acerqué para besarlo pues seguramente aquello le diría más que cualquiera de mis palabras.

Al separar nuestros labios fue ya cuando hablé.

- Entonces me temo que tendrás que pelear conmigo porque no pelearás con el resto de los esclavos. Mañana iré a hablar con las demás y con nuestra líder y te reclamaré para mí...

Me acerqué a la otra esquina de la bañera y le hice darse la vuelta para que quedara de espaldas a mí y ser yo la que le enjabonara esta vez.

- Prometo darte mucha guerra para que no te aburras por no pelear...

 Jorund se dio media vuelta y no dijo nada mas. No hacía falta. Todo había cambiado pero había sido su decisión. Y por lo que fuera, Jorund estaba seguro que aquella vida no iba a ser tan aburrida como se esperaba. Se relajo y cerró los ojos mientras ella le empezaba a pasar el jabon por la espalda...

Guardó silencio, pero después de haber escuchado aquellas palabras, me parecía que lo que debía estar ahora era incluso un poco avergonzado, pues por experiencia propia sabía que había cosas difíciles de expresar y a mí me parecía menos violento pedirle que compartiera mi lecho porque me apetecía tener a un hombre entre las piernas, que tener que decir que si fuera otro hombre no tendría opción a llenar mi cama... Curiosidades de la vida.

Sabiendo eso, que podía sentirse incómodo, era momento de aliviar tensiones, pues una vez ambos habíamos decidido, ya no había más vueltas que darle al asunto.

Mientras pasaba el jabón por su espalda acerqué mi boca a su cuello y pasé mi lengua por él para llegar a su oreja, y morderla con un poco de fuerza, para luego bajar de nuevo por su cuello con mordiscos más suaves, hasta su hombro.

La mano que tenía libre la pasé por su costado hasta llegar a sus marcados abdominales y clavar mis dedos en ellos.

 Jorund continuó con los ojos cerrados, tratando de relajarse, sintiendo los besos y las caricias de Agatha. Notó sus uñas en su abdomen y agarro su muñeca, acercandola a él para poder besarla. Llevo sus manos al cuerpo de la chica y empezó a acariciarla en aquella incomoda posicion, mientras la besaba. No dijo nada, ni siquiera abrió los ojos. 

En cuanto tiró de mi mano para besarme me eché todo lo hacía delante que pude, pegando mi cuerpo a su espalda, aunque debido a su complexión, podía haberme escondido tras ella, pues mis habilidades no residían precisamente en la fuerza, por lo que mi tamaño era el de una mujer fibrosa, tirando a delgada.

Me puse en pie en la bañera en cuanto separamos nuestros labios y pasé a sentarme sobre su cuerpo, para tenerle bien cerca, pues las posturas, en una bañera como aquella no es que fueran muy variadas, al menos, no sin correr el riesgo de romperte los dientes de manera casi segura...

Pasé las manos por su cuello y lo volví a besar de nuevo.

 Jorund volvio a notar los muslos de Agatha sobre su regazo, su pecho junto al suyo, su lengua con la suya...

Se dejó besar, aun pensativo por todo lo que acababa de ocurrir y por todo lo que significaban aquellas decisiones, pero el contacto con la mujer hacia que algo se encendiera dentro de él. El deseo de nuevo de posseerla. Luchaba en su cabeza por poder apartar los pensamientos y poder amarla igual que hacia unos minutos. Sus manos empezaron a moverse inconscientemente, empezaron a jugar con la suave y jabonosa piel de la chica. Se perdian entre sus curvas que podía reconocer aun con los ojos cerrados... la noche seguia siendo noche para ellos dos...

Por unos instantes dudé, raro en mí, como creyendo que estaba demasiado serio o que se había quedado demasiado callado, pero no quería preguntar por miedo de que hubiera podido cambiar de idea, que decidiera marcharse, así que le besé con la pasión que me hacía sentir estar sobre su cuerpo, para después, sentirme más tranquila, cuando sus manos comenzaron a recorrer mi piel.

- Así creo que no voy a terminar de enjabonarte hoy... - Susurré aunque aún permanecía con los ojos cerrados.

Busqué el jabón de nuevo con la mano y echándome hacia atrás comencé a enjabonar su casi cincelado pecho.

 Jorund se levanto y separo un poco las piernas y los brazos para que ellapudiera terminar de enjabonarle. La miraba mientras lo hacia, y se deleitaba con ello. Agatha era una belleza y notar sus manos en su cuerpo le causaba un gran placer. A medida que la amazona iba acariciando segun que partes de su cuerpo, su miembro iba respondiendo a los estimulos y cuando Agatha lo miro con sonrrisa picara el se la devolvio. 

Aquel hombre era tremendamente atractivo y mis manos de movían disestramente tocando su piel, pues al final, más que enjabonarle era por el mero hecho de poder ponerle las manos encima durante un mayor tiempo. Pude encontrar alguna pequeña cicatriz por su piel, pero no le di mayor importancia, pues eso sólo lo hacía más atractivo a mis ojos.

Sonreí al ver como su cuerpo reaccionaba, como volvía a estar excitado. Aquello era todo un halago hacia mi persona sin necesidad de que dijera nada.

Tras ello me puse yo también en pie, cogiendo el cuenco para aclararle y sonreí.

- Creo que ahora es cuando tienes que volver a sentarte... No puedo aclararte la cabeza sin saltar... - Me reí por imaginarme la escena aunque sería un poco suicida dar saltos en una bañera como esta.

 Jorund obediente se volvio a sentar y bajo la cabeza para dejar que Agatha lo limpiara. Mirando hacia abajo podia ver los pies de Agatha, sus piernas... El simple movimiento de aquella mujer lo excitaba y, como si fuera un niño pequeño, estaba deseando saber con que lo sorprendia la amazona.

Se había quedado tan callado que me estaba poniendo un poco incómoda, pero le aclaré y luego hice otro tanto conmigo antes de salir y envolverme en una toalla para luego coger otra y quedarme a su lado, para coger su mandíbula con una mano y hacer que me mirara.

- ¿ Estás bien? - Preguntaba porque... bueno no sabía por qué o sí pero no quería reconocerlo y me preocupaba que no estuviera bien. - Vamos sal que te vas a arrugar sino...

Estiré aquella toalla que tenía entre las manos una vez solté cara, invitándole a terminar entre mis brazos de nuevo.

Si, tranquila. Estoy bien-dijo sonrriendola y antes de salir, al levantarse, volvió a besarla.

Salió de ala ducha y ayudo a la amazona a que saliera. Cogió una tela y empezó a secarla, empezando por los pies, subiendo por las piernas y poco a poco sencandola completamente. Podia ver a la mujer mirarlo, algo excitada por las caricias que acababa de recibir y sin esperar mas la cogio en volandas y la llevó hasta la cama, donde volvió a besarla, de nuevo jugando con su lengua.

No hacía falta que dijera que me encantaba sentir sus manos sobre mi piel, pues no podía dejar de mirar como se secaba, como acariciaba mi cuerpo y la sonrisa de mis labios me delataba más que cualquier otra cosa.

Me volvió a coger en brazos y me llevó hasta la cama para en seguida venir a mis labios y respondí a su beso, oliendo el aroma del jabón sobre su piel, sintiendo su calor de nuevo y el mío, porque volvía a sentir la necesidad de él.

- Creo que ahora seré yo la esclava.... - Susurré pasando mi lengua por su mejilla, llegando hasta su barbilla. - ¿ Qué es lo que desea mi amo?

Mi tono de voz decía que me había vuelto a poner juguetona y mis palabras, prácticamente venían a decir que qué era lo que le apetecía, pues estaría más que gustosa en complacerle.