Partida Rol por web

El Horrible Secreto de la Isla Monhegan

Monhegan Island. Maine, EEUU.

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25/07/2010, 13:37
Melvin Franks

-No se preocupe Andrew- dijo, por unos escasos segundos dejando la formalidad de lado, con tal de tranquilizar a aquel atribulado hombre. -Estos hombres son pescadores, no dementes. Podrán tener sus rarezas, pero son tan humanos como nosotros tres- afirmó, intentando reconfortar al hombre.

El detective, volviendo a su seriedad habitual, se levantó y tomó su saco, el cual se echó al hombro. -Sr. McConough, ha sido un placer conocerle, aún en estas extrañas circunstancias- saludó cordialmente, estrechando la mano del filólogo. -Le mantendré al tanto- Sin más que decir, salió de la taberna junto a Wesson. Al pasar junto a los hombres que disfrutaban del sol abrasador, les dedicó un leve asentimiento de cabeza a modo de saludo, mirándolos fijamente. Sintió el impulso de abordarlos y reprocharles sus métodos, pero lo último que necesitaba en esa isla era enemigos. Pues los miedos del filólogo no estaban infundados.

Lejos de los oídos curiosos, Melvin habló con su compañero en tono confidente. -Bien, Smith. ¿Puedo llamarlo así, verdad? En todo caso, creo que debemos concentrarnos en la investigación y olvidarnos de este altercado. Hablaré con Martinson sobre esto, pero únicamente en su debido momento. Ahora estamos tras la pista de Sara Goodwin. Bien, sigamos con el plan inicial. Vayamos al puerto-

Melvin no reparó en su cigarrillo abandonado.

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25/07/2010, 14:01
Director

El licenciado McConough estrecha la mano del detective y decide continuar la lectura de su libro. Y solicitó otra jarra de cerveza a la antipática camarera, pues poco le quedaba por haer en este poblacho, salvo beber y deprimirse.

Y por la puerta salen Mr. Franks y Mr. Wesson. en dirección hacia el puerto, para probar suerte. A su espalda los lugareños responden al saludo del neoyorquino con un escupitajo en el suelo.

Son cerca de las 17:30h. y los barcos de pesca poco a poco van regresando hacia el embacadero en una estampa idílica bajo el sol estival y el azulado cielo; Y en cuestión de pocos minutos los fornidos pescadores estan descargando unas cajas con gran cantidad de pescado y marisco sobre los rústicos tenderetes donde también ya habían comenzado a colocar algunos vegetales y algún escuálido conejo; así como algunos aperos y útiles de labranza o de pesca, botellas de licor casero o algunos cacharros de cocinar o cualquier otro útil de primera necesidad que se ponen a la venta en este pequeño mercado portuario. Comienzan a agolparse algunas cuantas personas, 30 ó 35 quizás, quienes comienzan a intercambiar sus mercancías.

En efecto, intercambiar. Nadie ha sacado dinero alguno. Se muestran sus productos y se los intercambian por otros o se los llevan quizás gratis o quizás a cambio de algún favor recibido en el pasado.

Nadie parece prestar atención a los investigadores, la gente parece jovial y amigable, al menos entre ellos; aunque no dejan de tener un aire que resulta extraño a los del continente, quizás derivado de largo tiempo aislados y sin recorrer los 22 Km que separan al embarcadero de Monhegan con el puerto de Bristol en Muscongus Bay.

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25/07/2010, 14:50
Melvin Franks

Melvin observó los barcos arribar al puerto con cierta desilusión. Sus esperanzas se vieron definitivamente disipadas al ver como la gente se amontonaba en el puerto y comenzaba con sus habituales trueques. Realmente esperaba poder hablar con algunas personas con tranquilidad. Lo bueno es que todos parecían de buen humor. Con algo de suerte, los isleños se verían un poco menos renuentes a soltar la lengua.

Aún no se acostumbraba al hecho de que la economía de Monhegan se basara en un sistema tan básico, aunque no por eso menos útil que la moneda. Los dos aguardaron a cierta distancia del bullicio, completamente ignorados por el momento. Sólo cuando varias personas se alejaban del lugar donde se llevaban a cabo los negocios, Melvin sugirió abordar a alguna persona.

-Buenos días- saludó con el mismo asentimiento de cabeza que le dedicó a los hombres de la taberna, aunque esta vez en un tono cordial. Se acercó a aquel individuo que el azar dictara, dispuesto a ser  rechazado hasta dar con alguien que le contestara.

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25/07/2010, 18:36
Director

Al tercer o cuarto intento en el que los lugareños parecen ignorar a Mr. Franks, consigue que una vieja vestida con ropas muy anticuadas y mil veces remendadas no parezca demasiado ocupada y apresurada por largarse de allí con su cesta llena de algunos comestibles que ha conseguido en el mercado.

No estáis muy seguros de si ha sido porque es mas simpática que el resto o por su menor movilidad y peores reflejos que no la han permitido escabullirse a tiempo. Emite una mueca que pretende ser una desdentada sonrisa con escaso éxito mientras mira al detective neoyorquino y al periodista tejano y por respuesta al amistoso saludo de Mr. Franks consgue emitir un

mmmmpfh....

y que tratándose de Monhegan podría considerarse un alarde de simpatía.

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27/07/2010, 19:43
Melvin Franks

Melvin había aprendido, o creía haberlo hecho, que cualquier muestra ostentosa de simpatía le hacía ver como un hombre desesperado por ganarse algo de simpatía. Por ello, respondió con total seriedad al balbuceo de la anciana que habían logrado atajar, aunque siempre con su típico ladeo de cabeza.

-Buenas tardes. Soy el detective Melvin Franks, y este es mi colega del Kennebec Journal, Smith Wesson. Hemos sido convocados a Monhegan por el Sr. Martinson- comentó como quien no quiere la cosa, esperando que al evocar su persona causara algún tipo de reacción positiva en la mujer. -Estamos investigando la reciente desaparición de Sara Goodwin, a lo que esperaba que pudiera asistirnos con algunas respuestas-

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27/07/2010, 19:56
Director

Mmmmphhhh responde con gran dificultad. Intenta vocalizar bien pero su boca desdentada no consigue emitir sonidos lo suficientemente claros aunque con algo de esfuerzo lográis entender lo que os quiere decir.

Pued ez que no ze nada. Ez que ez mejod que hablen uzteded con una perzona maz joven que yo zoy vieha y me poddia equivocad. Eztod eztupidoz de ziudad pienzan que dad viejad zabemoz toddo pedo no ez ziedto. Zi lez ha convocaddo Madtinzon hablen con Madtinzon que ed zabra que debbe deciddes a uzteded.

Parece incluso algo asustada. No se la ve cómoda hablando con forasteros.

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29/07/2010, 01:27
Melvin Franks

Con que Martinson sabrá que decirnos. Ya veo la reacción que ese nombre genera...

-Tiene usted toda la razón, señora- afirmó Melvin, penetrando a la mujer con la mirada. Su cuerpo agazapado parecía querer cubrirse de algún peligro inminente. Tal vez ellos dos lo representaban. -Pero debe entender que he venido a hacer mi trabajo y nada más, tal y como cualquier pescador, tabernero o carpintero de esta isla. Por eso, es mi deber dedicarme a la investigación, intentando conseguir cuanta información me sea posible-

Ignorando las indirectas de la anciana, el detective miró a Wesson de reojo para luego continuar. -¿Qué puede decirme de la muchacha, Sara Goodwin? ¿Tenía amigos, una pareja tal vez? ¿Qué hay de su familia?- inquirió, echando mano a su libreta.

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29/07/2010, 20:19
Señora

Mmmmmpfhhhhhh Parece ser que su primer comentario no era un saludo sino un calentamiento de la garganta antes de poder emitir unas palabras.

Mide, ez que yo no zalgo mutzo de la caza y no ze muy bien de lo que hazen lod jovenez. pedo ya apadecedá, zi. Ezo zi no ze la ha tdagado la mar. ademaz ya me pdegunto el policia eztupido del continente y le dije ezo mizmo. ahoda dehen en paz a ezta anciana o dire a mi hijo que led padta lad coztillad por impodtunarme Hummm... parece tan cariñosa como la furcia de la taberna.... Se la va poniendo cara de mala hostia y la mueca inicial que asemejaría muuy lejanamente una sonrisa parece tornarse un rictus de odio y agresividad.

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30/07/2010, 19:03
Melvin Franks

La mano de Melvin quedó a mitad de camino de salir de su bolsillo. Sostenía la libreta en su lugar, mirando fríamente a la mujer, sorprendido por tal arranque de agresividad. Pensó en intentar cambiar la opinión de la mujer con respecto a su presencia, pero no valía el riesgo.

-Eso no será necesario, señora. Si así lo desea, nos retiraremos. Disculpe las molestias- Los dos se hicieron a un lado para alejarse de la anciana y su falso porte de debilidad. -Tengo el presentimiento de que no recibiremos mucha ayuda de parte de los lugareños. No lo entiendo Smith. Martinson es un hombre importante que quiere este caso resuelto, pero nadie coopera con nosotros. Ya tendremos unas cuantas palabras con ese hombre. Por ahora, probemos suerte con alguien más- dijo, decidido a no rendirse. Después de todo, le había contestado una irritable anciana. Un hombre trabajador sería más razonable.

Detective y periodista se acercaron a la costa repleta de botes, bajo algunas miradas de odio ocasionales, cuyo número seguramente estaba disminuido por el humor general de los extraños habitantes de Monhegan en el momento. Melvin instó a su compañero a acercarse a un bote, tal y como había hecho él un día antes en los muelles de Bristol, para dirigirse a uno de los pescadores.

-Saludos-

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30/07/2010, 21:38
Director

El pescador de bronceada piel y sonrosadas mejillas producido por horas y horas de duro trabajo a la interperie apenas levanta la vista de las redes que estaba remendando. Y el sonido que surge de su garganta no podría considerarse tampoco una respuesta educada al saludo del investigador neoyorquino, al que el periodista texano había seguido absorto ante la escasez de colaboración por parte de los habitantes de Monhegan. No parece explicárselo pero se rinde ante la mayor experiencia del detective y deja que este tome la voz cantante.

El rudo pescador no se descubre la cabeza de su mugrienta gorra y continúa a lo suyo, mientras un hilillo negro surge de la comisura de sus labios fruto del tabaco que está mascando, y mancha levemente su canosa barba. Jurarías que a ese "saludos" ha respondido un simple "si".

¿Si, qué? cabría preguntarse, aunque tratándose de Monhegan esto ya no parece tan extraño. NI siquiera ha sonado interrogativo, invitando a su interlocutor a hablar.

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03/08/2010, 05:08
Melvin Franks

Melvin no balbuceó, sino que guardó un curioso silencio por escasos segundos. Aquella respuesta era mejor que un "mpf" o un "llamaré a mi hijo para que te rompa los huesos", pero ciertamente no daba pie a una respuesta. Más bien parecía una afirmación. De qué diablos, sólo el pescador sabía.

El detective notó el hilillo de tabaco en la comisura de los labios del hombre, que llegaba a manchar su barba, y no pudo evitar sentir cierta repulsión hacia el hombre y sus modos. Aún así, siempre se recordaba que había tratado con especímenes más desagradables, y aquel no era momento de volverse quisquilloso ni molesto.

-Correcto. Mi nombre es Melvin Franks, y este es Smith Wesson -prosiguió con los saludos, para él, rutinarios. -Hemos acudido a Monhegan a raíz de una investigación. Estamos tras la pista de Sara Goodwin, y esperaba que usted pudiera ayudarnos. Tal vez, incluso, dirigirnos hacia su familia-

Ya no importa que mencione a Martinson. No hará a este hombre más amable ni más ameno.

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03/08/2010, 15:47
Director

vaya dice tras escupir un negro gorgojo a la mar. ¿los cabrones del continente os preocupais por nuestra cosas ahora? Pues que sepais que no nos haceis falta, que nosotros nos ocuparemos de los nuestros. Y la primogenita de los goodwin es una de los nuestros. Ya aparecera, mañana o pasado a lo mas tardar y seremos nosotros los que la encontremos.

No creo que os sirva de mucho hablar con los goodwin. Su casa es aquella su dedo señala hacia un grupo de casas hacia el interior del poblacho y sin que sepais exactamente a cual se refiere.
pero quizas se les pueda encontrar en la taberna. Goodwin va alli habitualmente ras el atardecer y diciendo eso vuelve a concentrar su atencion en sus aparejos de pesca.

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07/08/2010, 21:44
Smith Wesson

Mr. Wesson se habia mostrado algo distante y pensativo. NO lograba entender por que todo Monhegan parecia haberse puestod e acuerdo para hacer la vida mas dificil a aquelos que es intentaban ayudar y solo por el mero hecho de ser de fuera. Ahora comenzaba a comprender por que las pesquisas policiales fueron tan poco diligentes: posiblemente nadie quiso colaborar en la investigacion de la policia estatal del Maine.

Y no nos puede dar mas detalles? se arriesgo a preguntar aun sin esperanza de tener una respuesta satisfactoria. No se habra fugado al continente con algun... ?novio? es normal que las chicas de su edad quieran salir a ver mundo. ?tenia algun noviete en la isla? ?conocia a alguien en el contiente? seguro que ustedes, que se conocen bien entre si, conoceran estos detalles o rumores

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09/08/2010, 00:15
Melvin Franks

Melvin no se sintió tentado de sonreír, pero si que sintió cierta camaradería hacia Wesson. Si, sus profesiones no eran iguales, pero los llevaban a ambos por los mismos derroteros, y el detective estaba contento de tener alguien con quien hablar, a pesar de que Smith nunca se compararía con su amigo Harold. Sin embargo, el estilo agresivo del periodista casi asustaba a Franks. En un lugar aislado y rodeado de potenciales enemigos no era prudente irse de palabras. No obstante, admiró su coraje.

-Como apunta mi colega, Monhegan es un lugar pequeño. ¿Está completamente seguro de que no logró oír nada de interés?-

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Persuasión
Dificultad: 37-
Resultado: 22 (Exito)

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09/08/2010, 22:12
Director

No me gustan las habladurías. La niña no se ha perdido. Estará escondida, jugando.... parece detenerse durante un instante, pensativo mientras mira con frialdad a los investigadores, pensando bien su siguiente argumento.
O se ahogó, ¡Yo que diablos se! O quizás solo quiere llamar la atención para comprobar si su gente la echa en falta. ¿Su tarea es pensar, verdad?, la mia no, así que hagan su trabajo y dejenme a mi con el mio dice elevando sus aperos como diciendo que tiene bastante que hacer y que no tiene tiempo que perder con vosotros.

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11/08/2010, 20:57
Melvin Franks

-Nunca creí que los locales fueran tan ermitaños- comentó Melvin. Había saludado al hombre barbudo con resignación, y un cierto dejo de mal humor. Lo cierto es que le irritaba encontrarse con los típicos individuos cascarrabias sin deseo de cooperar, pero Monhegan parecía esta poblado exclusivamente de ellos. Excepto Martinson, pero ese hombre generaba una sensación adversa en el detective. Un mal presentimiento. Tantos isleños y todos taciturnos y reservados, y uno de ellos tan jovial y amigable. En un contexto como ese, era lo extraño.

-Bien. Ya se está haciendo tarde y no creo que sea buena idea vagar por este pueblo durante la noche- Melvin no lo mencionó, pero podía jurar que tenía un par de ojos postrados en su nuca en todo momento. -Nuestra presencia no es bienvenida. Tratemos de hallar la casa de los Goodwin por allí -sugirió, señalando el montón de casuchas que el pescador había indicado hace momentos- y cuando hayamos acabado con eso volvamos a la mansión. Aprovecharé para discutir el asunto de McConough-

El detective Franks abrió la caminata, pero simplemente no pudo quedarse callado. -Es muy extraño. No parece haber una sola persona en este pedazo de roca que desee cooperar con nosotros. Pareciera que buscaran sacarnos de quicio. Martinson es una figura de autoridad, o al menos eso parece, pero sin embargo ignoran el hecho de que hayamos acudido aquí en su nombre. ¿Qué papel juega ese hombre en Monhegan?-

Como deseaba que Wesson tuviera esa respuesta. ¿Quién es Roger Martinson?

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13/08/2010, 00:12
Smith Wesson

Smith Wesson no se encontraba de mejor humor. Incluso podria adivinarse que estaria deseando tener una excusa para usar una Smith & Wesson de un calibre cuanto mas elevado mejor contra algun que otro islegno.

Yo tampoco se que pensar. Puede que Mr. Martinson sea el unico individuo en esta isla que alguna vez haya leido un libro o quizas incluso acudido a una escuela. responde malhumorado.
Y ese pescador se limito a segnalar aquel monton de casas sinindicarnos cual de ellas es la de Goodwin. Parece que deberiamos ir una por una, pero... ?Y si le buscamos en la taberna? elpescador dijo que suele encontrarse alli al anochecer.

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13/08/2010, 21:12
Melvin Franks

Oír su propia idea en boca de Wesson la hizo sonar como una mal camino a seguir. No porque la mencionara él, sino por el tono con el que hablaba. Se notaba que estaba exponiendo sus fallas. Melvin no quería saberlo. Le habría encantado omitir otra visita a ese antro repleto de isleños con miradas asesinas y bocas de palabras venenosas, pero parecía que no le quedaba otra opción. Aquel era su trabajo, y en el futuro se le presentarían oportunidades más desagradables.

Se supone que eso debería consolarme...

-Tiene toda la razón Smith. Creo que golpear las puertas de esta gente sólo puede acarrearnos problemas como los del filólogo- dijo, observando al montículo de casas con deseo. -Por lo que sabemos, incluso podría ser mentira. Tal vez los Goodwin ni siquiera vivan por allí-

Suspiró y encendió otro de sus Chesterfield. No solía fumar tan a menudo, pero aquel comenzaba a ser un día extenuante, como un preludio de lo que podía convertirse en una larga estadía. Un macabro pensamiento pasó fugaz por su mente, pero lo descartó con desagrado. Si encontrar el cadáver ese mismo día, ya no tendría que quedarse. Sintió asco de sí mismo por evocar la posible muerte de la muchacha.

-Vayamos a la taberna. Quizás esté un poco más concurrida ahora que los pescadores regresaron-

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15/08/2010, 23:35
Director

En efecto, la taberna parece estar ahora algo mas concurrida.
Huele a pescado asado, a marisco cocido y a cerveza casera. Los hombres se relajan en la taberna tomando jarras de cerveza y algún que otro huraño pescador ocupa alguna de las solitarias mesas mientras degusta algún sencillo plato de pescado. De hecho os llama poderosamente la atención el hecho de que haya bastantes mujeres entre las parroquianasalgún atsibo mas de esperanza. l acamare bebiendo grandes jarras de cerveza y equiparándose a los hombres, algo casi inaudito en el continente, al menos en esta década

Pero el alcohol no ha llegado todavia a la fase de exaltacion de la amistad, pues Wesson y Franks no reciben sino miradas de recelo y desconfianza, cuantro no de odio, por parte de los lugareños.

Wesson parece tener alguna esperanza en poder tomar alcohol. Hay una camarera distinta, una mujer joven y atareada, pelirroja, de poco mas de 30 años, vestida con ropas sencillas y afanada en servir jarras al ritmo al que se las demandan de un gran barril situado al otro lado de la barra, asi como vasos de licor casero; mientras que la grosera mujer que os atendió esta misma tarde entra y sale de vez en cuando de la cocina con algún plato recién cocinado.

Y en un rincón oscuro, e intentando posiblemente pasar desapercibido, McConough degusta una caldereta de marisco y otra jarra mas de cerveza, una mas de las muchas que parece haber tomado esta misma tarde.

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19/08/2010, 22:20
Smith Wesson

Smith Wesson decide tomar la iniciativa y se dirige hacia la barra. Lleva muchos años sin poder degustar una buena cerveza por culpa de la estúpida Ley Seca y ahora que no está la furcia de antes ve mas posibilidades.

Rebusca entre sus bolsillos buscando algo que pueda intercambiar por el alcohol y un par de platos de comida casera, pues se ha dado cuenta de que absolutamente nadie ha hecho amago de sacar un misero billete de Dólar, sino que como mucho portan alguna lubina salvaje o un manojo de puerros como parte del trueque.

Discúlpeme señorita dice llamando la atención de la camarera. Diane, según habéis podido escuchar a algún lugareño cuando se dirigía a ella.

Verá somos forasteros y desconocíamos que en este bello paraje no se usaban dólares americanos como moneda. No tengo nada que pueda ofrecerles salvo esta pequeña cadena de plata. Confío en que sea suficiente para pagar un par de cenas para mi y para mi amigo hoy y mañana y 4 ó 5 jarras de cerveza.