Partida Rol por web

El horror de Kingsbury

El remolino de Caribdis

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15/10/2020, 18:50
Director

El remolino de Caribdis

Un par de horas después del terrible suceso en el que habían visto desaparecer por trozos a Willie el Manco, los tres investigadores se encontraban sentados en una de las mesas de un pequeño restaurante familiar no muy lejos de aquel barrio de mala muerte, pero lo suficientemente alejado del callejón donde todo había ocurrido. Había pocas mesas ocupadas además de la suya, pues era todavía temprano para comer. Unas tazas de café humeaban sobre la mesa junto a otras vacías de las que ya habían dado buena cuenta. Al humo del café se sumaba el de un cenicero repleto de colillas con las que habían intentado templar sus nervios.

El dossier del caso se encontraba sobre la mesa. Le dirigían miradas de soslayo como si temieran que algo tan oscuro y perturbador como lo que se había llevado a Willie apareciera de entre sus páginas. Saltonstall incluso había insinuado que debían abandonar aquel oscuro e incomprensible mundo al que empezaban a asomar la cabeza, pero cuando al fin superó la impresión de lo ocurrido sintió que una tremenda fuerza ajena a su comprensión le empujaba a seguir metido en aquel lío.* Todos ellos sabían que tarde o temprano tendrían que volver al caso, retomar las pistas, repasar las hojas del dossier... No era mucho lo que tenían, la mejor pista que habían encontrado había sido despedazada y engullida por algo que escapaba a su comprensión.

Les habían hablado de un griego loco, de un grupo de mexicanos conocidos como los Cazadores de Cabezas y de un Doctor de los Vagabundos, que tenía toda la pinta de ser el amigo de Willie. También contaban con las fotos que habían encontrado en el apartamento de Dolezal, y que sería conveniente examinar con detalle pues era posible que les diera una pista del paradero del hombre del extraño tatuaje que salía en las fotos.

Notas de juego

*Esto se debe a tu motivación "en la sangre", si quisieras luchar contra ella perderías 4 puntos de estabilidad.

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15/10/2020, 23:06
John Taylor

-Propongo consultar a algún especialista en la materia. Algún profesor -comentó, con la vista perdida en la calle y sin querer mirar a sus compañeros, como si hacerlo implicara tomar una decisión que no quería tomar -pero a la que estaba obligado-. Antes de continuar la investigación debían saber a qué se enfrentaban, y posiblemente algún maestro universitario tuviera los conocimientos para contarles qué significa Caribdis, y qué implicaciones podría tener. Si es que se trataba de alguna historia de los griegos, sus dioses, o lo que fuera. No les llevaría mucho tiempo, pues su autoridad hacía más fáciles esa clase de cosas, y no estaría de más un ambiente 'tranquilo' antes de continuar chapoteando en la inmundicia de aquellas pistas

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16/10/2020, 17:44
Leverett Saltonstall

Leverett estaba perdido. Aterrorizado y perdido, pero pese al instinto de conservación, que le instaba a alejarse cuanto más mejor de todo aquello, necesitaba llegar al fondo del asunto. Necesitaba comprender qué estaba pasando y conocer el misterio que se escondía detrás de aquel enigma. 

Ojeaba su libreta. Los apuntes que había hecho hasta el momento eran inconexos y confusos. Necesitaba comenzar a atar cabos, pues nada parecía tener sentido. 

-Puedo trabajar en ello. Tengo algún contacto en la universidad y podría perguntarle. Mientras, hágame el favor e investigue si hay algo de esos Cazadores de Cabezas y ese antro por el que andan, ¿La Sirena?. Es posible que la policía tenga algún dossier. Por supuesto, si encuentra alguna referencia a ese Doctor, o médico de los vagabundos, tanto mejor...

Tiró la libreta a un lado de la mesa y abrió de nuevo el dossier. Volvió a pasar las fotos suspirando. No les habían dicho gran cosa en una primera visual, pero ahora sabían un poco más dónde mirar. 

El doctor vive debajo de un tren. 

Observó con detenimiento, a ver si era capaz de identificar alguno de los lugares que aparecían en las fotos. ¿Eran lugares poco iluminados?¿Con ventanas?¿Habitaciones pequeñas y sucias como podría corresponder a un tugurio de mala muerte?

Notas de juego

Sin problema, uso la ventaja. 

"Puede utilizar su Reserva de Crédito para emplear conexiones personales en cualquier campo. Normalmente estos contactos serán parientes, viejos compañeros de escuela u otras personas similares de su mismo nivel social". 

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17/10/2020, 13:37
Jerry Thomson

A mí todo esto me suena a un asunto de alucinógenos, os lo digo yo. Al manco lo liquidaron al algún tipo de explosivo que deja un residuo que afecta a los sentidos. Es la única explicación que se me ocurre.

Thomson estaba visiblemente nervioso y no sabía qué hacer con la chaqueta. Si se la quitaba, tendría frío. Si se la ponía, tendría calor. Lo único que quería, para sus adentros, era salir al estanco más cercano y fumarse en el sitio todas las cajetillas que pudiese comprar.

Suspiró. El café le sabía a nicotina.

Yo podría acercarme por la editorial y ver qué encuentro en la hemeroteca. Seguro que hay algún testigo que afirma haber visto algo similar, o referencias a "remolinos" —sintió un escalofrío al recordarlo.

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20/10/2020, 14:44
John Taylor

-Parece que tenemos un plan. ¿Consideran oportuno separarnos y reunirnos de nuevo tras la investigación? -obvió la 'explicación' de Thomson, pues no sentía deseo alguno de rememorar lo ocurrido hacía unos minutos. Su cuerpo aún estaba gélido por lo vivido y se sentía incapaz de afrontarlo plenamente, cara a cara. Al menos de momento...

Por lo demás, todos tenían algún pequeño hilo del que tirar, y si bien podía ser infructuoso al menos descartarían no encontrar nada por esas vías y continuar con lo que tenían. No le agradaba especialmente la idea de separarse de los que eran ahora sus compañeros, pero ellos no pertenecían al cuerpo y no podía exigirles la dedicación ni el compromiso que -sin embargo- sí les exigía su jefe. Y en esos casos los compañeros iban juntos, pues seis ojos ven más que dos, y tres cabezas piensan el triple. Y sobre todo, habida cuenta de lo ocurrido en el callejón sentía pocos deseos de volver a pasar por algo así en solitario. Su juicio se mantenía intacto, pero no deseaba ponerlo a prueba

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20/10/2020, 18:00
Leverett Saltonstall

Leverett asintió. Lo cierto es que no le apetecía estar solo después de lo que acababa de presenciar, pero entendía que cada cual se movería mejor por su cuenta que si iban todos juntos. 

-Me parece correcto ¿Nos vemos mañana para almorzar?

 

Notas de juego

¿En las fotos veo algo más?

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20/10/2020, 20:26
Jerry Thomson

Dejó el café a un lado mientras asentía a lo que proponían sus compañeros.

Por separado abarcaremos más terreno, sí —respondió—. De acuerdo, sí, mañana en este mismo sitio, si os parece bien, y ponemos en común lo que haya averiguado cada uno.

Tuvo el presentimiento de que unidos serían más fuertes, pero sabía que no era más que una patochada romántica. A veces el cerebro tiene unas ideas… Además, pensó, siempre he sido un lobo solitario. Es hora de volver a la acción.

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22/10/2020, 18:35
Director

Rufus McDowell era el profesor de Arqueología en la Universidad de la Reserva Occidental de Cleveland, un brillante atropólogo de notables y referenciadas obras, un aficionado de grandes conocimientos en el campo de la Historia del Arte y un gran apasionado de la fotografía. En su juventud había liderado alguna que otra expedición arqueológica por Egipto, Grecia y otros países del este de Europa. Las fotografías que había tomado de tumbas antiguas, mausoleos y ruinas de templos de orden jónico habían servido para ilustrar las exposiciones de los hallazgos de sus viajes en más de un museo a nivel nacional. Además de todo este extenso currículo, había sido mentor e instructor de Leverett Saltonstall cuando éste apenas era un joven lampiño apasionado del Derecho y que ya apenas recordaba nada de las clases de Arqueología del profesor McDowell, pero que sin embargo había desarrollado una amistad que duraba hasta aquellos días.

Saltonstall había decidido recurrir a él porque sus conocimientos podrían servir para iluminarles sobre lo que se podía ver en las fotos de Dolezal. Tal vez pudiera arrojar algo de luz sobre el símbolo del tatuaje del hombre que aparecía en la primera de las fotos, sobre el cuadro que se veía en la segunda imagen, o sobre el extraño bajorrelieve que había en la pared del dormitorio de la tercera fotografía. No se apreciaba muy bien en la imagen, pero tal vez el profesor McDowell tuviera alguna ampliadora fotográfica con la que poder aplicarle aumentos a esta última imagen.

Saltonstall llegó a la universidad de la Reserva Occidental sintiendo que el aire académico que allí soplaba le vigorizaba de nuevo tras el paso por el Run y la horrible experiencia en aquel oscuro callejón. Llevaba tiempo sin pasarse por allí, pero todo parecía anclado en el inmovilismo que caracterizaba a los grandes templos del conocimiento. Los jóvenes caminaban alegremente por el campus dirigiéndose a sus clases vespertinas, intercambiando bromas o formando corrillos donde discutían apasionadamente sobre temas filosóficos o cuestiones relacionadas con sus estudios. Saltonstall avanzó entre los campos verdes donde algunos estudiantes leían a la sombra de los frondosos árboles que había frente al Adelbert Hall, el principal edificio del campus. Un edifico de estilo románico italianizante construido el siglo anterior que tenía las funciones administrativas de la universidad y albergaba además las clases de Arqueología.

Al profesor lo encontró en su despacho, situado en el mismo lugar que recordaba en el ala derecha de la tercera planta del edificio, con la puerta abierta como era costumbre suya. Rufus McDowell, de mirada severa, nariz ancha, poblada barba blanca y pelo canoso peinado hacía atrás se encontraba inclinado sobre la mesa de su despacho, escribiendo una de sus largas peroratas directamente en el examen de algún pobre e infeliz alumno que había cometido algún fallo garrafal en sus respuestas.

Notas de juego

En las fotos no ves nada más a simple vista, tal vez el profesor pueda ayudarte.

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22/10/2020, 20:22
Director

Cuando se despidió de sus compañeros de fatigas en el Kingsbury, Taylor tenía varias opciones para averiguar algo sobre el grupo de nombre tan siniestro conocido como los Cazadores de Cabezas y el antro en el que les habían dicho que se reunían, La Sirena. Podía buscar el lugar en el Run y acudir directamente allí a echar un vistazo in situ, o acudir a alguna comisaria para obtener información sobre los susodichos. Si eran tan problemáticos como su nombre sugería, era más que probable que hubiera un dossier suficientemente gordo sobre ellos.

Notas de juego

Pues eso, cuál es tu siguiente paso.

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22/10/2020, 21:36
Director

De vuelta a su escritorio en las oficinas del periódico, Thomson sintió que recuperaba el estómago y la tranquilidad perdida en aquel callejón del Run. En su dilatada carrera profesional había visto de todo, se había pateado las calles de aquel apestoso barrio de cabo a rabo y jamás se había encontrado con nada parecido. Y aquello no era un cliché. De verdad que había visto de todo en las calles del Kingsbury Run y en los Flats, uno de los más turbulentos lugares de los Estados Unidos de América. Había visto hombres caer en las drogas y la autodestrucción hasta llamar a las puertas del averno, antros de mala muerte donde destilaban el alcohol en bañeras que no pasarían la inspección de sanidad ni aunque pagaran las carreras de los cinco hijos del inspector como soborno, muertos por ajustes de cuentas, cadáveres en descomposición olvidados en algún descampado o casa abandonada, y un montón de desgracias que asolaban aquel estercolero que algunos se empecinaban en llamar barrio, olvidado de la mano de Dios. Sí, podía decirse que Jerry Thomson había visto de todo. Pero jamás había visto nada como lo que le había pasado a Willie el Manco delante de sus ojos.

Meterse entre periódicos viejos, repasar titulares antiguos y rebuscar palabras familiares entre la tinta sobre el papel ya amarillento le hizo sentirse mucho mejor y llegó a olvidar el incidente sucedido apenas unas horas antes. Tuvo que dedicar buena parte de aquella tarde a la búsqueda, y no encontró nada sobre Caribdis y el dichoso remolino, pero sí que dio con un par de pequeñas noticias sobre los Cazadores de Cabezas, una a pie de página en la sección de sucesos y otra ocupando un espacio más preeminente en la misma sección. Los recortes, de un par de meses atrás, decían así:

Banda de mejicanos decapitan a unos pescadores
David J. Peterson

La policía sospecha que los pescadores decapitados la semana pasada y hallados en uno de los muelles del puerto han sido obra de una banda de antiguos pescadores mejicanos, conocidos en los ficheros policiales como Los Cazadores de Cabezas. La policía, que anda tras la pista de otros integrantes de este sádico grupo, detuvo hoy a uno de sus miembros, considerado por los agentes como "uno de los cabecillas de la banda". El susodicho, que responde al nombre de Carlos Jiménez, mencionó entre gritos durante su detención que los motivos que le llevaron a decapitar a sus antiguos compañeros de faenas fueron religiosos. Al parecer, los Cazadores de Cabezas no son una banda criminal como la policía pensaba, sino un grupo fanático religioso adorador de un culto extraño. A este respecto, el comisario y los agentes de la policía encargados de este caso no ha querido hacer declaraciones y han asegurado que los ciudadanos de Cleveland no tienen porque estar preocupados, ya que todas sus pesquisas apuntan a que el crimen fue un ajuste de cuentas entre antiguos miembros de la banda.

La policía desarticula a la banda de los Cazadores de Cabezas
David J. Peterson

La policía de Cleveland ha dado el golpe definitivo a la banda de criminales de los Cazadores de Cabezas, acusados del asesinato y la decapitación de dos pescadores en el puerto de Cleveland. Según fuentes policiales, el grueso de la banda ha sido detenido esta mañana por agentes de la ley y el orden de nuestra ciudad. Unos quince detenidos, todos ellos mejicanos, han pasado a engrosar las dependencias del correccional del condado a la espera de juicio. Según el Director de Seguridad Pública, Eliot Ness, un puñado de miembros de la banda lograron huir tras la impecable intervención policial, pero los miembros más importantes y peligrosos de la banda fueron detenidos. El Director Ness ha transmitido asimismo sus "felicitaciones al comisario de policía y a sus hombres por la brillante intervención." El detective Merylo, el agente encargado del caso, ha declarado que se siente "orgulloso de sus hombres y de haber conseguido hacer de Cleveland un lugar mucho más seguro."

La banda solía reunirse en La Sirena, un antro de mejicanos que conviene evitar. El nombre del tugurio proviene de un tradicional billete de la lotería mejicana, prominentemente expuesto en la ventana, y que tiene una ilustración de una sirena. En el local, que actúa bajo licencia de bar, también se realizan apuestas ilegales, según este periodista ha podido constatar. Aunque aparentemente reúne a pescadores mejicanos, también recoge y ampara entre sus paredes a vagos y maleantes de toda calaña e índole poco cristiana, entre los que, al parecer, se encontraba esta banda de mejicanos asesinos. No obstante, quien suscribe la noticia no recomienda al ciudadano de bien acudir a visitar La Sirena, pues enseguida descubrirá el poco amable trato y la hostil bienvenida de la que hacen gala en este tugurio de bergantes y jarramantas hacia los visitantes que no son de su condición y clase.

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25/10/2020, 12:38
John Taylor
Sólo para el director

Lo primero era lo primero. En la comisaría se conservaban los datos de todos aquellos maleantes así como sus posibles conexiones, y esos informes siempre ayudaban en cualquier caso. Y en el que estaba trabajando junto con el periodista y el abogado no era una excepción. Así pues, se dirigió hacia la oficina para poder investigar al respecto. Cuanto más supiera sobre esos sitios y sus clientes habituales antes de asomar la cabeza por allí, mejor

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25/10/2020, 17:58
Director

John Taylor acudió a la comisaría más cercana al Kingsbury Run y a los Flats, entendiendo que sería aquella con más probabilidades de encargarse tanto de la siniestra banda de nombre no menos siniestro, como de los casos de asesinatos acontecidos en sus calles.

La comisaria en cuestión era un edificio de cuatro plantas en cuya entrada se congregaban unos cuantos policías uniformados charlando entre ellos y riendo alegremente. Una pareja de policías llegó justo antes que Taylor, llevando esposado y casi en volandas a un hombre de aspecto desaliñado y rostro ensangrentado.

-¿Qué quiere? - Dijo el sargento encargado de la entrada mientras anotaba algo en una hoja. Era un tipo gordo y sudoroso que al parecer repartía muy mal carácter.

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27/10/2020, 20:28
John Taylor
Sólo para el director

-Buenos días. Soy el agente Taylor, quiero todo lo que tengáis sobre los Cazadores de Cabezas y un garito llamado La Sirena -mostró una media sonrisa que intentaba ser agradable pero sin pasarse, pues aquel tipo no parecía estar por la labor de un exceso de amabilidad por su parte. No se lo reprochaba, el trabajo de oficina era tedioso y si estaba allí posiblemente pasaría horas de pie o llevando informes de un lado a otro. En cualquier caso extrajo la placa del bolsillo, se la mostró y la volvió a guardar en su sitio. Esperó que la camaradería entre policías hiciera el resto

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29/10/2020, 20:05
Leverett Saltonstall

Encontrando la puerta abierta, Leverett golpeó sobre el dintel como si llamara a la puerta pidiendo permiso para entrar. El profesor parecía un tanto abstraído y simplemente asintió sin levantar la vista del papel para hacerle saber que tenía permiso para pasar. 

Leverett entró en el despacho y cerró la puerta. Luego tomó asiento y esperó a que el profesor terminara lo que estaba haciendo, lo cual no terminó mucho en suceder. 

-Profesor McDowell, me alegro de verle. Hacía tiempo ¿verdad? He estado bastante liado esta temporada y no me he podido pasar. De hecho, he de confesarle de que mi visita de hoy no es casual...esperaba que pudiera ayudarme con algo. 

Leverett sacó el dossier y lo puso sobre la mesa. Se disponía ya a abrirlo cuando de pronto se dio cuenta de que al fin y al cabo McDowell era un "ciudadano común" y que el material que le iba a enseñar, no debía divulgarse en cualquier lado. 

-Ante todo, debo pedirle encarecidamente que lo que va a ver a continuación no salga de este despacho. Nadie debe saber sobre este tema. Se lo ruego. 

Una vez arrancó al profesor un compromiso de confidencialidad comenzó a sacar las fotos de la carpeta, extendiéndolas sobre la mesa. 

-Por avatares del destino, me encuentro colaborando en la investigación de un caso que tiene de vuelta y media a la policía. La cuestión es que el "modus operandi" del asesino es un tanto particular. Todo parece apuntar a algún tipo de sectario loco o cosa parecida, que marca a sus víctimas con símbolos ancestrales. Sospechamos que estas muertes no son inconexas, sino que forman parte de un "todo", de una..."obra", que tiene que ver con las creencias del asesino en algún tipo de culto antiguo. Y quizá el conocer más de este culto, nos puede arrojar luz sobre el caso y ayudarnos a resolverlo. Había pensado que nadie mejor que usted para ayudarme con esto, pues es la persona que conozco con más conocimientos en historia antigua y antropología. ¿Podría echarle un vistazo a las fotos y decirme si reconoce alguno de esos símbolos y si encuentra alguna relación entre ellos?

Notas de juego

Buf, me despisté por completo, lo siento. 

No sé si me llega con el crédito gastado, si no, usaría adulación.

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01/11/2020, 16:50
Director

El sargento le miró largo y tendido con los ojos entornados mientras sostenía un cigarrillo en los labios en el cual se había formado una larga ceniza dispuesta a caer sobre el escritorio en cualquier momento. No pareció impresionado de que Taylor le mostrara la placa, ni tampoco mostró ninguna prisa por ir corriendo a cumplir con la solicitud que acababa de hacerle.

-¿Y qué se le ha perdido a un policía de Columbus con ese caso? - Apartó la mirada de Taylor y volvió a los papeles que estaba rellenando. Continuó hablándole sin despegar la vista aburrida del papeleo. -No sé como harán las cosas en Columbus, agente Taylor, pero aquí en Cleveland guardamos cierta confidencialidad con la documentación de los casos.

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01/11/2020, 16:57
Rufus McDowell

El veterano profesor alzó la cabeza como un resorte al escuchar la voz de su antiguo alumno y querido amigo. Su rostro se iluminó visiblemente al ver a Leverett en el umbral de la puerta del despacho, y dejó su pluma inmediatamente y se levantó para recibirlo con un enérgico apretón de manos. A continuación le invitó a pasar al despacho y le ofreció sentarse y algo de beber.

-¡Leverett Saltonstall! Muchacho, hacía tiempo que no sabía de ti. ¿Qué necesitas?

El profesor enarcó una ceja cuando su antiguo alumno colocó el dossier sobre el escritorio y le miró inquisitivamente antes de abrirlo, forzándole a prometer que guardaría secreto sobre lo que le iba a enseñar a continuación.

-Vaya, muchacho. Ahora me tienes intrigado. Por supuesto que guardaré el secreto. ¿De qué se trata?

Cuando Leverett mostró la primera foto, aquella que mostraba a Rose Walker teniendo relaciones sexuales con el desconocido de pelo engominado, la sonrisa del profesor se congeló en su rostro y frunció el ceño, mirando a Saltonstall extrañado. Estuvo a punto de preguntarle que clase de broma era aquella cuando la visión de la segunda foto, la que mostraba a los dos hombres manteniendo relaciones sexuales, ruborizó al profesor. La tercera foto, en la que aparecía el mismo extraño tipo con Flo Polillo, fue igual de indecorosa. Entonces llegó la explicación de Saltonstall y el profesor, algo más pálido, volvió la vista hacia las fotografías, y las miró de manera más fría y profesional.

-Veamos. - Carraspeó la garganta antes de continuar. El profesor McDowell tomó su gruesa lupa del cajón principal del escritorio y se inclinó sobre la primera de las fotografías. - El tatuaje del hombro de este individuo es un glifo primitivo, concretamente un tótem canino de los Balcanes, de unos cinco mil años de antigüedad. - Dijo el profesor sin dudar. La fotografía no mostraba nada más de interés, por lo que el profesor pasó a la siguiente, no sin ocultar su desagrado ante la imagen de los dos hombres. Estudió la fotografía con su lupa detenidamente, con la cabeza totalmente inclinada sobre el escritorio hasta que finalmente la alzó y se dirigió a Saltonstall. -Este cuadro que aparece en el fondo de la imagen es el Remolino, de Glaucco Aioli, un artista italiano, concretamente de Sicilia si mal no recuerdo, que trató de representar el episodio de Caribdis. - En la fotografía solo aparecía la esquina inferior izquierda del cuadro, pero el profesor lo reconoció igualmente. Se puso en pie y rebuscó entre los libros de la estantería hasta dar con un ejemplar de obras italianas, pasó las páginas hasta dar con la obra al completo y se la mostró a su antiguo alumno.

El profesor pasó a estudiar la tercera de las fotografías mientras Saltonstall echaba un vistazo a la imagen del cuadro, en el libro no se decía mucho más sobre la obra y tampoco sobre el autor. Apenas se mostraban un par de cuadros semejantes que mostraban un episodio parecido al de aquella obra. La tercera fotografía mostraba a Flo Polillo y al individuo del tatuaje en una habitación suntuosamente amueblada, muy diferente del lugar donde fue tomada la primera fotografía que parecía un albergue cualquiera de la ciudad. El profesor pareció captar un detalle en aquella decoración y murmuró extrañado.

-Que raro... Esta casa donde... donde está la pareja, es de hormigón pretensado en lugar de ser una construcción residencial normal. No han reparado en gastos en su construcción. Vaya... Me llama mucho la atención este bajorrelieve grabado en mármol, o puede que sea creta. Maldita sea... no puedo verlo bien. Tal vez deberíamos ir a la sala de fotografía y aplicarle unos aumentos para saber qué hay en el grabado.

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01/11/2020, 20:31
Leverett Saltonstall

Leverett prestó atención a la disertación del profesor asintiendo asertivamente a medida que iba exponiendo sus conclusiones, fijándose en los detalles que destacaba de cada foto. Detalles que sin duda él había visto, pero que no le habían llamado la atención o no había sabido interpretar.

-Lo que usted considere, profesor-Dijo Leverett mientras observaba la pared de la foto. 

¿Hormigón pretensado? 

Ni sabía que existiese algo así. 

-Encontramos algunas pistas que hacían referencia a ese...¿Remolino de Caribdis?¿De qué se trata?¿Alguna antigua leyenda?

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01/11/2020, 22:22
John Taylor
Sólo para el director

Ignoraba por qué, pero sabía que aquel tipo no se lo pondría fácil. Era como si el destino hubiera colocado precisamente a un agente como aquel en el momento y lugar precisos en el que él mismo iba a entrar por la puerta de la comisaría. No fallaba. Soltó el aire, agotado de esa clase de cosas, y se resignó. Cuando uno trata de hacerlo bien y mostraba amabilidad, incluso deferencia, siempre se le paga con la misma moneda. Y si bien en otra situación daría un rodeo, en ese caso que les ocupaba -y más después de haber asistido a lo imposible en el callejón- no daría ni un paso atrás

Se plantó firme, arrugó el ceño y se arregló la posición de la chaqueta. -Trabajo en un caso en particular, a las órdenes directas del Sheriff O'Donnell. Si quieres que haga una llamada para autorizar la entrega de los informes, la haré encantado. Y de paso hablaré con el bueno de Martin, sargento, para que tu próximo destino no sea estar tras este mostrador sino limpiando las letrinas de toda la maldita comisaría. ¿He hablado lo suficientemente claro? -por su tono, el sargento podía estar más que seguro de que decía la verdad, y que estaba dispuesto a lo que fuera con tal de que se accediera a sus peticiones. Y si bien quizá se había extralimitado tratando a Martin O'Donnell como a un buen amigo, eso enfatizaba el hecho de que cualquiera que obstruyera su investigación se estaba posicionando en contra de él mismo

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02/11/2020, 20:19
Rufus McDowell

Mientras se dirigían al laboratorio de fotografía para aplicarle los aumentos a la imagen, Saltonstall aprovechó para plantearle varias cuestiones más a su mentor, especialmente le interesaba saber sobre el Remolino de Caribdis. El profesor McDowell alzó una ceja, un gesto habitual que Saltonstall recordaba de los años como alumno suyo.

-¿Acaso se le ha olvidado todo lo que le enseñé, muchacho? - Preguntó el profesor algo desilusionado con que sus lecciones no trascendieran en la mente de sus alumnos más allá de los exámenes finales. -Ah, la maldición del profesor. - Se lamentó con una sonrisilla que mostraba que estaba más que acostumbrado a situaciones similares.

-En la mitología griega, Caribdis era un horrible monstruo marino que había nacido de la lujuriosa vida de los dioses. Concretamente era hijo de Poseidón, el dios de los mares y de Gea, la diosa de la Tierra. Como buena narrativa griega tiene que tener algo de tragedia, y por supuesto la historia de Caribdis la tiene. Pues no nació siendo un monstruo, sino una ninfa que fue castigada por Zeus por intentar ampliar los reinos de su padre. Ya como monstruo, Caribdis succionaba los mares formando un gigantesco remolino que devoraba todo aquello que tuviera la mala fortuna de cruzarse en su camino. Como así ocurrió con Odiseo, que perdió su barco, lo que le llevó a protagonizar las peripecias que aparecen reflejadas en la obra de Homero. Un colega mío, el profesor Karagiannis, mantiene la tesis de que Caribdis se encontraba en el estrecho de Messina, un lugar donde las distintas corrientes que se forman podrían resultar peligrosas para las embarcaciones de la época.

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02/11/2020, 20:40
Director

El sargento mantuvo la mirada desafiante de Taylor durante unos instantes más antes de romper el tenso silencio que se había formado entre ellos.

-Está bien, está bien. - Sacudió la ceniza del cigarro hacia el suelo, demasiado cerca de Taylor. -Ese caso lo llevaba el detective Merylo. Segunda planta, encontrará el despacho fácilmente. Pero le aconsejo más delicadeza, a Merylo no le hará gracia que el sheriff ande metiendo las narices en los casos de la policía.