Partida Rol por web

Novaresa! Mira!! -dije señalando al pájaro.

¡Ekaitz!
Me muevo hacia el ansioso por volver a llevarlo en mi hombro
¡Ekaitz, ven aquí!
¡Te e echado de menos cebollino!
¡Apenas me lo creo, debo haberme vuelto loco, a vuelto, me a encontrado!

- Tu loro se ha convertido en paloma mensajera Novaresa - dice señalando el loro mientras se acercaba.

Novaresa consiguió coger a su loro sin que éste hicera nada.

El loro no se asustó. Pudiste cogerlo en el hombro, pero Henrik, Elizabeth y tú comprobásteis como llevaba un dedo cortado (un dedo humano) en una de sus patas. El dedo estaba ensangrentado.

Instantes después el loro saltó del hombro hasta una roca, y con pequeños saltos y aleteos (que no vuelo) se internó en la selva dando pequeños impulsos. El dedo permanecía en su poder...

Mierda Ekaitz, ¡Ven aqui!
Chicos, esperad aqui, es probable que sea una trampa, en este lugar hay demasiada fuerzas oscuras.
Desenfundo mis dos pistolas y avanzo entre la espesura.
Pese a mis dudas es mi loro y no voy a abandonarlo, cuando salgamos de aqui sera el de siempre.

Percibiste una criatura en el suelo muerta. Parecía que llevaba ahi algun que otro día. Era una mezcla entre un perro, un felino y un pájaro ... (una visión horrible). Estaba atada y parecía que la habían descolgado a balazos del arbol justo encima.

Ekaitz se posó sobre él una de las veces y continuó inmediatamente revoloteando hacia el interior de la selva.

Al ver que Novaresa sigue al loro y desenfunda las pistolas, Henrik se apresura a seguir sus pasos mientras desenfunda su alfanje.

- Esta era la aberración que habíamos visto ayer, creo que es la misma... que asco.

Ekaitz continuó internándose en la jungla, dando pequeños saltos y aleteando absurdamente. Llevaba su pequeño tesoro consigo.

¡Ekaitz ven aqui ahoras mismo!
Corro tras el.

Os dísteis cuenta de que os habíais internado en la selva, demasiado. Estábais siguiendo Ekaitz sin advertir la densidad de la jungla, cada vez más y más creciente...

En esos momentos Novaresa consiguió calmar y tomar a su loro en su mano. Para cogerlo extendió con sumo cuidado sus brazos para delante y con pequeñas palabras logró calmarle. al tenerlo apoyado en uno de sus brazos, Novaresa levantó la vista. En esos momentos llegó aprisa Henrik, espada y lanza en mano, el cual se detuvo a su lado.

Los dos vísteis una escena insólita.

Era un claro entre toda la flora de la selva. En él la humedad era muy grande. En el suelo había una gran cantidad de tumbas. Pequeños túmulos mal tapados; en algunos de ellos se vislumbraba todavía alguna ropa o miembro humano... En una de ellas sobresalía una mano, a la cual le faltaba un dedo.

Siguiendo a buen ritmo al loro por la jungla hacía que no me fijara mucho en mi alrededor. Al fin, tras detenerme, contemple que me había alejado ya mucho, pero había otra cosa que me llamaba la atención. Era una especie de cementerio.

- Novaresa, esta claro que esta isla no esta desierta - digo tapándome la boca con el antebrazo, ya que me daba asco.
- Agarra a tu loro caníbal y vayámonos de aquí - digo mirando alrededor a ver si veo algún otro indicio.

cierto, Ya está editado Henrik, (me había confundido con la otra escena).

Agarro al loro con fuerza.
Tu no te escapas otra vez.
Regresemos a la playa.
Apunto con mi arma hacia la espesura que nos rodea mas alla de el cementerio mientras retrocedo sobre mis pasos.

- Si hay un cementerio, tiene que haber un pueblo, seguro. - dice mirando alrededor y a la lejanía a ver si vislumbra algo.
- Seguro que tienen comida, que nos "cederían" amablemente. - dice con cierta ironía y con una mirada de malicia.

- ¿Seguro que quieres volver Nova'?

Si, ya saquearemos ese pueblo cuando estemos todos juntos, no quiero que un indigena me coma cachito a cachito.
Digo memorando las historias que e escuchado miles de veces acerca de naufragos en islas canibales.

- Bien, si quieres volver, volvamos - se encoge de hombros, aunque una chispa de malicia aparece en sus ojos al hablar de saqueo.

Yo creo que deberíamos ir con nuestros compañeros, hacia esa luz. Si se divisa algún asentamiento en alguna parte de la isla o barco en las costa desde las alturas no podrán avisarnos  como es debido... pues el viaje es largo.

Luego bebí de un coco.

Oisteis una ristra de disparos en el interior de la isla más al interior, en la parte alta, cerca a donde estaba la luz.

Giro mi cabeza en dirección a los disparos.
Ir si queréis, alguien tiene que vigilar la barca, la comida y todo eso.
No pienso encadenar mi destino al de una luz.

Miro en la dirección de los disparos y intento calcular cuanto tardaríamos en llegar.
- Vamos! Nos estamos perdiendo toda la acción!