Partida Rol por web

Prácticamente nada mas haber bajado Decland baja Melissa por las escaleras de la taberna, perfectamente arreglada y vestida con un corto traje veraniego y unas sandalias con tacón. Se la ve radiante y feliz mientras se acerca a vosotros, seguida por la mirada de los demás clientes del lugar, algo que ya empieza a ser habitual.

Hace un pequeño gesto, casi imperceptible, al tabernero y enseguida llega un camarero a vuestra mesa donde deja un desayuno especialmente preparado, y una silla, para Melissa al lado de la silla de Decland.

Finalmente llega hasta la mesa y se dispone a sentarse a ella. - ¡Buenos días! ¡Hace un día magnifico! ¿Verdad? - Acto seguido le da un largo beso a Decland en la boca y luego se sienta.

Y bien, ¿qué planes tenéis para hoy? ¿Cómo puedo ayudaros con vuestro problema? - Empieza a comer elegantemente su desayuno mientras Decland intenta calmar su acelerado corazón y Kris no puede evitar mirar con envidia.

La sensación de flotar al ritmo frenético del batir de alas de un colibrí sobre los eternos y verdes campos de...

Vuelvo a la realidad después del beso. Me encuentro bien, en armonía. Este lugar calma mis ansias más oscurras, Melissa es una compañía de ensueño, Kris es ese gran compañero de aventura y diversión...sin duda soy el hombre más feliz del lugar...

Si no fuera por la perpetua sombra en mi mente que resquebraja mi animo.

Pero el desayuno es manífico y puedo que luego vayamos a dar un paseo idílico en barca...

-Bueno, los planes para hoy...-comienzo concentrandome en la tarea que tenemos entre manos y para mi sorpresa...no parece nublarse demasiado mi pensamiento- creo que deberíamos visitar nuevamente al señor Kim, tal vez mostrandole otro punto de vista vea que puede confiar en nosotros.

La idea de mostrar mis capacidades, no me parece tan acertada como el día anteior, pero siento que la inquisición puede estar apunto de caer sobre nosotros y sin duda alguna si no tenemos novedades sobre el asunto, nos tomaran como enemigos y se acabó el cuento.

-Pensaba en mostrarle alguna de nuestas capacidades...poco comunes...

No debería confiar tanto en Melissa, pero lo hago, es maravillosa, perfecta...y yo me encuentro totalmente engatusado.

Las dudas que podía tener sobre si Decland y Melissa mantenían una relación se disipan al ver como Melissa da "los buenos días" a Decland. - Cabrón afortunado... - Empezamos los tres a desayunar y Decland sigue con su descabellado plan de subirse a un barco cuando suelta la bomba y hace referencia a "capacidades poco comunes" delante de Melissa por lo que soy incapaz de evitar atragantarme un poco con el desayuno.

Melissa come con rapidez su desayuno, aunque con la clase de una persona de alta cuna y manteniendo en todo momento una presencia impecable.

Ríe alegremente ante las palabras de Decland. - ¿Ah sí? ¿Y qué piensas hacer? ¿Malabares? bueno, alguna de las cosas de anoche fueron poco comunes, pero no creo que quieras enseñárselas al señor Kim... - Añade mordiéndose el labio y mirando a Decland directamente a los ojos.

Una de sus manos baja hasta la pierna de Decland y empieza a acariciarla. - Pero si quieres, iremos a esa isla, seguro que el viaje en barco es de lo más relajante y podremos disfrutar de la brisa del lago y del sol en nuestro cuerpo y de dar un paseo por una isla virgen, sin nadie que nos moleste...

Súbitamente retira la mano de la pierna de Decland y vuelve a concentrarse en terminar su desayuno.

-Algo se me ocurrirá- respondo con una ligera sonrísa.

El desayuno cierra una placentera y agradable jornada y presenta una nueva. Me centro más en el paseo con Melissa en barca y por quellas tierras que en lo que tenemos entre manos. Ni me preocupo por la opinión que ella pueda tener de mis actuaciónes, me da igual, el sol brilla, mi corazón late con fuerza y la compañía que tengo hace que cualquier oscuridad quede en un segundo plano.

-En la universidad todo era distinto a este lugar, no me malinterpretes, aquel lugar era magnífico, un receptáculo de saber que en ocasiónes parecía ilimitado...pero me gusta más esto, la libertad...la vida...-el vacío...¿eh...no, dejate en paz...disfrutemos del día.

-Tal vez con tu compañía el señor Kim sea más receptivo y tal vez con mis conocimientos de medicina pueda resultarle interesante y si con eso no funciona...

Un instante de duda tal vez, el mundo es muy cruel y uno no puede fiarse de nadi...pero melisa, con su mirada cautivadora me derrite y me hace sentir más vivo que en la vida.

-Padezco una especie de enfermedad, me hace más debil y hace que mis heridas duren días. Un simple corte en un dedo, me dura días, mi sangre cicatriza muy lentamente mis heridas y cada día que pasa es como si perdiera un poco más de mi fuerza, además sufro de perdidas de apetito...-vaya...ni a Melissa soy capaz de contarle más...¿sufro de perdidas de apetito? ¿pierdo un poco más de mi fuerza...si supiera cómo recupero mis fuerzas...

-Pero no se si esto le parecera interesante, ya que a tu lado querida,¡todos mis males parecen desvanecerse! y me siento pletórico...

Sin duda alguna evitar contarle mis secretos, mis oscuros secretos ha provocado que hayan abandonado repentinamente su segundo plano. Me pone nervioso pensar si ella me aceptaría con mis taras...

Melissa y Decland dejan la taberna mientras Kris se queda en tierra, disfrutando del lugar y pensando en nuevos planes por si la idea de Decland, sea cual sea exactamente no funciona.
 

Despues de que Melissa termine con ganas el desayuno ella y Decland salen de la taberna dejando a Kris pensando sobre un sistema de construcción modular de puentes en dique seco que seguramente haría mucho más rápida la construcción del puente, puede que "solo" tardase unos meses, claro que el tema de la financiación seria otra cosa.

Melissa se mueve con gracia y soltura hacia el embarcadero y verla resulta casi hipnótico. El barquero pone la mejor de sus sonrisas al ver vuestro interés en realizar el trayecto en barco hasta la isla y tú jurarías que te cobra menos que la otra vez por el trayecto, aunque tampoco te acuerdas muy bien.

Una vez en el barco decide aprovechar el tiempo por lo que se quita su traje dejando al descubierto un sugerente bikini, además de su escultural cuerpo para poder tomar tranquilamente el sol durante el transcurso del viaje. Al barquero le cuesta bastante concentrarse y no es difícil verle mirando a Melissa, incluso alguna vez más de lo normal. Melissa no parece darle ninguna importancia a este hecho.

Una vez en la isla empezáis a andar hacia la casa del señor Kim, el camino es sencillo y no te cuesta recordarlo.

No te preocupes, estoy segura de que le dejaras impresionado, ya sabes, solo concéntrate, olvídate del resto, de todo lo demás.

¿Y a caso eso no nos pasas a todos? ¿No es ese nuestro destino? Consumirnos y perder nuestras fuerzas hasta perdernos en el vacío, ¿no es como acabara todo en este mundo? ¿Es algo malo entonces? ¿Realmente debemos luchar contra lo inevitable? o tal vez aceptarlo y dejar que pase. ¿No serian así mejor nuestras vidas? viviendo el momento y dejando que el éxtasis nos llene y nos haga olvidar todo el mundo a nuestro alrededor, despojándonos de todo.

Tras caminar por la isla llegáis a la cabaña del señor Kin, que obviamente en tan poco tiempo no ha cambiado lo mas mínimo. El señor kin se encuentra en la misma posición que la última vez, mira con una cara que es mezcla de extrañeza y amabilidad a Melissa según se acerca pero luego, al verte a ti, cambiar su expresión, no parece estar muy contento con volver a verte.

Es usted. - Carraspea. - ¿puedo hacer algo por usted?

-Verá-carraspeo un poco para aclararme la garganta-se que la última vez que nos vimos las cosas no fueron bien, no recuerdo bien que le dije, pero usted me malinterpretó sin duda alguna, yo por supuesto no supe expresar bien lo que ocurría, así que espero que me de un instante...

-Ahora vienen las malabares...

No quiero hablar de mis secretos con este hombre, espero conseguir interesarle con...

-Estudié medicina en la universidad y le puedo garantizar que algo se sobre la materia, pero si vengo aquí a verle, es porque fuerzas superiores a mi me han traído a este lugar y al conocer de su existencia, sin duda alguna me he visto obligado a visitarle por dos motivos. Primero, para preguntarle por lo que creo que ya le pregunté y segundo...

-No se si le pregunté algo...maldición...

-Este lugar transmite una gran sensación de paz...y siento que las acciones curativas en este lugar pueden ser realmente superiores por esa tranquilidad, así que dado que usted es un curandero, quería presentarle mi problema.

En este instante saco una de las agujas negras que tengo guardadas en su estuche y una moneda de plata. Con la aguja pincho uno de mis dedos provocando una gota de sangre con la que mancho la moneda. 

-Mis heridas no parecen curarse con normalidad, de hecho alguna vez en alguna de mis andanzas he sido herido de levedad, pero he tenido que reposar como si me hubieran atravesado de lado a lado, mi salud es extraña y me preguntaba si podía encontrar algo de ayuda en usted...ya que siento que no soy del todo natural y de ahí mis problemas con quien ya le conté...

-vaya...como no le haya dicho lo de la inquisición estaré haciendo el ridículo...tal vez debería hacer desaparecer la moneda, aunque puede que Melissa se asuste...¿y si fuera de la inquisición?...no, no puede ser, sería una trampa muy buena y desde luego me plantearía ingresar en un lugar así por ella ¿podría ingresar?...umm...

De esas cosas sí que se, tengo unos ciertos conocimientos en medicina. - El señor Kin mira con detenimiento el estuche de donde Decland saca una de sus múltiples agujas a la vez que sigue con sumo detalle toda la "demostración" de Decalnd sobre su extraña enfermedad, después de eso toma la moneda manchada de sangre y la mira con detenimiento, así como la herida en el dedo de Decland.

Mmmm, parece que tienes razón, realmente hay algo en tu sangre que te impide curar adecuadamente, por desgracia creo que esta mas allá de mis capacidades el poder curarlo, no parece una enfermedad, o al menos ninguna que yo conozca, parece algo inherente a ti.

Devuelve la moneda a su propietario y se limpia las manos con un pañuelo. Mirando hacia Melissa que ha puesto cara de no haber roto un plato en su vida pregunta - ¿Y tu guapa acompañante quién es? - hace un pequeño descanso antes de pronunciar la siguiente pregunta. - ¿También trabaja para "ella" como tú?

Has viajado desde la ciudad de Hong Kua hasta el Lago Akasta para cumplir la tarea que te ha impuesto el inquisidor temiendo las consecuencias que pueda conllevar tu fracaso, aun así por lo que has oído de la inquisición te consideras afortunada por seguir respirando después de lo que has visto, pero ¿te habrá concedido una absolución o solo un aplazamiento de la condena?

El lago Akasta resulta ser un lugar paradisiaco, realmente no es un solo lago, si no una zona de varios lagos de diferentes tamaños, la belleza y la naturaleza del lugar es sorprendente, se trata de un lugar prácticamente virgen con unas pocas casas separadas entre sí. La mayoría de las edificaciones son posadas y tabernas ya que por lo descubres es un lugar bastante turístico donde la gente que se lo puede permitir viene para relajarse.

En algunos de los lagos incluso hay pequeñas islas en medio a las que se puede acceder mediante pequeñas barcas para dar un paseo por pequeños bosques sin alterar por la acción humana.

Intentas ser cuidadosa preguntando sobre las personas que estas buscando para no llamar la atención, pero aun así te cuesta poco ponerte sobre su pista ya que es un grupo que la gente recuerda fácilmente, especialmente a Kris el gigantón de más de dos metros, por el que muchas suspiran.

Finalmente los encuentras, bueno a decir verdad solo a Kris, Decland no sabes donde estará, en una posada tomando una cerveza y parece que haciendo planes o algo por el estilo sobre la mesa.

Por fin, por fin los habia encontrado, aquellos hombres con los que tenia que hablar y a los que tenia que ayudar por culpa de su enfrentamiento con aquel hombre. Al menos habia encontrado a uno de ellos, y en cierta forma no era raro que lo hubiese encontrado,ese hombre era inmenso, bastante atractivo, pero muy grande. Al erle se acerca y dice:

- ejem perdon, es usted Kris Frey?

Se queda mirando, se habia quitado la capucha para que pudiera verle la cara, podia ver entonces que era una chica joven, atractiva, pero no extremadamente guapa, delgada pero alguien observador podria ver que tiene un cuerpo fuerte y fibroso, dice entonces:

- Yo soy Alexia y me envia el...inquisidor para que les ayude

Tal vez si construyo por módulos las partes del puente y luego las vamos colocando en el lago, teniendo en cuenta que es bastante tranquilo y que parece que a esos locos no les importa subirse a una barca suicida de esas y podrían tirar de ellos...

Los pensamientos de Kris fueron súbitamente interrumpidos, se le acerco una chica de forma decidida, la chica sin ser nada espectacular la verdad es que no estaba nada mal. Al parecer le conocía, lo cual tampoco le extrañaba, tenía la cualidad de que la gente se acordaba de su nombre, ya que no era alguien que pudiese pasar fácilmente desapercibido.

El mismo, ¿a qué debo el honor?

Al escuchar la respuesta de Alexia e instintivamente bajo la voz.

Ya veo, así que te manda el inquisidor, bueno, nosotros, estamos progresando, Decland está hablando con un hombre que bueno puede ser quien estamos buscando pero ya sabes este lugar es muy grande y no resulta tan fácil encontrar a esa persona, la cual obviamente no va a ir haciendo alardes de su condición por todos lados, pero vamos, lo conseguiremos, estoy seguro. - Respondo de forma un poco apresurada y nerviosa, para añadir tras un breve silencio. - y ¿qué te ha mandado hacer aquí?

Kris se dio cuenta en ese momento de que ni siquiera sabía si realmente esa persona venia de parte de la inquisición.

Alexia suspira y dice:

- Bueno realmente, solo me dijo que tenia que ayudaros, no me dijo mas, y ya sabes como son los tipos como nuestro amigo comun verdad? un poco, bueno, ya sabes agresivos cuando no se les hace mucho caso.

Se queda mirando a la espera de que le diga algo mas o de que suceda algo

-Ella es Melissa Rooseau-digo con una gran sonrisa-una buena amiga con la que me he encontrado en estos maravillosos parajes y no, no trabaja para "ella"-digo haciendo las comillas con los dedos.

-Ya le dije...creo, que yo estoy forzado a trabajar por mi situación, pero...

Varias ideas se me cruzan por la cabeza, cabellos rubios, un rostro angelical...

-¿Trabajas para la inquisición Melissa?

Probablemente la acabara de liar otra vez. Si ella salía espantada ante esa pregunta sin duda alguna mi corazón no lo soportaría y la angustia me invadiera, pero las palabras volaron raudas antes siquiera de pensarlo bien. Aunque ¿cuándo lo he pensado bien?

Kris se mostro un poco mas aliviado tras las palabras de Alexia, parecía que no sabía nada y que no era algún tipo de ultimátum por parte del Inquisidor.

Muy bien, te contare básicamente lo que tenemos que hacer aquí. Al parecer en este lugar hay una especie de nado mágico, nodo de poder o algo por el estilo y alguien está utilizando ese nodo lo que al parecer podría ser peligroso. Nuestra misión es encontrar a esa persona y detenerla, ese es nuestro cometido.

Mi compañero, Decland, ha ido a la isla que está en mitad de este lago, al parecer allí viva un hombre con unas capacidades medicas excelentes, parece capaz de curar muchas enfermedades, es nuestra mejor pista por el momento así que ha ido a interrogarle. Ya fue ayer, pero le debió de decir algo que no le sentó muy bien y ha vuelto hoy para intentar arreglarlo. No ha ido solo, se encontró aquí con una "amiguita" suya y han ido los dos juntos, ella no sabe que trabajamos para la inquisición ni nada por el estilo, así que ten cuidado con lo que dices delante de ella. ¿Alguna pregunta?

Es un placer conocerle señor Kin. - Acompaña sus palabras con una elegante reverencia, lo normal es que en una situación como esta hubiese resultado raro, fuera de lugar, pero Melissa hace que parezca lo más apropiado. - Es un verdadero honor conocerle. Sus proezas como curandero son muy conocidas, son incontables las vidas que se han salvado gracias a usted y a sus expertas manos, realmente el mundo necesita más gente como usted. - El señor Kin parece encantado con las palabras y actos de Melissa.

Melissa ríe ante tu pregunta y de nuevo su risa angélica embota tus sentidos y el mundo parece desaparecer a su alrededor. - ¿De verdad me estas preguntando si trabajo para la inquisición? ¿Tengo pinta de trabajar para la inquisición? definitivamente no me he vestido como quería si parezco un miembro de la iglesia, no Decland, no trabajo para la inquisición, creo que mi forma de ser no sería muy acorde a sus gustos. - dice cogiéndote de la mano.

Un segundo. - una sonrisa se dibuja en la cara de Melissa mientras te mira a los ojos. - Decland Wimguer, ¿me estás diciendo que trabajas para la Inquisición y no me lo habías contado? ¡Te parecerá bonito!

Alexia escucha atentamente lo que dice el hombre, asiente a lo que dice y finalmente añade:

- Aja, y es necesario que vayamos con el, o por algun motivo esperamos aqui?

Observa al hombre grandullon, entonces dice:

- Y bueno, supongo que es cierto, no es mala idea el no decir a todo el mundo que estamos bajo el yugo de un inquisidor jeje. Por cierto, pareces bastante fuerte eh, a ver si hechamos un combate amistoso cuando tengamos ocasion

Se toca el brazo y dice:

- Puede ser divertido