Partida Rol por web

Lisa y Pieter se miraron claramente preocupados, especialmente Pieter.

Por su parte Nekane se quedo blanco al oírte hablar del inquisidor. - Entonces ya sí que no queda otra opción, si la inquisición anda por aquí no puedo decirle nada a mi padre, si le mando aunque solo sea una nota no quiero ni imaginarme lo que le haría la inquisición para asegurarse de que no sabe nada mas, no, no puedo poner a mi padre en peligro de esa manera. Y os aconsejo que no contéis nada de esto a nadie y no lo digo como amenaza, si no todo lo contrario, si lo contáis el peligro no seremos nosotros, será lo que os haga la inquisición si considera que sabéis demasiado.

Nekane y sus compañeros empezaron a removerse inquietos. - Creo que hemos terminado ¿algo más que quieras decirnos?

Valeria sopesó lo que Nekane le había dicho. Tenía razón; si la Inquisición los relacionaba con ella, entonces tendrían problemas, y si le contaban algo al señor Yoshida, no solo su negocio se vería en peligro.

- No, eso es todo lo que quería hablar. Intentaré convencer a mis compañeros; no creo que quieran meterse en problemas de ese tipo por un simple trabajo.

Hizo otra reverencia exagerada con el sombrero

- Os deseo mucha suerte, de verdad. Espero que podáis ser felices, allá donde vayáis.

Sí, eso espero y pídeles perdón a tus compañeros de mi parte, pero no podía admitir abiertamente en la posada ser quien soy.

Después de esas palabras los tres se despidieron de ti y volvieron por donde habían venido

Valería regresó a la posada, recogiendo a Decland por el camino. No dijo nada durante el trayecto; lo que tenía que decir sería mejor decirlo delante de todos.

Una vez reunidos en la sala común de la posada, y asegurándose de que nadie más les oia, se dispuso a explicar lo que había averiguado. Parecía un poco preocupada.

- En primer lugar, Nekane os pide disculpas por el incidente de la posada. Iba de incógnito, y no podía dejar que se supiese su verdadera identidad en público. Lo segundo, es lo que ya me imaginaba: Nekane fingió un secuestro en la boda, para desaparecer con su amante, Pieter. Por lo visto se conocieron mientras ella estudiaba fuera, y la mejor manera de evitar el matrimonio concertado sin afectar a la honra y los negocios de su padre era esa. Supongo que, manteniendo la coartada del secuestro, el señor Yoshida podría seguir manteniendo relaciones comerciales con la familia del novio. Por eso insiste en que el señor Yoshida no debería saber nada de lo que le ha ocurrido, hasta que ella misma decida ponerse en contacto con él. Ello no le afectería solo en lo sentimental, sino también a sus negocios y a su reputación.

Valeria suspiró y empezó a pasear por la sala con paso lento

- Yo ya he tomado una decisión: renuncio al trabajo y a cualquier dinero que el señor Yoshida quiera pagarme por él. Secuestrar a Nekane y devolverla con su padre no solo va contra mis principios, sino que desde una perspectiva mas pragmática, ello implicaría destapar lo que de verdad ocurrió, con la consecuente deshonra del señor Yoshida, y no creo que un mercader de su categoría quisiera pagar a unos mercenarios por avergonzarlo públicamente. E informarle de lo ocurrido tendría efectos similares. Además, no hemos contado con otro factor: la Inquisición. Dios me libre de cuestionar las actividades de la Iglesia -se santiguó- pero si la Inquisición considera que nosotros sabemos algo de Nekane y de lo que ocurrió en la boda, prefiero no pensar en lo que podrían hacernos para sacarnos esa información, por escasa que sea. Igualmente, si se lo contamos al señor Yoshida, le pondremos en el punto de mira de la organización, cosa que no resulta positiva para alguien así. Yo no quiero tener problemas con esa gente, desde luego, y por si lo habéis pensado, no pienso entregar a Nekane a las autoridades inquisitoriales; no creo que sea una bruja ni una servidora del Diablo, sino simplemente una buena mujer que solo quiere estar con quien quiere.

Kayne deboraba comida mientras escuchaba hablar a Valeria. Cuando esta terminó, se reclinó en la silla y se masajeó las sienes.

-Vale-Gu voz guturál resonó en la sala común-¿Estás segura de que todo lo que te ha dicho es cierto? No podemos pasar por alto la posibilidad de que te haya contado esa historia bajo presión. Aunque parezca factible tenemos que sopesar todas las posibilidades.

Perdió la mirada en algún punto de su jarra de cerveza.

-¿Quién iba con ella?

- No tengo razones para sospechar que me mintió, y por sus expresiones y sus gestos o decía la verdad o era muy buena actriz. Con ella estaban Pieter y su otra guardaespaldas, Lisa. Me quedó bastante claro que no la retenían en contra de su voluntad.

Todo un trago de bebida mientras escucho lo que dice Valeria.

---Bueno ¿Que hacemos entonces?- pregunto con tranquilidad-Las cosas no pueden dejarse como estan, yo tampoco estoy muy conforme de llevar a Nekane ante la inquisición, es mas, prefiero no toparme con ellos seria perjudicial para mi.

Kris, sentado, observó preocupado la situación. No le agradaba nada como se estaba poniendo el asunto.

- Ajá, así que por una niña malcriada que no tuvo valor para arreglarlo todo con su padre, yo, un herrero ambulante que sólo buscaba afianzar unas buenas relaciones con un importante comerciante va a quedar como un mentiroso y un incompetente.- dice en tono claramente enfadado- Pues lo siento, por mi parte no puedo dejar las cosas así.- Kris observa a los demás un momento- Evidentemente que no puedo llevarme a nadie por mi cuenta. Pero no voy a ser yo quien prive al Señor Yoshida de toda la información que tengo si no hay otra solución que manchar mi reputación.- Esperó unos breves instantes-Y sinceramente, no se me ocurre otra solución.

Kris miró a Valeria. Estaba claro que ella no necesitaba ni dinero ni la buenamistad de ese comerciante, pero él necesitaba, al menos, esa buena relación. No le valía un "olvidémonos de este tema porque la niña ha hecho lo correcto", pues desde su punto de vista, ni había hecho lo correcto, ni podía olvidarse del tema.

Valeria miró a Kris con una expresión severa; toda la estima que le tenía se había derrumbado en ese instante, pero no iba a discutir

- Tu haz lo que quieras, Kris. No voy a intentar convenceros ni a impediros nada; yo mañana por la mañana cojo el petate y me marcho de aquí.

---¿Y a donde piensas ir si se puede saber?- digo alzando una ceja mientras miro a Valeria

Se encogió de hombros

- No se, a donde me lleve el dinero. Quizás pueda llegar a Gabriel, o a Dwänholf; dicen que allí hay buenas oportunidades. No me puedo quedar mucho tiempo en el mismo sitio.

-¿Así que aquí se termina esta historia? pregunto al ver el enfrentamiento entre las opiniones de Kris y Valeria.

-Pues vaya un trabajo que hemos ido a coger, los gastos van a superar los beneficios, cada uno se va por una parte y a saber cuántos enemigos nos ganaremos prrff...

Me encuentro bastante ante la situación, no me esperaba que una chica ocasionara tantos problemas.

-Esto, la verdad es que nos enseña una gran lección: el amor, solo ocasiona problemas sin solución final ya que no hay forma de satisfacer a ninguna parte... Tal vez, lo que deberíamos hacer, es informar al...señor...padre de la chica de lo ocurrido, por su propio interés como dice Valeria, no hará publica la noticia para que no afecte a sus negocios, aunque sin duda alguna el pesar en su corazón será tan grande que gastará grandes fortunas para encontrar a su hija y asegurarse de que esté bien y así se arruine y tenga que mendigar por las calles, eso si no muere antes por la tristeza. Pero así por lo menos sabría que está viva..

-Supongo que también existe la opción de comunicar lo sucedido a Yoshida y pretender sacar un buen beneficio a cambio de no revelar lo que sabemos, así podríamos tener una ventaja aun teniendo a Yoshida como "enemigo".

-También podríamos dejarlo estar y buscar algo distinto...el mundo es muy grande y el hombre ese no es tan poderoso...

Dicho esto, bostezo exageradamente y miro fijamente a Valeria durante unos instantes. Después, poso mi mirada en Kris, luego en Shalash y por último en Kayne...

-¿Quién hizo aparecer a aquella criatura en la boda?

No se por qué me vino a la cabeza ese hecho, pero ahí estaba. En ese momento recordé algo sobre la inquisición que nos había visitado, sobre lo poderosos que son y lo mucho que odian las cosas extrañas. Una cosa era divertirse haciendo trabajillos y otra muy distinta meterse en grandes problemas, y tal vez (solo tal vez) en esta aventura tocara madurar un poco más y buscar un objetivo más serio que pasar el rato...aunque no se por qué ya había pensado alguna vez en mis motivaciones...aunque no las recuerde...

- No pienso enemistarme con el señor Yoshida. Antes huiría sin que él pudiese saber algo de mi que chantajearle para que me diese dinero por la información a cambio de no decir nada. Y no pienso hacer tal acto de deshonor.

Kris observó a Decland antes de hablar.

- Fue ella, la señorita Nekane es una maga.- dice Kris, recordando la desilusión en la boda al ver que el Oni aquél era una simple ilusión.

- Yo volveré para informar al señor Yoshida. Quien quiera venir conmigo, es libre de hacerlo por supuesto.- dice mirando a Valeria.- Como bien dice Decland, hemos tenido más pérdidas que ganancias por culpa de la chica. Y no voy a poder comer si sigo haciendo esto por todas las chicas que huyan de una boda. Marcharé mañana después de asegurarme que suben al Zepelín. No me gustaría tener que decirle al Señor Yoshida que no estoy seguro de si lo ha cogido o no.

- Bien, pues ya está todo dicho. Yo me voy a dormir; no creo que nos veamos mañana. Adios.

Valeria se dispuso a salir de la habitación con paso apresurado. Su tono había sido cortante y seco; era obvio que no estaba precisamente de buen humor, pero no iba a discutir.

Kayne hizo un cruce de miradas con Valeria y se balanceó en el sitio. Entendía a las dos partes, aunque no era capaz de posicionarse en ninguna.

Se balanceó en el sitio con el ceño fruncido.

-Kris, si lo único que te interesa son las influencias, ¿Por qué no hablas con Nekane? Seguro que puede recomendarte a gente y así todo el mundo saldría contento.

Si Kris era el único que disentía era la mejor opción. O por lo menos la que les dejaba a todos contentos...

Kris se giró hacia Kayne con cierta estupefacción.

- Primero, no se trata de influencias, sino de honor.- dice irguiéndose. Puede que ellos no lo entendieran, tampoco lo esperaba, las culturas del sud tenían poco honor en sus palabras. - Además, crees que esa niña conocerá a nadie importante que esté dispuesta a traicionar a su padre?

Kris empezó a caminar hacia su habitación dando el tema por zanjado.

Kayne se encogió de hombros y miró al resto. Parece que estaba todo dicho.