Partida Rol por web

- Si vamos diplomáticamente, no creo que la guardaespaldas tenga ningún motivo para atacarnos; por lo que sabemos, no parece un secuestro, sino una huída, así que supongo que se podrá razonar con ellas. Pero de todos modos no estaría de más tomar ciertas precauciones.

Cuando bajais a desayunar, el tabernero os dice que vuestro compañero Slalash se levanto y desayuno pronto. Le pidio que os digera que se fue por su cuenta para hacer varios recados.

Kayne baja y repite su rutina. Pide algo de comer, se sienta en una mesa y mira a sus compañeros. Sin embargo, le extraña la misteriosa desaparición de Shalash. Ese chico era solitario, estaba claro, ¿pero irse así en mitad de la noche? "Espero que no le pase nada"-Pensó.

Mientras engullía su comida escuchó atentamente a Valeria y a Kris.

-Por cierto Decland, muy buena idea-"Tenía que decírselo porque si no luego se me olvida"-Voto por dividirnos e ir de dos en dos. Así cubrimos más zona pero no perdemos seguridad. Somos buenos luchadores-Apuntó como dato.

-Bien, parece que estamos todos de acuerdo. Vayamos pues.... Peero anteees.

Kris empieza a comer su desayuno con gana. Era un buen momento del día, y solía comer en abundancia. Cuando termina, se levanta y va a pagar, después se dirige a la puerta.

-Vamos?

-Gracias Kayne- le digo con una sonría a mi compañero-y creo que sí, que lo mejor será dividirnos para cubrir más terreno más rápidamente, pero teniendo en cuenta que Shalash se nos ha adelantado y probablemente haya ido a por las dos mujeres...

Me quedo un instante pensando en cuál debería ser nuestro movimiento. Voy hacia el posadero para comentarle que la noche en su local ha sido agradable y cuando regreso ante mis compañeros me vuelve la inspiración y me doy cuenta que me quedé a medias.

-Que...Krish, creo que es injusto que vosotros os llevéis a todas las mujeres, Kayne y yo deberíamos visitar al grupo de mujeres viajeras y vosotros al otro...y bueno el tercero...¿cuántos grupos era?, ya ni se cuanto dinero gasté ayer en eso mmm... bueno Kayne, tu y yo al grupo de mujeres ¿no? vamos!

Como si nada comienzo a caminar hacia la puerta. Voy en contra de parte de los planes de Kris y no están las cosas claras, pero aun así salgo por la puerta animado. Un grupo de mujeres viajeras que pueden venir de cualquier lugar, ¿serán exóticas? ¿mundanas?¿habrá alguna noble escondida? Tal vez un par de mujeres que habían huido de una boda...

Me encuentro ya fuera de la posada. Hoy estoy algo más despistado que de costumbre, pero tampoco me preocupa demasiado. No estoy seguro de con quien iba, pero aun así, espero fuera a que mi compañero me diga donde íbamos. 

A Valeria le resultaba curiosa la actitud de Decland; flirteaba con todas menos con ella. Bueno, tampoco es que ella fuera gran cosa, pero a ver que señorita repipi de esas que le gustaban a Decland podía acabar ella sola con un grupo de bandidos, y además con el estilo de ella. Acompañó a Decland a la puerta

- De acuerdo, entonces tu y Khayne a por el grupo de mujeres, y Kris y yo a por las otras dos, y si nos da tiempo y no averiguamos nada iremos a por el otro grupo de viajeros. Nos vemos aquí por la tarde ¿vale?

Aunque os lleva bastante tiempo, acabáis encontrando el grupo de mujeres.

El grupo está formado por ocho mujeres tardáis mucho en encontrarlas a todas y hablar con ellas, aun así vuestras preguntas no os aportan demasiado, aunque solamente sea porque Decland se distrae preguntando a los mujeres cosas que nada tienen que ver con vuestro cometido.

Cuando conseguís encontrar y preguntar a todas las mujeres ya es tarde y volvéis a la posada esperando que el resto hayan tenido más suerte con sus investigaciones.

Tenéis suerte y encontráis fácilmente a las dos mujeres que aun están desayunando en su posada, no os cuesta mucho daros cuenta de que no sois las personas que estáis buscando. Las preguntáis sobre las que estáis buscando peo no os aportan información útil al respecto.

Paseas por la ciudad perdiéndote entre sus calles, parece como si la ciudad entera fuese un enorme mercado donde puedes encontrar y comprar lo que quieras, tiendas de todo tipo se encuentran allí donde mires. La gente te comenta que no hay fiestas cercanas, aunque la llegada del Zepelín siempre trae cierto revuelo, ya que nobles importantes lo utilizan a menudo para recorrer las grandes distancias de forma segura.

Kayne suspiró desanimado mientras andaban camino a la posada.

-Espero que los otros hayan tenido más suerte.

Se entretuvo golpeando con el pie una piedrecita durante el camino. Estaba un poco decaído, y es que no conseguir ninguna pista por mucho que lo intentase no era muy alentador. Hasta el momento, los únicos que habían hecho algo eran Decland y Valeria así que no se podía decir que fuese de gran ayuda.

Su mirada paseó por la ciudad. ¿Llegarían a subir a ese artefacto volador? Ojalá que fuese así, porque eso si que sería una buena aventura. Volar...¿Qué se sentiría? Hasta hacía muy poco aquello solo era un sueño al alcance de los pájaros pero ahora ya no. El que lo hubiese diseñado debía ser muy inteligente.

Valeria parecía algo disgustada; habia sido una pérdida de tiempo

- Mala suerte. Si nos damos prisa, puede que nos de tiempo a hablar con ese grupo de comerciantes en el que también viajaban dos mujeres. Tal vez no estuvieran solas en todo esto.

Entre en una tienda  que parezca especialista en armas  y entro.

---Hola, me gustaria comprar un arma- digo dirigiendome al dueño de la tienda a la vez que me acerco al repertorio de armas buscando alguna que me resulta llamativa y que sea parecida ( o mejor) que mi actual espada.

-¿Mas suerte?-miro a Kayne divertido- pero si hemos tenido un día magnífico. Piensalo, hemos conocido a unas mujeres maravillosas, bueno, la flaca y alta tenía muy mala espina, pero el resto eran muy amigables y alguna de ellas muy dispuesta a dejarse robar un beso.

Hago aspavientos con las manos como muestra de mi buen estado de animo mientras camino e intento animar a mi compañero.

-Además, puede que volvamos a encontrarnos con alguna de ellas y puede que esté más instalada y nos pueda ofrecer cobijo -al decir esto guiño un ojo a mi compañero

-Aunque...si lo dices por lo de las dos mujeres a las que tenemos que encontrar...si, no ha sido un buen día, pero para encontrarlas ya iban Valeria y Kris!, nosotros habríamos estorbado.

Dicho esto, sigo caminando tranquilamente y disfrutando del paseo por la ciudad intentando prestar atención a los detalles más interesantes o a algún rumor curioso del que se pueda sacar una buena historia.

Kris se lamentaba de no haberlas encontrado rápidamente. Pero quizá con un poco de suerte...

- És fácil para una aristócrata con dinero conseguir la salvaguardia de unos comerciantes... Es posible... Vamos a por ellos?

- Si, vamos.

Revisó los datos que había obtenido de los interrogatorios y se puso en marcha al lugar donde estaría alojado el otro grupo

Aunque os lleva bastante tiempo, acabáis encontrando el grupo de comerciantes.

El grupo está formado por cuatro hombres y tres mujeres tardáis mucho en encontrarlos a todos y hablar con ellos, aun así vuestras preguntas no os aportan demasiado, aunque solamente sea porque intentan venderos constantemente sus mercancias, que consisten principalmente en telas de las tierras orientales. Desgraciadamente ninguna de las mujeres son las que andais buscando.

Cuando conseguís encontrar y preguntar a todas los comerciantes ya es tarde y volvéis a la posada esperando que el resto hayan tenido más suerte con sus investigaciones.

Encuentras sin problemas cualquier tipo de armas que desees, con mejores y peores calidades de la que tu tienes.

Kayne ladeó la cabeza. Visto de aquella manera...

-Bueno, es verdad. Al fin y al cabo no ha sido tan malo.

Los pómulos del chico ascendieron un poco. Era cierto que, con todo, por lo menos habían conocido a gente. Eso ya era algo.

Siguió andando hacia su destino un poco más animado.