Partida Rol por web

Camino lentamente para unirme tambien al dunadan y a la elfa, al menos asi no siremos ocnociendo todos.

-¿Teneis algun plan para entrar en la fortaleza?. Supongo que nos suministraran equipo nuestros anftriones y que podran darnos un buen surtido de venenos y hierbas curativas, pues lo vamos a necesitar.

Espero que me de tiempo a prepararme durante el camino.

Cambia de sentimientos y de palabras como el viento, una característica muy humana por su parte, lo cual me hace ser mas consciente de mis diferencias ante sus ojos. Asiento con una sonrisa cuando me recuerda que el resto de nuestros compañeros están hablando sobre la importante misión que nos espera.

Antes de que me de tiempo a dirigirme a ellos el wose ya se ha acercado a nosotros, preguntándonos sobre la fortaleza No conozco la fortaleza, pero supongo que lo mejor sera entrar por la misma salida que usaron para escapar, si no los han echado mucho en falta sera por que no tienen vigilado ese túnel. Cuando menciona las hierbas y los venenos le miro con curiosidad, ¿conocéis los poderes de las plantas y sus aplicaciones?

Mis pasos son cortos y agradezco que reduzca el ritmo mientras nos dejamos alcanzar por el resto del grupo. Además, así todos manejaremos la misma información que seguro nos será muy útil.
Escucho atentamente al wose... Qué sabe el sobre los peligros que nos acechan y sobre todo, por qué necesitaremos los venenos y plantas curativas?Tendrá razón la elfa y el túnel será una entrada accesible a la fortaleza?
Supongo que el rey nos lo explicaría durante la cena o por lo menos eso quería creer.

Resultaban curiosos estos elfos. En un momento dado uno podría asegurar que estan en otro lugar, perdidos en sus propios pensamientos y recuerdos y, al instante siguiente, su intensa voluntad se posa sobre uno preguntando hasta por el mínimo detalle. ¿Seran todos igual?

-Si, conozco las hierbas. Como guardabosques me resulta muy útil a la hora de tratar las lesiones de mis compañeros y para la caza. ¿Tu tambien te dedicas a la herboristeria?.

Observo la reacción de la elfa, esperando una respuesta y abarco con la mirada al resto del grupo. La verdad es que al menos es variopinto. Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro.

-Al menos parece que estaremos protegidos. Mirando al enano y al humano. ¿Cual es su profesión?¿Es acaso una de las famosas brujas elfas de las que tanto se habla?

- Si no estubieran convencidos de que podemos entrar con relativa facilidad no creo que esta empresa si quiera fuera planteada, la puerta principal de Gundabad es inaccesible, salvo que nos atrapen como esclavos, en cuyo caso no querremos entrar.- Las palabras del wose sonaban guturales y fuertes, claramente poco acostumbrado a hablar el oestron y menos con otras gentes.

- Achaco vuestra falta de tacto a la falta de convivencia con otras razas Or_Dîn, una palabra más adecuada sería animista, o incluso curandera, palabra que sin duda debeis conocer.- No quería pensar que el montaraz hablaba maliciosamente, pues sería un nuevo traspies a la hora de que formaran un buen grupo.

Una risilla escapa de mis labios al oír mencionar a las "brujas elfas", me temo que voy a decepcionarle, no soy una bruja...he pasado la mayor parte de mi vida entre la naturaleza y sus elementos, pero nunca he sabido controlar su esencia, me gusta verla danzar en libertad sentirla, soy una exploradora.

Daeros tenia razón sobre la puerta, no me quería ni imaginar como terminaríamos si caemos en sus manos, los demás estarían una vida siendo esclavos yo...una eternidad...esa es la diferencia entre ellos y yo la fugacidad de las cosas... me abstraía en mis pensamientos mientras esperaba que mis pasos me llevasen al jardín.

- Eryn Vorn, cerca, al norte se encontraba la ciudad donde vivían mis antepasados, pero de eso hace mucho tiempo ya.- Acepto el presente y miro la flor que me ha entregado.-¿cómo decís que se llama?, quizás la conozcamos por otro nombre, de todas formas no es mi fuerte la herboristería.

Los pasos nos llevaron de nuevo al bosque, fuera de las cavernas de los elfos, ante nostros se desplegaba un paisaje exuberante de gran belleza.- Es increible, muy distinto de la zona sur, aquí hay luminosidad y tranquilidad.

Devolví la sonrisa que Annwn tan amigablemente me brindaba. Realmente será agradable compartir con ella el camino y sus secretos.
El wose mostraba tener conocimientos sobre las plantas y las flores, por lo menos eso parecía. Vaya, esperemos que entre tanto explorador y protector de bosques no tengamos ningún problema en encontrar lo que buscamos.
La charla era animada mientras los pasos nos guiaban por los senderos del bosque.
Grrrr... Mi estómago me está llamando....Pensaré en los árboles y engañaré a ese traidor hasta la hora de la cena.

Atiendo al dúnadan mientras caminamos por los jardines, son hermosos. Me sorprende que conozca la zona de la que provengo, es remota e interesa a pocas gentes. Eso le situa en la posición de alguien que conoce los viejos tiempo. Los antiguos pactos y promesas. Me gusta.

-La llamamos Oliosse. Siento no conocer su nombre en otro idioma, pero no soy muy hábil con las lenguas. Mirando a Awnn mientras hablo con Daeros. -Por cierto gracias por corregirme el término. En ocasiones no encuentro la palabra adecuada en común.

No debe preocuparse ni disculparse no me ha ofendido en absoluto, es mas me gustaría mucho poder enseñarle algo de esa brujería que dice pero mucho me temo que no podré hacer nada al respecto. Sigo paseando y cuando les tiende las flores regreso a su lado, son hermosas, pero seguro que guardan mas secretos de lo que aparentan esos tímidos pétalos. En la sencillez y la naturalidad se encuentran a veces las armas mas cortantes.

La luminosidad que siente es toda parte de los valar, ellos nos brindan su protección en estas tierras, siéntase tranquilo, respire su calma...

Era cierto lo que la elfa decía, parecía que allí los valar guardaban de sus hijos, sin embargo de donde el provenía no era así, de modo que no consiguió relajarse como le hubiera gustado.

- Es cierto que es un lugar maravilloso, pero no olvidemos porqué hemos sido llamados aquí, de otro modo nunca habriamos entrado en este reino.- Manteniendo un paso calmado pero firme continuo observando el paisaje que me rodea.Hablemos de la misión, está claro que en el grupo la mayoría son gente que sabe moverse con sigilo, un par de guerreros y el otro elfo, Imdariel, que no sé a que se dedica. La entrada tendrá que ser por el lugar de la fuga, lo que me preocupa es como nos moveremos una vez dentro, maese Brock tendrá el honor de guiarnos, pero me refiero a pasar desapercibidos, no podremos permitirnos el lujo de ser descubiertos antes de dar con la resistencia.

Sin daros cuenta, debido a vuestra animada conversación, notais como la luz del día ha ido disminuyendo, hasta llegar a ser una penumbra dentro del bosque.

Emito un sonoro bostezo llamando la atención del grupo.

- Esta cayendo el sol, ¿no creéis que deberíamos volver?

La cara del enano es de completo aburrimiento. Lugares y más lugares, pero poca acción

- Estoy deseando empezar esta aventura. Gundabad...

El bostezo del enano hace que una risilla escape de entre mis labios, apoyo los dedos suavemente en mis labios para acallar el sonido que corta la tranquilidad de los jardines. Con el sol, los colores de los arboles cambian a nuestro al rededor, la danza del verde el negro y los ocres comienza a desarrollarse de forma inesperada y veloz, tiene razón, si no queremos hacer esperar a nuestro anfitrión deberíamos volver.

Espero un poco para ver si los demás piensan que es el momento adecuado para regresar mientras intento beber con los ojos todos los detalles del jardín para grabarlos en mi mente y mis recuerdos, si todo sale bien podre estar aquí de nuevo respirando esta frescura y esta vida.

El bosque comenzó a tornarse oscuro, el astro había descendido sin que apenas dieramos cuenta de ello mientras hablabamos, fue el sonoro bostezo del enano y sus palabras las que me recordarón que debíamos volver para el banquete.

- Teneís razón debemos volver, así podremos conocer más detalles sobre nuestra misión.

Me detengo al lado de Annwn y la ofreco mi brazo para regresar.

Daeros avanza unos pasos hasta situarse a mi lado, me ofrece su brazo en un gesto gentil para acompañarme en el camino. Al principio me sorprendo un poco, pero acepto su brazo con una sonrisa mientras me fijo en el tono grisáceo de sus ojos. Mis ojos siempre lucen grisáceos como la espuma del mar en un día de tormenta, cambiantes como las mareas, los suyos parece que captan las sombras y contrastes del bosque reflejandolos como el hielo.

Soy consciente de que llevo un tiempo que podría considerarse descortés mirando con profundidad sus ojos, así que desvío la mirada hacia el suelo mientras un leve rubor incontrolado cubre mis pómulos. ¿Que esperáis encontrar cuando nos adentremos por la garganta de piedra? al principio mis palabras suenan demasiado bajo, pero después intento que el tono sea lo mas natural posible. Vuelvo el rostro hacia mi acompañante de nuevo e intento no clavarle mis ojos como antes sino simplemente atender a sus palabras.

Mis ojos refulgen con la caída de la luz solarcon el característico tono de mi raza ligeramente rojizos. Con una paqueña sonrisa mi mirada se posa en el humano y la elfa, parece que seran buenos compañeros, no son de ira facil y tratan de entender antes de actuar. Mientras mis pasos me llevan a caminar junto al enano, que expresa su deseo de volver.

-Efectivamente Brock, pienso que deberiamos regresar para el banquete. A ver que sorpresas nos esperan ahora en las estancias de nuestros anfitriones. Tras reocrrer un pequeño trecho me dirijo de nuevo a mi acompañante.- He oido hablar mucho de los licores de su pueblo. Espero poder compartir una buena jarra en un futuro. Tras esta aventura por supuesto. Así tal vez pueda llevar yo tambien algo de nuestra propia cosecha.

Por un instante creo apreciar que la dama élfica se quedá fija en mis ojos, sin embargo el momento es tan rápido que con una sonrisa desecho el pensamiento, aunque el color de sus ojos me sorprende al ser grises como los mismo, aunque de tono distinto.

La pregunta me sorprende.- Sinceramente no me he parado a pensarlo, pero imagino que un lugar frio, oscuro y maloliente, al menos donde están los orcos así será. - Mantengo mi sonrisa, mientras continuo la vuelta.- Pero no tengais mis palabras en cuenta, nuestro compañero Brok seguro que conoce más del interior y nos podrá describir sus estancias. Lo único que espero encontrar son esos rebeldes y cumplir la misión, pocos hombres reciben la oportunidad de semejantes hazañas.

Una sonrisa acompaña mi gesto mientras escucho con interés a Daeros, pero no puedo evitar que mientras mi mirada vague por las escenas y paisajes que vamos descubriendo con nuestros pasos. Cuando menciona la palabra hazañas centro de nuevo la mirada en su rostro.

Supongo que debido a la brevedad de vuestra existencia como individuos las hazañas son la forma de manteneros inmortal. En ese caso ayudaré a que vuestra hazaña sea cantada muchos siglos después, si somos capaces de resolver la misión que nos han encomendado, dudo un poco antes de continuar porque no estoy muy segura de si es un comentario poco apropiado yo seguiré aquí para hablar de todos y de vuestras hazañas. Para suavizar lo erróneo de mis palabras mi mano libre en su brazo en un gesto de amistad.

No debería haber comentado lo de la brevedad de sus existencias, unas vidas tan cortas y mis palabras recordandoles lo efímeros que son. Debo contener mas mis pensamientos.

No pude evitar sonreir ante las palabras de Annwn y su incomodidad por lo dicho.- No os preocupeis, no habeís faltado a la verdad ni herido mis sentimientos con vuestras palabras.

Continué caminando con la mano de la dama élfica sobre mi brazo sin perder la sonrisa.- Aunque he comentado que será una hazaña digna de ser contada muchos años, mis gentes necesitan de algo más que palabras.- Mi rostro se tornó algo más serio antes de seguir hablando.- Tengo la esperanza, o al menos mi padre la tiene de que podamos volver a forjar una alianza con vosotros.

Las palabras de mi padre a mi partida volvieron a mis oidos.- Son tiempos oscuros y difíciles, para todas las razas que habitamos la tierra media, debemos recuperar las viejas alianzas, tus hermanos van camino de Minas Tirith, tu responderás a esta invitación en los reinos de Thranduil. En ese instante sentí vergüenza por mis dudas, por mi rabía al haber sido apartado sin aparente causa del viaje de mis hermanos, las palabras de padre resultaron como una golpe de agua, dejándome sin aire y sin palabras.