Partida Rol por web

En grupo, como una manada, os dirigisteis hacia el bosque. Heidrun y Sigurd fueron requeridos para otras cuestiones en la aldea, por lo que vuestro grupo de ocho pasaba a ser de solo seis. La duda acerca de si era mejor dividirse y cubrir más terreno, o seguir juntos para enfrentar los peligros de los encantados bosques del norte.

Siggy miró a su alrededor.

- Aparte de Jakob, ¿alguien más aquí sabe manejar el arco?, dijo sin muchas esperanzas.

Ella misma, a pesar de contar con un arco de caza, poseía apenas unas nociones básicas y no estaba muy segura de hasta que punto podría aportar a la caza o si simplemente sería un estorbo, pero el bienestar de la aldea dependía ahora de su éxito en esta misión y ella haría lo que estuviera en su mano para conseguirlo.

- Mi opinión es que deberíamos permanecer juntos hasta encontrar una zona de caza, armar un campamento que nos sirva punto de encuentro y dividirnos en grupos más pequeños para no espantar a los animales, miró nuevamente a su alrededor, intentando leer en las caras del resto, - Eso es lo que yo pienso, pero me gustaría conocer vuestra opinión, sobre todo la tuya Jakob, sin la rubia engreída eres el que tiene más experiencia cazando...

            - ¡Muchas felicidades por ese buen tiro Jacob!  Así como la especialidad de cada uno de los otros, si acaso creo que te podría ofrecer un poco de ayuda a ti Aslak o alguien más que le interese que le bendiga con el don de los dioses su arma o escudo favoritos para ayudarles antes de partir! -     Dice Brunhilda a los chicos tras terminar su primer entrenamiento con la intención de ofrecerles invocar alguna runa en alguna de sus armas o escudo si le daba tiempo antes de la cacería del día siguiente, como pensaba hacerlo con su par de hachas para lanzar 

            - Aunque lamento no poder contar con el valioso aporte de Heidrun cazando me alegra saber que contamos con un buen tirador en el grupo, creo que puedo tratar de lanzar algunas hachas a cierta distancia antes de cargar contra una presa herida -     Dicho lo anterior Brunhilda mientras que desenfunda de su cinto o pernera dos hachas más pequeñas que la grande que lleva ajustada a la espalda con el escudo y se prepara para lanzar una de ellas ya bendecida con una runa mágica

- Si queremos cazar algo (y no ser cazados) lo primero que debemos hacer es ser silenciosos. Cuando entremos en este bosque iremos en fila y en silencio. Si alguien ve alguna presa, silbad. - Todos sabéis silvar?

Uno a uno, Jakob miró a sus 5 compañeros de viaje....

- Yo iré el primero y a unos 10 metros del resto. Si veis que levanto el brazo derecho y cierro el puño nos paramos. Quietos como estatuas. Eso significa que he avistado una pieza. Entendido?

- Dicho esto, sólo nos queda ponernos en manos de Skadi y adentrarnos en su mundo....

Allá vamos...

La joven aprendiz de völva no sabía muy bien lo que hacía en aquella partida de caza, salvo que alguien necesitara sus conocimientos de sanación. No le pasó desapercibido el comentario con sabor a hiel de su prima, a lo que Róta negó con la cabeza y resopló.

Se mantuvo un poco en la retaguardia, no siendo versada en las artes de la caza. Ese no era su papel, ¿en qué estaría pensando el viejo Jorlson al incluirla? Habría sido mejor para ella quedarse con Heidrun y Sigurd.

Miró a Aslak —Dicen que la música amansa a las fieras— dijo, como quién no quiere la cosa, antes de tantear su saquito con huesos, sin saber si sería o no un buen momento de intentar realizar un presagio sobre el futuro de la cacería.

El día anterior Erik agradecio y rechazo el ofrecimiento de la herrera, Ya me encargo yo de mis niñas, pero igualmente gracias, cuando haga falta sacarles filo te visitare sin lugar a dudas, fueron las palabras que dio como respuesta.

Paso la noche intranquilo, no se veia del todo en aquella batida de caza, pero era lo que el pueblo necesitaba así que daria lo mejor de si, se desperto temprano y si bien esta vez no fue el primero en llegar tampoco fue el último.

Una ves llegaron todos y se comenzo a hablar de como se avanzaria escucho a Jakob, si bien su plan no era del todo malo, no le parecia lo suficientemente eficiente, entonces recordo una historia que le conto su padre hace ya varios años.

Jakob entiendo tu propuesta, pero me parece que los demas estariamos solo perdiendo el tiempo, que te parece si en lugar de parecer una familia de patitos que siguen a su madre en una fila, nos comportamos un poco mas como lobos y si vemos una presa que sabemos no podemos cazar, en lugar de ser silenciosos y tratar de atraparlas hacemos toda la bulal que podamos pero con la intencíon de dirigirla hacia donde tu estes y entonces puedas ya encargarte de darle caza, seriamos 5 sabuesos y un cazador, que al final solo hay un cazador aqui ya que algun inteligente decidio utilizar a la rubia engreida y mejor cazadora de nuestra generación para algo mas importante que cazar.

Aquel último comentario iba cargado de un fuerte tono sarcastico aunque la mirada del carpintero estaba centrada totalmente en Jakob, su intención no era buscar pleito ni agriar el ambiente, pero tras lo sucedido hace dos noches y el reciente comentario su ment simplement no lo dejo pasar.

- Erik, espero que no te ofendan mis palabras, pero precisamente eso es lo que somos : patitos. Incluso yo, que tengo algo de conocimientos de caza, soy un aprendiz. No olvidaros que en estos bosques no sólo hay animales. También hay proscritos. No me gustaría que nos tendieran una emboscada por andar en grupitos de 2 ó de 3.

- La idea de los sabuesos y el cazador tampoco lo veo. La mejor arma que tenemos contra una presa es volvernos invisibles. Que no noten nuestra presencia. Eso nos hace tener ventaja. En cambio, si la presa sabe de nuestra presencia, sus movimientos son erráticos, impredecibles y, por lo tanto, tenemos muchas menos posibilidades de dar en el blanco.

- Erik, te agradezco sinceramente tus palabras, pero yo por lo menos no estoy dispuesto a seguirlas. Si alguien decide hacerlo, por supuesto es libre de hacerlo. Ni yo soy el Jarl, ni quiero imponer mis reglas. Sólo estoy aquí para ayudar al pueblo en lo que mejor se me da, que es andar por los bosques...

- Lo primero que tenemos que hacer es encontrar un claro dentro del bosque para usarlo de campamento base. Desde ahí podemos hacer incursiones teniendo en cuenta los puntos cardinales para no perdernos. A lo mejor, con un poco de suerte, encontramos un par de ciervos y podemos ofrecer algo de cenar a nuestra gente...

Dicho esto, Jakob preparó una flecha en su arco y comenzó el sendero sinuoso que, un poco más adelante, se internaba en el bosque...

Siggy asintió a las palabras de Jakob, si se separaban y se encontraban con algún peligro de los muchos que había en los bosques tendrían menos posibilidades de sobrevivir. Además, el cazador se había mostrado de acuerdo en la necesidad de encontrar un lugar en el que poder hacer un campamento de caza y que fuera el punto desde el que realizar las incursiones.

- Así es Erik, mejor escuchar a quien sabe de esto, hagamos lo que Jakob nos pide y caminemos en fila y en silencio, una vez que hayamos establecido el campamento ni siquiera es necesario que todos participen de las incursiones, si no se sienten preparados, hay otras tareas que pueden hacerse como preparar las piezas cazadas para que no se echen a perder o buscar raíces y bayas que también nos sirvan para alimentarnos si no tenemos suerte con la caza.

Esto último lo dijo mirando a su prima Röta que no parecía nada confortable con la situación, sin embargo, Siggy estaba contenta de que estuviera con ellos, de alguna manera la aprendiz de völva podría atraer el favor de los dioses para que tuvieran éxito en su caza. El sustento de la aldea dependía ahora de ellos.

Dicho esto se puso a andar detrás del cazador intentando mantener las directrices que este les había indicado.

Aslak no tenía nada claro que hacía allí, ni siquiera podía manejar un arco. Pero le habían indicado que acompañara al resto y trataría, al menos, de no ser un estorbo. Ante la pregunta de alguien sabía manejar un arco, Aslak negó ligeramente con la cabeza. - Si lo intento, lo más probable es que acabe perdiendo la flecha o disparándoos a alguno de vosotros por error...

Aunque tenía un aura en general de inquieta desazón, completamente alejado de su medio, el comentario de Róta le hizo sonreir. - Eso dicen... y tengo algunos trucos que podrían ser útiles. - Dijo jovial, dedicándole la sonrisa, no sabía si ella lo había hecho apropósito pero le había animado dándole una idea. 

Tras escuchar las opiniones de Erik y Jakob, Aslak también se posicionó a favor del cazador, tenía bastante claro que en esa situación era el líder más claro al que seguir. - Yo también prefiero el plan de Jakob, también creo que deberíamos seguirle en esta situación al ser el más experimentado. Creo que es mejor ser prudente y si la situación más adelante es propicia o cuando ya demos con la presa podemos barajar el separarnos para rodearla. - dio un paso adelante, alzando el mentón tratando de tener una pose solemne. - Y aunque no pueda sujetar un arma prefiero acompañaros, puedo jugar con los sentidos tanto de bestias como humanos, podría ser útil. - y terminó volviendo a su amplia sonrisa habitual. - Además, alguien tendrá que narrar con la epicidad necesaria nuestra aventura.

Una vez se pusieron en camino Aslak se esforzó por seguirlos tratando de ser lo más sigiloso posible, no podría perdonarse llegar a resultar un estorbo.

         - !Sin lugar a dudas mi padre estaría total mente de acuerdo con Erik y se burlaría del consejo de Jakob!     Pero ni yo soy mi padre, ni nosotros somos todavía una manada de lobos, es más creo que ni siquiera somos todavía una parvada de patos que con una formación disciplinada logran viajar juntos hacia el sur en invierno todos los años, pero si nos esforzamos y aprendemos a complementar nuestras diferencias tal vez logremos sobrevivir y contribuir a que nuestro pueblo sobreviva el invierno y ojalá más adelante la mayoría, ¡si no es que todos formemos la manada que bien propone Erik y que a mi padre enorgullecería! -    Responde la chica pelirroja con convicción, pero sabedora que la discreción y la elocuencia no era ni por mucho sus mejores características, sin embargo, trataría de cubrir la retaguardia del grupo en el avance por el bosque cercano para cazar, con la esperanza de que su falta de agilidad y discreción no afectaran a los demás, pero si las cosas cambiaran intercambiaría su posición para tratar de cubrir a sus compañeros de cacería, no sin antes pintarse y pintar en el rostro de quien lo permitiera runas místicas para dar valor e intimidar con quien se cruzaran

Róta sostuvo la mirada de Aslak, ladeando ligeramente la cabeza con curiosidad, antes de arrodillarse mientras el resto se debatía en lo que hacer. Sacó la pequeña bolsa de cuero y la sostuvo en sus manos mientras cerraba los ojos.

Sal din hug og lat den ri og renna, med blinde augo vil du vegen finna
Djupt du dreg anden inn, let tankar svinna
Langsamt slepp anden fri, i vinden rida

Entonces lanzó los huesos sobre la tierra y añadió:

Blod spindel, tvinn i tankar, kverv i syn
Seidsongen, lint den lokkar hug or ham...

Fram gjøno døri, gjøno kongro-sløri

La joven aprendiz abrió los ojos y leyó los huesos, buscando en ellos una respuesta neutra que pudiera avanzarles lo que les depararía aquella cacería.

Erik escucho a todos con atención, mirandolos con calma, excepto a Siggy quien en su opinión seguia pretendiendo indicar quien sabe o no de algo, finalmente levanto sus manos, cuada una portaando una pequeña hacha, a la altura de sus orejas en gesto de rendición...

Vale vale que solo era una idea, no es que me agrade mucho aquello de ser llamado pato, pero si la mayoria vota por esa idea tan... precavida que asi sea, tampoco hace falta ir a la yugular... dijo el joven carpintero no muy convencido, ciertamente no era un experto cazador, pero tampoco era la primera ves que se adentraba en aquellos bosques, aunque siempre habia sido en compañia de su padre y algún otro adulto.

Bajo finalmente sus manos, dejando las hachas en ellas listas para ser utilizadas, se agacho y preparo para inicar el camino tratando de ubicarse entre los últimos si no el último, independientemente de donde quedara si por casualidad lograba divisar una presa que se le ubiese escapado al ojo de Jakob, haria una pequeña señal a quien tuviera mas cerca e iria tras esa presa, fuera un conejo o un ciervo, le daba igual, en su opinión faltaba arrojo en el grupo tal como lo habian dicho ya eran parte del pueblo, no los niños que se dedicaban a jugar, habia llegado la hora de salir del cascaron y jugarsela, actuando sobre seguro no avanzarian al paso que el pueblo necesitaba.

Al abrir los ojos enfocaste los pequeños huesos esparcidos por la tierra. La forma, disposición y alineación te concedía la oportunidad de vislumbrar ciertas hebras del futuro inmediato.

La información que las nornas te proporcionaban incluían una prueba poco usual, una montaña y el destino de un guerrero.

Un par de huesos formaban a Dagaz, la runa de la luz, el sol y el calor del día. 

Róta parecía ajena a la discusión, tampoco se dio prisa en adoptar una postura sigilosa, centrada en ver lo que las Nornas podrían decirles sobre su futuro próximo.

—Dagaz... quizá el mediodía, momento con más luz donde Sól brilla con mayor intensidad— susurró. Luego alzó la mirada hacia el cielo, buscando los rayos de la diosa antes de volver a mirar los huesos —. Nuestra prueba será inusual, parece. También veo una montaña y... el destino de un guerrero— a su entender eso la excluía.

La joven recogió los huesos y los guardó cuidadosamente en su bolsita, antes de atarla a su cinto y mirar al resto, ya más centrados en la caza. No dijo nada más, esperando a seguir al grupo, ahora sí, en sigilo.

Tras los augurios de Róta os poneis en marcha. Jakob va en cabeza, unos cuantos metros por delante, observando el suelo, árboles y rocas en busca de algún rastro o pista decente.
El resto lo seguiais con mas o menos éxito. Róta iba callada, en silencio sin pisar ramas caídas que pudieran hacer ruido y espantar alguna presa. Aslak seguía a Róta inusualmente en silencio. Al principio agradeciais que no abriera la boca, pero un rato después hasta se hacía raro ver al skald tan callado y silencioso.
Algo mas atrás iban Siggy, Erik y Brunhilda, hablando acerca de armas y cómo obtener el mejor acero, de las técnicas que habiais practicado esa mañana con Jorlson, o de los excelentes árboles con los que sacar maderas para fabricar barcos con los que os cruzabais por el camino. 
Por fin, tras varias horas de caminar por senderos, brezales y rocas, Jakob os hace una señal. Ha divisado una presa.

        - !Trataré de rodearlos amigos!    Recomiendo que excepto Jacob todos hagamos lo mismo -     Susurra Brunhilda al resto del grupo cuando ven a la distancia a los venados y hace una seña antes de avanzar con sumo sigilo pero no de manera directa hacia los animales, si no en una trayectoria espiral para tratar de rolear mientras que se aproxima a los animales para cortarles un posible escape cuesta arriba, pero tratando de no acercarse a los animales hasta alcanzar el punto desde don piensa cubrir su posible escapes.

           Si y solo si al intentar acercarse con sigilo Brunhilda  hace mucho ruido y los animales la escuchan, entonces de inmediato la vikinga pelirroja corre directa hacia ellos con un ataque vehemente de fuerza berserker y lanza un par de hachas que ya lleva en las manos contra el venado que tenga más cerca, sin perder tiempo en lamentarse por su falla de sigilo y después de lanzar las hachas pequeñas toma el hacha de batalla sin detener su carrera contra los animales para poder cargar contra ellos con dicha arma si había oportunidad alguna

Róta se movía silenciosamente, acostumbrada a desplazarse por aquellos terrenos sola o con su madre, como si respetara cada palmo de la naturaleza y los espíritus que la poblaban.

Le sorprendió que Aslak pudiera moverse con tanta soltura y sin apenas hacer ruido, mientras que los que cerraban la marcha conversaban entre sí. Se guardó sus impresiones, al menos hasta que Jakob hizo señas para que se detuvieran. La völva aguardó, intentando ver lo que había captado el arquero... cuando la herrera alzó la voz exclamando y salió corriendo hacha en mano hacia los venados. Róta abrió mucho los ojos al ver la escena —¿Qué haces?— preguntó en un susurro, terminando por llevarse la palma a la frente y negando con desaprobación la actitud de Brunhilda.

Si pretendían cazar algo, todo el factor sorpresa se había ido al traste, y no hacía falta ser tan hábil en ese arte como Heidrun para verlo.