Partida Rol por web

Saito se rió gentilmente

- Son gente valiente, dignos hijos de sus padres. Un poco peculiares, especialmente el egipcio, pero eso es bueno. Incluso los dioses no debemos olvidar que una parte de nosotros es humana; es lo que nos diferencia de los titanes.

La joven sonrió ante las sabias palabras de su padre. Cierto, pero podría ser que fueran dignos también de unirse a nuestra casa? preguntó tímidamente. Bueno... sólo me interesa uno realmente. susurró aunque sabía que su padre la habría escuchado.

La sonrisa no desapareció

- No son de sangre Amatsukami, por lo que no tendrían cabida en nuestra corte como iguales, pero nada impide a los héroes de diferentes Panteones colaborar juntos y establecer lazos. Eso si, debes saber que a medida que esta guerra avance, es posible que os veáis separados; cada uno tendría diferentes misiones que cumplir para sus respectivos Panteones

- ¿Qué tipo de lazos podrían establecerse? dijo turbada todavía, no estaba segura si su padre entendía lo que estaba intentando decirle, pero agradecía que fuera paciente y dejara abierta todas las posibilidades.

- Lo sé, sé que tenemos misiones mucho más importantes, no le importaba estar separada, para ella lo importante era realizar bien la misión y que su padre estuviese orgulloso de ella, pero tal vez después, o entre varias misiones...

- Cualquiera. Amigos, compañeros de armas, enemigos... amantes -arqueó una ceja ligeramente- Pero sea cual sea ese vínculo, tienes que ser consciente de una cosa: los que tenemos sangre divina establecemos vínculos que quedan grabados en el propio Destino. Tanto si es un mortal, un héroe, un dios o un sirviente de los Titanes, el vínculo que establezcas con esa persona atará vuestros destinos. Lo que a ti te ocurra afectará a la otra persona y viceversa, e incluso aunque esteis separados por todo un océano, el Destino hará que os encontréis de nuevo si el lazo es fuerte. Pero eso implica también que si uno cae, puede arrastrar al otro. Lee cualquier obra que relate las hazañas de héroes de la antigüedad; en todas verás que la gente que rodea al protagonista se ve envuelta también en su destino, y a menudo con consecuencias trágicas.

Las sabias palabras de su padre la hicieron meditar, asintió con la cabeza y aunque no borró la sonrisa de su rostro, su corazón se apretó tristemente.

- Gracias padre, meditaré profundamente sobre tus sabias palabras. no supo qué más añadir. Se quedó pensativa mirando la taza de te.

- De hecho vuestros destinos ya están unidos; el como se desarrolle ese vínculo depende ahora de vosotros

Dai sonrió de nuevo y volvió a sonrojarse: Jum... es cierto. Siempre es un honor escuchar tus sabias palabras. Gracias. Esperaré que el destino me indique si nuestro vínculo ha de hacerse más fuerte.

Saito asintió complacido

- Bien, si necesitas algo más...

- Padre, ¿hay algo más que pueda serme útil sobre la mujer que debo proteger? preguntó tímidamente tratando de no irritar a su progenitor.

- Si quieres encontrarla, se encuentra alojada en una suite del Wynn. Después de lo que le ocurrió en el teatro le han dado una semana de alojamiento gratis. Recuerda que ella no conoce la auténtica identidad de su padre, y seguramente no te creería si le comentases algo.

- Lo comprendo, me presentaré ante ella como su protectora privada, ya que el Teatro y la policía se han puesto en contacto conmigo para protegerla, y puesto que estaba presente, aceptaré el trabajo sin cobrarle. indicó a su padre.

- Me parece correcto. Tu disposición a hacer lo correcto hace que me sienta orgulloso de ti, hija mia. Ahora ve con mis bendiciones

Aquellas palabras la llenaron de gozo, su sonrisa lo manifestó al instante. Honrar a su padre era lo más importante de su vida y solo vivía para ello.

Agachó la cabeza para recibir sus bendiciones, y cerró los ojos en señal de profundo respeto.

No deseaba marcharse tan pronto, pero sabía que su padre sin duda tendría cosas más importantes que hacer y era un honor que hubiera encontrado un momento para ella. No debía abusar.

- Con vuestro permiso, iré a descansar para mañana ir en busca de la joven y presentarle mis servicios. con una reverencia profunda y sentida, se levantó y sonrió a su padre.