-Sólo venimos a hablar con usted, Valeria, imagino que ya sabrá sobre qué.-le informo.-Ya sabe; siendo la principal implicada en lo ocurrido en el hotel...-trato de decir esto con el mayor cuidado posible, tanto por no atropellarme y que se vea que he bebido como por el tema del tacto.-Necesitamos toda la información posible para poder resolver este desagradable asunto.
- No sé que decirles. Aún no entiendo muy bien que ha ocurrido
Detecto cierto acento italiano. Asi que Valeria Fabrizzio es italiana. Dudaba entre italiana y aborigen polinesia.- pensó.
Sólo queremos saber un par de preguntas. ¿Cómo contactaron con usted los de grupo de teatro para que fingiera ser sacrificada?
Valeria hace un mohín
- Nadie entró en contacto conmigo. Me cogieron de entre el público, y yo pensaba que era parte de la obra y accedí a subir al escenario
Dai miró hacia donde había mirado el joven rubio, pero no vio nada, de hecho ya le había parecido extraña la aparición anterior, pero ella solía fiarse más de lo que podía entender y no de apariciones o ilusiones.
Dai le miró algo molesta. Creo que podrías explicarnos ¿por qué tenemos que ir al Norte de la ciudad? ¿y a dónde?
Bueno, debo decir que ya me esperaba que hubiera sido así. Lo contrario hubiera sido demasiado obvio para ellos; me da que nos estamos topando con, por el momento, un evento random.
-¿Tiene usted algún enemigo, Valeria? ¿Alguien que le quisiera mal por algún motivo?-le pregunto ahora yo.
- No. Bueno, yo no... Pero... -parece dubitativa
¿Pero qué?- preguntó con voz tranquilizadora. ¿Quién querría hacer daño a alguien como usted?
- Bueno, mi padre es un pez gordo; dirige una compañía eléctrica en Italia, y se ha ganado enemigos en el mundo de los negocios. Y como a él no hay forma de localizarlo, la toman conmigo. Ya han intentado chantajearme e incluso secuestrarme en una ocasión, pero esta es la primera vez que...
Se queda muda; no se ve capaz de seguir.
Podría ser una coincidencia, o tampoco podría serlo, pero qué iban a querer unos cultistas de un magnate italiano de la electricidad. Aunque si es por cuestión de caos, tener el control de una compañía eléctrica no es del todo mala idea.
-¿Quién es su padre, Valeria, y qué compañía dirige?-esto habrá que investigarlo, por supuesto.
Parece dudar unos instantes, pero finalmente os lo dice; total, seguramente lo acabaseis averiguando vosotras mismas
- Giacomo Fabrizzo; es el máximo responsable de Venecia Solar Energetics
Mira su reloj
- Si me disculpan, estoy cansada y todavía tengo que declarar en comisaria, así que por favor dejenme marcharme ya
Si queréis contactar con Marielle y Bernardette, ya podéis :p
Que se encargue el rubito carita guapa. XD
Erick suspiró. No es que no quisiera decirles donde ir. Es que tampoco podía explicarselo de forma sensata. Pero bueno. Todos allí eran hijos de dioses, supuestamente cosas más raras habrían visto.
No pregunteis cómo lo sé porque no puedo explicarlo. Pero tenemos que ir a unos 30 al norte de la ciudad. A una especie de desagüe en pleno desierto de Nevada. No sé más.
Es lo que tienen las visiones.
Como nadie parecia querer llamar a las otras chicas, Erick sacó su teléfono y llamó a Bernardette. Además así tendría alguna excusa para no contestar a las preguntas que seguramente le pensaban hacer.
-Claro, Valeria.-me aparto de entre ella y la puerta, esperando que Marielle haya apuntado el nombre de su padre y su compañía.-Muchas gracias por su colab...
Una llamada en el móvil me corta directamente, así que lo cojo enseguida. Es Erik, vaya, qué rápido.
-Dime, cielo.
Hola guapa. ¿Cómo lo llevais?
Nosotros hemos tenido algún contratiempo pero puede que hayamos dado con alguna pista.
<Valeria se marcha, a menos que Marielle quiera decirle algo>
-¿Si? Eso es bueno.-le respondo con un toque alegre; espero que tengan algo más sólido que mi pequeña especulación.-No sé qué decirte respecto a lo nuestro; hemos hablado con la chica, Valeria. ¿Quieres hablarlo con Marielle? Igual ella tiene alguna hipótesis más clara.
No te preocupes. Si ya habeis acabado venir de nuevo al Hall del hotel. Podremos comparar notas de camino al lugar que tenemos que ir.
Todavía nos queda un viajecito.