Partida Rol por web

El legado de las arenas: los vestigios del Señor Oscuro

LORENIS

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14/11/2017, 20:53

Hola Veronick. Abro esta escena para concretar cualquier aspecto de Lorenis que precises. Espero que te vayan gustando las ideas que te voy aportando. Las tuyas me encantan y se nota que estás muy bien documentada. Creo que vas a ser una aportación excepcional para la partida.

Responde a este hilo para confirmar que recibes bien los mensajes. Un saludo ^^.

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14/11/2017, 21:50
Veronick

Hola. ^^

Estoy exhausta. El calor casi me evapora xDDD

Ahora mismo estoy haciendo un boceto detallado sobre lo que me pediste. Entretanto, ¿podrías transcribir toda la información que quedó en los MPs a esta escena? Así queda todo junto y más ordenado.

Gracias, =)

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14/11/2017, 22:00

Me parece perfecto. Usa esta escena a tu gusto ^^

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15/11/2017, 06:41
Veronick

 

-.LÓRENIS.-

"Y tú, Melkor, verás que ningún tema puede tocarse que no tenga en mí su fuente más profunda, y que nadie puede alterar la música a mi pesar. Porque aquel que lo intente probará que es sólo mi instrumento para la creación de cosas más maravillosas todavía, que él no ha imaginado."

 

Era Lórenis una Ainu, una maia de menor jerarquía entre otros maiar, que servía a los fëanturi, Irmo y Námo. Llevaba mucho tiempo en las Tierras de Aquende, desde que los Hijos Menores de Ilúvatar despertaron en la tierra de Hildórien, bajo las nuevas luces de Endorë. Mucho tuvo que aprender desde entonces, por lenta experiencia, bajo nuevas encarnaduras y nuevos nombres; y aunque recordaba de dónde venía, el recuerdo de las Tierras Bendecidas era para ella una visión lejana por la que sentía una profunda nostalgia.

Así, soportando por libre albedrío las angustias del exilio y los engaños de la Sombra que acechaba en las Tierras de Aquende, podría poner remedio a algunos de muchos dolores de aquellos tiempos. Sujeta, como cualquiera de los Segundos Despertados, a los temores y los dolores y las fatigas de la tierra, vulnerable al hambre, la sed y la muerte; aunque a causa de su noble espíritu no moría, y sólo envejecía por los cuidados y los trabajos de los largos años. Muchas fueron sus vestiduras carnales a lo largo de las eras, elda mientras convivió con los Primeros Despertados, mujer entre los edain, espíritu entre las otras criaturas de Arda. Fueron muchas las veces que regresó a Aman para recuperarse de las fatigas y heridas del cuerpo y del espíritu por los innúmeros trabajos que los valar le confiaron.

Como enviada de los Ainur, tenía prohibido mostrarse con una forma majestuosa, o tratar de gobernar la voluntad de los hombres y de los elfos con despliegues manifiestos de poder. Con tal intención se le ordenó que, asumiendo una figura despojada de sus más notorios atributos de Ainu, orientara hacia el bien con el consejo y con la persuasión a los Hijos de Ilúvatar, e intentara unir en amor y comprensión a todos aquellos a los que los secuaces de Melkor tratarían de dominar y corromper. Que fuera un faro en la Oscuridad contra los fatuos cantos de hechicería, de ocultaciones y revelaciones, de falsedades y traiciones.

La sempiterna memoria de la maia recorrió el enorme tapiz que la Valië tejía incansablemente en las Estancias de Mandos desde el inicio de los trabajos de los Valar y sus recuerdos se detuvieron en un punto del inagotable entramado. Su larga memoria recogió cada detalle del fantástica trama de las eras, simples unos, maravillosos otros, y terribles algunos. Desde la lenta danza de las hierbas horadadas por el viento, los soberbios cipreses ceñidos de coronas verde azuladas, el silencioso vuelo de las grandes aves, el atroz y lejano bramido de bestias ignotas y terribles, el cálido aliento del desierto, el inextricable cortejo celeste, los eldar y los edain perdidos cuyos nombres nadie recordaría jamás, y no eludió guardar en lo más profundo de sus pensamientos un sitio para el dolor de todo lo que no es ni tiene lugar en los hechos. Porque todo, pequeño o grande, dulce o amargo, esplendoroso o temible era una hebra del gran tapiz que conformaba el pensamiento de Eru, y todo tenía un significado y una razón aunque ni siquiera los mismos ainur lo comprendieran.

Muy lentamente escrutó las hebras del recuerdo, los colores, las texturas y los trazos del entramado. Muchos cantos cantaron los elfos, y muchas historias narraron los edain de la Gran Batalla en la que cayó Morgoth y, con él, Thangorodrim; más aún es lo que se contó sobre como Beleriand quedó yerma y quebrantada; y como la tierra se abrió en una gran hendedura y como los ríos cambiaron su curso. Pero si todo se contara, la vida de un hombre no bastaría para escucharlo, ni la de los edain herederos de Eärendil el Bendito, cuyos años se contaban en centurias; pero ahora había de contar solamente lo que acaeció tiempo después, cuando la sombra de un nuevo pero conocido mal comenzó a extenderse sobre Endorë y sobre aquella otra tierra conocida como Númenórë.

Númenórë era por entonces una isla de trinos, plumas y aleteos, donde las aves que habitaban cerca del mar y nadaban o se zambullían en él eran incontables. Decían los marineros que, aun ciegos, sabrían que sus naves se acercaban a la isla a causa del gran clamor de las aves sobre sus perladas costas. Y tal era así que, cuando una nave aparecía en el horizonte, las aves marinas alzaban vuelo y revoloteaban en lo alto en señal de bienvenida a los aventureros que regresaban al hogar. Y en el Tierra de la Estrella, las aves eran también innumerables; unas de cuerpo escarlata, otras brillantes plumas azules, y las había del color del follaje de los árboles, del amarillo de los trigales o vestidas de negro como una noche sin estrellas y con un trino agudo con el que recibían las primeras luces del alba. Pero de todas, las más imponentes eran las grandes águilas consagradas a Manwë. Desde los días de Elros, había en la cúspide de la torre del palacio real en Armenelos un nido de águilas vivía de la generosidad de los soberanos y de su pueblo.

—Los Ojos de Manwë —susurró la maia.

Contemplaba Lórenis el majestuoso vuelo de aquellas criaturas mientras meditaba sobre los hechos acaecidos en las últimas centurias: sobre Vëantur, el marino que llevó su barca Entulessë a los Puertos Grises ayudado por los vientos de la primavera del sexcentésimo año de la Segunda Edad del Sol, y como así se tejió la primera hebra del destino de Númenórë, para bien o para mal. Y meditaba también sobre como aquel pueblo, bendecido entre los hombres por la gracia de los valar, se empeñaba en evitar el deterioro y demorar la fatiga de sus mortales huesos. Quizá por eso, al pie de la Montaña Sagrada, el Noirinan crecía en fastuosidad, y les echaba encima una sombra de miedo. Fue así que comenzaron a construir grandes casas para los muertos, mientras cultivaban el arte de preservar incorrupta la carne muerta de los hombres. Lentamente, fueron llenando la tierra de silentes sepulcros en los que la muerte se confundía con el sueño eterno. "Buscando la inmortalidad, y emular a los eldar." Sentimientos que menguaban la tranquila beatitud de Númenórë…

***

Nombre: Lórenis  (Iniðilamanaišal es su nombre en valarin)

Raza/Cultura: númeróneana (maia)

Profesión: ¿Sacerdotisa es una profesión? Bardo, en todo caso, como los fëanturi (o eso tengo entendido que son Irmo y Námo según el reglamento de ESDLA.) O maga.

Edad: 110 años aproximadamente (como maia su edad es inmensurable)

Estatura; 1,88 m.

Peso: 77 kgs.

Género: femenino (como maia es agénero ya que ha tenido muchas encarnaciones)

Complexión: media

Pelo: castaño

Ojos: azules

Aspecto físico: encarnada en una númenóreana. Es alta y delgada. Luce una larga cabellera ligeramente rizada que enmarca un rostro de rasgos agradables y delicados y unos cristalinos ojos azul claro, de mirada profunda. Su voz posee un matiz aterciopelado, casi como si hablara en susurros.

Rasgos únicos: como su nombre en valarin (lirio inmaculado), su piel no presenta mácula ni cicatriz alguna.

Carácter y personalidad: como maia, sirve fielmente a los designios de los fëanturi. Es paciente y tenaz, austera y reflexiva. También es generosa y siempre está preocupada por la felicidad de los eruhíni. Su alta y ligera forma y sus modales gentiles sugieren su paz interior, aunque un fuego secreto siempre brilla como una chispa en lo más profundo de su mirada.

Vestimenta y equipo básico: imagino que, como noble sacerdotisa númenóreana, dispone de una sólida posición económica y que estará preparada para los avatares de un largo e intrincado viaje. Pero qué lleva exactamente consigo es algo que me cuesta decidir. Solo tengo un objeto decidido: el Irmirë (del quenya, "Joya del Deseo"), una fina diadema de mithril adornada con una figura alada, la cual descansa sobre la frente de Lórenis. Esta diadema podría ser un objeto mágico relacionado con su misión. En este punto necesitaré tu ayuda.

Actitud frente a otras razas: es una maia que lleva muchísimo tiempo entre los eruhíni; ellos son la razón de su larga permanencia en Endorë. Los conoce, conoce sus fortalezas y debilidades, sabe de sus diferencias. Pero no los juzga, no es esa su misión. Solo ahonda en sus corazones y en sus mentes, busca algún rastro del Oscuro horadando el espíritu de los hijos de Eru.

***

Sobre los eruhíni y la intervención de los ainur:
Tanto eldar como edain son pensamientos de Eru cuya existencia remonta desde la Creación misma, de la Gran Música y de los primeros compases de Ëa. Los Ainur conocían tales hechos porque Eru se los dio a conocer en la Visión. Y fue Námo, cuya mirada abarcó más que la de cualquier otro Ainu, incluido Manwë, quien guardó en su infinita memoria los hechos acaecidos aún en el final de los tiempos cuando se cumpliría la profecía última, la Batalla Final…
La Batalla de las Batallas o Dagor Dagorath, según la lengua de los elfos de Endorë.
Esta última batalla aún no fue tejida en los tapices que cuelgan en los muros de los innúmeros salones de las Estancias de Mandos porque la Valië solo entreteje los hechos pretéritos, y no los venideros. Solo Eru los conoce; y Námo, en cuanto la gracia de Eru le concedió ese poder. Y es quizá por tal Poder que este Ainu, entre todos los Ainur, muy pocas veces respaldó la intervención de los valar en los asuntos de los eruhíni.
Mucho había meditado Iniðilamanaišal (tal era el nombre de la maia en la lengua de los Ainur) sobre esta cuestión. ¿Por qué el mayor de los fëanturi y uno de los más poderosos y sabios valar obraba así? Y fue en las palabras que el mismísimo Eru Ilúvatar le dijera a Melkor que la maia encontró alguna respuesta: "Y tú, Melkor, verás que ningún tema puede tocarse que no tenga en mí su fuente más profunda, y que nadie puede alterar la música a mi pesar. Porque aquel que lo intente probará que es sólo mi instrumento para la creación de cosas más maravillosas todavía, que él no ha imaginado."
La joven maia pensó que si ningún acto de los Ainur torcería jamás los designios de Eru, entonces, ni el más atroz suceso era otra cosa que un pequeño acorde de la Gran Canción. Y todo cuanto hicieran los valar, maiar, eldar, edain o gonnhirrim no era más que un compás de esa misma Canción. Y si el mismísimo Eru había establecido la inalterabilidad de la Música, ¿qué representaba una intromisión de los Ainur en los asuntos de los eruhíni? ¿Acaso no habían sido partícipes de la Canción?
La caída de Melkor era apenas un acorde disonante en el Gran Concierto de Ëa. Una consonancia lejana, una armonía que solo El Único abarcaba en su infinita y eterna sabiduría. Y, en armonía con la Canción, los Ainur obraban según su consonancia. Así, Ulmo era voluble e tempestuoso; Varda, etérea y luminosa; Yavanna, palpitante y mutable; Námo, inasible y misterioso...
¿Pero cuáles son los acordes de la maia en el Gran Concierto Estelar? ¿Cuáles los arcanos designios que El Único reservó para ella?

Sobre los eldalië:
"En las Edades de los Árboles, en aquel inabarcable crepúsculo, cuando los Primeros Despertados aún vagaban por Cuiviénen, el tiempo era algo inmensurable. Un espacio sin medida ni fondo donde los eldar crecieron en belleza, en fuerza y en entendimiento bajo las innúmeras estrellas que la Valië colocó en el piélago. Muy pronto, cada sensación se hizo emoción; y cada sentimiento, pensamiento. Y los pensamientos florecieron en apretados racimos y fueron raciocinio, reflexión, inteligencia, juicio, idea, concepto, plan, proyecto, propósito e intención; y exhalaron su perfume en forma de palabras, de canción, de hechos. Y brillaron como estrellas sobre la tierra…"
La maia jamás olvidó las palabras del fëantur cuando los Ainur condujeron a Melkor de regreso a Valinor, amarrado de pies y manos y con los ojos vedados a la luz; y fue llevado al Anillo del Juicio y lo encerraron en la fortaleza de Mandos, de donde nadie puede huir, ni vala, ni elda, ni adan. Vastas y poderosas estas estancias construidas en el oeste de la tierra de Aman.
Entonces una vez más los Valar se reunieron en consejo y quedaron divididos por las aguas de un proceloso debate. Porque algunos, y de ellos era Ulmo el principal, sostenían que los eldar tendrían que tener la libertad de andar como quisiesen por Endorë, y con la capacidad de que estaban dotados ordenar todas las tierras y curar sus propias heridas porque, tal como lo había dispuesto Eru, su hado estaba ligado a Arda y no a los Ainur. (Iniðilamanaišal intuía que el fëantur compartía ese mismo pensamiento.) Pero los otros valar temían que dejar abandonados a los eldar a los peligros del mundo en aquel engañoso crepúsculo estelar. Por último, los ainur decidieron convocar a los eldar a Valinor, para reunirse allí bajo la luz de los Árboles sempiternos.
Fue entonces cuando Námo quebró su largo silencio, y dijo:
—Y así ha sido juzgado.
Supo entonces la maia que, tal como lo anunciara Eru cuando Eä recién se formaba, que esta decisión sería la causa de las muchas lágrimas y los terribles daños que vinieron después. Pero, también, que sería el origen de las mayores maravillas y de las más grandes hazañas que los eruhíni cantarían por siempre hasta el Fin de las Eras.
Y así fue.
Entre los eldalië, los más sabios y orgullosos eran los noldor. En Aman, los noldor frecuentaban al vala Aulë, el Gran Hacedor. Y de entre todos ellos, fue Curufinwë, el primogénito de Finwë (al que su madre había dado en llamar Feänor y que por ese nombre sería conocido entre los eldar) el que brilló en las artes de labrar la piedra y moldear los metales. Había entre los noldor ideas y deseos compartidos con inquebrantable fervor. Una insaciable busqueda de conocimiento y de poder que, en algunos parecía un fuego que pretendía emular la misma luz de los Ainur. En más de una ocasión Iniðilamanaišal había confesado a otros maiar su inquietud sobre aquella cuestión, con estas y otras palabras parecidas:
—Quiera Eru que tanto fuego no incendie algún día al mismo firmamento —decía.
Porque, a diferencia de los contemplativos vanyar o de los serenos teleri, los noldor eran apasionados. Entre todos ellos, Feänor ardía con una llama tan poderosa que a nadie en Aman le había pasado desapercibida. Y, menos que a nadie, al vala Námo que en una de las pocas ocasiones que se dejaba ver por Lórien había dicho sobre Feänor: “Algunas estrellas se consumen en su propio fuego; otras, ni todas las aguas de Ulmo consiguen atemperar. Tal es su hado.” Entonces supo la joven maia que esas palabras encerraban un sino que mucho tiempo después les sería revelado. Y las guardó en sus pensamientos y en su corazón para nunca jamás olvidarlas...

Sobre los edain:
Cuando los Segundos Despertados abrieron los ojos en Hildórien desde el Oeste una nueva luz se alzó en el cielo, Anar, lo que provocaría que los pasos de los primeros hombres siempre estuvieran dirigidos en esa dirección, siguiendo el camino que les trazaba aquella luz. Desde entonces los pasos de la ainu siguieron aquel derrotero, efímero y, quizá por ello, precioso.
Los atani solo estaban un tiempo breve en el mundo y por tanto no estaban sujetos a él, como los eldar, que viven tanto como vive el mundo; en otras palabras, la muerte es la más grande expresión de la libertad que Ilúvatar les ofrendó para modelar y cambiar su propio destino. Por tanto, son los únicos eruhíni que pueden cambiar su propia historia cantada en La Gran Música de los Ainur durante la creación de Arda. Y su más preciado Don.
Debido a lo fugaz de sus existencias, la maia podía enmascarar con soltura su verdadera naturaleza. Porque, como breves eran las vidas de los edain, breves eran sus memorias.
Y así fue que la maia conocida en Aman como Iniðilamanaišal fue, por propio albedrío, mutando su fána inmarcesible de ainu en hröa mortal (...)

(En construcción)

Notas de juego

Estoy ampliando los pensamientos de Lórenis sobre los eruhíni y el hecho de que un Ainu intervenga en sus asuntos. Y sobre lo que piensa sobre los eldar, edain y gonnhirrim. También dedicaré un párrafo sobre los númenóreanos. 

Mañana lo finiquito. =)

PD: y quien dice mañana, dice pasado mañana u otro día... xDDD

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15/11/2017, 07:22
Veronick

 

DIJO ÎRPÂN...

-Me llaman Îrpân, mi señora. ¡No me miréis así! Sé de buena gana que significa “manco” y que no es mi verdadero nombre. Si, conservo mi mano, no se me “cayó” en el vientre de mi madre, pero es como si no la tuviera. Tengo dos dedos retorcidos y carezco de fuerza en los que me crecieron bien… para el mundo es como si fuera manco. Era un trauma cuando era mucho más pequeño, pero es un sobrenombre que llevo ahora con orgullo.

-Sí, orgullo. Muchos me ven como un discapacitado indigno de ser considerado hijo de Númenor. Mi padre me ha retirado mi título y apartado de la herencia, por eso tuve que unirme al clero como acólito. Sin embargo mi mente es más afilada que cualquier espada que pueda llevar  cualquier pedazo de carne y hueso de dos metros. Se me dan bien las letras y los números…así como calcular bien la trayectoria del virote destinado a vuestro corazón. Bueno, siendo justos, casi bien calculado… tras empujaros me rozó el antebrazo.

-No soy un temerario si es lo que pensáis. Medito bien cada decisión que tomo, mi mente piensa el doble o el triple de rápido que la de cualquier autoproclamado sabio. No me hace falta dominar lo arcano para ir conociendo los misterios del mundo natural…y de las personas. Os parecerá esto muy atrevido, pero soy bueno detectando “personalidades” y cómo aprovecharme de ellas. Aunque debo reconocer que vos sois imposible de “leer” para mi.

-¿Qué por qué lo hice? Bueno, no negaré que era un crimen que una sacerdotisa tan hermosa fuera tan vilmente asesinada. Pero aparte de querer ser “buen ciudadano”, mi cuerpo me empujo a ello. Esa criatura, porque estoy convencido que no era un adan, destilaba ira y rabia por sus poros…era algo antinatural y…viejo…muy viejo. Me atrevo a decir, incluso sin pruebas, que debe ser un viejo sirviente de Morgoth…

***

Notas de juego

Dejo aparte lo que escribiste sobre Îrpân por si querés añadirle algo y que quede todo junto. =)

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15/11/2017, 15:46

PODERES OFENSIVOS DE LORENIS (provisional)

Mi idea aquí sería empezar a otorgarle una serie de poderes elementales, mentales y físicos a tu maia, tanto ofensivos como defensivos. Podemos incluso inventarnos nombres para ellos. Te comento lo que tenemos en el manual.

-Ley de la luz

La luz y lo que representa es inmanente a todos aquellos seres que lucharon en los días oscuros, especialmente Eldar, maiar y valar. He pensado de entrada darte los siguientes poderes:

-Rayo de descarga: el manual lo identifica como una rápida descarga, bien por toque o bien por rayo lanzado desde una o dos manos. Causa daño eléctrico y aturdimiento.

-Relámpago: es la versión mejorada del anterior. A diferencia del primero, este puede llegar a matar. En ambas versiones del ataque eléctrico, Lorenis, siendo experta en magia, podría controlar el daño y la intensidad de su ataque.

-Iluminar/oscurecer área: permite jugar con la luz existente en una zona a partir de un punto o de ti misma, incrementando o haciendo decrecer el grado de luz. No funcionaría si la oscuridad es mágica.

-Aura de Valinor: Lorenis haría visible su aura de maia, con mayor o menor intensidad. El aura puede inspirar a sus aliados o atemorizar a sus enemigos.

-Luz repentina: tu cuerpo produce un fogonazo de luz repéntino que si el enemigo no resiste puede dejarlo cegado e incapaz de hacer acción alguna.

Llama de Anor

El fuego destructor suele estar asociado con Melkor y sus terribles secuaces. Sin embargo, algunos valar y maiar han aprendido a dominar la Llama imperecedera de Iluvatar que es el origen de la creación:

Entonces Ilúvatar dio a su visión Ser, y la colocó dentro del Vacío, y la Llama Imperecedera fue enviada para quemar en el corazón del Mundo; y así se le llamó Eä.

Lorenis la dominaría en las siguientes formas:

-Hoja ardiente: permite dotar de llamas a un arma de filo a una o dos manos.

-Castigo de Iluvatar: hace que el cuerpo de un enemigo arda en llamas.

Proyectil de fuego: genera en la palma de su mano una esfera de 30 cm de diámetro. Genera una detonación de fuego de un radio de 6 metros.

Enseñanzas de Aulë

Por necesidades de argumento, los enanos tienen una especial relevancia en la partida junto a los numeroneanos. Lorenis sentiría especial interés en su creador original, recibiendo cierta tutela de este (aunque no tanta como de su vala principal). Posteriormente, como preparación para su participación en la Guerra de la Ira, recibiría cierta instrucción marcial de este al igual que de Tulkas.

-Conocimientos de forja: Lorenis tendría conocimientos avanzados en la forja y encantamiento de armas y armaduras encantadas.

-Manipulación del terreno: uno de sus poderes de maia más visible, puede moldear la faz de la tierra próxima a ella, provocando pequeños temblores, generando muros de la propia tierra. Muy pocas veces ha usado este poder.

-Prisión pétrea: mediante rayo o toque, convierte en piedra el cuerpo de un enemigo. La transformación puede ser permanente o temporal, a discrección de la maia. La víctima puede ser dejada inconsciente, en estado latente, o consciente. Este poder puede ser usado para preservar a alguien o salvarlo de una muerte inminente.

-Maestria de la transmutación del fana: permite a la maia rehacer (de forma más o menos dolorosa) la apariencia o tamaño de un ser dentro de unos límites (aún establezco sus límites)

Enseñanzas de Irmo

-Maestria de las ilusiones: es capaz de manipular uno o varios sentidos de sus adversarios mediante ilusiones de mayor o menor medida. Dependerá de la inteligencia de la víctima el darse o no cuenta del ardid.

-Manipulación de los sueños: permite manipular el mundo onírico de un ser, inspirando ideas en sus sueños que moldeen su voluntad, aterrorizándolos con pesadillas. Sirve también para hacer rememorar hechos pasados.

 

 

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15/11/2017, 21:30

PODERES DEFENSIVOS DE LORENIS

-Escudo: crea un escudo invisible de fuerza que resta 25 a los ataques y no obstaculiza el movimiento.

-Ropas encantadas: encanta mágicamente una prenda de ropa confiriendo un +10 a la bonificación defensiva.

-Desviar proyectil: resta 100 a la tirada de un proyectil dirigido contra ella o un aliado. Puede afectar a un máximo de 5.

-Esquivar: le permite esquivar con un agilidad maestra un ataque cuerpo a cuerpo contra ella, restando 50 al ataque.

-Volver a apuntar: permite devolver a su lanzador un proyectil lanzado contra ella con una bonificación de +20.

-Experta en las artes de la sanación: mediante un sueño reparador, puede sanar heridas, incluidas mortales, de un ser. Este poder actuar mejor en las razas mortales y peor en las inmortales (de curación más lenta).

-Sueño: puede hacer dormir rápidamente a rivales débiles.

-Presencia inspiradora: la carismática presencia de la maiar puede otorgar valentía y bravura a sus aliados, animando sus esperanzas en una situación desesperada o levantando su moral para proseguir ante la adversidad.

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17/11/2017, 07:07
Veronick

Perdón por el retraso. Avanzo lentamente, pero sin pausa. Voy añadiendo cosas al primer posteo. Este fin de semana estaré más despejada y lo terminaré.=)

Con respecto a los poderes, nada que objetar/acotar de momento. Prefiero esperar a que completes las listas para verlos cono un conjunto y dar mi opinión entonces. Es que me gusta verlos como "un todo" y enfocarlos desde el personaje. Desde ese punto, sí podría aportar alguna idea "consistente". =P

Notas de juego

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18/11/2017, 13:37

FORMA ORIGINAL DE LORENIS

Es de sobra conocido que los maiar pueden adoptar a lo largo de sus larguísimas vidas distintos tipos de fäna o forma corpórea, pudiendo ser esta de cualquier especie humanoide o incluso animal. No se si estás al tanto de los videojuegos de SDLA pero en el último Shadows of Mordor llegaron a darle a Ella-la-Araña una forma de una hermosa y joven mujer cuando se encuentra con el protagonista principal, aduciendo que era un espíritu corrompido que podía adaptar distintas apariencias.

Volviendo a Lorenis y por motivos del argumento y del contexto de la partida, necesitaría que enfocaramos la apariencia de Lorenis como "próxima", por llamar esto de alguna manera, a su apariencia original espiritual. Es cierto que son agénero pero en cierta forma, sobre todo por el material proporcionado en los módulos de MERP (Middle Earth Roleplaying, el sistema mejor documentado de rol para la Tierra Media), cada maia y vala tiene asociado una forma corpórea "habitual", a la que mejor adaptada está y mejor desenvolvería su influencia hacia aquellos que proteges.

He pensado que el cometido principal de Lorenis consistiría en proteger a los Segundos Nacidos, sin que estos lo supieran. Y precisamente radica su presencia en Númenor y en sus territorios para proteger a los dunedain de si mismos, evitando que puedan ser corrompidos por sus propias ambiciones...y por elementos externos. Más información sobre esto más adelante.

Bueno Veronick estás cuajando un personaje muy bien definido. Ya me indicas qué te van pareciendo estas ideas.

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18/11/2017, 18:38
Veronick

Cita:

Volviendo a Lorenis y por motivos del argumento y del contexto de la partida, necesitaría que enfocaramos la apariencia de Lorenis como "próxima", por llamar esto de alguna manera, a su apariencia original espiritual...

Ehm... Acá me confundí. ¿Original? ¿Espiritual? ¿Hablamos de su fëa o de su fána?
En todo caso, originalmente los ainur adquirieron formas muy dispares, pero, con la llegada de los eldar, su apariencia siempre fue similar a la de los Primeros Nacidos. Los edain llegarían muchas Edades después y su tiempo en Arda es muchísimo menor al de la maia. De hecho, la Primera Edad del Sol corresponde a la Trigésima Edad Valiana y, al alzarse el Sol por vez primera, los Valar tenían aproximadamente mil años valianos de edad (unos 144000 años del Sol). Y estos años solo son los años que los Ainur llevan "encarnados" en una fána que los eruhíni pudieran abarcar y comprender con sus sentidos.
En resumen, sin dudas los edain son los eruhíni con los que la maia ha establecido un contacto más intimo y con los que ha creado los lazos más profundos. Pero la fána original de la maia poco y nada tiene que ver con los edain, dado que al Despertar de los primeros edain la maia llevaba muchísimo tiempo con una fána distinta.
Así que me gustaría que te explayaras un poco más sobre eso de su "apariencia original espiritual" para entender exactamente qué es lo que buscas.

Cita:

He pensado que el cometido principal de Lorenis consistiría en proteger a los Segundos Nacidos, sin que estos lo supieran. Y precisamente radica su presencia en Númenor y en sus territorios para proteger a los dunedain de si mismos, evitando que puedan ser corrompidos por sus propias ambiciones...y por elementos externos. Más información sobre esto más adelante.

De acuerdo. Aunque Lórenis haya tomado mil formas distintas a lo largo de su existencia, desde la aparición de los hombres en Hildórien ha adquirido investiduras edain y lleva así desde entonces, siguiendo siempre sus pasos por Endorë. Claro que nunca imaginé que sea la misma apariencia, ni siquiera que siempre fuera mujer. Pero, bueno, podemos conversarlo, xDDD

Notas de juego

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18/11/2017, 19:50

De acuerdo, tiene bastante lógica lo que indicas. Te propongo entonces que la forma actual de Lorenis sea con la que más tiempo lleva desde el despertar de los edain, algo similar a lo que Gandalf hizo durante la Tercera Edad.

Con respecto a la sociedad numeroneana, prefieres hacerte pasar por suma sacerdotisa de una vala o por archimaga? Mi idea es que haya alcanzado una posición intermedia-alta en la jerarquía de Númenor, estando bien reconocida y reputada, teniendo incluso acceso a la corte real (para facilitar la influencia y vigilancia sobre los líderes de Númenor). Esto sería necesario para las misiones que debe emprender.

 

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18/11/2017, 21:54
Veronick

Cita:

Con respecto a la sociedad numeroneana, prefieres hacerte pasar por suma sacerdotisa de un vala o por archimaga? Mi idea es que haya alcanzado una posición intermedia-alta en la jerarquía de Númenor, estando bien reconocida y reputada, teniendo incluso acceso a la corte real (para facilitar la influencia y vigilancia sobre los líderes de Númenor). Esto sería necesario para las misiones que debe emprender.

En la partida anterior, Lórenis era una sacerdotisa de Irmo, que interpretaba los sueños y hacía augurios y, dada su verdadera naturaleza, le resultaba muy fácil deslumbrar con sus interpretaciones y augurios, pero siempre en un ámbito reservado.
Esto lo decidí así porque, además de quedar bajo el influjo de un fëantur, la alejaba de las miradas de los sacerdotes de las "divinidades" principales y de sus intrigas, pero le permitía acceder a los sueños, anhelos y temores de la mismísima reina (en esa partida, Tar-Ancalimë recién accedía al trono), de muchos nobles númenóreanos y de importantes funcionarios del reino.

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26/04/2018, 01:07
Veronick

Aún me pregunto cómo no fui eliminada de la partida, otra vez. Tu paciencia es muy grande, en verdad.

Le modifiqué poco al posteo original, pero ya está ahí.

Annero (o Anneruo) "regalo o don de Eru", en sindarin, es el nombre que eligieron mis hijas y que jamás me atrevería a cuestionar (xD), salvo porque no es quenya.

Argumentaron, y lo acepté como válido, que la inesperada aparición del muchacho a los pies del monte sagrado no puede ser otra coda que un regalo de Eru. De ahí el apodo.

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30/04/2018, 18:00

Me ha encantado el nombre que has pensado. Dile a tus hijas que son tremendamente creativas jeje.
En este post voy a indicarte las maneras en las que puedes instruir a tu pupilo en las artes arcanas.
-Estudio: es el método más sencillo a la par que el más lento. Tú protegido no empieza de cero sino que tiene una base adquirida. Lo lógico es que tu personaje lo haya instruido en sus primeras letras y enseñado alguna que otra lengua. También le habrá dado una mínima enseñanza mágica a través de la lectura y él estudio de determinados compendios versados en las artes arcanas. Nos ha servido como una esponja y tiene facilidad para aquirir la base, pero es evidente que aún tiene mucho que aprender.
-instrucción práctica: es un método intermedio en el qué tú pupilo intentará repetir todo aquél hechizo que le muestres. Voy a disponer que Lorenis tenga un lugar reservado y secreto en la capital, en dónde guardar sus artefactos de Valinor. En este sitio podría instruir lo y manifestar sus poderes. El entorno sería controlado de tal manera que si decide desvelarle su verdadera identidad no habría riesgos para la población ni para su pupilo.
-Confrontacion: el metodo que más directo. Consiste en efectuar combates de mayor o menor dificultad en el qué la Maia usaría su poder en el pupilo y este tendría y resistir una serie de pruebas mentales físicas y de resistencia mágica. Es el método en el que el aprendizaje es más rápido aunque todo depende de la resistencia de su pupilo.

Estos son algunos de los bocetos que tenía pensado. Ya me vas comentando por aquí tus pareceres.

Notas de juego

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30/04/2018, 18:28
Veronick

Mmmm... Veamos. Primero, despejemos algunas dudas que tengo.
Como en tu posteo indicaste que Lórenis aún teme algún influjo maligno producto del veneno, la maia priorizará ese hecho: descartar (o, al menos, mantener bajo control) esa posible circunstancia. En principio, pensé en el ósanwe como medio para percibir influjos malignos en el muchacho. Ya que, además de explorar en su mente cualquier perturbación, puede percibir si el muchacho comienza a cerrarse a ella. Esto, sumado a tener una vía de comunicación rapida y discreta, es invaluable. (Supongo que como maia puede mantener contacto con él a enormes distancias, ya que algunos de los Altos Elfos tienen esa capacidad.) Quizá también pueda usar sus poderes premonitorios u oníricos para indagar más a fondo. Vos dirás.
Ahora bien, lo del ósanwe iría junto a algún otro entrenamiento arcano, pero entretanto Lórenis no descarte algun influjo maligno, no avanzará rápido y solo lo entrenará en algunos temas menores. Descartado cualquier influjo, ahí sí, avanzará con mas vigor y en temas más profundos, tanto como quiera y pueda el muchacho. Pero todo a su tiempo.

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Desde el móvil.

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30/04/2018, 19:06

Te sigo comentando aspectos importantes de tu personaje. Un aspecto crucial relativo a los maiar concierne a su identidad. Bien sabrás que Gandalf guardaba celosamente su verdadero ser y tan sólo unos cuantos escogidos conocían su verdadera naturaleza. Tu personaje sería un caso muy similar.
En principio he pensado que su verdadera identidad sería conocida por un elfo que viniera de Valinor y sería algo así como suele hacer con los Valar. Sería pues un navegante que iría y vendría de Valinor y te traería todas las noticias importantes. Otro contacto más que plausible serían las grandes Águilas que habitan en la cumbre más alta del reino insular. Servirían como un medio de transporte ideal en caso de que tuvieras que desplazarte por motivos de emergencia.

Finalmente está el caso de tu pupilo. Aunque es evidente que no sabe nada sí que siente que atesoras un poder qué es extraño de ver entre los dunedain. Piensas que en su mente podría albergar sospecha de que eres un ser inmortal, aunque no de que serás una enviada de los valar. Sin embargo la percepción de tu pupilo es muy aguda y ya demostrado que su curiosidad y su capacidad para ir más allá de lo superficial es más que evidente.

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Yo también estoy con el móvil jeje

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30/04/2018, 19:09

Me parece perfecto el asunto del osanwe. Tendría ese don y el muchacho podría comunicarse asi

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30/04/2018, 19:43
Veronick

Aún llegan barcos de Tol Eressëa, así que ese contacto existe, pero las Grandes Aguilas que habitan en lo alto del Monte Sagrado eran los mensajeros que tenia en mente desde un principio. (Pero confieso que no los había imaginado como medio de escape. xD)

Sobre el ósanwe, había pensado en que debido a sus características no era un gran problema. El muchacho se percibe a si mismo como un "libro abierto" a los ojos de la sacerdotisa (por lo que ella puede indagar en él), pero ella es un "misterio" según sus propias palabras. Esto es debido a que ella está cerrada a cualquier exploración. Y, dadas las características del ósanwe, impenetrable hasta para un valar ante el aquapahtie (aislamiento). La idea es enseñarle a comunicarse con ella y percibir cuando la maia intenta comunicarse con él. Solo eso. "Ósanwe básico ", digamos, "aprendido de los elfos". Pero si aún así existe una mínima posibilidad de que el muchacho sepa más de lo que debe, lo descarto. No solo es poner en peligro a la maia, sino al mismo muchacho. En ese caso, Lórenis se conformará con indagar en su mente cuando más receptivo esté el muchacho, y nada mas. Cero comunicación.
De todas formas, aún cuenta con la "urgencia" y la "autoridad" para casos extremos (Ósanwe-kenta en mano cual jurisconsulto). =P

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¿Cambiaste de idea de pronto o que?
Yo estaba consultando los axan y únat (leyes y prohibiciones). xD

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30/04/2018, 19:58

Jaja perdona he entrado en una contradicción, tengo que repasar bien todo de nuevo ^^. Si, es mejor que el muchacho no sepa nada, tan solo la verá como una sacerdotisa muy poderosa.

Ya te he puesto el siguiente post, a ver que te parece^^.

Ahora intento seguir posteando más cosas del personaje.

 

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01/05/2018, 20:34

Más cuestiones sobre el personaje de Lorenis (sí, me voy a tener que hacer pronto un resumen de todo XD).

He pensado que la maia dispondrá de un refugio o cámara secreta en las estribaciones del Meneltarma. Custodiada por una puerta pétrea que se camufla perfectamente con el exterior, esta sólo se abrirá mencionando unas frases en valaraico (el idioma de los valar tan solo empleado por valar, maiar y elfos vanyar). Dentro contendría objetos que Lorenis ha traído desde Valinor.

Entre los objetos más importantes (haremos una pequeña lista de ellos) se encontrará la espada de doble hoja y una armadura ligera que la maia llevó en las batallas de la Guerra de la Cólera a fines de la Primera Edad. Ya que se te da tan bien idear nombres, he pensado que podrías ponerle algún que otro nombre o apodo a estos objetos.