Partida Rol por web

El hombre llega a vuestra altura. Sabe que le habéis reconocido y lejos de molestarse, parece disfrutar con la situación. Como haciendo un burdo paripé de periodista de segunda, os sonríe y saca un cuadernillo y un lápiz.

-Buenos días agentes ¿no creen que están un poco lejos de su zona habitual? Muchas molestias para unos simples crímenes entre pueblerinos. A no ser... que crean que hay algo más en estos asesinatos-

Lejos de intentar mostrarse cuidadoso y escurridizo, os lanza un órdago directo a la espera de vuestra reacción.

De pronto, en ese mismo instante vuestros dos móviles vibran ante la llegada de un mensaje. Con cuidado sacáis el aparato y veis que es un mensaje de vuestro compañero Sullivan, el mensaje tiene unas escuetas pero intrigantes palabras.

"Polaroid avistada en la iglesia. Deberíamos registrar a la gente. Necesito vuestra ayuda."

No sabéis que hace en la iglesia, pero parece haber encontrado algo y para colmo, el periodista aun espera vuestra respuesta, sonriendo más si cabe, ante la posible información que haya en el mensaje que acabáis de recibir.

- Andrew, amigo mío... - sonríe apoyando su mano sobre el hombro de este tras guardar el teléfono - Lamento que hayas hecho un viaje tan largo para nada, el F.B.I. no investiga esto, nosotros ni siquiera supimos lo de los asesinatos de este pueblo hasta nuestra llegada. - explica al hombre mientras empiezan a andar hacia el coche del periodista que estará cerca mira atrás hacia su compañera y luego al periodista - Te voy a confesar algo, pero siento decirte que no es una noticia importante para alguien como tú, - sonríe mas amplíamente mientras se acerca al oído del periodista algo alejados de Sparks - estamos aquí porque tenemos un affaire... Ya me entiendes. - guiña al hombre un ojo - Por eso nos fuimos lo más lejos posible, para evitar que nos encuentre nadie y nos meta en líos con nuestros superiores. - sentencia llegando hasta el coche y abriendole la puerta para que suba - Espero que me guardes el secreto. - concluye señalándole con el dedo índice y volviendo a guiñarle un ojo antes de empezar a caminar hacia Sparks de nuevo para largarse de allí, mientras tanto saca su teléfono y manda un mensaje a Dwigth "Andrew Laponei está aquí, nos ha encontrado frente a la casa de la señora Norm. Creo que no he conseguido despistarle...".

El agente, totalmente distraido se gira hacia ti sin mostrar demasiado interes. Ante tu pregunta, solo levanta los hombros. Al entender que no aceptas eso como respuesta, añade algo más.

-Si lo pregunta por el golpe que se da el idiota ese, le puedo decir que ya está investigados todos los centros médicos de Joshua tree, nadie entró durante la noche con esa descripción física ni con esas lesiones. Ahora, de este pueblecito ni puta idea. Eso pregúntele a la sheriff-

Como respondiendo a la llamada, Joanne entra de nuevo en la sala, pero antes de dejarte hablar, te hace señas para que te acerques.

-Agente, debería salir, ha venido un vecino con información sobre el caso que le convendría escuchar.-

Tras seguir a la agente hasta la sala principal del edificio, puedes ver a un hombre de al menos 50 años con el rostro compungido y los ojos rojos de llorar. Patty se encuentra a su lado, con la mano posada en su hombro y ofreciéndole un té con la otra. Mientras os acercais, la sheriff te habla en voz baja.

-Es Matt, el primo segundo de Patty y uno de los mejores amigos del difunto señor Elmore.- Finalmente, llegáis a su altura, momento en el cual la sheriff se pone de cuclillas para situar su rostro a la altura del hombre. -Matt, se que es duro, pero necesito que le cuentes a este hombre todo lo que me has contado. Su nombre es John y está aquí para asegurarse de que la muerte de james no queda sin castigo.-

El anciano se enjuaga las lágrimas y levanta su vista hacia el agente.

-Muy bien Sheriff. Alguien tiene que encerrar a ese hijo de puta- El hombre se toma unos instantes para ordenar sus ideas, entonces empieza.- Verá, unos días antes de... su muerte, james me contó que el viejo Hill había ido como cada mes a su tienda para comprar alimentos. El pobre James ya estaba pensando jubilarse y Hill solía tardar en pagar sus deudas, si es que las pagaba el muy cabrón- Su rostro se tensa por la rabia contenida. - y encima cuando lo hacía, lo hacía como a regañadientes, como si fuera él la víctima. -El hobmre tiene que parar un momento para contener las lágrimas. -El bueno de james ya había tenido suficiente y se negó a fiarle. Hasta le contó que es que el negocio no iba bien y no podía permitírselo, pero dio igual. El viejo Hill se puso hecho una furia y se lió a lanzar maldiciones y amenazas. incluso cogió un tarro de mermelada y lo estampó contra el suelo.-

Llegado a este punto, recuerdas la mancha roja que te había llamado la atención en la tienda de Elmore, ahora sabes de que era y por qué estaba ahí. El hombre entonces se para en seco y empieza a llorar.

Mientras asimilas lo que te acaba de contar, tu movil vibra ante la llegada de un mensaje. Rápidamente lo miras y compruebas que el remitente es Sullivan, por lo que lo abres de inmediato. lo que pone te deja helado.

"Polaroid avistada en la iglesia. Deberíamos registrar a la gente. Necesito vuestra ayuda."

Todos tus sentidos se ponen alerta ¿significa eso que el asesino anda cerca? solo hay un modo de averiguarlo.
La puerta del fondo se abre y aparece un malhumorado policía.

-Oigan, yo tengo cosas que hacer y no puedo pasarme aquí el día entero. ¿Van a necesitar algo más?

Andrew asiente exageradamente mientras el agente Johnson habla y cuando termina, se golpea la frente.

-Pues claro ¿como no lo he visto? ¡Aaah pillines!. que listos sois.  Aunque mira que es mala suerte ir justo a un pueblo donde ha habido dos asesinatos ¿verdad? Aunque claro, a lo mejor por eso han venido con ustedes dos agentes más, por si acaso ¿no? mejor prevenir, que fíjense si les pasase algo durante su... affaire-

Esta última palabra la dice con excesiva sorna.

-Por favor agentes, seamos profesionales ¿les parece? yo solo intento hacer mi trabajo, que es informar. No me vengan con gilipolleces de amorios. Pueden contarme algo ustedes o puedo averiguarlo por mi cuenta, a mi me da igual. Pero tengan en cuenta que cualquier colaboración repercutirá gratamente en la imagen del FBI que en estos momentos, no es muy buena que digamos.-

Su rostro se ha tornado serio mientras os mira fijamente.

La agente Sparks suspira, y niega con la cabeza. Va a responder pero en ese momento suena el móvil. Acaban de encontrar una polaroid en la iglesia, y hace falta el equipo completo. El cerco cada vez se estrecha más. Y eso, en un pueblo como aquél, quería decir que el asesino ya tenía las horas contadas. Y aunque seguía teniendo esa sensación de que algo no iba bien, de que algo se les escapaba de entre los dedos, de momento decidió ignorarla. 

-Tenemos que irnos. Vamos, se hace tarde- Le dijo, señalando el móvil, pero con mucho cuidado de no mencionar su nuevo destino al periodista del Washington post. Siempre dicen lo mismo, siempre amenazan con lo mismo. A la hora de la verdad, acaba por darles igual lo que les hayas hecho siempre y cuando consigan su titular. Con eso podían lidiar luego. -Averigüe lo que pueda, y escriba con ello lo quiera, señor Laponei. Este es un país libre. Y nosotros no nos dedicamos a las relaciones públicas.- Responde de forma escueta, seca y directa la agente Sparks, mientras se dirige tranquilamente hacia la iglesia. 

Se encoge de hombros caminando unos pasos hacia atrás antes de girarse para seguir a Sparks, iba a decirle que si quería saber algo hablase con el agente especial al mando, pero quizá al mencionar quien era le daba una pista al reportero... Y como bien había dicho la joven agente, no eran relaciones públicas.

- Rápido, aclara tu cabeza y pon tus ideas en orden...

John se incorpora y se dirige al agente.

- Por mi parte nada más, agente. Muchas "gracias" por su ayuda.- Dice poniendo cierto énfasis de ironía.

A continuación, dando la espalda al agente de Joshua Tree, susurra a la sheriff:

- Mi gente necesita ayuda en la Iglesia, se ha abierto una posible nueva pista. He de ir de inmediato allí. Nos vendría muy bien su ayuda.

Acto seguido, mientras espera la contestación de Baker, posa la mano en el hombro de Matt.

- Matt, siento mucho su pérdida, le prometo que mi equipo hará todo lo posible por llevar ante la justicia a su asesino. Le agradezco los datos que me ha proporcionado, hablaré con el señor Hill y veré cual es su implicación en este asunto. Si usted o alguien de los suyos recuerdan algo más que pueda ayudar, no duden en venir aquí y avisar a la sheriff. Ella me hará llegar el mensaje.

Tras esto, saca el móvil y se pone a escribir...

SMS:

- "Me dirijo hacia allí. No pierdas al de la cámara".

El mensaje de Dwigth llegó en el mejor momento, irónicamente hablando. Jules echó una rápida mirada de reojo a la muchedumbre que se acercaba obediente hasta la puerta. Tenía que hacer algo...Y sabía que no le iba a gustar.

- Disculpen, caballeros. Y señoritas. -dijo, poniendose en la puerta como si fuera un murete. Me temo que no pueden abandonar aún la iglesia.

Un asesino en serie anda suelto entre ustedes no sonaba como una buena continuación. Hasta Sullivan era capaz de darse cuenta de eso.

- Dada la trifulca ocurrida, me temo que tendrán que esperar a que acuda un agente de la ley del orden. Que coño. Ahora tocaba un todo o nada: nada le aseguraba que aquel rebaño fuese a asustarse de los ladridos del perro. Pero quizás si del lobo. Del FBI. añadió. Para aclarar la situación. Todos son testigos potenciales. No tienen que temer, pero les recuerdo que marcharse será considerado un acto de desobediencia civil penado por la ley y que como tal recogeré sus datos a la salida. acabó de comentar con la voz más legal y estricta que pudo encontrar.

la gente se agolpa nerviosa frente a ti. Empujando y luchando por salir. Sin embargo, gracias a tu gran envergadura, puedes abarcar gran parte de la puerta, impidiendo el paso a todo el mundo. La gente grita, te instan a quitarte, se preparan para cargar, pero tras tu arenga, el miedo y la incertidumbre se dibuja en sus rostros. No parecen convencidos del todo, pero al menos, han dejado de cargar. Los murmullos se alzan de nuevo, quieren saber que pasa, por fin es la antigua mujer del párroco la que se abre paso hasta el frente.

la mujer te mira severamente, como si el echo de que la hayas desacreditado fuese una terrible ofensa. Su rostro duro te inspecciona un momento antes de hablar.

-Disculpe señor, no sé quién es, pero he dicho que todo el mundo fuera de mi iglesia. Además, el que ha empezado esto ya se ha marchado ¿Por qué no hace algo util y encierra a ese cabrón en vez de impedirnos seguir con nuestras vidas?-

Sus grandes ojos no se apartan de ti, desafiantes.

Mientras te habla, puedes ver de reojo que a tu espalda, tus compañeros llegan desde direcciones distintas a la iglesia. Todos han recibido tu mensaje.

Laponei le lanza una mirada furibunda a Sparks.

-No se preocupe agente, así lo haré-

Y dándose la vuelta, se pierde calle abajo.

En cuanto desaparece tras un edificio, os ponéis inmediatamente en marcha. no sabéis donde está la iglesia pero lo bueno de estar en un pueblo tan pequeño de casas bajas es que un edificio como la iglesia destaca rápidamente a la vista. Lo localizáis enseguida y aceleráis el paso, nerviosos y excitados ante la idea de que podáis resolver el caso. Cuando os acercáis, podéis ver como algunas personas se alejan del edificio, Fred el ayudante sigue a un hombre de avanzada edad y corpulento, al agente Dwight acompañado de la Sheriff llegando por la calle de al lado y a vuestro compañero que se encuentra en la puerta de la iglesia impidiendo salir a la gente.

Cuando vas a ponerte en camino hacia la iglesia, tu móvil vibra de nuevo. esta vez es un mensaje del agente Johnson.

"Andrew Laponei está aquí, nos ha encontrado frente a la casa de la señora Norm. Creo que no he conseguido despistarle...".

Maldices para tus adentros pues el nombre de Andrew Laponei es bien conocido en Washington, uno de los periodistas más agresivos y eficaces del Washington Post. Si él estaba aquí, ahora más que nunca era necesario resolver los crímenes o el caso saldría a la luz, volviendo a cundir el pánico.

Ansioso aceleras el paso hacía la iglesia con la vana esperanza de que este golpe de suerte os permita sino encontrar al culpable, estrechar el cerco lo más posible. Seguido de cerca por la Sherif, que por supuesto ha accedido a acompañarte, recorréis los escasos metros hasta el edificio donde puedes ver a varios grupos de personas en el exterior, al ayudante Fred siguiendo a un hombretón de aspecto mayor, a Salina y Peter viniendo por la calle de al lado, y a Sullivan en la puerta para impedir la salida de nadie más.

Llevaba la chaqueta abierta y había liberado de manera inconsciente el seguro de la funda del arma, preparándose así para poder desenfundar rápidamente de ser necesario, aquello no era precisamente una situación de combate, pero el entrenamiento militar se adueñaba de él en situaciones tensas.

Se acerca a la puerta de la iglesia, donde está Sullivan con una sonrisa amable - Hola, ¿puedo ayudar? - pregunta al forense echando un vistazo alrededor.