Partida Rol por web

Con un nombre que seguir, además uno tan prometedor, Sullivan y Dwight vuelven sobre sus pasos en dirección a la iglesia para reunirse con sus dos compañeros. Cuando volvéis a tener el edificio a la vista, pueden ver al periodista Andrew Laponei salir del edificio con una sonrisa sarcástica en los labios. No tardáis en entrar y buscar con la mirada a Johnson y Sparks que están hablando entre ellos cerca del altar.

Tras hacerles una señal para que se acerquen, les comunicáis las buenas nuevas. Tenéis el nombre del propietario de la cámara, el dueño del restaurante ranchero del pueblo, un tal Tom Simpson. No tardáis en acordar en ir a visitar a sospechoso y tras despediros del párroco que no ha mudado su expresión de molestia por todo lo ocurrido, os poneis en marcha.

Apenas habéis salido del edificio cuando un grito llama vuestra atención.

A vuestra izquierda, parado  frente al edificio está la ranchera del sheriff y saliendo de su interior, la agente Baker os hace un gesto con la mano para que os detengáis. Tras cerrar la puerta, se encamina velozmente hacia vosotros y tras recuperar el aliento, comienza a hablar.

-Agentes, gracias a Dios que les encuentro por aquí, querría pedirles su ayuda.- Entonces mira al agente Dwight -¿Recuerda lo que ocurrió en la comisaría antes de que se fuera? Pues bien, fui a hablar con el viejo Hill, comprobar su coartada y toda la parafernalia, pero digamos que se ha mostrado poco… cooperativo. Me ha dado con la puerta en las narices. Desgraciadamente, sin más pruebas no puedo hacer nada al respecto. Sin embargo, si algunos de ustedes vinieran conmigo, tal vez al ser de fuera, puedan hacer que se muestre más tentado de ayudar.- La mujer señala al vehículo -¿Puedo contar con ustedes?-

Sullivan se quedó mirando a Dwigth. El era el jefe de la investigación, y su responsabilidad el decidir si una parada para hablar con el tal Hill antes de pasar a aclarar el asunto de la polaroid con el Sr. Simpsons sería adecuado o necesario...

- Bien, aunque nuestra principal pista por el momento es el señor Simpson, no debemos descartar ninguna línea de investigación.

John pareció meditar unos instantes, y a continuación añadió:

- Uno o dos de nosotros que vaya con la sheriff. El resto iremos al restaurante.

- Yo podría ir con la Sherif. Reconoció Sullivan, que ya había tenido bastante dosis de contacto humano por un día. Seguramente escaqueándose con la mujer podría mantenerse al margen y sencillamente parecer un negro grande y agresivo como bien pintaba el estereotipo. Aunque si quería ayuda... mejor buscar a alguien a quién no le importase hablar. 

- Y Jonhson podría acompañarnos. añadió, buscando el apoyo de Dwigth. Al fin y al cabo seguro que el jefe prefería seguir directamente el rastro de la cámara. Cuestiones personales, que se dice.

- Perfecto entonces. La agente Sparks y yo trataremos de localizar a Simpson y de paso obtener unas cuantas respuestas.

John se encendió un cigarrillo de manera nerviosa, se le notaba la tensión acumulada.

Asiente levantando una mano a modo de despedida hacia su compañera y su jefe para después esperar a que la sheriff y el forense empiecen a andar hacia el coche. Estaba algo cabreado por haber tenido que negociar con aquel canalla.

Una vez tomadas las decisiones, os ponéis en marcha de inmediato. Dwight y Sparks irán a ver al señor Simpson para preguntarle por la cámara y Sullivan y Johnson acompañarán a la sheriff.

En cuanto vuestros compañeros entran en la ranchera de la agente y se pierden por la larga calle principal, dirigís vuestros pasos hacia el restaurante. No tardáis en llegar a él ya que es el mismo donde el día anterior el agente Dwight comió con el agente Johnson. Un edificio pequeño de una sola planta con un cartel rojo y letras amarillas con el nombre de "El Rancho" en él. Las paredes muestran un color amarillento por el paso del tiempo y en varias zonas puede verse el armazón de cemento por los trozos desprendidos. Las ventanas de madera rodean el edificio manteniendo una simetría perfecta entre los lados. En el aparcamiento hay solo un mercedes antiguo y una furgoneta medio oxidada.

Inmediatamente penetráis en el lugar. En cuanto entráis, vuestros ojos registran la sala en una rápida inspección. El lugar muestra el mismo aspecto viejo que el exterior. Las paredes revestidas de madera carcomida y húmeda muestran retazos de un antaño acogedor lugar que ahora se muestra algo feo y sucio. Dos pequeños ventiladores colgados del techo giran lenta pero constantemente, repartiendo el aire viciado de olor a bollo y cafe del momento. Las mesas de madera, son cuadradas con los típicos manteles a cuadros blancos y rojos y en el centro una hoja que hace las veces de carta y adorno. No parece que haya demasiada gente, una pareja de ancianos comiendo en una mesa mientras comentan lo sucedido hace un rato en la iglesia, un granjero de mediana edad que toma un café mientras lee el periódico y un joven con la mano vendada, cabizbajo con una copa de licor en frente de él. Sin embargo, no veis al dueño del local por ningún lado.

Sin embargo, en la barra, está la misma joven que atendió a John el día anterior. Al veros, deja un vaso que está limpiando y se aproxima a vosotros.

-Bienvenidos agentes ¿En qué puedo ayudarles? Si quieren desayunar tenemos las mejores rosquillas del estado y un café para despertar a un muerto-

Mientras habla, os regala la sonrisa más amplia que puede dar pero es sincera y natural.

Una vez tomadas las decisiones, os ponéis en marcha de inmediato. Dwight y Sparks irán a ver al señor Simpson para preguntarle por la cámara y Sullivan y Johnson acompañarán a la sheriff.

Seguís a Joanne hasta la ranchera y entráis en el vehículo, situándose Johnson en el asiento del copiloto y Sullivan en el asiento trasero. En cuanto tenéis puesto el cinturón, la Sheriff da al contacto haciendo que el motor carraspee un poco antes de arrancar, para finalmente ponerse en movimiento. El vehículo recorre velozmente la calle y en pocos minutos habéis salido del pueblo y habéis tomado la carretera general que sale de él.

La agente Baker esta seria y mantiene su mirada fija en la carretera todo el rato, sin embargo, en cuanto habéis salido del pueblo, lanza un largo suspiro y comienza a hablar.

-Muchas gracias por su ayuda agentes, les pondré al día, ya que solo su compañero el agente Dwight sabe de esto. Esta mañana, un vecino del pueblo nos ha advertido que un día antes de la muerte de Elmore, este había discutido muy acaloradamente con el viejo Hill por unas deudas o algo así. En el transcurso de la pelea, Hill terminó amenazando a James.- Al llegar a una intersección con un camino de tierra, la ranchera hace un giro introduciéndose por ese camino. -Esto en si mismo no es llamativo pues el viejo Hill es, por así decirlo, nuestro loco particular. Anda todo el día gruñón y ha amenazado a todo el pueblo. Así que no parecería importante. Sin embargo, también se que dos días antes de morir, Martin Hill discutió con Bale en el banco por un préstamo que no le concedieron y también lo amenazó. Ya son dos de dos y temo que haya podido cruzar la línea. Necesito quitarme esta desazón antes de poder centrarme de lleno en el caso.-

El camino va empeorando según avanzáis y ahora el vehículo va apenas a 40 kilómetros por hora, dando botes con cada socavón que pilla. Una enorme extensión de campos de maíz cubren el paisaje hasta donde alcanza la vista y a lo lejos, podéis ver una casa solitaria.

-Y díganme, ¿Ha ocurrido algo en la iglesia? Solo me han llegado rumores y a Fred diciéndome que el doctor casi le pega.-

- Me temo que la mujer del antiguo pastor ha tomado la iglesia como su propio negocio...admitió Jules con un suspiro. Hubo una discusión entre el doctor y una mujer que trascendió demasiado, pero parece que la autoridad legal no tiene lugar allí donde actúa la divina...

Estuvo un par de segundos en silencio, antes de volver a preguntar con curiosidad. El tema de Hill era interesante, si, pero ahora había otra idea en la mente del forense.

- ¿Está divorciado el doctor?- preguntó, curioso, recordando parte de los comentarios que había dicho justo antes de que comenzase la verdadera trifulca.

- Sin embargo y sobre Hills...volvió al tema como si el peculiar inciso sobre el doctor no hubiera ocurrido. El asesino parece tener un patrón muy cuidado, no muy propio de un loco. Por supuesto ha podido rebuscar en la basura el modus operandi y repetirlo con su particular interpretación...Habrá que buscar si sus ancianas manos han pasado por alguna cámara últimamente.

- ¿Usted cree? - pregunta al forense con cierta duda en su voz - Por lo que nos ha contado ahora mismo, no parece un hombre que planee las cosas, - mira a la sheriff un instante - mas bien diría que es un hombre explosivo, se enfada, grita, amenaza y se marcha, o quizá puede llegar a las manos, pero no lo planea, le sale de dentro en ese preciso instante.

- Buenos días. Un café, por favor.

John sonrió de manera forzada, y esperó a que la camarera volviera. Entonces, mientras la chica servía las tazas, comentó:

- ¿Sabría decirnos donde podríamos encontrar al señor Simpson?

Al escuchar a John preguntar por el dueño, la joven se detiene en seco y niega con la cabeza.

-Lo siento mucho, Tom está muy ocupado en estos momentos, si quieren pueden volver más tarde.-

Mientras habla, señala a la puerta que hay al fondo junto a la barra donde podéis ver un cartel con las palabras "Privado. Prohibido pasar" en ella.

-¿Puedo ayudarles con algo más?-

La joven recupera su amplia sonrisa mientras retira un par de tazas vacías.

La sheriff asiente ante las afirmaciones de los agentes.

-Yo también veo poco probable que sea él, pero necesito poder descartarlo con lógica, no solo por la investigación, sino para evitar que un pueblo asustado decida provocar un linchamiento público. Los pueblos pequeñitos tienen también sus cosas malas.-

El edificio que antes veíais a lo lejos va volviéndose más grande a medida que os aproximáis. A vuestro alrededor, los maizales cambian drásticamente, cambiando el homogéneo mar de verde y amarillo por un campo mal cuidado en el que pueden verse varias partes superpobladas en contraste con algunas calvas en el terreno. Lo único que sobresale de los campos son algunos espantapájaros en muy mal estado.

-Hemos llegado-

Tirando fuertemente del freno de mano, detiene el vehículo justo en frente de la puerta.

-Antes de que bajemos, déjenme hablarles un poco del viejo Hill. Como dije, el hombre ya no rige todo lo bien que debería. Se excita enseguida y suele gritar a la mínima.- Os hace un gesto con la mano, para que la sigáis fuera del coche.

El edificio no está en mucho mejor estado que el campo de maíz que lo rodea. Las maderas de las paredes están carcomidas y parcheadas con planchas y maderos. Las ventanas apenas permiten ver el interior por la cantidad de suciedad acumulada en ellos. Las dos plantas de la vivienda dan la impresión de ir a colapsarse en cualquier momento.

Apenas dais un paso cuando una enorme masa negra se abalanza sobre Johnson. La sheriff solo tiene tiempo de gritar.

-¡Cuidado!-

El entrenamiento militar se adueña de su cuerpo en situaciones sorpresivas o tensas, se deja embestir en un principio ayudándose de la velocidad y fuerza de fuese lo que fuese aquello para golpear con su rodilla a su atacante.