Partida Rol por web

Bueno! parecía que la cosa cuadraba. El había llegado a tomar ese camino por indicación de los pueblerinos. Habían visto a dos nuevos relaccionarse con "ellos" y salir de la ciudad. Todos ellos estaban asustados y no quisieron entrar en muchos detalles, pero sabía que había que más allá de los extraños en esas tierras, al menos había alguna mujer entre la cofradía de Ladrones....aunque era raro que le hayan dejado las maletas cuando a él sólo le dejaron las botas y la ropa con la que dormía.

Los escudriñó mientras pensaba todo aquello y luego habló.

- Ummm, ¿esos ladrones portaban algo en especial? ¿hablaron sobre algún botín o algo? ¿comentaron cuales eran sus planes?

Dunia consigue restituirse un poco, y tras unos instantes se levanta y se da la vuelta para dirigirse al desconocido.

Discúlpame, creo que esto me ha afectado demasiado... Sobre lo que preguntas, por supuesto no dijeron nada de ningún botín ni de planes ni de nada sospechoso. Fueron todos muy amigables, por eso acampamos juntos. Lo único que me pareció un poco extraño fue un libro que me mostró la mujer. En cuanto supo que me gustaban muchos los idiomas y que conocía algunos poco comunes lo sacó para ver si le sabía decir de qué se trataba. De lo que estoy segura es que había escritos en thassiloniano, aunque no entendí qué decían. Y creo que también había algo en osiriano antiguo, por los jeroglíficos, pero tampoco conseguí leer nada. Lo que ahora no me explico es... ¿Qué hace alguien con un libro con ese tipo de idiomas si los desconoce?

Luego se dirige a su primo. ¿Tú oíste algo extraño?

Definitivamente estaba sobre la pista buena, un libro con "esos" idomas tenía que ser "ese libro". Su cara adquirió un ceje mucho más duro.

- A donde marcharon esos? Dónde podían dirigirse?....si es verdad que estuvisteis con esas personas tuvisteis que oir algo.

Axel se tensó entero, sus palabras llenas de agresión contenida era un reflejo fiel a lo que pasaba en su cuerpo.

- Niña! ¿que has perdito tú para derrumbarte de esa manera? ¿cómo puedo confiar en vosotros?

¡Hemos perdido todo lo que nos quedaba! Se han llevado nuestros dos caballos, y casi todo nuestro dinero... Suerte que no nos han matado, y aún no me explico porqué no nos robado hasta los calzones... Nos queda lo puesto mientras dormíamos y nuestras mochilas de almohada... Algo debió asustarles, supongo, sino, no lo entiendo... 

Después, dirigiendose a Dunia: Y no, prima.. No oí nada sobre a dónde iban. Me temo que como nuestro nuevo amigo no sepa cómo rastrear un par de caballos a través del bosque no podremos hacer nada.

Por cierto.. ¿Cómo te llamas? ¿Y por qué andas sólo buscando a esos tipos? De nuevo, al hombre que acaban de conocer

¿Dices que nos han robado casi todo nuestro dinero? Nos has dejado sólo las pocas monedas que llevábamos en la mochila y se han llevado más de 5000 piezas de oro que había en las alforjas. Yo diría que nos lo han robado todo.

Luego se dirige al desconocido. No sé si para ti eso será mucho o poco, pero para nosotros era todo lo que teníamos para poder seguir adelante, no sé cómo nos las apañaremos ahora... Y no, claro que no hemos visto a dónde iban, cuando nos hemos despertado ya se habían ido. No sé cómo podriamos..., ¡espera un segundo! Acaba Dunia mientras parece ver algo.

Se aleja unos metros de ellos en dirección al bosque, sin levantar la vista del suelo.

Por aquí hay pisadas de caballos... Luego cruza un seto y continua diciendo Y más allá parece que hay un pequeño sendero que se adentra en el bosque. Dunia empezó a sentir un poco de miedo... ¿Seguro que es buena idea seguirles?

Luego se gira de nuevo hacia ellos con una expresión que denotaba poca seguridad. Parece que tenemos una pista.

- Os han dejado mucho más que lo que me dejaron a mí....

Explicó antes de que la muchacha se largara hacia el bosque.

Luego sin quitarle el ojo de encima al de la espada continuó diciendo. 

- Me llamo Axel, y tengo que recuperar lo que esos granujas me han robado.

Tras palabrería, la chica se acerca al linde del bosque donde hay un sendero cerca. Dice algo de seguir unas pisadas o unos caballos o algo así.

Al poco se le acerca Axel. Un  tio calvo con tatuajes, armadura de cuero y una lanza. Más a trás por ahora quieto está el tío encapuchado con una espada (que a todas luces se acercará a los otros dos).

Axel un placer, hubiera preferido conocerte en otras circunstancias , le dice mientras su prima examina el suelo, y sorprendido de su hallazgo: ¡Vayamos a por nuestras pertenencias! 

Y encaminándose hacia su prima: ¡Genial Dunia! ¡Lo has encontrado!

Una vez en el linde del bosque, Axel miró el sendero:

- No tiene buena pinta, pero no hay otra cosa.

Tras mirar bien el suelo y asegurarse de que había pisadas de caballos....

Caballos por el bosque?? estos ladrones no eran muy listos....

- Bien, seré el primero en adentarme, a ver donde nos lleva este sendero.

Dunia no estaba muy segura de lo que iban a hacer. ¿Si la situación se ponía fea, sabrían reaccionar cómo es debido? Aún así, no tenían muchas más opciones. Danos un momento Axel. Le dijo mientras volvía a recoger sus cosas y preparase para adentrarse en el bosque.

Tras echar una ojeada al sendero del bosque y observar bien las pisadas de los caballos, ¿cómo serían tan imbéciles de dejar rastros tan evidentes si sabían que íbamos a despertar...? ¿Tal vez nos vieron muy niños como para perseguirles? Pues menos mal que no estamos solos. Será mejor observar bien el camino... No me gustaría caer en ninguna trampa. Pero antes...

Sí, recojamos lo que nos queda Dunia.

Después de recoger los trastos y echárselos a la espalda con su mochila. Yo te sigo Axel, Dunia nos cubre las espaldas. Intentando aparentar la seguridad que no tiene, pues sabe él que esto no tiene nada que ver a las peleas en las que se veía envuelto siempre en la ciudad

Y los tres, sin más preámbulos, se adentran en el bosque

Mientras van adentrándose poco a poco en la Floresta Agreste, siguiendo el sendero, Dunia se acerca a Axel para poder hablarle sin levantar la voz. ¿Crees que seremos capaces de llegar a un acuerdo para que nos devuelvan nuestras cosas? Dice inocentemente. Por Cala Roderic se mueve gente de muy mala calaña, sobretodo en los últimos diez años, y a veces tuve que tratar con ellos en el almacén de mis padres, pero nunca nos habían hecho algo así... no sé cómo reaccionarán cuando se les piden cuentas por sus actos... En sus últimas palabras Dunia agacha la cabeza y se queda pensativa.

- No. Si se dedican a robar y a la canayería no van a ser gentiles. Preparate para luchar de la manera que sepas....porque....un momento, ¿sabrás alguna manera de defenderte no?

No dejé de avanzar. Aunque ir a modo de piña no era lo que más me gustase, no me iba a poner a discutir con mis nuevos compañeros, era más apremiantes encontrarlos cuando todavía pareceía estar fresco el rastro....o bueno así hablaban los entendidos.

Sí, alguna sé... Dice mientras coge su ballesta para dejarla cargada. Espero no tener que usarla, ni tener que recurrir a otros métodos... Luego la asegura para que no se le dispare sin querer y vuelve a echársela a la espalda.

Dejando esperar unos segundos después de que hablaran ambos, Bastian se dirige a Axel en un tono más distendido que al principio. ¿A qué te dedicas Axel?

Las zarzas y los cardos que crecen tan rampantes aquí, cerca de la costa. Aunque no bloquea el sonido de la olas chocando contra la orilla más al oeste, la maleza es desde luego lo bastante espesa como para impedir ver y acceder a la costa. Pocos árboles crecen tan cerca del linde marítimo, pero las propias zarzas a menudo alcanzan alturas que rivalizan con ellos; aquí, la broza mide casi 20 pies (6m) de alto.

Intentó apartar la maleza como pudo con su lanza mientras maldecía a los ladrones por robar sus cosas, con su arma hubiese conseguido liberar el camino más fácil.

- Soy un estudioso de las civilizaciones antiguas olvidadas ya por la mayoría de los que moramos en Golarion....tengo otras...aficiones, pero esa es la que mejor me define....y vosotros?

Miro mi lanza y me doy cuenta de que eso no ayudará contra las zarzas. Luego miro al chaval de la espada, y le hago un gesto con la cabeza para que proceda y se adelante.