Partida Rol por web

El ámbar no aparece por ningún lado, pero una corazonada, plantada como una semilla en tu cabeza que comienza a germinar con fuerza: si se trata de expulsar a la criatura de este mundo y no de encerrarla en "algo", ¿realmente necesitáis el ámbar?

Por otro lado, las velas no te parecen más que atrezzo ocultista de unos jóvenes insensatos que no sabían muy bien lo que hacían.

Por último, respecto a las dos muestras de polvo... Uno debe ser quemado durante el proceso, como indica el ritual, pero ¿el otro? Repasas en tu biblioteca mental todo lo sucedido las últimas horas y entonces, una palabra resuena con intensidad, eclipsando el resto de hipótesis. Algo que Marion lanzó sobre el extraño ser.

Polvo de Ibn-Ghazi...

Yo no veo nada Artie, querido. ¿Rachel, encuentras algo querida?-Pregunto un tanto frustrada por no encontrar lo que buscamos. Espero que Rachel lo haya encontrado, de lo contrario no vamos a poder realizar el ritual hoy.....lo que puede suponer una nueva muerte en las granjas cercanas. Sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta.

Despues de un buen rato meditando y discurriendo, creo que las cosas empiezan a ordenarse en mi cabeza y a cobrar mas sentido. Decido hablar en voz lo suficientemente alta para que los compañeros en la otra habitación de esa planta pudieran escucharle, sin llegar tampoco a gritar.

- ¿Sabéis? Estoy dándole vueltas al tema, creo que el ritual es bastante sencillo, tedioso, pero sencillo. No hay registros del libro que indiquen la necesidad de las velas, seguramente ellos las usaran para crear ambiente. También se menciona que el ritual invertido "expulsa" a la criatura, no la encierra, por lo que creo que el ámbar no es realmente necesario. - Hago una breve pausa para humedecer los labios, había mucho en juego. - Con respecto a los polvos, está claro que uno se usaba para quemarlo en el fuego de la chimenea... el otro... si recuerdo correctamente, hay una parte donde se menciona el Polvo de Ibn-Ghazi, me suena que el joven Marion se lo lanzó a la criatura durante el ritual. ¿Lo recuerdas Carter?

Empiezo a preparar el espacio, retirando las cosas de la sala y dejando un lugar despejado para dibujar la estrella del ritual. También busco alrededor algo que pueda servirme para tallar los simbolos de protección. La idea es remarcar primero los existentes, para reforzar su poder, y tallar algunos nuevos alrededos de la zona del ritual, como una barrera entre nosotros y el lugar que ocupará la criatura. - Henry, creo que tu tienes mejor pulso, ¿Te importaría dibujar tu la estrella del ritual? Si estoy en lo cierto con lo que dije antes, lo único que necesitamos es memorizar bien las palabras y averiguar que polvo es el que debe quemarse y cual el que se usa sobre ese extraño ser.

- Esas son buenas noticias Warren. - Intervino entonces Arthur desde la otra estancia. - Sin embargo, creo que será mejor que sigamos buscando el resto de materiales, las velas y el ámbar. Por si luego si que son necesarios. De todas formas... - Se encogió de hombros. - No tenemos nada mejor que hacer hasta que empiece todo. ¿Verdad? - Miró a las mujeres. Caminó hasta el umbral de la puerta y le dedicó una mirada a Warren. - Tengo un cuchillo bastante afilado. Si quieres tallar en el suelo los símbolos te lo dejo. Es de madera... - Afirmó. - Puede que si están tallados sean más...efectivos ¿no?

-Claro, profesor -el joven Carter se dispuso a ejecutar la tarea con la mayor precisión posible. En casos como aquel no podían cometerse fallos, y si bien no era escéptico en absoluto y aun así consideraba que era posible que todo aquello no fuera real, más valía prepararse para lo peor. A fin de cuentas había oído la historia de la Mansión Corbitt de boca del propio Warren y no dudaba ni de una coma. De hecho era su veneración por el maestro y su anhelo científico lo que le había conducido a formar parte de la organización
 

- Profesor, cuando tenga todo a punto, las runas talladas y... - ¿Qué era lo demás? Arthur no lo sabía en realidad. - Cuando esté todo listo, vaya... - Señaló. - Quizás podríamos ir a ver el desván. - Afirmó con rotundiad. - Si ya está creado el círculo protector. ¿Porqué es para eso no? - Preguntó dubitativo. - Siempre podemos refugiarnos en su interior si lo que descubrimos es de naturaleza maligna y violenta. Aunque deberíamos encontrar una manera de llegar arriba... - Sentenció.

Entonces, el investigador comenzó a buscar de nuevo una escalera o forma para acceder al piso superior. Le por dentro la curiosidad por saber que secretos se ocultaban sobre sus cabezas. Además, de estar ahí el ser que moraba en aquella granja, podía ser buena idea saber a que se enfrentaban antes de iniciar el ritual. O quizás fuera la peor de las ideas, Gumshoe no lo tenía realmente muy claro.

Warren mira preocupado a Artie. - Yo creo que deberíamos centrarnos en el ritual, traer agua y prepararnos para pasar dos horas recitando, quizas en varios turnos sin interumpir el cantico, para descansar. No creo que debamos abrir la trampilla hasta que vayamos a comenzar, pero si necesitaremos una forma de abrirla cuando todo esté listo. ¿Como va la chimenea? Alguien la ha encendido? ¿Y los polvos?

Warren toma su bloc de notas y escribe las palabras del ritual en el orden que se supone que deben ser recitadas:

Rotas, opera, tenet, arepo, sator

- Está bien, Warren. - Le dijo al académico. - No abriremos el desván, pero si que buscaremos un medio para acceder a él. - Comentó. - Puede que por algún motivo necesitemos acceder al mismo ya iniciado el ritual y bueno, no será entonces momento para ponerse a buscar nada...

Arthur trató de recordar las palabras arcanas y de hecho, se las apuntó en una libreta que portaba consigo. No le dio mucha importancia, pues al fin y al cabo, Carter y Bedford habían dicho que uno de ellos tendría que quedarse sin participar en el ritual por el hecho de que alguien tenía que ser el guardián o vigilante y se había ofrecido para dicho puesto. Él cuidaría de que nada externo rompiera el conjuro y esperaba que fuera suficiente.

Me preocupa no recitar adecuadamente las palabras, así que repaso la información del ritual, a ver si consigo estar seguro. Con eso claro, solo me quedaría comprobar los polvos y ver como reaccionan con el fuego.

"Debe ser así, estoy seguro", te dices a ti mismo. Cualquier otra manera de hacerlo daría un resultado similar a leerlo de la manera habitual. Chasqueas los dedos y dices: "Lo tengo".

Mientras los compañeros que iban a recitar las palabra arcanas en el ritual, se preparaban para ello, Artie decidió recopilar madera para encender la chimenea. Hacía frío en aquel antiguo caserón y teniendo una chimenea y combustible suficiente, tampoco era cuestión de congelarse. El investigador hizo trozos una antigua silla que encontró en el sótano e introdujo la madera en la chimenea. Prendió fuego a unos periódicos viejos con sus cerillas y ayudó a que la madera prendiera con mayor facilidad.

Luego supo que Warren necesitaba echar al fuego unos polvos. Así que su idea de encender la hoguera, había sido dos veces buena. Para ese entonces, sus colegas de investigación, ya parecían estar listos para comenzar. Sólo hacía falta esperar a la hora indicada y ver entonces que sucedía. Artie estaba nervioso por ver que era lo que estaba por suceder, esperaba sin embargo, que todo saliera bien y sin contratiempos.

- ¿Listos chicos? - Le preguntó al resto.

Warren mira a Artie mientras coge los polvos que había y lanza una pizca al fuego que acaba de preparar su compañero, de esa forma identificaría cual es el que reacciona ante las llamas. Una vez identificado, lo pondría sobre la repisa de la chimenea y le entregaría los otros polvos a Carter.

- Veamos compañeros, creo que está casi todo listo para empezar, solo nos quedan los últimos retoques. Mi sugerencia es dejar que Artie haga de vigilante para impedir que nada ni nadie detenga el ritual. Carter, una de las señoritas y yo mismo, realizaremos el cántico, y la otra dama se encargará de darnos relevo a ratos si alguno se siente agotado. Ahora estoy al 100% convencido de que el cántico correcto es el que habíamos pensado:

Rotas, opera, tenet, arepo, sator

- Carter, estos otros polvos hay que lanzarlos sobre el ser cuando estemos en pleno ritual, será tu labor, eres mas joven y ágil. La señorita que haga de relevo se encargará de lanzar los polvos de la repisa en el fuego de la chimenea. Lo único que creo que nos queda por solucionar es lo de la trampilla, deberíamos estar listos para liberar a esa criatura al empezar el ritual, si no se encuentra en el circulo es posible que no sea eficaz. No nos queda mucho tiempo.

Al lanzar al fuego una pizca del polvo plateado de la caja de puros no produce ningún efecto, sin embargo, al hacer lo mismo con el polvo marrón una poderosa llamarada ilumina momentáneamente la habitación, a la vez que un hedor a azufre y óxido la inunda por completo. El Dr. Bedford asiente convencido con este último.

Un traqueteo nervioso suena en el desván durante unos instantes hasta que cesa repentinamente, como si el ser hubiera abandonado la granja. El experimentado profesor de historia europea se acerca a una de las ventanas para atisbar cómo el paisaje se contrae como si estuviera deformado por una caprichosa lente que refracta de manera imperfecta la luz, creando una silueta en forma de un extraño vórtice enmarañado que se aleja rodando por el aire. El profesor se atusa el bigote y dilucida que no es necesario que el ser esté cerca, pues si el ritual funciona, no son las leyes de la física las que han de hacer su trabajo. "Sigamos con el ritual", exclama con gesto serio.

Parecía que estaban en lo cierto pensando que la criatura a la que trataban de expulsar, se escondía en el.desván. Era evidente que ya no estaba, por lo que la labor de guardián cobraba fuerza en esos momentos. Las cosas se complicaban por momentos. 

— Algo ha abandonado el desván... — Artie recalcó lo evidente. — ¿Empezamos? — Le preguntó a Warren mientras sujetaba su arma.

Yo misma puedo engargarme de lo de los polvos.-digo dispuesta.- Cuando queráis.-respondo a la pregunta de Artie a la vez que un escalofrío recorre mi cuerpo imaginando que el ente ha estado todo el tiempo en la casa con nosotros. Casi respiro aliviada al creer que el ser se a marchado.