Partida Rol por web

Lindsey le tiende la linterna a Bauberg, para acercarse al indigente con lentitud y confianza.

Mi amigo dice la verdad, no vamos a hacerte daño. Si aparecimos de este modo es porque nosotros también teníamos miedo, como tú. Pero ya no. - conforme avanza, intenta eclipsar con su figura a Joseph, para que su talante no enturbie más al pobre vagabundo.

Miedo... vosotros también... ¿lo habéis oído?... está arriba. Casi me atrapa... solo vine a coger mis maletas... Eso vive aquí y no es un buen compañero no...

Habla con miedo. Su voz tiembla, aunque parece encontrarse mas cómodo tras escuchar las palabras de Lindsey aunque sus palabras son un tanto inconexas.

Bauberg no se atreve a hablar para no estropear la labor de la psicóloga, pero lo que acaba de decir el vagabundo despierta un gran interés en el anticuario que da un par de pasos para oir mejor lo que dice.

Cree que puede referirse a la criatura ? -susurra Vinnacci dándose la vuelta para hablar con Bauberg.

Barceló decide que mucha gente en el sótano son multitud. No se le ocurre que puede preguntar al vagabundo, y no le considera peligroso, así que hace casi omiso a la petición de bauberg de que desarme a ese pobre individuo. Así que se limita a dejar que Lindsey dirija toda la conversación. A última hora decide que efectivamente meter el dedo en el cepo para ratas es una bobada y decide volver a subir las escaleras.

Perdón, me esta entrando un poco de claustrofobia aquí abajo. Voy a subir a que me de el aire. Nos vemos arriba.

Barceló comienza a subir las escaleras con mucho cuidado. El resplandor que proviene del sótano es suficiente para iluminar sus pasos y que llegue arriba sano y salvo.

Washiskowaho por su parte no puede quedarse callado y entra en la conversación.
¿Qué maletas? aquí no hay nada, tú. Bueno, está Eso. Pero vamos a matarlo.

Una criatura en el desván... jejeje, que estúpidos. Mira que creerse esos cuentos. Voy a subir al desván y cuando quieran mirar les demostraré que no era peligroso y que todo lo que puede haber en el desván son moscas. Ah, si Shalma me viera lo valiente que soy....

Seguidamente Barceló, una vez llega ariba decide tirar de la cuerda que mueve la trampilla de acceso al desván. Tras una ligera resistencia, una escalera de madera plegable se desliza acompañando el recorrido a la trampilla.

Mierda, mi linterna está abajo. Bueno, ahora que lo pienso, hay un ligero resplandor en el desván. Debe colarse la luz de la luna por algún hueco. Y si no, tengo el zippo. Veamos....

Así el bravo aviador comienza a subir los peldaños que le darán acceso al desván.

Es.... es dificil de ver... solo se percibe. Es el devorador invisible. A veces sale. A veces vuelve. Me ire... me ire a California. Alli quizas esté a salvo, al menos por un tiempo

Unas perlas de sudor se forman en la frente del vagabundo, pese a que el aire es fresco. Vuelve a mostrar de nuevo señales de nerviosismo.

mmppfh... No es para tanto. Ese tipo tiene una pistola. dice Washiskowaho en un alarde de lucidez señalando a Barceló, quien está llegando arriba.

Llegas a lo alto del desván.

En efecto, la luz de la luna se cuela directamente por un sucio tragaluz. La iluminación es escasa, asi que enciendes el zippo para poder ver mejor.
Hay un agujero en el techo, justo por encima de la habitación por donde entrasteis, lo cual explica las goteras de la sala principal.

Varios trastos se amontonan aquí, así como un curioso montón de pájaros muertos, cerca del agujero. Tambien hay unas pocas mantas bien apiladas y unas cajas de madera de mediano tamaño y unas botellas vacias y polvorientas en un rincon.

Pero Eso no está. El pánico era infundado. Al menos ha dejado de llover ahi fuera. El aire se mueve ligeramente haciendo que la llama del mechero oscile.

Decides subir del todo para inspeccionar mejor.

Ves como el aire se mueve de nuevo. No lo sientes, lo VES. Una especie de rarefacciones en el aire en el rincón debajo del agujero del techo, como si hubiera gas en esa zona. Pero no huele a gas (O ya habrías volado por los aires con la llama de tu mechero).

Bauberg se agita incomodo, con el frío calando hasta los huesos y harto de oir tanto misticismo.

Empiezo a cansarme de oir tanto cuento chino de criaturas fantásticas. Sr.-dice refiriéndose al vagabundo- si es tan amable, díganos al menos su nombre y porqué ha venido en esta casa. Luego si quiere podrá abandonarla, pero sino lo hace nos veremos obligados a comunicar a sus propietarios la presencia de un inquilino no deseado.

Vinacci piensa acerca de la pregunta formulada por Washiskowaho. Un vagabundo que viene a recoger unas maletas, sin embargo ninguna maleta ha sido vista en ninguna parte la casa... El fotógrafo se cruza de brazos.

- ¿Por que iba a estar a salvo en California por un tiempo solo? La criatura solo atacaba a la gente que se vió involucrada en el ritual...Y no podía salir de la casa, salvo que escapase de ella por que los símbolos que la protegían se borrasen. Quizás él estuvo presente, quizá solo sea un loco. No tiene sentido....

Señorita Marrow - dice ahora dirigiendose hacia Lindsey - ¿Cree que este hombre esta cuerdo?

Lindsey, que se ha mantenido atenta, entrecierra los ojos mientras mira al vagabundo.

Desde luego... parte de lucidez y parte de fantasía puede haber en todo lo que está contando. Hay algo ahí arriba, eso es obvio... y hemos leído unas cosas que... - su voz torna nerviosa - ... hasta podría creerle, como psicóloga.

Vine a por... a por mis cosas. Las necesito. continúa el vagabundo respondiendo a Bauberg. Me llamo Jacob. bueno, Jake. Jake Red. Pero ya me iba. perdonen, no sabia que la casa estuviera habitada. Pero me voy, si, si me voy. Habla con unos espectaculares cambios de ritmo en su tono de voz, acelerando sus palabras y seguidamente ralentizándolas.

Este vagabundo está cuerdo. Pero ha sufrido un fuerte estado de shock que le mantiene en un fuerte estado de nerviosismo.

Eso puede deberse a vuestra presencia inesperada. O porque algo le asustó sobremanera en las últimas horas. (¡qué se yo...! un murciélago que choca contra su cabeza inesperadamente, o algún granjero psicópata que le disparó unos perdigonazos cuando intentaba hacerse con las manzanas de su huerto, o una criatura sobrenatural en el desván,... ¿quién sabe?

El que está de atar es Washiskowaho

No es solo el aire lo que se ha movido. Algo se acerca. No lo ves pero lo sientes. Algo está respirando en el desván.

Acercas la llama del mechero hacia la dirección del rincón de donde viene la respiración, pero todavía sin moverte. Imaginaciones tuyas. No hay nadie. Pero otra vez esa rarefacción como de gas.

Tap.... Tap.... Tap....

3 ¿pasos? ¿eso son pasos?????? sea como sea se escuchan en la dirección de la rarefacción.

Bauberg baja la pistola para contribuir al la ligera confianza que está tomando el vagabundo.

Hola Jake, Jacob... yo soy Paul y estos son amigos de los propietarios de esta casa. ¿Por qué estaban tus cosas aquí, conocías a alguno de los antiguos habitantes de la casa?

P--ppero... no sab-bia que estaba habitada. No conocia a nadie. Pensaba que estaba abandonada. Me resguarde aqui de la tormenta, pero ya no quiero quedarme. Me ire de verdad. No me denuncien.

Como si pensara que Jacob pudiera estar más tranquilo ahora en manos de Bauberg y compañía, Lindsey centra su atención una vez más en Joseph, a quien se acerca con sigilo e intentando que no se vislumbren sus intenciones con el barullo creado en torno al desconocido.

Cuando está a su lado, le coloca una mano sobre el hombro, y le dedica una sonrisa que parece más un rictus que una acción natural, producto de su también nerviosismo - Te va a dar un ataque al corazón si sigues así...

Tap Tap Tap

Tap Tap Tap

taptaptaptaptap

tatatattatatatatatatatatatatatatatap

sea lo que sea eso, está ganando velocidad y se encuentra muy cerca. Muy muy cerca.