Partida Rol por web

El Material y el Resultado ¿Podrás encontrarlo?

TURNO 1A La guardia

Cargando editor
09/05/2019, 21:45
Cronista

 

Tras unos minutos, en los que todos pensaban que, en un principio, os atacaban, te llamaron. Muy pocos sabían lo que sucedía, y no era una crisis normal. No estaba Imladris bajo ataque, era una tensión interna. Los Señores Herreros estaban reunidos, y además todos los líderes, incluso en Cocinero Mayor había sido hecho llamar.

 

Normalmente tu vida es bastante independiente. Viajabas solo, normalmente, excepto cuando te ordenaban escoltar a alguien. Sabías que en este puesto siempre tendrías refugio y comida, y también algún que otro encarguito; pero normalmente vivías de la caza. La carne o la consumías o la traías. Algo aprendiste a tratar la piel, y si no te la compraban aquí, te acercabas a cualquier población humana cercana, que solían poner unas monedas o entregarte algún que otro objeto interesante... o incluso unas moneas que gastabas en una comilona, bebidas ... y otros placeres que preferías que quedasen en secreto. Por lo menos para la gente del refugio élfico.

 

Cuando te diste cuenta, estabas ante las Estancias de Elrond. Allí, un guardia te dio una llave y te indicó una puerta. Estaba justo al lado del puesto de guardia. Sabías que los propios guardias lo usaban como vestuario y armería. El sitio era oscuro, espartano y discreto. Unas estanterías, unos atriles y poyetes y poco más. Bueno, algo más. Una mesa. Esta era rodeada por dos soldados que charlaban distendidos, equipados y relajados, echando un simple vistazo a tu aproximación. Sobre la mesa había trastos interesantes. Un pequeño carcaj plano, del que sobresalían nada más que una fila de 8 flechas. Pero había más cosas. Un arco que reconociste fácilmente. Era tallado por artesanos con manos excepcionales de la mejor madera para ese objeto. Tejo. No estaba cordado, pero había un ovillo atado a un extremo. Era raro el cordel. Parecía metal. Junto a este armas y armaduras. Incluso una tiara que conocías. Te la probaron años atrás. Como unos 40 ó 50 años atrás, pero en aquel entonces estaba a medio hacer.

El que te había hablado te señaló las cosas que sobre la mesa descansaban. - Equípate compañero que pronto verás al Señor. Conocías a aquel guerrero. Era un capitán veterano, escolta personal y encargado de la protección del valle. Jamás habías visto a Elrond en persona, y siempre te encargaban los trabajos a traves de la propia guardia. Este, su jefe, te había hablado alguna vez, y siempre era él quien te te pagaba los servicios o recompensas prometidos.

Cargando editor
09/05/2019, 23:51
Gilúvatar Arédhel

Frunzo el ceño cuando el cuerno suena. Normalmente no suelo hacer guardias, de hecho es más común que actúe como mensajero y, si no, me dejan libre. La caza, los bosques, simplemente me encantan.

Claro, que la buena compañía también me gusta. Y, con mi imponente aspecto, no son pocas las humanas, o incluso elfas, que se interesan por mí.

Me pregunto si habré dejado algún "medio elfo" por las aldeas vecinas.

Pero ahora el tema parece grave. El regresl se realiza en medio de la tensión por un inminente ataque, ataque que no llega a producirse.

Llegamos ante las Estancias de Elrond. ¿Qué hago yo aquí? No entiendo. Entonces me indican la puerta de la guardia. Bueno, en ocasiones he venido aquí para cobrar mis servicios.

Entonces observo los objetos de la mesa. Casi ni respiro, observando las impresionantes armas. Acaricio las flechas, el arco, la cuerda.

Una voz familiar me hace sobresaltarme levemente. El que me había indicado la puerta había venido detrás mío, inficándome que me equipara con lls objetos de la mesa. Mis ojos brillan mientras me equipo, dejando para el final el encordado del arco. El señor Elrond en persona, ¿qué sucederá?

Cargando editor
10/05/2019, 17:32
Patrulla Élfica

Los soldados te suenan todos. Cuando más o cuando menos, ya habías tratado con ellos. Además, recordaste una cosa. El "líder" que tú conoces es el mismo que vino, cuando estabas de vigilante en el rio, y se llevó a la chica aquella con tanta urgencia.

Precisamente por eso pensaste que había sucedido algo grave. Aquella es una sacerdotisa. Una representante de Varda, y además una de las principales sanadoras. Incluso, la que atiende a casos graves, heridas portentosas y ayuda en ocasiones al Sanador Mayor, el propio Elrond, es ella. Esa misma Noldo.

Te equipaste con paciencia, dejando de lado tu viejo mandoble, que ya precisaba de un "repaso". No dudaste en hacer un aporte a la armería con tus viejos "trastos". Aún estabas a medio vestir y todo eso, cuando llegó otro guardia. Le hizo un gesto a los que al principio "escoltaban la mesa" y estos respondieron con un desidioso bufido. De inmediato el jefe de estos salió sobre el recién llegado y marcharon corriendo.

Cargando editor
10/05/2019, 19:42
Gilúvatar Arédhel

Mi viejo equipo, que tanta ayuda me ha prestado, queda atrás. Renovarse, esa es la clave para no quedar atascado en una vida tan extensa.

Cuando me estoy preparando, entra un guardia y se lleva a los de la mesa. Primero una de las sacerdotisas y curanderas más importantes, y ahora esto. Termino de prepararme lo más rápido que puedo.

Cargando editor
11/05/2019, 09:30
Cronista

Tienes una extraña sensación, cuando, tras terminar quedas esperando, o te observan o están hablando de ti. Es como si un escalofío te recorriera la espalda. Eres ajeno a lo que realmente está sucediendo, e incluso los dos guardias que flanquean la mesa, sin ignorates de lo que te ha sucedido. Siguen charlando distendidamente de sus patrullas respectivas, de los ramazos que se llevaron, de las rozaduras de plantas espinosas en los cascos de sus monturas y de que se sentían perseguidos en todo momento mientras regresaban.

Te pareció un tanto raro: - ¿Monturas en patrullas? . Lo normal era que estas hiciesen sus rondas a pie. Incluso las de varios días. Los caballos eran más bien para mensajeros, uso particular, aquellos que poseían uno y si acaso para guerras o cosas así. No más. Bueno, y para colaborar en el campo.

Uno de los guardias se giró hacia ti. Ambos parecían como estatuas. Como si el tiempo se hubiera detenido y estos fueran simples trozos de piedra tallados con sus hermosas formas.

- Sigue a la sacerdotisa.

No entendías, pero a la memoria te vino que uno poco de tiempo antes, en el rio, el oficial que vino a llevarse a alguien era una Sacerdotisa de Varda. No te podías hacer a la idea, pero ... ahora mismo era esta la que te venía a la mente. Parpadeaste incrédulo. No entendías lo que había sucedido, y cuanto tus ojos recuperaron su función los guardias seguían como tal, con su charla banal, sus movimientos distendidos y como si aquello no hubiera sucedido jamás. Inseguro te mirante. Todo estaba bien. El equipo nuevo, unas monedas en el cinto de tu última cacería y lo que había sobrado de la consiguiente juerga y por supuesto, los restos de un escalofrío que te había estremecido entero.

Notas de juego

Los de la mesa no se han marchado. Ha salido el "jefe".

Cargando editor
11/05/2019, 10:25
Gilúvatar Arédhel

Todo esto es raro, muy raro. Demasiado raro, diría yo. ¿Que siga a la sacerdotisa? ¿Dónde?

No entiendo qué demonios sucede. Miro alrededor, nervioso, buscando el origen de todo esto. Pero no veo nada.

Observo a los guardias de la mesa, pero parecen tranquilos, como si nada raro sucediese. A ver, los ekfos somos bastante mágicos, por así decirlo. Pero todo esto es tan extraño...

Una vez recogido todo, me dirijo, inseguro, a la salida. No sé si eso es lo que quieren que haga o no, pero tampoco sé bien qué debo hacer. Miro atrás antes de salir definitivamente y salgo de aquel cuarto.

Cargando editor
12/05/2019, 08:36
Director

Notas de juego

No te tengo abandonado. 

Estoy esperando a la SACERDOTISA, y ya viste que avisó de que estaría dos o tres días out.

Cargando editor
12/05/2019, 09:58
Director

Cambiamos de escena