Partida Rol por web

Me planteo consultar a mis compañeros d solicitarle esa cantidad a nuestro tutor. Lo descarto de momento ya que podría considerarse un fracaso que no pudiéramos llevar a cabo la misión con lo que nos había destinado.

Intento conseguir algún descuento haciéndole una propuesta.

Le escribo:

– No dudo que lo que ofreces es valioso. Te propongo colocar una foto, evidentemente eliminando todos los datos de la información, indicando código aceptado. Y recomendarte a mis contactos como alguien de confianza. ¿Cuánto valoras que vale que te recomiende a mis contactos?

Lo que no le digo es que no es un grupo de ladrones de viviendas, sino miembros de El Legado.

Flot esquiva el cojín que lanza Amber, y lo atrapa al vuelo. Lo sujeta sonriente, y asiente.

Podría funcionar, piensa impresionado por la labia de la chica. Parece una ametralladora...

Luego se fija en Hug. Ya tiene las imágenes y parece estar buceando en ... "¿Internet profunda?"

-¿Cómo vas ... por allí?, pregunta sintiéndose bastante inútil en esta fase de la misión.

Al oír a Flot me giro hacía mis compañeros.

– He logrado dar con un hacker que me ha ofrecido el código que usan como llave maestra para ofrecérselo a las fuerzas de seguridad, bomberos, paramédicos… Pero me pide una suma muy elevado a menos que alguno seáis millonarios tendríamos que solicitar el dinero a El Legado a través de nuestro tutor.

Negando con la cabeza. – Y si lo pagan y no encontramos nada puede que no haya una segunda misión para nosotros. Estoy intentando que rebaje el dinero que pide.

- Creamos un perfil personal para cada cliente, que incluye nombre, documento de identidad, fotografía, y otros datos. En caso de pérdida, olvido o deseo de cambiar las contraseñas, sólo debe llamarnos y realizaremos una videoconferencia para asegurarnos en imagen y sonido que es usted. Tras hacer esas comprobaciones y algunas otras para asegurar su identidad, procederemos al reseteo y cambio de contraseñas, el cual debe hacerse conjuntamente en el controlador que tendrá en su vivienda y nuestra base de datos.

¿Y quién te creería así, por las buenas, solo porque pongas que ha funcionado? Eso puedo hacerlo yo mismo haciéndome pasar por otro, pero no sirve de nada. No cuela. Respecto a los contactos, no me interesan. El que merece contactar conmigo sabe como hacerlo, igual que has hecho tú. No busco fama, y tampoco soy un ladrón. Sólo quiero que estas compañías no se crean todopoderosas y cobren tarifas desorbitadas para darnos una sensación de falsa seguridad. ¿Sabes cuánta gente cae en la trampa y pone carísimas alarmas en sus domicilios por miedo?

Vaya no sé exactamente que hacer parece que sea un idealista romántico, y entonces el dinero será para un palacio al estilo de las películas de Sisi.

Tecleo:

– Tienes razón y aparte de las tarifas otra trampa es cuando te van añadiendo sensores. Te los cobran y si no saltan prácticamente todos lo clasifican de falsa alarma y ni acuden, ni compensan a su cliente.

– Puedo colaborar de alguna manera en hacerlo público, lo que le haría daño de verdad, creo yo, sería que supieran perfectamente de fallos en sus alarmas e igualmente las siguieran vendiendo. Si las han vendido también a gente poderosa y organismos de la misma administración, nadie los protegería de la campaña en su contra en las redes y medios de comunicación.

-Impresionante la seguridad que tienen.

Parece genuinamente sorprendida.

-¿Podría pasarme la información por email? - le hace un gesto a Hug para que le de una cuenta o algo. Quizá así puedan entrar en la base de datos de la compañía -. Con los precios y esas cosas, así podré estudiarlo bien. Aunque de momento me interesa la propuesta. ¿Tendrían algún descuento por nuevos clientes? Ya sabe, en la instalación o en las primeras cuotas.

No cree que pueda sacar más de la conversación.

-Por cierto, ¿me da su nombre? Sé que van a comisión y usted me ha atendido muy bien, así que si me decido definitivamente, diré que me pongan en contacto con usted.

-No creo que podamos gastarnos grandes cantidades... Tenemos que buscar otro modo.

Flot se queda pensativo. -¿Y si buscamos un modo de aprovechar lo de los repartidores? Parece que recibe bastantes visitas. ¿Hay alguna rutina, tipo horario de entrega habitual cuando está en casa? Alguien podría hacerse pasar por un repartidor y tocar la puerta... O algo así.

Levanto la cabeza del ordenador para unirme a la conversación de mis compañeros.

– Estoy intentado que vea que simpatizo con él para ver si me rebaja un poco el precio ofreciéndome a colaborar en su campaña contra las compañías de alarmas.

Mirando a Flot. – Tendremos que repasar el informe de nuestros compañeros del mes pasado para ver que compañías y si pide que le lleguen unos días u horas determinados.

No sé por qué me da la sensación de que sabes de lo que hablas. Y no me pareces un vulgar ladrón... Si tú tampoco lo haces por dinero, puede que podamos ayudarnos mutuamente. Conocer sus fallos les hace intentar mejorar, y por lo tanto, subir el precio de sus alarmas porque ahora son "más seguras". ¿Crees que... podrías hackear esa casa que quieres sin que se pudiera saber cómo se ha hackeado?

- Claro, le envío todo al correo que usted me diga. Tenemos una oferta de instalación y tres meses gratis para nuevas altas. Mi nombre es Richard Montero, extensión 258. Muchísimas gracias, señorita. ¿Puedo ayudarla en algo más?

Bueno parece que vamos avanzando:

– No, no soy un vulgar ladrón. Creo que si, pero sin tu código debe estar limitado el intento de accesos y si se bloqueada este sospecharía. Tú sabrás si cuentan con esa protección también accediendo desde la red y no el teclado.

– Sobre hackear alguna cosa he hecho, pero a empresas que tienen su web, pero no sé si quien vive allí la tiene. Ahora la alarma si que debe estar conectada, lo que nunca he hecho ha sido entrar a través de ellas. Claro que siempre puede haber una primera vez.

Viendo que sus compañeros pasan de ella, le da un email antiguo que hace años que no usa. Uno de esos tipo gatitasexy69 y esas cosas. Un email que mejor estaría si se hubiese quedado en el olvido. 

-Gracias por su ayuda Richard. Estudiaré toda la información y le diré algo si me decido.

Y yo que pensaba que era una mujer... vaya tela... piensa mientras cuelga y se sienta en el sofá como una persona decente. Mira a otros otros dos.

-¿Cómo va? ¿Podrías conseguir entrar en la base de datos de la empresa? 

Levanto la cabeza al darme cuenta de que Amber me está preguntando a mí.

Aparto la cabeza de la pantalla consciente de que tengo activa la alerta sonora por si llegara un mensaje nuevo.

– Disculparme, estoy intentando todavía que nos haga un buen descuento. Si quedo demasiado abstraído dame una colleja pero no me lances agua, la culpa es mía no del ordenador.

Vale. Entra en su red e introduce este ejecutable. Ten en cuenta que sólo podrás desbloquear un acceso simultáneamente, es decir, que si desbloqueas una ventana y después intentas desbloquear la puerta, la ventana volverá a bloquearse.

Tecleo satisfecho:

– Gracias, te debo una si algún día crees que podré ayudarte indícamelo.

Una vez salgo de allí me anoto todo lo que veo del código por si tiene una caducidad programada. Por si acaso no intento copiarlo ya que puede disponer de posibles defensas para auto borrarse o aún peor atacar mi ordenador.

Aceptar regalos de desconocidos tiene sus riesgos, pero no hay ninguna seguridad absoluta. Antes creía que lo que mantenía en mi mente sin decírselo a nadie ni dejarlo anotado por ningún medio estaba absolutamente seguro, pero ahora sé que ni esta es segura.

Girándome hacía mis compañeros con cara de completa satisfacción. – Al final he logrado empatizar con él y me ha enviado un pequeño programa para desbloquear una de las entradas.

Dejo pasar unos segundos y continuo. – Creo que la mejor opción es la puerta principal, una ventana correríamos el riesgo de que algún buen ciudadano llamada a la policía, ¿qué opináis?

-Ah... muy bien... ¿y no te parece raro? Te ha dado el programa ese así como así.

Bueno, a ella le parece raro que les entregue un programa que antes costaba una pasta, así... por la cara. Aunque quizá lo que le fastidie un poco más es que ella también haya estado intentando conseguir información, incluso quizá si Hug quisiese podría piratear la base de la empresa y encontrar los códigos. Al fin y al cabo, tienen una cuenta de la empresa y solo haría falta una contraseña.

-Bueno, pues... iré a ducharme. Me parece bien lo que decidáis.

Pensando en las palabras de Amber se me ensombrece un poco el rostro y no parezco tan seguro.

– Podría ser que fuera un empleado de seguridad de la empresa o un policía que esperara para detenernos a que entráramos haciéndose pasar por un vendedor de códigos para ese modelo de alarmas.

Sonriendo un poco. – También podría ser que pensara, por la cantidad inicial, que somos uno de esos grupos organizadores que aparecen en las noticias con decenas de miles de dólares robados, joyas, portátiles… Y ahora me ha enviado una muestra gratuita para que le compre una llave maestra que nos dure unos meses. Esta no creo que nos dure más de un día, aunque nunca se sabe.

– Mientras te duchas me la pasare al móvil es más discreto estar usando uno que un portátil en medio de la calle.

-¡Bien! Ya tenemos algo, dice Flot entusiasmado. -Podemos entrar... Si usamos la puerta principal, tal vez lo de hacernos con un uniforme de un repartidor nos podría servir para no levantar sospechas.

Mira a sus compañeros, gesticulando con las manos para dar mayor énfasis a sus palabras. -Un repartidor se acerca a la casa, con un paquete, toca la puerta y al rato entra. Es decir, ahora contamos con una forma de desactivar la alarma. Si nos abre el sujeto, decimos cualquier excusa. Preguntamos por otra dirección lo que sea. Pero apostaría mis zapatillas que durante el tiempo que las grabaciones están en bucle, nuestro amigo no se encuentra en la casa.