Partida Rol por web

No logro encontrar nada que me llame la atención en las cajas al lado del foso. Cuando voy a mirar otras observo una cosa en el suelo que me hace detenerme y mirarla más detenidamente.

Me giro hacia mis compañeros señalando el suelo justo delante mío. – Amber, Flot, ¿podéis venir un momento? Esta mancha del suelo creo que debería continuar al otro lado como sino existiera o se pudiera desplazar la pared. Pero examinarla vosotros haber que os parece.

Eres capaz de fijarte en varios detalles, aparte del que os comenta Hug. Por un lado, el armario está cerrado con llave. Por otro, en la pared que Hug indica hay una decoloración típica de cuando ha habido un objeto rectangular colgado mucho tiempo, pero ya no está.

El resto de la sala parece un trastero normal y corriente, sin nada de interés.

-Así que puedes cantar... tendremos que robar paraguas cuando volvamos al piso...

Le saca la lengua y sonríe. La verdad, es que en ese sótano puede haber de todo y seguramente, la mayoría de las cosas no son buenas. Además, todo eso de que solo haya un armario en todo el sótano, chirría bastante. Sigue los pasos de Flot mientras avanzan hacia donde está Hug.

-¿Qué has visto, Hug?

Cuando llega Amber a mi lado me aparto para que pueda ver el suelo.

– Puede que sean imaginaciones mías, pero diría que cuando se produjo esa mancha, al parecer de humedad, esa pared no estaba allí.

Girándome para señalar la trampa de pinchos. – Y si ha podido mover el suelo no sería extraño que también la pared. De todas maneras, vigilemos no ocultara otra trampa.

Me quedo esperando la opinión de Flot.

-También he visto algo raro en esa pared, Hug, dice Flot pensativo y se acerca a la pared. -Debe haber algo oculto. ¿Véis esto? En esa parte de la pared hay como una zona de menos color, marca de que había algo colgado aquí mucho tiempo, pero que ya no está.

Mira las manchas en el suelo, y luego vuelve a mirar el armario. -El armario está cerrado con llave. Tal vez dentro haya algo que nos sirva para activar el mecanismo.

En efecto, un examen algo más exhaustivo de la pared revela que hay un clavo en ella, que puede coincidir con la decoloración dando a entender que allí había algo colgado, probablemente un cuadro de 100x50 cm.

No entiende muy bien lo de las marcas ni lo que representa, pero eso de que pueda haber trampas por cualquier ligar no le inspira confianza. Además, tampoco entiende muy donde encaja cada cosa. Y ellos parecen estar muy seguros de todo. Bueno, quizá es que ella sea un poquito tonta o algo. Nada de lo que avergonzarse, por supuesto. 

-Mmm... la verdad es que... no entiendo la relación. Quizá estoy un poco cansada... 

Se encoge de hombros.

Escucho atentamente a Flot y busco con la mirada entre los objetos algo parecido a un cuadro de esas dimensiones antes de señalar el armario mientras busco en mis bolsillos. – En las películas clásicas del siglo pasado los protagonistas siempre llevaban en los bolsillos un pequeño objeto metálico que lo usaban de llave. ¿Lleváis alguna cosa vosotros?

Al oír las palabras de Amber me acerco a ella preocupado. – ¿Te encuentras bien? Sino lo mejor sería que volviéramos otro día, siempre eres la que nos animas a nosotros.

Después de decirlo vuelvo a ver la trampa de pinchos que hemos descubierto y que le advertirá bien claramente de que ha tenido visitas.

Flot se acerca al armario, y sin tocarlo se agacha para observa de cerca la cerradura. -Hay que abrir esta puerta. Preferiblemente sin romperla, aunque ya va a ser difícil de ocultar nuestra visita.

Se queda pensando en algún modo de abrir la puerta. -Tal vez un imperdible, o una pinza del pelo... Amber ¿tienes algo?

Niega.

-Siempre llevo mi hermosa mata de pelo suelta. Libre como el viento. Sin ataduras.

Se mueve el pelo a lo pantenne, pero se acerca al armario. Mira la cerradura e intenta abrirla, pero parece que no se le dan muy bien esas cosas. Vamos, que para sustractora de objetos personales de gran calibre, no vale.

-Me parece que no podremos abrirlo...

-No te preocupes Amber, dice Flot para consolar a su compañera. -Hug, ¿se te ocurre algo para abrirlo? Si no lo logras, puedo intentar forzar la puerta con algo.

Su mirada recorre las cajas de decoración navideña en busca de un tubo de metal o algo que pueda servir como palanca. -Aunque eso significa romper la puerta.

No puedo dejar de intentarlo, aunque lo que se me da mejor abrir puertas de acceso en internet.

– Lo intentaré, aunque sólo lo he visto en libros y la pantalla.

Me acerco hacia la puerta ante la sugerencia de Flot. Al llegar saco mis llaves por si por suerte alguna se pareciera a la de la cerradura lo suficiente para abrirla.

Hug consigue abrir la cerradura. Sin embargo, no es él quien abre la puerta del armario, pues nada más escuchar el chasquido de la cerradura la puerta se abre repentinamente y con fuerza.

Todo sucede muy deprisa.

Una figura humanoide envuelta en vendas sucias sale del armario como una exhalación y ataca a Hug.

Al abrirse así de rápido lo primero que pienso es en una nueva trampa en forma de red. Cruzo los brazos delante de mi cara, instintivamente, para protegerme de lo que este cayendo.

– Vigilar, puede ser otra trampa.

Al salir del armario veo que no es una red sino una criatura cubierta de vendas e intento apuntalar mis piernas a tiempo para frenarlo. Antes de que pueda hacerlo choca conmigo.

Aquella especie de momia es demasiado fuerte para Hug, y a pesar de que éste se cubre, el monstruo consigue golpearle y causarle daño. Ese mismo golpe hace que Hug sea empujado lo suficientemente lejos como para que el resto de los manotazos de la figura, que parece golpear a ciegas (hasta la parte de los ojos está vendada) no le alcancen.

El monstruo grita, y avanza hacia delante mientras sigue lanzando golpes. Es muy rápido, en nada se parece en eso a las momias típicas de las películas que por lo general son lentas y avanzan arrastrando un miembro o cosas por el estilo. Los gritos tampoco se parecen a nada "no muerto", si no más bien a los de un hombre que sufre y está asustado.

El ataque de la momia les pilla por sorpresa, y Hug se lleva la peor parte. Flot también se queda anonado y tarda en reaccionar. -Eh, ... tú, dice para llamar la atención del engendro. -No hemos venido a hacerte daño...

Luego Flot intenta ponerse delante del hombre para proteger a sus compañeros, y trata de esquivar o evitar los golpes.

No sabe como lo ha sabido, quizá un cambio superfluo en el ambiente o algo, pero incluso estando al lado del armario se salva de la embestida de esa especie de momia que se  ceba con el pobre Hug. Pero es que encima la momia esa se mueve muy rápido... no es como las típicas que salen en las pelis malas de Egipto y tal. 

Aunque quizá ataque porque no puede ver nada. Tiene los ojos cubiertos... ¿y si tiene miedo?

No se muy bien como acabo en el suelo con dificultades para moverme. Centrando mi mirada hacia el armario veo con sorpresa una momia que se mueve rápidamente.

Al intentar levantarme me recorre un ramalazo de dolor, logro silenciar un grito de dolor. Menos mal porque si Amber o Flot vinieran a auxiliarme machacaría al otro.

– Vigilar es más fuerte de lo que parece.

Se le pasan muchas ideas por la cabeza, pero todas le parecen demasiado locas como para poder llevarlas a cabo. ¿Y si la momia ataca porque no puede ver lo que tiene delante? ¿Y si está asustada? ¿Y si le pone la zancadilla con sus propias vendas? Todo parece muy bonito de realizar, pero a saber si consigue ninguna de esas ideas. 

La de trabarle los pies es la que mejor idea le parece. Al menos, en el suelo no se moverá tan deprisa y podrán inmovilizarle mejor.