Partida Rol por web

Raudo, me lancé sobre el primer marrullero que tenía más cercano atacando de manera rápida y fuerte para evitar que usase su arma en contra de alguno de nosotros y tratando de hacerlo caer el primero.

La espada de Fernando dañó el vientre del marullero cristiano 1, parecía pensar en que se había metido en una pelea que no podía resolver. Pero de momento aunque fuese por el que dirán después, se mantuvo en el combate.

Carlos estaba alerta desde que los maleantes cortaron el paso a la patrulla, por eso, la rápida acción de Fernando no lo sorprendió, sino que, por el contrario, desenvainó casi en el mismo instante la ropera, lanzando una estocada de esgrima contra uno de los marrulleros ... no era ducho en el combate, pero esperaba poder causar algo de daño o, al menos, desviar la atención para que sus compañeros más marciales tuvieran mejores oportunidades de atacar.

Casi instintivamente, un grito salió de su garganta:

- Santiago y cierra, España!

Debido a lo cerca que había estado de huir anteriormente solo con ver como Carlos le atacaba, el hombre salió huyendo de la pelea.

El marrullero 4 se lanzó a golpear con su palo de madera la cabeza de Carlos Sotomayor.

1º Fernando* - 18

2º Carlos* - 18

3º Marrullero 4 - 17

4º Marcel - 16

5º Fernando - 15

6º Marrullero 1 - 14

7º Marrullero 2 -14

8º Marullero 3 - 8

Marcel duda por un segundo como actuar. Tiene a punto su revolver pero se da cuenta que en ese momento usarlo va a causar más problemas temporales que solucionar el problema ante el cual se encuentran. 

Tras unos momentos de incertidumbre y viendo que Fernando e incluso Carlos ya se han lanzado al ataque, desembaina su ropera y se lanza al ataque contra el Marrullero 2 quien, como sus compañeros, no parece muy diestro en el combate. 

Motivado por el arrojo de sus compañeros y la huída de uno de aquellos bribones, el propio Francisco se lanzó a la carga empuñando su daga, con más corazón que maña y con el recuerdo del enfrentamiento en el estrecho aún reciente en su cabeza.

No obstante se sentía algo más seguro de sí mismo en aquella callejuela de Toledo que sobre la tablazón de la galera en la que fueron atacados por piratas.

Los marulleros 2 y 3 reciben un impacto bastante poderoso, no obstante ambos parecen soportar el dolor y arrancan con sus ataque son "armas"...siendo el primero lanzado hacia Fernando por el Marullero 2 y el Marullero 3 hacia Carlos Sotomayor.

De nuevo y tras recibir uno de los golpes de uno de los marrulleros, me lancé de cabeza a por otro tratando de sortear primero el ataque de este primero

El marrullero 4 recibe la embestida animal de Fernando y tras recomponerse como buenamente puede, sale huyendo del escenario del conflicto a todo correr.

1º Fernando* - 18

2º Carlos* - 18

3º Marrullero 4 - 17

4º Marcel - 16

5º Fernando - 15

6º Marrullero 1 - 14

7º Marrullero 2 -14

8º Marullero 3 - 8

El ataque de Carlos parece ser efectivo y pone en fuga a uno de los bandidos. Sin embargo, otro de los marrulleros embiste contra el historiador con su palo. Casi sorprendido, solo atina a alzar su espada, esperando atajar el golpe del atacante.

Marcel prosigue su ataque contra el marrullero 2. Empieza a encontrarle cierto gusto a esto del combate con espadas y si bien es cierto que tiene un mal recuerdo de su primer combate, este parece que lo tiene dominado, cosa que le anima a soltar algún grito con gesticulación musical. 

"Recibid vuestro merecido, malditos."

El pobre artesano siguió blandiendo su daga ante la cara de sus enemigos aunque bien sabía él que necesitaría docenas de estocadas para conseguir acabar con cualquiera de ellos.
Al menos esperaba poder asustarlos lo suficiente para hacerlos huir.

Los marrulleros salen corriendo despavoridos de la batalla, parecen haber tenido suficiente ración de golpes por un día, el rabino espera a que sus acompañantes suban al carro...- Nunca supe que es más triste, si la guerra entre las religiones o la guerra entre los hermanos...la graçias de este mundo son altamente diversas...¿dónde aprendisteís tal dominio del arma?... dijo a Fernando con curiosidad aunque con tono triste.

Tras el combate los marrulleros que quedaron huian y si bien tenía ganas de hacer que no volvieran, me mantuve con mis compañeros y la persona a quien debiamos proteger, la cual se dirigió hacia a mi con una pregunta curiosa - Mucho temo que no debo ser el mejor espadachin de los tiempos pasados y futuros, más aún así, este dominio lo adquirí luchando junto a compañeros de armas en el ejercito... y más adelante volviendome en su contra por un bien mayor, en una milicia aún no creada. - Envainé mi arma dandome la vuelta y mirando de cara a mis compañeros los cuales podría ser normal que ahora pudieran desconfiar de mi - No obstante, eso fue mi pasado, el cual en esta epoca aún no ha ocurrido. No sé si debería contarle más

- O sea que las guerras siguen más allá...debí imaginarmelo... dijo con pena ...¿son por otros motivos o son siempre los mismos?, la vil crueldad, ignorancia y avaricia de unos pocos sobre los demás... la carreta comenzó de nuevo su larga marcha, el trayecto que les quedaba era aún largo, y el judio al menos quería saber unos minimos del tiempo que quedaba tras de él, el tiempo que su mayor descubrimiento abria a todos los tiempos y a ninguno a la vez.

No cabía duda de que el rabino era un personaje realmente sombrío. Su principal tema de conversación era conocer si en el futuro seguiría habiendo odio, guerras y ese tipo de cosas. Prácticamente no preguntaba otra cosa. No parecía tener interés en avances tecnológicos o médicos.

Suponía que sería debido en parte a ser un religioso y por otro lado por pertenecer a una etnia perseguida desde hacia siglos, pero no dejaba de ser un tema de conversación poco agradable, por lo que Francisco, poco belicoso en general, prefirió mantenerse en silencio durante gran parte del camino, escuchando como charlaban los demás.

Marcel despidió a los atacantes con un grito de "Ala, idos a paseo!!!" mientras envainaba su espada ropera. En aquella ocasión la escaramuza había salido mucho mejor que en su primer ataque con espadas. 

Se preocupó por el golpe que había recibido Carlos. 

-Carlos, ¿como te encuentras? He visto de reojo que te han dado en la cabeza con un palo. Dejame ver que no te hayan abierto una herida, que estos golpes son traicioneros.

Y hecha un vistazo a Carlos, mientras en su cabeza sigue retumbando la idea del tiempo que ha perdido en decidir si sacaba la pistola o la espada. Se da cuenta que no puede tener estas dudas en pleno combate. Si esto le hubiera ocurrido en medio de los pirineos cuando se enfrentaba a la guardia civil, seguramente no lo estaría contando. 

Marcel le revisó la cabeza, aunque Carlos se sentía bien del golpe. Estaba más atento a lo que decía el rabí. ''¿Cómo explicarle que se vuelve cada vez peor? ¿Que las guerras son más sanguinarias?'' 

- Dios hizo al hombre como lo hizo. Vil, mezquino, avaro. No ha cambiado desde la Creación, tampoco ha cambiado desde su tiempo hasta el mío ... creo que soy el más nuevo ... creame que es algo confuso. En fin, no creo que cambie mientras exista el mundo.

Sabía que la visión que planteaba era sombría.

- Pero si Dios es misericordioso, hay algo por lo cual nos hizo de esta manera. ¿Quién soy yo para cuestionar su Sabiduría? - ''Rayos, es el mismo argumento de los fundamentalistas religiosos'', aunque este detalle no lo mencionó.

- Tal vez, hay esperanzas. Aunque con retrocesos, a tropezones y caidas, a fuerza de levantarnos, hemos progresado ... comprenda que no es mucho más lo que puedo decirle. - ''No es mentira, después de todo ... excepto que deba definir qué se entiende por 'progreso'''

-Rabino, le seré sincero. Las guerras continúan y la maldad humana crece. Yo mismo, hace poco tiempo, estaba en medio de una de las guerras más esperpenticas que uno pueda concebir por culpa del fascismo.- Marcel no se da cuenta que el rabino desconoce tal palabra - Pero si la cosa no se ha ido ya al garete es, precisamente, porque también la bondad ha crecido y cada vez es más fuerte. Y tengo fe y esperanza en que algún día el hombre será bueno y las cosas irán mejor. Pero siempre habrá alguien que siembre el miedo, la insolidaridad y el desprecio hacia nuestros hermanos y consiga que otros le sigan. Y solo la educación nos hará libres. Por eso hay que trabajar en que, desde pequeños, aprendamos el autentico valor de la vida humana y de trabajar juntos, codo con codo, con nuestros hermanos. 

Dice, mientras repasa la cabeza de Carlos. No parece que se queje mucho, pero ese golpe tiene que doler de cojones...

-Más o menos es como dicen mis compañeros - Dije acomodandome en la carreta - Aunque no todas las personas sean viles y crueles, mientras siga habiendo algo como el poder que les ciegue... seguirán habiendo guerras. Ser más que otros y hacer lo imposible para que sea así, eso es lo que hacen siempre y lo que me repugna de dichas gentes. Ojalá tan solo se pudieran detener todas y cada una de las intenciones que las generan. Más creo que solo es un sueño de un iluso.

Suspiré mirando al cielo tratando de evitar el cruce de miradas con los demás - Pero quizás es un tema vanal para vos. El futuro os queda muy lejos.