Partida Rol por web

Antha noto la extraña naturalidad con la que el joven decia las cosas. Sin más remedio, respondió:

Mi nombre es Antha. ¿Que haces aqui solo en medio de este laberinto? preguntó al joven.

El joven le miró con una especie de sonrisa tímida...

-Es un bonito nombre...-señala, como si decir ese tipo de cosas fuera lo más natural del mundo y se dijeran éstas a cada rato... Casi como respirar...-Tan sólo juego con el agua... Me gusta el agua...-Añade, a modo de respuesta a su pregunta...-¿Y tú? ¿Te has perdido?

Un poco...este jardín es enorme!! sabes la salida? creo que ya empezaron las clases... dice terminando con un suspiro algo resignada.

Y cual es tu nombre? pareces ser muy familiar con el lugar, bueno aunque deberia de apurarme a clase en estos momentos...podria pedirte que me indicaras la salida?
Dijo al final con una gran sonrisa en sus labios.

Sin saber muy bien cómo, Yuriy, llegó al último sitio que había estado antes...

El Laberinto...

Sus recuerdos eran algo borrosos, a decir verdad, no tenía mucha idea de qué había pasado, pero bueno.. Ahí estaba otra vez..

¿El por qué?

Es un misterio... Quizás esperaba ver algo o a alguien...

De momento, su cabeza no parecía molestarle en absoluto... Igual todo lo de antes... Se lo había "imaginado"... O "soñado"...

Aunque lo del humo de la habitación... No estaba muy seguro...

-Ok... ahora, donde puta están las canchas de tenis... tengo mono de tenis y de escuchar a Tatsuki pegar esos sensuales gritos de tenistas cuando le de a la pelota
Sigue caminando sin rumbo definido, buscando algún indicio de zona de deportes, una cancha de algo o una pista de carreras, etc

Quizás por un capricho del destino, o por uno de la máster, (pese a que su jugador no se gasta demasiado en líneas de escritura...¬¬), al joven Yuriy no le faltó demasiado para llegar a uno de sus objetivos.

Seguía en la zona del Laberinto y no había encontrado ninguna pista de tenis... Pero... A lo lejos, había divisado una figura familiar: una chica de pelo negro y corto, estaba sentada bajo un árbol, al parecer escribiendo algo.

Estaba muy concentrada, y no parecía tomar nota de lo que sucedía a su alrededor.

Al ver el completo desinterés de la chica por lo que pase a su alrededores, a Yuriy se le formo una sonrisa picara, busco rodear el árbol a lo lejos y llegar por detrás de Tatsuki, cuando ya estaba lo suficientemente cerca, asomo su cabeza por un costado para ver lo que la tenia tan aislada.
Una ves leído, me acerco mas a su oído y le susurro sensualmente.

-Tu y yo... una partido ahora

Tatsuki, en su mundo, no se dio cuenta de lo que sucedía hasta casi el final: en el cual pilló a Yuriy, le hizo una llave de judo, y lo dejó en el suelo, boca arriba, mientras ella lo sujetaba con una rodilla en el pecho.

Su cara era de enfado y de sorpresa a la vez, al ver quién era el que había tumbado (sí, no pensó, simplemente actuó... Eso pasa por intentar asustarla), una media sonrisa se dibuja en su cara:

-Ja! El lesionado de antes, tsk... ¿Un partido, dices? Soy la presidenta, ¿te crees que me vas a ganar?-le suelta, y se retira gradualmente-Además... ¿No tendrías que estar en clases? ¿O es que te estás escaqueando? Juas!

Luego de que le quita la rodilla, se para y se limpia un poco el polvo y le sonríe sobradamente ante sus comentarios
-No, las clases ya terminaron la que aprese que se a escaqueado eres tu... y mucho hablar, pero poco accionar, yo no llega a ser presidente de los clubes de tenis en los que participe, porque odio la responsabilidad del liderazgo, pero siempre estaba entre los mejores.
Así que, enfrenta ese orgullo contra el mio y si no te basta podemos apostar algo

Tatsuki alza una ceja.

"Pura palabrería".

Sonríe de lado, y comenta, maliciosa:

-¿Algo como tu cabeza, pequeño niño mimado? Je!...-Recoge sus cosas y señala:-Sígueme si tienes agallas...

La joven guía al ruso hacia un poco más allá del Laberinto.
Parece que la chica ha tenido, en presuntamente un año, tiempo suficiente para conocerse todos los recovecos de la Academia...
Fácilmente, y en poco tiempo, ambos chicos llegan a un espacio abierto, donde, al parecer, están las pistas de atletismo, tenis, basket y fútbol estivales...
Presuntamente, las de invierno (es decir, las cubiertas), están en los edificios que se ven a lo lejos...

Yuriy puede advertir, por las indicaciones que hay en todos sitios, que allí también hay una piscina cubierta, y otra al aire libre...

Interesante... ¿no?

Arque una ceja provocadoramente
-No precisamente... que tal un almuerzo bajo es mismo árbol?? el que pierde le cocina al otro?
Mientras la sigue por detrás
-Canchas de césped, mi superficie preferida luego bine el polvo de ladrillo... que tienes en raquetas para ofrecerme??
me gusta jugar con livianas y en lo posible encordado de poligud y por favor, que no sean esas mierdas de Willson, hasta Prince te llego

Tatsuki alza la ceja, ante tales exigencias...

"¿Una comida? ¡Ja! Pues si gana la va a palmar, con lo mal que cocino... Jajaja!"

Una pequeña risita se le escapa:

-Pues aleh, trato hecho... Tsk...-Cuando el joven empieza con lo de las raquetas, la chica pone los ojos en blanco...-Madre mía, qué plasta... Pero vamos a ver... ¿Tú dónde leñes te piensas que estás? Es una Academia repipí... Hay raquetas de todas las marcas habidas y por haber... Además... Puesto que no te traes las tuyas... Tampoco tienes mucho de lo qué quejarte...

La joven le conduce hacia un edificio donde están los vestuarios y el material guardado. Del interior de su camisa extra una llave colgada a una cadena de su cuello, al parecer, las llaves del trastero y los vestuarios...

Una vez abre la puerta, un pasillo enorme con varias cosas puestas en armarios a ambos lados (colchonetas, aunque algunas están amontonadas en el suelo, pelotas, raquetas, redes, aros y un largo etc.). Ella le conduce hacia donde se halla la parte de tenis.
Todo está perfectamente ordenado y clasificado: así da gusto entrar a un "trastero".

-Mi culpa, mi raqueta se perdio en el vuelo, quería matar a alguien, esta descatalogada ahora, pero ya conseguir una nueva por hay que se ajuste a mis gustos.
Toma la raqueta que mejor le parece la abanique un poco
-Estoy listo para hacerte comer pasto, empezamos?

Tatsuki frunció el ceño, estaba a punto de responderle un par de cosas, cuando, de repente, una especie de ráfaga cierra la puerta del trastero, de un golpe fuerte.

Seis campanadas resuenan por toda la Academia, entonces "dong, dong, dong, dong, dong, dong"...

Quedaban tres horas para la cena...

Tatsuki, extrañada, se dirigió a la puerta. Le parecía raro que se hubiese cerrado así como así... Esas puertas no solían cerrarse fácilmente...

Yuriy sintió un ligero escalofrío en la espalda, y hubiese jurado que escuchó una especie de grito... Pero... No estaba del todo seguro...

La joven se acercó a la puerta, sacó de entre su camisa la cadena con la llave, e intentó abrir...

Cuál no fue su sorpresa, al comprobar, que la puerta no se abría...
Pálida, se volvió hacia el ruso, quien no entendía por qué ese cambio de actitud, (de una chica fuerte y decidida, a alguien algo asustada), se había producido en ella:

-No... No se abre...-susurró, en un hilo de voz...

Yuriy no le dio mucha importancia al echo de la puerta... y se volteo de golpe al sentir algo en su espalda
-Has oído ese grito??
Mientras camina asta el fondo del edificio mirando los recovecos y atento a algún sonido

Tatsuki miró a Yuriy con cara extrañada...

-No... No he oído nada... Pero... Sigo sin poder... abrir la puerta...-Derrotada, se apoya contra la pared... Muy pálida y sintiéndose muy poquita cosa...

Cuando se volite de nuevo, ve a Tatsuki algo pálida y rara, vuelve a ella con pasos rápido y se arrodilla a su lado, con algo de preocupación en su cara.
-Te sientes bien? parece que vistes un fantasma

Tatsuki alza la mirada, su palidez no se va, y aunque intenta mantenerse serena, está claro que su nerviosismo va en aumento...

-No... No puedo... abrirla...-repite.-No he visto un fantasma... Es... Es la puerta...-dice en un hilo de voz, para luego añadir:-S...Sí... estoy bien...-En un leve susurro...

Y aunque sus últimas palabras dicen una cosa, está claro que es todo lo contrario...