Partida Rol por web

Asiento con la cabeza ante la idea de Alex. Escondernos no me parece mal.

-Vayamos a una de las aulas que debe estar vacía y metámonos debajo de algún escritorio o en algún armario. Somos pequeñas, usemos eso. Pero aprisa, tengo mucho miedo Alex.

Tomo su mano dispuesta a seguirle. Siento que los cabellos de la nuca se me erizan y las manos se me congelan. Toda la presión del mundo en nuestras manos...

En cuanto os reunis los tres decidis ir hacia abajo, solo teneis que bajar un tramo de escaleras, para llegar a la sala de profesores. Veis como algunos de ellos están discutiendo en el tramo intermedio, reconoceis al director y al maestro de los mayores discutiendo acaloradamente, es extraño ver al pequeño y moreno director, rojo pasión, mientrás que el escualido y al alto maestro con sus venillas a la vista, mientrás hablan pausadamente, aunque decidis que esas palabras pueden ser el principio de una pelea, varios maestros están al lado tratando de calmarlos. Y la conserje se puede ver un poco más abajo. A veces se queda en su casa hacíendo punto, pero hoy ha decidido quedarse abajo para que los niños no esten por todo el edificio...

Salis al pasillo, para dirigiros a algun lugar para esconderos hasta que termine el recreo. Pero las esperanzas de Mady para subir a una de las aulas, se quedan en agua de borrajas cuando ve a los profesores y a la conserje en las escaleras, aunque estan muy atareados discutiendo, el director y el maestro de sexto, están teniendo una de esas discusiones tensas en las que se podría cortar el ambiente. Al otro lado esta la puerta principal, que da al patio en el que esta lloviendo a mares. Enfrente están los baños y la biblioteca, y detrás vuestro el amplio gimnasio...

Mady.. vamos al gimnasio, es un sitio muy grande podremos buscar algun lugar para escondernos...detras de las cestas de los balones o nose... en algun sitio.- le susurro sin soltar su mano avanzando hacia alli, intentando no hacer ruido aunque me hubiera gustado acercarme y escuchar sobre que discutian. Mi mente empieza a imaginar que sobre como cocinar alumnos y cosas semejantes.

Asiento. Lo que Alex diga me parece bien, además todo será mejor si no nos separamos. Enfilo, junto a ella, hacia el gimnasio con toda la atención puesta en mi alrededor. La verdad que no veo la hora de volver a casa y abrazar a mi mamá. Pero ahora hay que pasar este momento y ¿qué mejor que con una amiga?

-Nos protegeremos una a la otra, ¿vale? Si a alguna le pasa algo al menos está la otra para hacer algo. No nos separemos, Alex.

Giramos la esquina para empezar a bajar las escaleras, cuando me detengo de repente al ver a los profesores, junto al director reunidos en medio del tramo. Reculo un poco esperando que no me hayan visto.

Shhht, no hagais ruido. Susurro a los otros dos niños. ¿Qué pasará? Me pregunto extrañada. Me quedo escondida, intentando escuchar la conversación de los mayores... Seguro que Mady y Alex han armado alguna, y ahora llamarán a la policía. Voy asomando la cabeza intentando no ser descubierta, pero mi curiosidad es mayor a mi prudencia.

Erika, que parece haber vuelto a la normalidad después del estado de shock anterior, asiente a las palabras de Georgie y después mira a su hermano. Con una mirada lo dice todo. Están en una misión de "camaleoneo* extremo". Se pone a cuatro gatas y se agacha intentando escuchar qué dicen los profesores, sin hacer ruido. Aquel día estaba resultando de lo más entretenido... aunque había sido mejor la clase de Óscar.

¿Tinta negra? Boh... me habría gustado verlo.

Miro a mi hermanita ponerse a cuatro patas y automáticamente hago lo mismo.

No es la primera vez que jugamos a espiar y claro, me encanta espiar.

Mi hermanita es una gran espia... lástima que a veces se le de por estornudar y chungar todo el plan.

Pero bueno, igual la quiero.

Entre el burullo de los niños en el recreo y las palabras de calma del resto de profesores, no podeis sacar demasiado en claro. El director habla sobre quién se cree que es el señor Isidoro, el maestro de sexto (la verdad es que ese nombre, que es igual que el nombre del gato de dibujos, siempre os a parecido curioso. Y los chicos más atrevidos le llaman a espaldas Isi. Aunque a la cara no por supuesto. Como está demostrando ahora mismo, el señor Isidoro, es un hombre con él que no se buscan problemas.) Mientrás tanto el señor Isidoro, dice que porque él no quería más responsabilidades, y había querido declinar el puesto de director, y que no se le subiera los humos... La conversación sigue por estos derroteros. Por lo que parece la discusión proviene de hace un tiempo, pero ahora ha alcanzado el climax.

Parece que los maestros y la oronda conserje andan más atentos a la pelea que a proteger las escaleras de cualquier niño aventurero. Entonces notais la desagradable sensación de que os vigilan, cuando mirais atras veis a los niños que hablaban en vuestra clase, mirandoos y riendo... seguramente en esa lengua tan gutural que se gastan, están acompañados de otros niños, de diferentes edades, pero con la misma mirada expectante y sonrisa dentuda. Parecen esperar a ver que estais haciendo... quizás para cumplir sus amenazas de llevaros a la casita al otro lado del recreo...

Ualaaa!! Exclamo sorprendida, al ver como los profesores se van tirando los trastos los unos a los otros. Me llevo la mano a la boca, esperando que no me hayan escuchado. Pero parece que no, ellos continúan centrados en su discusión, y parece que pasen de unos niños que les esten espiando. Emocionada, sigo escuchando, aunque poco entiendo de los problemas de los mayores... ¿Por qué se complican tanto? Me pregunto, cuando siento un pequeño escalofrío en la nuca... Me giro y veo a los niños de clase observando y susurrando entre ellos. ¿Otra vez ellos? Miro a Erika con los ojos bien abiertos... Jo, que pesados... Ahora se van a enterar. Digo alzándome y sin pensarlo dos veces me dirijo a ellos con una postura desafiante. Mis pequeñas manos colocadas en la cintura, en forma de jarra...

Hola... ¿Qué quereis? Pregunto mirando desafiadoramente a los dos cabecillas del grupo. He de proteger a Oscar, que es muy pequeño....

Hum... esto me huele a problemas, Rolando. Pienso mientras toco en mi bolsillo trasero mi tirachinas.

Me coloco delante de mi hermana con carita de pocos amigos.

Son más que nosotros, pero eso no me amedern... amedern... mierda. Eso no me hace tener canguelo...

¿Qué pasa ahora, chicos? Digo sacando el pecho, como una paloma.

Las dos decidis esconderos, al ver que no vienen los profesores, y el peligro de que esas cosas de vuestra clase os cojan para saber que. Con cierta intranquilidad en vuestro cuerpo, llegais hasta la puerta del gimnasio, y con nerviosismo intentais abrir la puerta... Para vuestra suerta el profesor de gimnasia la ha dejado abierta, y os encontrais dentro de la gran sala, en la que pasais los dias de lluvia en la clase de Educación Fisica.

Montones de colchonetas, grandes cajones con balones y utensilios de deporte, potros, espalderas, y las cuerdas, que cuelgan del techo para la escalada, y un ambiente a sudor que os hace pensar, que los anteriores ocupantes han estado en una clase maratoniana, con el profesor de gimnasia, que no parece comprender que sois chiquillos y no atletas redomados...

Al fondo de la sala hay una pequeña puerta, en ella es donde esta el almacen del gimnasio, sin duda un buen escondite para la hora del recreo al menos.

Erika no se puede creer lo que está haciendo Georgie.

¡¡Si son los malos!!

Suspira y corre tras ella, colocándose a su lado y dejando a Óscar, de nuevo, detrás de ellas. No dice nada, sin embargo mantiene su mirada fija en ellos, desafiante... como uno de esos perros que tienen pulgas malvadas* y están a punto de saltar a la guyular**.

- vamos Mady.- susurro con tono de urgencia sin soltarle la mano en ningun momento.- Dentro del armario estaremos seguras, huele un poco feo pero al menos no nos encontraran, luego ya veremos...- le digo encaminandome con paso rapido acia alli.- Si esta cerrado vamos detras de las colchonetas ¿Vale? No te preocupes por nada, si nos pillan recuerda lo que les duele a los adultos las patadas de las espinillas.- Le sujiero

Puedes ver como los chicos de más lejos cuchichean divertidos, y los demás no dejan de poner una sonrisa desagradable mientrás que se enfrentan a vosotros visualmente, hay al menos 12 chicos, a vuestro alrededor, deberiáis sentiros intimidados, pero quizás vuestra amistad os da fuerza para enfrentaros a cosas peores. Los chicos se dan la vuelta como si no pasara nada y se alejan, con unas risitas de por medio, hasta que uno de ellos se da la vuelta, su rostro ha cambiado, es como si su piel hubiese sido estirada hasta el maximo de una forma brutal y enseña una sonrisa ganchuda de una forma tenebrosa, entre las dos rendijas que deberian estar los ojos solo se puede ver una grotesca negrura y su nariz ha desaparecido de la cara,  cuando ya os habeis dado cuenta todos de su horrible rostro saca una larga lengua roja caoba y se la restriega por los dientes y dice:- Pronto sereis como nosotros, no busqueis ayuda, a nínguno de los que somos asi, nos la dieron- . Y sigue con el resto para meterse en una de las clases abiertas por el recreo...

Mirais a vuestro alrededor por si alguien se ha dado cuenta de la escena, pero todo parece con el jolgorio normal, y la discusión de la escalera sigue en aumento... Quizás ha sido esto lo que han visto Alex y Mady, y por eso han decidido armar el follon...

Asiento. Quiero esconderme lo más rápido que se pueda y el lugar ese parece una buena opción. Aunque el olor será muy feo pero

-Mejor aguantar ese olor que esas caras feas, ¿no es cierto? -le comento a Alex tratando de parecer alegre aunque el miedo sigue dentro de mí como una cosa horrible y pegajosa.

Espero que la puerta se abra cuando mi amiga tire hacia afuera. Miro hacia todos lados mientras tanto, cada segundo me parece muy muy largo. Me preparo para poner los dedos sobre mi nariz y respirar por la boca cuando entremos al almacén del gimnasio, por si allí el olor es más fuerte.

Ahhhhh!! Me llevo una de mis manitas tapándome la boca, intentando ahogar el grito que sale de mi interior. Miro a Erika y Oscar, comprobando si han visto lo mismo... Son... Son monstruos. Consigo articular entre pequeños temblores. Te... Tenemos que encontrar a Alex y Mady. Siento como mis ojos empiezan a humedecerse. Mi mamá siempre me ha dicho que los monstruos no existen, pero yo sabía que si, para mas muestras un boton.

¿Qué es eso? 

¿Monstruos?

Me quedo boquiabierto mientras tiro con fuerza de las ropas de mi hermanita.

Eri... ¿qué les pasa a estos? Me dan miedo...

El olor es verdaderamente intenso, y el formol os esta haciendo llorar los ojos a pesar de andar respirando por la boca.  El tiempo pasa lentamente, y nadie parece venir a por vosotros... Por ahora estais a salvo. Aunque la sensación de opresión en la oscuridad del armario se hace bastante agobiante. Empezais a sudar como pollos en vuestra salsa... pero os sentis seguras dentro del pequeño armario, entre tantos trastos viejos, pero alejadas de lo que fuesen esos niños. A lo lejos ois como el agua traquetea en las ventanas... y un fuerte golpe unido a cristales rotos, el agua empieza a entrar en el almacen y hasta que deja de entrar, y suena como si algo pesado hubiese caido en el pequeño almacen y empezase a moverse...

Os quedais estupefactos ante la visión de los horrendos chicos, que se alejan. Aunque con la terrible sensación , de que solo están jugando al gato y al raton con vosotros. Mientrás tanto Alex y Mady están solas en la zona de castigo a la espera del director, que sigue discutiendo con el maestro de sexto, y ahora casi han llegado a las manos. Y se está montando una algarabia en la escalera...