Partida Rol por web

-Entiendo lo que estas pensando, y estas en tu derecho y no creo que mis disculpas sean reelevates para ti. Sin embargo...

Dió un paso hacia atras y elevó una mano, pose de guardia para cualquier usuario de magia consumado. Tenía una expresión serena y los ojos ligeramente mas brillantes que al comienzo de la contienda, no dudaría en hacerse cargo.

-No puedo caer aqui, este no es el primero error que llevo a cuestas ni será el ultimo, mi magia es...distinta. Si insistes en atacarme, pediré a mis acompañantes que se hagan a un lado. Creo que es algo que debe ser resuelto mano a mano.

Acaban con el clon sombra del Minotauro con bastante facilidad, sin recibir mas daño...¿que habian sido esas llamas azules?¿eso se podia hacer con Ki? La unica persona que podría responderle, estaba a mucha distancia... no importaba. El chico pensaba que las cosas deberian haber acabado... pero no. Aquella bestia parecia enfurecida por lo que habia pasado ¿que no podia ver que habia sido un accidente? No, no lo parecia... Habia esperado que aquel ser fuera diferente de los minotauros, pero debia estar mas cerca de aquellas bestia de lo que parecia... le daria una ultima oportunidad, si queria combatir, no tendria miramientos y se defenderia.

Valientes palabras las de Scire, ya hablaran mas tarde, pero el solo le daria un aviso, el chico no bromeaba, hablaba muy en serio, y en su rostro se veia:

-Mon tuc Aruk, lo que ha pasado ha sido un accidente, cesa en tu ataque o esto acabara mal... ya se ha vertido bastante sangre por hoy...

Si el animal les atacaba, el haria algo diferente, dado que el Ki se le habia dado tan bien... pues probaria otra vez. Le tiraria otro ataque de Ki a distancia, y si por cualquier motivo, llegara al cuerpo a cuerpo, se defenderia, y dejaria a los magos, que acabaran con el... ya habia demostrado entre fuego y sombra, que podian despachar a sus enemigos...

Me paso el dorso de la mano por la frente y la mejilla, arrastrando buena parte del sudor que se acumula por el esfuerzo del combate. Sacudo la mano con un gesto de repulsa que seguramente resultará bastante cómico, aunque la situación no sea propicia para bromear. Deposito la hoja de mi espada sobre el hombro con gesto cansado, y levanto la vista al cielo.

Déjalo estar, hombre toro. En tu estado, la dama puede acabar contigo fácilmente, y no está ni mucho menos sola. No somos tus enemigos, no os conviertas en tu final...

El minotauro bufaba, parecia que se contenia, sin duda le doliann las heridas, pero no dejaba de mirar con ira contenida a Scire, entonces con su poderosa voz dice:

- Marchaos, marchaos ya, pero muchacha ten presente que cuando nos volvamos a ver no te dejare marchar, moriras como pago a una vida que no deberia haber sido sesgada

La gran mole se deja caer al suelo sin duda cansada y herida

-Entiendo- abandonó su postura usual- ¡Vamos! -instó enérgicamente a sus acompañantes.

Bufo con desgana. La verdad es que una amenaza a futuro me parece más peligroso que un combate directo ahora mismo. El minotauro está herido y cansado, y solo. Nadie garantiza que la próxima vez que nos encontremos esté en plenitud de facultades y con unos cuantos amigos.

¡No! -Digo con la misma energía que Scire, aún con el acero sobre el hombro- No nos marcharemos con una amenaza injusta tras nosotros. Hemos defendido lo que tú y tu amiga buscábais, hemos luchado y sangrado por aquello en lo que creéis. Es cierto que, por un lamentable accidente, tu amiga ha muerto. También lo es que, estando en inferioridad de condiciones, no te hemos dejado vendido ante tu sombra. Si tu honorable respuesta es amenazar a la dama de aquí en adelante, no posterguemos más la agonía y decidámoslo ahora -Hago un gesto con la espada, moviéndola de un lado al otro en tajos diagonales, antes de mostrarla a un costado- Katsu, todo tuyo.

Después de todo, es nuestro guerrero ¿no? Que sea el campeón de la dama...

-¡No es necesario! -replicó, ceñuda- Ha sufrido la baja de una persona importante, y creo que he demostrado ser capaz de defenderme. El honor y el deber no son lo mismo para todos, y si ese es su sentir pues esta bien. Sea cual sea el resultado, ya sea  su derrota o la mia, no creo que el perdedor se lleve mas que rabia y odio a la siguiente vida si no es en igualdad de condiciones. Que vaya y cure sus heridas, pero si vuelve a encontrarme y desea pelear, no tendré piedad, y eso es un hecho ya decidido. -dijo, inflexible- Creo que debemos darnos prisa y atender el sueño mágico de Eliza y las heridas que ustedes puedan sufrir.

Es la primera vez que veo a los magos discutir. El frente unido de hechizolandia se desmorona. El minotauro no era su enemigo y tampoco era muy dado a rematar porque si... si fuera enemigo jurado suyo, se desharia de el, pero dejar un enemigo potencial... no era muy de su gusto. Guardo sus armas y antes de decir nada, solo le dijo algo al minotauro, algo mas comprensivo:

-Lamento tu perdida. Mon tuk aruk, pero espero que con el tiempo, cambies la perspectiva y veas que esto ha sido un lamentable accidente...

Dicho esto, el chico coge a Eliza y se la pone a su espalda. Era mas pesada, pero era mas pesada porque estaba herido y no aguantaria mucho sino trababan las heridas de cada uno. Mirando a los magos, iba a dejar claro que no estaba mucho por la labor:

-Lo siento, pero no me gusta verter sangre de mas... quizas con el tiempo comprenda que fue un accidente y deje su venganza... pero no soy un vulgar asesino, ya tengo otro enemigo del que preocuparme, quien ha empezado todo esto... si remato al minotauro, no sere mejor que Ratza... ahora vamonos, espero que alguno de los dos sepa algo de magia blanca o de curacion...porque asi no podremos ir muy lejos...

Resoplo, aburrido de la estupidez humana. Siempre guiados por el orgullo y el corazón, pero dejando a un lado el cerebro. Por eso sus estrategias son tan valerosas como ineficaces. Por eso su razonamiento es tan primitivo. Hay cierta belleza en ellos, lo reconozco, pero padre tenía razón al definirlos como una raza inferior.

En fin, bestia sin honor, parece que elegirás finalmente la amenaza para mejor ocasión que resolver el asunto directa y francamente. Bueno es saber que no me equivocaba contigo -Digo con desdén, no sin cierto deseo de provocarle- Sea, pues. La próxima ocasión en que te vea serás mi enemigo. Y te trataré como tal.

Guardo la cimitarra en su funda con un grácil gesto, y comienzo a caminar alejándome de la mole.

¿Te ocuparás al menos de Eliza, Katsumot, o tampoco? -Digo con picardía- Quisiera poner distancia entre él y nosotros antes de tratar nuestras heridas, si no os importa. Mi madre era muy piadosa, y se empeñó en mostrarme las bendiciones de la magia blanca que ella misma practicaba...

Eliza no es un paquete tan llevadero de llevar con las heridas. No lo decia en broma, sino le curaban, no podria cargarla por mucho tiempo. No queria quedarse con el minotauro y dudaba que Scire o Saryllion tuvieran un plan para lo que tuviera que hacer. Salvaba el mundo para que no lo controlara una Orden de magos malvados que usan la magia... y va a petar a otro donde la Cabala, un grupo de magos, estan hasta la sopa. Ese cambio no le gustaba nada.

Por mucho que el elfo, no tuviera un plan, el empezaba a esbozar uno.Tenia dos posibilidades... una no la veia factible, la otra, le gustaba mas. Seguro que los magos no sabían ni por donde empezar. Con Eliza a sus espaldas y sus pocas pertenencias tambien, lanzo una mirada un poco hosca al elfo, un poco molesto:

-Vayamos de aqui, y os propondre algo.. Saryllion si sabes algo de magia blanca, creo que todos lo agradeceremos en demasia...

Scire asintió, secundando la idea de marcharse. Sin embargo se acercó a Katsumot mientras sus pies comenzaban a poner marcha.

-No tengo heridas, permiteme. Ella es liviana despues de todo.

Tras un buen rato caminwndo llegan a una zona con varios arboles que les da sombra, una roca plana donde dejan a Eliza recostada y un pequeño riachuelo cerca donde poder  asearse. El tiempo comienza poco a poco a enfriar y aunque no llega a ser frio si es fresco y anuncia la llegada de la tarde que precede a la noche

Scire anduvo sin decir una sola palabra. Tampoco parecía querer mirar a nadie, solo mantenía la vista en el camino, andando al frente de la pequeña companía. Su paso era ligero. Pero por alguna razón, su mirada reflejaba que llevaba una gran carga, o al menos esa era la impresión. El sol de la tarde caía sobre sus hombros con normalidad, como para con el resto. Y sin embargo daba la sensación de que la negrura pegada a sus pies, su sombra, se proyectaba mucho mas larga de lo que debería.

Durante el trayecto, respiró hondo varias veces, y se convenció de que todo estaba bien.

Solo fue un acceso. Solo fue un acceso. Sigo estando bien.

De mala gana, dejo que Scire llevara a Eliza. Se hizo presion en las heridas para no desangrarse mas porque sino, luego tendria un verdadero problema. Aun le quedaba un poco de orgullo masculino y le sabia mal que Scire, le "robara" su papel de porteador. Andaron bastante, mas de lo que hubiera pensado, pero deberian parar a descansar... y asi lo hicieron, cuando faltaba poco parar que acabara de anochecer. Encontraron un buen sitio para descansar... Y el chico se estiro en el suelo, para descansar un poco. No habia dicho nada, cada uno debía tener sus propios pensamientos, pero era hora de que Sarylion trabajara un poco:

-Bueno, Saryllion, si nos puedes curar, te estare muy agradecido... en este estado, poco puedo hacer... luego compartire la poca comida que me quede y hare un fogata... pero lo primero es lo primero...

Tras una larga caminata, en la que lo único que me preocupa es asegurarme de que el minotauro no ande tras nosotros, finalmente nos tomamos un descanso. Y gracias a Ishtar, porque mis propias heridas hacen que el camino sea molesto y doloroso. La dama Eliza sigue durmiendo, y me pregunto hasta cuando durará, o si podemos hacer algo para que despierte. La dama Scire dice no haber sufrido heridas, de modo que me corresponde fiarme de su palabra. Creo recordar que le sucedió "algo" durante el combate, pero estaba tan enfrascado en el caos de mi propia pelea que no pude verlo bien. Eso deja el cuerpo de Katsumot y el mío propio para recibir curas.

¿Y qué clase de caballero se cura antes a sí mismo?

Madre Blanca, este humilde servidor solicita el toque de tu esencia -Entono con los ojos cerrados, con las manos sobre una de las heridas del humano de dorado cabello. Apenas es una plegaria a la diosa del bien, un mantra para que fluya la magia sanadora- Madre Blanca, este humilde servidor solicita el toque de tu esencia. Madre Blanca, este humilde servidor solicita el toque de tu esencia. Madre Blanca, este humilde servidor solicita el toque de tu esencia...

Sin embargo, parece que nada sucede. Abro los ojos y aparto las manos de su herida, que continúa en idénticas condiciones. Me miro las palmas de mis propias manos, torciendo el gesto.

Vaya, parece que tengo estas prácticas un poco abandonadas...

Scire dejó a Eliza cerca al llegar, y se sentó en una roca proxima, dejando espacio para que sus acompañantes pudieran tratarse apropiadamente. Torció un poco los labios ante los cánticos de la magia blanca. Estaba acostumbrada a tratarlos despectivamente, despues de todo.

La magia del elfo falla estrepitosamente. El chico torcio un poco el gesto. Las plegarias d Saryllion no recibian contestacion. No podia decir nada, lo habia intentado...quizas mas tarde. El chico tendria que descansar y no moverse para no abrir y empeorar las heridas. Tendria que hacerse unos apaños para tratar las heridas pero en aquel estado, no podia moverse.Hizo un gesto a Saryllion, que lo intentara más tarde... si podia. Le dijo algo:

-Agradezco el intento... pero en mi estado no puedo hacer muchos esfuerzos...me gustaria plantearos algo para con la pequeña Eliza...me gustaria que nos dirigieramos a Lodoss, a la capital shamjim... alli deben estar unas amigas mias, que nos podrían ayudar... lo siento, pero la Cabala no es una opcion... tienen demasiado interes en Eliza y no nos podemos fiar...