Pues... nos queda otra opción: Que Sycnus y yo vayamos al pueblo a buscar a Katsu y la chica se dirija con vos al palacio. Si dos desconocidos buscamos a Katsu no levantaremos sospechas, la chica estará protegida por un gran destacamento y asi perderemos menos tiempo si nada mas bajar ya estamos buscando. El tiempo es importante en nuestra tarea, mi lady.
Bueno, si haceis algo especial antes de ke llegue la mañana y la hora de atraque del barco comentadlo, seguramente el lunes atrake el barco y os mande turno con eso
No digo nada, pues no me opongo a ninguno de estos planes. ¿Que me importa a mí una cosa u otra, realmente? Absolutamente nada. Tan sólo quiero acabar con esto cuanto antes, y de la mejor forma posible.-Cualquier cosa que decidáis es buena.-digo echando a andar hacia la puerta.-Ahora, si no os importa, me retiraré a mis aposentos hasta que llegue el momento. Pero antes pasaré por la despensa...-así, si hay pájaros muertos enteros por allí, haré que busquen desde este momento, ahorrándonos bastante tiempo.
Espere un segundo, Sycnus. Cojo una botella de agua de la mesa, y me mojo las manos. Por favor, déjese al descubierto el torso unos segundos. Mas vale prevenir que curar.
Mientras lo estuvo haciendo, empiezo a invocar una serie de sellos generales de protección contra físico y demonología.
Motivo: Sello de protección: Físico
Tirada: 1d12
Dificultad: 2+
Resultado: 5 (Exito)
Motivo: Sello de protección: Demonología
Tirada: 1d12
Dificultad: 2+
Resultado: 7 (Exito)
Puesto que no estamos en combate no he visto ningun problema en hacer dos magias. De todas maneras, si quieres que una de las dos no salga, ya sabes: tu mandas xD
Se habian realizado varios preparativos para el dia anterior, Sycnos habia acudido a la despensa a preparar las aves que pensaba usar el dia siguiente para rastrear la ciudad y reponer algo de energias, Elidor habia realizado algunos sellos de proteccion (Sycnus dice si a el se lo hace o no ya que por ejemplo Beremode y Karillion no dejaron ke se los hiciera).
A la mañana siguiente despues de una reparadora noche cada uno en sus respectivos camarotes, un guardia se acerca a despertarles, para rapidamente conducirles al salon comedor de la nave, alli se habian reunido algunos guardias, Beremode, Yui, Sycnus y Eliddor, la mujer estaba escoltada por cuatro personas que no se separaban de ella, Beremode informa a los dos aventureros que se encaminara hacia el palacio con Yui y que ellos tendran libertad total para viajar por la ciudad, ademas les entrega un espejo de mano, les dice que pasando la mano por encima mientras la nombran podran ponerse en contacto con ella de inmediato, tras esto se marcha ya que la nave esta en tierra.
Cuando los dos magos decidan salir podran ver como el lugar en el que se han parado es muy similar a un puerto normal salvo por el detalle que esta sobre una estructura elevada, de forma que la embarcacion queda suspendida en el aire en lugar de en el mar que es donde estaria una embarcacion en un puerto normal, un gran edificio de dos plantas esta situado al lado del embarcadero, algunas casas mas pequeñas pueden verse cerca. Desde el embarcadero hay un camino empedrado que lleva a una gran puerta en la muralla de la ciudad por la cual aparentmente pueden entrar en la ciudad propiamente dicha, pero no es el unico camino ya que hay otro sendero que les conduce a la zona exterior de la ciudad un sendero que sin duda les llevaria lejos de la ciudad
Sycnus, propongo que mientras sus pájaros actuan empecemos por ir a alguna taberna por si oímos algo. Si no vemos nada, se me habia ocurrido realizar un hechizo de atracción. No me acuerdo muy bien cómo hacerlo, asi que tendríamos que ir a la biblioteca para consultarlo. ¿Se le ocurre algun otro plan mejor?
Tras enviar a los pájaros esqueléticos a buscar indicios del bueno de Katsu, me retiro a mis aposentos, pasando una buena parte de la noche escribiendo unos versos sobre lo acontecido en el día. Quizás saque algo de provecho de todo esto: Una buena historia.
Al día siguiente, Eliddor y yo nos encontramos ante las puertas de la ciudad. Me asomo al vacío, apoyando mis pies y mi bastón muy cerca del borde del puerto, y observo las nubes mientras escucho a Eliddor.-Empezar por una taberna es lo lógico. La que esté más cerca del puerto estaría bien, si ha venido en barco es posible que haya parado en ella un momento, aunque sea a pedir direcciones. Y todo buen caballero educado da su nombre al presentarse, así que sería un buen comienzo.-elevo la vista, me separo del abismo y comienzo a andar, cojeando, como siempre, tomando la iniciativa, buscando una taberna.-Aunque mucho me temo que si tenemos mala suerte, tendréis que realizar ese hechizo. Es decir, ese Katsu puede ser desde un guerrero errante hasta un bibliotecario misántropo. No creo que sea fácil de encontrar sin más.-digo mientras ando, sin preocuparme de si mi compañero me sigue o no.
Sí que le dejé hacerme los sellos de protección.
Me parece una buena idea. Espero no tener que recurrir al hechizo: No es porque sea perjudicioso, sino porque su utilidad es limitada y necesitaria de ciertos ingredientes. Es posible que alguno de ellos resulte algo caro. Yo ando escaso de dinero, pero no tengo ninguna duda que Beremode se preste a ayudarnos para tal fin.
Mientras me pongo a su altura, mi mente se dispersa. Mi nuevo compañero de andanzas era un hombre peculiar, de esos de conversación limitada y un pasado para no contar. Conozco esa sensación, y procuraré no meterme en sus asuntos. Aunque agil con el bastón no dejaba de ser una molestia que no fueramos mas rapido y siento la obligación de al menos sugerirlo.
Mi padre me enseñó que quien porta el poder de ayudar está obligado a hacerlo. No conozco la naturaleza de su impedimento (señalo con la mirada a su pierna), pero podría llegar a ayudarle con ello si no ve conveniente. No sé hasta qué punto podría, pero cualquier mejora es siempre buena.
Niego levemente con la cabeza.-Ya recibí tratamiento en el pasado. Pero gracias por ofrecerme vuestra ayuda.-digo sin más. Hay heridas que no se curan fácilmente. Además, aunque parezca mentira, la cojera no es algo que me perturbe lo más mínimo. Tengo la cabeza más pendiente de otras cosas, que me apremian mucho más, y que son mucho más graves.
Tras unos momentos en silencio, murmuro melódicamente:
Allá, en la ciudad brumosa,
dos caminos se unen,
por la hija de mil demonios,
allá en la ciudad brumosa,
dos destinos avanzan,
dos destinos buscan,
un tercero,
allá en la ciudad brumosa,
desde la más noble nave,
hasta el más oscuro bosque,
allá partiremos,
por la hija de mil demonios,
emprendemos nuestra gesta,
allá en la ciudad brumosa...
Altamente improvisado, y altamente mejorable, pero me basta como entretenimiento. No sé por qué tuve esa obsesión de ocultar esta pasión mí durante tanto tiempo a mi maestro. Quizás no sabía como decirle algo así directamente, aún cuando es una nimiedad en el fondo, y aún cuando es extremadamente raro que a mí me acongoje decir algo. Por ello dejé que descubriera mi libro, fingiendo haberlo dejado olvidado mientras me ausenté. Él no dijo nada, pero yo sé que lo leyó. Espero que le complacieran los versos que escribí sobre él.
Parezco ligéramente ausente, perdido en mis pensamientos.
Como deseis Digo terminando con una leve sonrisa. Al oirle recitar los versos, me di cuenta que ya habia hablado suficiente hasta nueva necesidad, asi que decidí guardar silencio.
Tras traspasar la entrada a la ciudad desde el puerto pueden ver una ciudad con edificios muy limpios y con cosas bastante extrañas para ellos, durante un tiempo estan algo desconcertados ya que sin duda es una ciudad impresionante, esculturas, edificios grandes y algunos de de 5 plantas, algo que no se solia ver.
No muy lejos de alli hay lo que parece ser una posada ya que tiene cinco plantas y una gran puerta en la que una gran cantidad de personas entran y salen, por el ruido se sirven alimentos y bebidas, continuando por el camino por el que han llegado pueden ver como se divide en tres caminos principales, todos ellos perfectamente empedrados como el resto de las calles de la ciudad, los edificios perfectamente ordenados se situan a su alrededor y numerosas zonas verdes a diversas alturas y fuentes pueden verse.
El camino que continua hacia delante les llevara sin duda al palacio al que hizo mencion Beremode antes, si deciden ir hacia la izquierda llegarian a una zona con varias torres de gran altura y tamaño, mientras que hacia la derecha pueden ver mas y mas casas que desembocan en una gran fuente con la figura de un hombre con alas en la cabeza montando sobre un impresionante dragon, la escultura puede ser del tamaño de una casa sin problemas
-¡Qué maravilla de ciudad!-exclamo al ver los curiosos edificios.-¡Digna de los más hermosos versos!-versos que aún no puedo escribir, pienso con amargura. Pero llegaré a hacerlo.
Entonces, mientras miro a mi alrededor, veo un edificio alto, con el típico ruido de muchedumbres en su interior.-Eso-digo señalándolo con el bastón.-sin duda es una posada. No perdamos más tiempo embobados por las bellezas arquitectónicas que nos rodean. Ya tendremos tiempo luego.-mientas hablo, avanzo cojeando, pero a grandes zancadas, hacia la entrada de la supuesta posada.
La ciudad era impresionante, si... pero ya estaba acostumbrado a la arquitectura faraónica de las grandes ciudades que solo eran la fachada para encubrir las suciedades que las ahogan.
Si, será mejor que entremos.
El interior de la posada esta bastante animado, varios golems como los del barco van de un lado para otro con los pedidos de las personas que hay en la taberna mientras un hombre esta en la barra dando ordenes y atendiendo a los cleintes que alli estan. La posada es un lugar bastante grande la zona central esta llena de mesas en su mayoria ocupadas, y en los laterales hay algunas mesas mas aisladas, unos reservados en el fondo cerca de una puerta que lleva a otra sala en la que se puede ver otro mostrador.
Como era de esperar, el interior de la posada es ajetreado. Y como era de esperar, no es un ambiente que me agrade. Sin embargo, tampoco es molestia suficiente para que produzca reflejo en mi rostro.
Me dirijo hacia la barra, a saludar al tabernero, dispuesto a pedirle la información. En unas cuantas zancadas, esquivando a la gente como puedo, cosa que no siempre es fácil cuando caminas con bastón. Y en cuanto llego a mi destino, intento atraer la atención del tabernero, gritando con mi potente voz, por encima del ruido del lugar.-¡Saludos, buen señor!-
Veo que Sycnus ha decidido llevar la iniciativa en el asunto: por mi perfecto. Hay una selección variopinta de personas en el local... pero no sé hasta qué punto destacamos entre el gentío. Lo mejor será ir escrutando entre los asistentes por si advirtiese algo raro que nos pusiese en peligro. Mas vale prevenir que curar...
Motivo: Percepción
Tirada: 1d12
Dificultad: 9+
Resultado: 12 (Exito)
El tabernero, un hombre que responde a gritos sin duda acostumbrado a hablar de esa forma mira sonriente al mago y dice:
- Buenos dias parece que habeis sido listos al venir aqui, estais en la mejor taberna de la ciudad
Mira un poco y añade:
- Veo que debeis ser estudiosos o algo verdad, que habeis venido al congreso de magia
Eliddor se da cuenta que en la taberna hay personas que sin duda son estudiosos, tanto hombres como mujeres ya que algunos tienen libros en las mesas, otros hablan animadamente de temas relacionados con la magia y la mayoria de ellos viste con tunica, de una forma que habitualmente se relacionaria con magos
¡Un congreso de magia! Desafortunadas son las circunstancias en las que me encuentro, pues me impedirán asistir a tan interesante evento.
Sin embargo, quizás ese congreso haya atraído a la ciudad al tal Katsu, si es que es un mago o un interesado en las artes mágicas. Eso podría servirnos.
-¡Lo somos, camarada! ¡Pero ahora me dirijo a vos en pos de satisfacer una búsqueda que tenemos entre manos! Decidme, mi señor ¿habéis visto u oído hablar de un hombre llamado Katsu? Sin duda habrá pasado por tan magnífica taberna como lo es en la que nos encontramos cuando haya llegado a esta bella ciudad.-mientras hablo, voy ideando una serie de excusas e historias inventadas que nos podrían servir si el camarero empezase a hacer preguntas incómodas. Nunca se sabe lo que puede pasar, y es mejor tener siempre un as en la manga.
El hombre se queda unos segundos pensando y dice:
- No, ese nombre no me suena para nada, es bastante extraño el nombre y no es muy comun escuchar nombres asi, de todas formas no todo el mundo que llega aqui se presenta y dice su nombre, si me dais una descripcion fisica del chico seguramente pueda deciros algo mas.
Entonces se escucha una voz de mujer decir:
- Yo le conozco, porque le buscais?
la mujer:
Si está hablando Sycnus, lo mejor es dejarle a él. A veces el segundo plano es un lugar muy cómodo.