Partida Rol por web

Te encontrabas descansando junto con tus amigas en lo conocido como tierra de nadie, la tierra que no es reclamada por ningún país y la cual suele ser la mas peligrosa, ya que es donde todos los criminales huyen de la ley... Por suerte no estabas solo, sino que te encontrabas con un capacitado grupo de personas que cubrían tu espalda y que ponían la seguridad del grupo sobre todas las cosas, tanto tiempo llevó a que se desarrollaran sentimientos de amor en el grupo, y al ser el único hombre estos eran todos dirigidos hacia tu persona.

La luna se encontraba brillando en el cielo, estaban sentados alrededor de una fogata comiendo un jabalí que habían logrado cazar de camino, un manjar si se prepara correctamente o un pedazo de carne dura si lo agarra alguien que no supiera lo que hacía, por suerte tus conocimientos de cocina eran lo suficientemente buenos como para hacer que se trate de lo primero, si bien tenías mucho espacio para mejorar en la cocina, estabas por encima del promedio.

Sadina se encontraba comiendo un pedazo de pata de jabalí.

-Entonces los rumores de que Limeiro fue atacado por muertos vivientes... ¿Serán verdad?- preguntó Sadina al grupo, habían llegado rumores de que el país había sido atacado por muertos vivientes, pero solo eran rumores y no eran para nada creíbles.

-Fue solo un rumor, cuando pasamos por una taberna hoy por la mañana pregunté y dijeron que es mentira, Limeiro se encuentra bien- dijo Eriel comiendo un pedazo de trompa y compartiendolo con su "hermana".

-No se preocupen por esas cosas- dijo Elizabeth comiendo una parte del lomo del jabalí -rumores van y vienen, solo tenemos que preocuparnos por regresar a Vamar* y cobrar nuestra recompensa-

-Espero que la recompensa sea la que nos prometieron... Estamos bien de dinero pero siempre se puede estar mejor- Trishia río levemente y terminó de comer la pata que tenía en su mano.

Irel agarró un poco de la trompa que le fue compartida y empezó a comer -ya que estamos en el tema de dinero... Quizás deberíamos de buscar una forma de tener un flujo estable ¿No lo crees lider?- dijo mirándote.

Me tomo su lindo tiempo, pero al fin lo deje en el punto justo. El kabali silvestre tiene su truco y con un poco de especias, de las cuales tengo siempre un poco, se puede sacar un almuerzo sabroso para todo mi grupo. Como mi madre siempre me enseño, nunca salgas de aventura ni solo ni con hambre.
Y viendo a mi grupo actual, no puedo pedir ni pensar en nadie mejor. Lo que me saca una sonrisa al verlas a todas juntas disfrutando de mi comida y en paz. Me gustaria que duraran para siempre estos momentos, pero los rumores de Limerio son alarmantes. Y aunque no lo pedi, el puesto de lider, que fue ganado gracias al afecto de todas, me obliga a responder a que hacer con nuestro futuro.
Me paro ante la mension de mi titulo y analizo nuestras opciones.
-Siempre podriamos pasar por Limerio, despues de pasar por nuestra recompensa y ver si son ciertos. Si no lo son, podriamos aprovechar y entrar al gremio de aventureros para tener mas misiones, ademas de un lugar que nos respalde. Si son ciertos, bueno, necesitaran una mano. ¿Que opinan?-
Aunque sea el lider, siempre espero que estemos todas de acuerdo antes de cualquier desicion importante.

Luego de mirarse entre ellas por unos momentos y pensarlo, decidieron asentir, todas estaban de acuerdo que ese era el mejor curso de acción a seguir.

-Sería lindo tener el respaldo del gremio... ¿Sabían que estan asociados a casi todas las posadas del mundo? Con mostrar una identificación que solo sus miembros de mediana antiguedad en adelante poseen, pueden dormir gratis en casi cualquier lugar del mundo-

-Además de que hay grandes descuentos en herrerías, almacenes y demás... Realmente el gremio de aventureros es una de las organizaciones mas poderosas que existe- 

-Hey cariño, deberías de aspirar a Élite, dicen que ellos y sus allegados tienen aun mas beneficios- 

Me incorporo al circulo mientras todas piensan, sentándome cerca del fuego para que lo que queda del jabalí no se pase. Me llevo una de las patas que quedo para mi, siempre prefiero quedar ultimo en la repartición así todas pueden comer y estar fuertes ante cualquier problema. Estaba a punto de dar el primer bocado hasta que la palabra "cariño" me dejo helado.
-Aun no me acostumbro a que me llamen de formas tan afectuosas. No me molesta pero siempre considero que es demasiado bueno para mi.-
Levemente se me sube un poco el color rojo al rostro, pienso un poco lo de los elite. No tengo mucho conocimiento de los elites. Pero no suena tan mal, dados los beneficios.
-Pa, pa, parece que la idea suena mejor de lo que yo había imaginado.-
Se me traba un poco la lengua cuando me pongo algo avergonzado. Tomo un poco de aire antes de seguir respondiendo.
-Bueno, así que seria Limerio nuestro próximo objetivo. Asi unirnos al gremio y convertirnos en elites. ¿Verdad?-

Tus compañeras asintieron ante tus palabras y todos sintieron un pequeño escalofrío recorrer sus cuerpos.

-Uff, la temperatura sigue descendiendo... Supongo que es normal durante la noche ¿Que les parece si dormimos antes de enfermarnos?- dijo la autoproclamada madre del grupo.

-Las barreras de Eriel nos protegen, así que no tenemos que preocuparnos por seguridad-

Con aun el escalofrio recorriendo mi espalda, observo los alrededores por si noto algun cambio.
-Elizabeth tiene razon, pero aun asi esta caida de temperatura fue muy repentina. Demasiado repentina. Solo por las dudas descansare con un ojo abierto ante cualquier percance.-
Ni bien termino de comer, limpio lo que haya dejado sucio, no busco que Elizabeth me regañe. Con una sonrisa calma en mi rostro.
-Bien, como dijo ELizabeth sera bueno que estemos descansados para mañana asi partiremos frescos por nuestra recompensa a Vamar. Pero antes de preparar todo, ¿alguna tiene algun pedido especial?-
Siempre consulto por si alguien quiere dormir a mi lado, abrazada, sobre mi u otras cosas que prefiero no mencionar antes de dormir.

Para no sentir tanto el frío por la noche, Iriel y Eriel decidieron compartir cama con vos, mientras hablaban de como se divertirían durante la noche, y así lo hicieron, teniendolas a ambas para vos solo durante unas cuantas horas, estando ya listos para irse a dormir.

Fue entonces que dormiste tranquilamente, con ambas elfas abrazándote mientras dormías... Pero no te despertaste con la salida del sol, sino que te despertaste con Eriel levantándose repentinamente

-Algo pasó una de mis barreras... No es hostil o sino lo hubiese sentido, pero algo se acerca a nosotros- dice sentada en la bolsa que cumplia el rol de cama, mientras con una sabana se tapaba.

-Es verdad, no siento que sea hostil... ¿Que hacemos?- preguntó mirandote, tambien sentada y tapándose.

-Por el momento, ser cautos. Quizas no sepa que estamos aqui, asi que veamos que podria estar haciendo por estos lugares. Avisemos al resto.-
-Mas vale prevenir que lamentar.-
Me acerco a las demas compañeras para avisarles y que esten alerta por las dudas. Cuando esten todas alerta voy a donde se encuentra mi arma, pero no la levanto para no delatar mi posicion.

Avisaste a tus compañeras, las cuales al despertarse se pusieron en alerta y esperaron a que sea lo que sea que se acercó al campamento se acercara.

Iriel usó su magia blanca para hacer un camuflaje de luz que reflejaba la luz de sus cuerpos, por lo que se mantendrían invisibles mientras no hicieran movimientos bruscos. Fue entonces que miraron por unos segundos y vieron a un gigante ser de dos metros acercarse.

Era un gigante lobo azul y negro con una luna grabada en su cabeza, su cuerpo parecía estar rodeado por un extraño brillo azul que hacia que resaltara en la oscuridad, sin embargo no sentiste hostilidad alguna por parte del lobo, aun al menos, lo que si pudiste sentir fue un terrible poder.

El lobo se acercó caminando y olfateando el piso, lo que preocupó a tus compañeras ya que el reflejo de luz solo los hacía invisibles y no ocultaba sus olores, lo que significaba que no los podía ver pero si oler, por lo que ya sabía donde se encontraban... Aunque notaste que la preocupación duro poco, tus compañeras se quedaron mirando con cara de nada al lobo.

El lobo parecería haber negado ligeramente con su cabeza, mientras se empieza a acercar a los restos del jabalí que comieron, para empezar a comerlos el.

Nunca he visto un animal con tal poder, si es que puedo llamarlo animal. Debe ser alguna criatura bendecida o guardiana de la zona. Por suerte nunca hemos atentado contra algún lugar bendecido, creo. O al menos nadie nos ha reprochado el haberlo echo. Me cruzo de brazos con los ojos cerrado pensando en eso.
Al escuchar como se esta alimentando algo, veo una ves mas al lobo. Parece que no representa un peligro para nosotros y nosotros tampoco para el, o ella. Con su olfato parece ya habernos detectado, pero no parecíamos importunarle. Dejo escapar un suspiro al ver que sus intenciones eran tan solo alimentarse de lo que quedaba del jabalí de ayer. Por las expresiones de mis compañeras, la preocupación inicial ya paso.
-¿Pero que hacemos mientras se alimenta?-
Cada segundo que pasa alimentándose parece una eternidad. Le indico a mi grupo con un susurro.
-Alejémonos para no perturbar a nuestro comensal no invitado.-.
Así podríamos hablar al menos un rato sin llamar demasiado la atención.

El gigante animal se dedicó a comer lo que había quedado, por su parte tus compañeras siguieron mirando con cara de nada mientras se alejaban.

Una vez que estuvieron a cierta distancia, un escalofrío las recorrió a todas y cierran sus ojos con fuerza.

-¡Hace fríooooo!- dijo Sadina con sus ojos cerrados mientras temblaba ligeramente -¿Porque no estamos en nuestras carpas? ¿Que hacemos en el medio de la nada?-

Me acerca a Sadina para abrazarla y darle un poco de calor. Pero su reaccion me sorprende un poco. Con una ceja levantada ante la inquisitiva de ella.
-¿Por el gigantesco lobo azul y negro que esta comiendo los restos de nuestra cena?-
Pero parece que soy el unico sorprendido por el echo. Lo cual me hace dudar.
-¿No soy el unico que lo ve verdad?-
Con una medio sonrisa algo asustada y nerviosa, ante el echo que puede que sea el unico que ve al gigantesco animal.

Abrazaste a Sadina y notaste que su piel estaba fría, realmente por la temperatura y no por nada extraño.

-¿Que animal?- preguntó Elizabeth, mirando en dirección al campamento, sin cambiar su expresión -solo veo nuestro campamento... Y a varías personas con frío- dice devolviendo la mirada al grupo, que realmente tenía frío.