Partida Rol por web

El hombre sonrió mostrando una dentadura perfecta y blanca como el marfil.- Seguramente muchos de los míos estuvieran a su lado sin que se diera cuenta, incluso igual alguno de sus amigos era uno de los nuestros. Hemos convivido con ustedes desde el origen del mundo, solo que no han sido conscientes de ello. Aunque preferimos ser llamados Garou y no "hombres lobo".- puntualizo sin hacer caso a Seth.

- Es una historia larga.- dijo sentando se en el sofá.- No se preocupe por la ropa, yo me la pongo por se es un convencionalismo social y no quiero resultarles...salvaje.- comento mirando de reojo a Seth.

-Los Garou no nos infectamos, nuestra inmunidad natural rechaza el virus... o eso me contó un amigo medico. Si recibimos muchos mordiscos podemos enfermar, igual que con una intoxicación pero se nos pasa. En realidad el virus no nos afecta de forma física pero nadie lucha tanto contra el como nosotros.- aseguro.

-Por cierto, me llamo Jack. 

Salvaje... esa palabra se convirtió en algo muy sujerente en mi cabeza, más aún después de haber visto aquel hombre lobo desnudo y sus buenos atributos. - Demasiado tiempo pasando hambre, Alex, céntrate. - Me dije a mi misma antes de que mi cabeza dibujase una excena de sexo salvaje con aquel hombre lobo.

- Tranquilo Seth. Si hubiese querido, nos hubiera matado ya. Yo también he oído cosas terribles sobre ellos. De hecho, ya en la Edad Media en Europa se hablaba de que se comían a los niños y realmente solo eran una leyenda. Lo que se cuenta de ellos ahora que son una realidad... Pero si han convivido tantos años con nosotros y no nos hemos dado cuenta, es porque realmente no suponen un peligro. - Mi mente analista como agente del FBI aún funcionaba más o menos bien, o al menos eso esperaba y no estarme equivocando.

- Así que, tranquilo. De verdad, Seth. Me siento más segura a su lado que si hubiesen entrado tres humanos normales desconocidos en la cabaña. Aunque los tres hombres fuesen delgados y con cara de buenos. - Dije recordando lo que me ocurrió días atrás. Pero claro, no entrarían tres, solamente dos y uno de ellos seguramente con mi cuchillo en sus manos. Pero perderme en el bosque al huir y la intensa lluvia no habían dejado rastro que seguir...

Me acerqué a Seth y le puse la mano en el hombro. - ¿Por qué no bajas, te refrescas un poco, te calzas y subes de nuevo más tranquilo? Verás como todo sigue bien aquí cuando vuelvas. - Le dije bastante confiada al chico mirándole a los ojos y hablándole con calma.

Luego presté toda mi atención al hombre-lobo. - No lo dudo. - Sonreí levemente. - Tuve un compañero en el FBI con un olfato excepcional. Quizás él lo fuese y optase por usarlo en beneficio nuestro. El caso es que es lo que he dicho anteriormente, de ser tan malvados como se dice, ya hubiesen controlado el mundo y exterminado a la raza humana y eso no ha pasado, por lo que entiendo que realmente no son malos... ocurrirá como con nosotros, que siempre tenemos a algún desgraciado en el mundo que le da por matar o violar... y desde que empezó todo esto, parece que eso ha ido en aumento. - Me lamenté tras ver todo lo que había visto en los últimos años, viendo la decadencia de la raza humana y en que nos convertíamos por sobrevivir.

La primera yo. No lo olvidaba y no lo olvidaría.

- Garou... suena... exótico. Tribal más bien. Me gusta como suena... - Dije ante sus palabras sobre como prefería que se les llamase. - Por mí se podía haber quedado sin ella puesta. - Pensé cuando dijo que lo de vestirse era más por nosotros que por él, aunque claro, dudaba que pudiese concentrarme si le seguía teniendo desnudo delante mío.

- La verdad es que no se si alguien lucha contra ellos o no. - Me lamenté. - Lo que veo es a la gente huir de las zonas donde están. Trato de ayudar a supervivientes cuando puedo, pero algunas veces son trampas para robar a quienes caen en ellas todo lo que tienen, violar a las mujeres y acabar matando a todos los que pasan por allí. Todo esto ha sacado lo peor de la raza humana.

» Yo llevo ya un tiempo viajando sola. Ya no se ni lo que busco. Quizás la redención por mis actos pasados cuando el pánico hizo mella en mí al descontrolarse todo. - Sentí un dolor fuerte y profundo en el pecho, recordando a mis padres convertidos en aquellas cosas y cuando el FBI se fue a la mierda y tuve que tomar aquella decisión, como dejé inconsciente a Tommy y se lo lancé a aquellos desgraciados para tener unos segundos más y lograr huir.

Sentí como me ponía más nerviosa aún. Ya no solo por la presencia del garou, sino por los recuerdos recién aflorados. Sabía lo que venía después si no me calmaba. Así que regresé junto a la mochila, abrí el paquete de plástico que guardaba y saqué un bote de pastillas. - Con medio comprimido debería bastar. - Pensé al coger el valium, partí la pastilla por la mitad con los dientes y tragué aquella mitad, devolviendo la otra media al frasco y guardándolo todo de nuevo, miré la sala.

- Me parece increíble que tengáis esa inmunidad natural contra ellos. ¿Ves?  A eso me refería cuando hablaba sobre dialogar... sería fantástico poder unir fuerzas y luchar codo con codo contra esas cosas que infectan el mundo. Está claro que los humanos somos los más débiles, al menos que yo sepa, frente a ellos, Jack. - Le sonreí al llamarle por su nombre. - Pero estoy segura de que uniendonos todos, las demás razas y nosotros contra ellos, podríamos derrotarles. - Dije comenzando a recoger la ropa que tenía esparcida por la sala, doblándola toda pues ya estaba seca y la metí toda en mi vieja mochila. Aquel lugar era un estercolero ya de por sí, pero al menos con mi ropa guardada parecía otra cosa. - Quizás exista una cura, pero mientras aparece, nos van diezmando y cada humano que se pierde es un descerebrado más en sus filas.

» Pero el problema, creo que seguimos siendo nosotros, los humanos. Siento que no somos de fiar. En cuanto descubriesen que los garou son inmunes a la enfermedad de los descerebrados, no tardarían en empezar a experimentar con vosotros... otros jugarían a crear cadenas de ADN y a combinarlas con cualquier criatura existente, en busca del soldado perfecto... - Me senté en el sofá junto al garou, sin darle importancia a lo que era.

- Entiendo que hayáis estado tantos años escondidos. Nosotros mismos somos el mal, no vosotros. - dije convencida de ello. - Ese es uno de los motivos por el cual viajo sola ahora mismo. Por ahora no he encontrado mi sitio ni el lugar donde realmente me gustaría estar. - Miré a Jack, el cual estaba sentado a mi lado. - ¿Quieres que encienda el fuego? De verdad, aunque seas inmune a ciertas cosas, me da cosa verte con la ropa empapada puesta. Con esta forma me pareces un humano más y supongo que como lobo no podrás hablar.

» Por cierto, es cierto eso de que podéis adoptar una forma híbrida entre humano y lobo, de más de dos metros de altura y grandes garras, con un enorme hocizo y dientes prominentes... ¿o es una leyenda más? - Nunca pensé que me fascinaría tanto tener a un hombre lobo a mi lado. Supongo que de las razas que existían, esa y los que parecían ser magos eran los que menos miedo y me daban, pero los que verdaderamente me fascinaban eran los vampiros y todo lo que su leyenda les envolvía... pero también los que más temía.

Seth no se fiaba demasiado. Le costo bajar su "arma". - De acuerdo, pero estaré vigilando te.- aviso mirando a Jack. 

Jack le saludo, despidiendo le con un gesto mientras se perdía descendiendo por la trampilla.

- A decir verdad, en la edad medía, si que algunos de mis antepasados comían carne humana pero hace muchos siglos que se abandono esa practica.- dijo mientras seth se marchaba, lo cual causo que se asomara de nuevo unos segundos antes de volver a bajar.- De echo una de las leyes mas estrictas que mantenemos es no alimentarnos de humanos.

Jack parecía divertido fastidiando al chico pero se puso serio cuando hablaste de otros temas. Se paso las manos por el pelo apartando los mechones sueltos de su cara.

- Nosotros luchamos contra Wyrm desde el principio de los tiempos.- te explico.-El Wyrm es una criatura que solo pretende la destrucción del mundo y de la raza humana, corrompe todo lo que toca. Eduard dice que sería algo similar a lo que representa Satanás para los católicos y le aseguro que es muy real. Los vampiros son humanos con la sangre corrupta por el Wyrm, pierden su alma a cambio de la inmortalidad y pasan el resto de su existencia manipulando y corrompiendo a las personas.- Al oír esto entendiste que los vampiros y los Garou jamas cooperarían por el resentimiento y el odio que transmitía su tono.

- Los Zombies son criaturas del Wyrm. El virus salio de uno de los laboratorios de sus acólitos de Pentex con la pretensión de destruiros y vuestros militares fueron tan estúpidos de dejarse engañar y manipular por ellos con el fin de lograr una supuesta vacuna.- te explico.- Incluso usaron a los cazadores contra nosotros cuando tratamos de ayudar. 

Entendiste que Jack lo había pasado mal, aun siendo más fuerte y contando con habilidades muy especiales. Le notaste cansado.

Jack resoplo e intento responder a tu ultima cuestión de forma mucho más animada, no quería deprimirte. Te mostro los dedos de su mano abierta y comenzó a enumerar.

- Podemos adoptar cinco formas.- te explico.- Homínido, mi forma humana. Glabo, muy parecido a humano pero con un notable aumento de la masa corporal y el tamaño. Crinos, que es la imagen que todo el mundo tiene de un hombre lobo típico. Hispo, una forma de lobo de tamaño mayor y Lupus, lobo corriente.

Cuando Seth se marchó y dijo aquellas palabras, nuevamente pensé que tenía cámaras y algún tipo de generador energético allí abajo. Si eran un acumulador por placas solares, el chico podría estar allí durante toda su vida. Si dependía de gasolina y se negaba a salir al exterior, acabaría pasándolo mal. En parte sentía curiosidad por ver que había allí abajo, pero desde luego que lo que tenía a mi lado era mil veces mejor que un búnker cuidado por un crío.

Torcí el gesto cuando Jack dijo que si comían humanos en la Edad Media. Pero se hicieron tantas barbaridades durante aquel periodo de tiempo entre los propios humanos, que algunos acabasen siendo alimento de una raza superior tampoco era tan horrible. Peor fue lo que se hizo en nombre de Dios.

Después guardé silencio. Esperaba que me respondiese al tema del fuego. Realmente creía que él lo estaría pasando mal así. Le hubiese ofrecido mi toalla para cubrirse y dejar su ropa secar, pero esta apestaba a humedad y saber que solo llevaba una toalla puesta... no era buena idea.

- A ver, no pretendo dar una clase de teología ni nada de eso, pero vuestro Wyrm, ya que dices que sería como "nuestro" Satanás ¿no serán los mismos en realidad? Lo único que al igual que vosotros, él se oculta de nosotros y nosotros le hemos puesto otro nombre y creado historias sobre él. De todas maneras, yo no soy muy religiosa que digamos... así que dudo mucho que cuando muera vaya al Cielo o al Infierno. - Aunque me mereciese lo segundo.

Luego escuché sus palabras sobre los vampiros. - Sabía, por así decirlo, que se alimentaban de sangre. Quizás por ello es porque realmente es a los que más temo de aquellos que habéis permanecido ocultos durante tantos siglos. Las historias y leyendas que os rodean os convierten en monstruos a nuestros ojos, quizás incluso han convertido al homb... garou en una bestia salvaje y al vampiro en algo más... romántico estos últimos tiempos. Antes de que todo se fuese a la mierda, claro.

» Pero vuestras apariciones me dieron en que pensar... y bueno, cuando te vi delante de mí, con esos colmillos y ese tamaño... no estaba segura de que tenía delante. Es más... - Me acerqué levemente hacia él para susurrárle las palabras. - Llegué a pensar que eras Seth... - Le sonreí al tiempo que me separaba. - Lo siento por eso. Esta claro que tu has salido ganando... - Y guardé silencio ahí. No era capaz de quitarme su cuerpo de mi cabeza y ahora que el valium me empezaba a calmar veía que yo me empezaba a lanzar y no estaba segura de si aquello era zoofilia, pero desde luego que con un cuerpo como ese y esos ojos, estaba más que dispuesta a cometer ese acto si llegaba el caso.

- Así que, llegado el caso, solo podríamos contar con los garou y con la especie de magos... Aunque supongo que los vampiros también deberían tener interés con que la raza humana no se extinga. Si se alimentan de sangre como se dice, ¿de que se alimentarán si no? Sin nosotros, dudo que sobrevivan... Aunque solo sea por interés y sean criaturas creadas por el... ¿Wyrm? tienen mucho que perder. Los descerebrados no entienden de seres vivos, les da igual humanos o animales... no dejarán nada. No quedará nada. - Estaba claro que había que luchar contra los zombis, conseguir una alianza con los garou y ayudarles a acabar con ese mal... Si es que existía, puesto que aún pasando de la religión y pensando en mi comparación previa, Satanás y ese Wyrm podrían ser las mismas criaturas... por otro lado, si los garou, los vampiros y los magos existían ¿por qué no ese Wyrm?

- El dinero y el poder ha sido siempre lo que nos ha corrompido y tener una vacuna de un virus tan potente haría rico, mucho más rico y poderoso a quien la tuviese. Incluso podría tener el control del mundo en su mano... - Dije pensativa. - No me extraña que picasen con aquello y veros como enemigos no era difícil. Si destruíais a los infectados, adios vacuna, adios poder... - Negué con la cabeza. - No se yo si la humanidad realmente no forma parte del Wyrm...

Cuando habló de nosotros, me le quedé mirando fijamente. "Nosotros" y estaba él solo. Estaba claro que algo había pasado... quizás perdió a sus amigos y ahora no era más que un lobo solitario. Recordé sus cicatrices en el cuerpo y las sumé con la ayuda rechazada. - Lo lamento. No todos los humanos son tan crueles y malvados. - Yo no me incluí, no podía hacerlo. Yo era un monstruo por lo que había hecho y me sentía más cercana al garou o incluso a un vampiro que a un humano más.

- Y el lobo que tuve delante, ¿que forma fue? Porque eras enorme para ser un lobo corriente, así que el Lupus creo que se queda pequeño... o esa fue la impesión que me dio. - Dios, si es que todo en ti es grande. - Mi mente me la volvió a jugar pero al menos no lo solté por la boca. - ¿Y si me hubieses mordido? ¿Me hubiera convertido en... garou en unas noches? Lamento el interrogatorio pero es que me pareces realmente... increíble.

Jack se acerco a la chimenea para encenderla el mismo. - No, Wyrm y Satanás no son la misma entidad.- aseguro sin darte explicaciones pero muy convencido de ello.-Hay mucho que desconoce señorita y yo sé cuanto es bueno que sepa y cuanto podría causarle problemas.- añadio.

Encendió el fuego con una naturalidad sorprendente y se quito la camiseta para dejarla cerca en espera que se secara pronto.

- No obstante debo conceder a los vampiros que tienen un don para manejar a las masas, los libros, las obras de teatro, las películas... hacen que parezcan encantadores cuando no lo son en absoluto. Por suerte nuestra sangre es lo bastante fuerte como para evitar convertirnos en esos monstruos.- Jack sonrió de medio lado, como si hubiera recordado algo muy divertido. 

Llego a reír cuando dijiste que le confundiste con Seth. ¿En serio?¿Me confundió con ese muchacho? .- te pregunto sin esperar respuesta y volvió a reírse. 

Recupero la compostura y volvió a hablar.- Mire, los vampiros han creado ciudades muy bien protegidas de los zombies, granjas de cría donde el ganado humano procrea y vive feliz. Les procuran comida, diversión, un hogar... todo lo que perdieron y mas a cambio de una cantidad de sangre cada cierto tiempo. Ellos no ayudaran, les conviene la situación. Aunque lo pasaran mal al principio, ahora son parte del problema.

Mi gente esta casi extinta, la situación ya era mala hace diez años, nuestra natalidad es muy baja, apenas nacen niños Garou y los adultos mueren por decenas, a manos del Wyrm o sus secuaces, por cazadores, por humanos...

Jack se encogió de hombros.- Sobre los magos no se demasiado, debería consultar a su amigo pelirojo sobre ello.- dejo caer.

-En lo referente a una vacuna... Mire, el hombre que más cerca estuvo de encontrar una me dijo que esta solo seria efectiva mientras el virus estuviera luchando por vencer la batalla, que un cuerpo ya "zombie" no funcionaria o de hacerlo, los estragos en los órganos internos del paciente serian incompatibles con la vida. Si le interesa, voy camino de su casa en este momento. Tal vez el pueda darle algunas pistas mas pero le aviso que es un poco gruñon.

- Era solo una teoría. Ya sabes, se dice que el dios de los cristianos, de los musulmanes, de los judíos... son todos el mismo y quizás entender algo más a ese Wyrm. - Le respondí con calma. - Y no te preocupes. No tardé en acostumbrarme a "es clasificado" cada vez que preguntaba por un caso en el FBI como novata. Así que ya se como va eso. Es molesto pero... lo entiendo. - Mis tripas rugieron y recordé la invitación de Seth para desayunar, pero con Jack a mi lado dudaba que aquello ocurriese. No se fiaba de él y quedaría feo que le diese de comer a uno sí y a otro no.

- Por cierto, perdón por tutearte. Acabo de darme cuenta de que llevo un rato haciéndolo. Es que no entiendo porqué me siento segura tu lado. Es algo... raro. Puedes tutearme si quieres. - Le dije mientras se levantaba y encendía el fuego. Al verle quitarse la camiseta, casi me da un pasmo. A pesar de las cicatrices, su cuerpo era perfecto.

- Si... si quieres... quitarte los pantalones... tengo una toalla que puedes usar para cubrirte. - Le dije tibuteante. - Solo que huele a humedad... como toda mi ropa después de tres días empapada en la mochila. - Me levanté y fui a mi mochila, la toalla estaba allí, bajo algo de ropa. La saqué y guardé todo de nuevo y se la tendí al tiempo que me volvía a sentar en aquel sofá. - Ya decides tú que hacer...

Me puse colorada cuando  me preguntó si le había confundido con él. - Sí, bueno... me dió la mochila con la equipación militar, un cuchillo, unas cuerdas y el saco de dormir sin pedir nada a cambio... solo desayunar con él hoy y cuando te vi delante de mí, creí que era Seth dispuesto a desayunar "conmigo" o más bien a mí. - Reí al darme cuenta de todo el malententido. El diazepam había cumplido su función y la verdad es que aquel garou me daba esa extraña sensación de seguridad que había mencionado anteriormente.

- Convertirse en ganado para ignorar el mal que nos rodea... si se lo han montado bien. - Le dije a Jack. - Aunque mientras estén aislados en esas ciudades, junto con su alimento... ¿no dejarán a los demás en paz? Quiero decir, tienen su alimento, su propia granja de cría. Ahora les importará poco lo que ocurra más allá de sus muros. - Mi mirada se escapaba de vez en cuando y admiraba su torso. La verdad es que sí, pecaría con él. Sus siguientes palabras me hicieron ver que los hombres-lobo no se creaban por mordisco, como se decía desde hacía siglos.

- Supongo que si tu raza merma tanto y no encuentras una hembra de tu raza... Sigo pensando que debería haber alguna manera de poder convivir con vosotros, de hacernos fuertes, de recuperar a tu raza y recuperar el terreno que el Wyrn se está llevando. Empezando con los zombis, que creo que son la mayor amenaza ahora mismo. - Le dije convencida de ello. - Llevo años pensando en ello, no es de ahora... aunque por lo que me cuentas entendería que ni tú ni ninguno de los tuyos quisiera una alianza con nosotros. Además, tendríamos que buscar a más, porque por ahora solo soy yo... - Sonreí levemente sintiéndome un tanto ridícula por mis propias palabras.

- ¿A Seth? No se... el chico no sale de aquí o más bien de su búnker. Así que dudo que sepa mucho más que nosotros sobre ellos, pero le preguntaré por si acaso. - Comenté al respecto al tema de los magos.

Al sacar el tema de la vacuna, me quedé mirándole en silencio. - Al menos podría detener a los que están en proceso de cambiar, eso ya es algo y los demás... ya están muertos. - Me sentí de golpe mal. Mis padres habían sido infectados, pero les dejé vivir... y ahora sabía que si no habían sido rematados a pesar de todo, no volverían jamás.

- Pues después de como me despertaste esta mañana, juraría que el gruñón eras tú. - Bromeé recordando sus gruñidos y su mirada. - La verdad es que no tengo un destino fijo y... creo que si voy contigo tendrás más posibilidades de sobrevivir. Ya sabes, con mi cuchillo y mi mochila escudo... soy imparable. - Bromeé de nuevo. - Nadie podrá tocarte. - Reí divertida y relajada a pesar de tener a aquel hombre o garou con ese deseable torso frente a mí.

Llevaba demasiado tiempo sola y aquella situación y ese garou me lo estaban dejando bien claro. - Según Seth lloverá todo el día de hoy o eso decía su barómetro. Quizás nos toque esperar a mañana para comenzar el viaje.

- No se preocupe, esta bien que me tutee.- aseguro el Garou acomodando se en el viejo sofá.- Y no es que ya sea un secreto, el velo se rasgo... quiero decir, que se desclasificaron los documentos.- dijo para que lo entendieras.-Es solo que es mucha información para asimilar y no toda es agradable de escuchar.

Jack olisqueo el aire.- No huelen tan mal, no se preocupe. Prefiero llevarlos, el chico puede estar viendo y no quiero que piense cosas raras.

El tema de los vampiros era complicado.- Los chupacuellos son alimañas señorita, están esclavizando la raza humana y no pararan hasta tenerles a todos bajo su yugo. Los Garuo hemos velado por ustedes, luchado a su lado y por ustedes, aun cuando nos han traicionado y vendido al enemigo en innumerables ocasiones.- aseguro.

Se tomo un segundo para calmarse.-Mi raza se muere, lleva muchos años agonizando y muchos culpan a los humanos de ello. Si Gaia muere nosotros morimos y la raza humana lleva siglos matando a Gaia, vertiendo residuos a la tierra y plásticos al mar, envenenando el aire... Yo no les culpo, no son conscientes del daño que hacían.

Jack resoplo.- Mi raza es compleja, no nos reproducimos entre nosotros... al menos no debemos hacerlo ya que las consecuencias no son buenas. Para reproducirnos necesitamos mezclarnos con ustedes y los niños que nacen de ello no siempre son Garou, la mayor parte de las veces son humanos normales... Parentela les llamamos.

El hombre te miro y te sonrío de nuevo.- Tal vez usted descienda de Parentela y por ello sienta tanta curiosidad por nosotros.

El chico pelirojo volvio a aparecer por la trampilla.- Hola, he traído el desayuno... comida de perro no tengo, lo siento.-dijo despreciando a Jack aunque este no pareció tomarlo a mal.-Pero tengo café y galletas.- dijo sacando un termo de una mochila pequeña que portaba a la espalda y un paquete de galletas envasado al puro estilo militar.

- Fui agente del FBI, vi a mis padres convertidos en esas cosas y... he hecho cosas imperdonables para sobrevivir un día más. - Aunque la única que me pesaba era la muerte de Tommy, lo que le hice a mi pequeño. - Quizás yo sea más monstruo de lo que realmente se ve y mi historia sea más dura y cruel que lo que me puedas contar.

Sonreí al verle olisquear el aire. - Lástima. - Susurré para mí cuando se negó a quitarse los pantalones, sin pensar si quiera que con su oído agudizado podría escucharme con facilidad.  - Quizás descubriésemos que la salvaje soy yo. - Añadí entre dientes mirando hacia la trampilla para que no me viese vocalizar y ver si venía Seth.

- Gaia... - Dije tras escuchar sus palabras. - Te refieres a la Tierra, a la naturaleza y el equilibrio de la misma, ¿verdad? - No era algo difícil de averiguar por sus comentarios. - Y lamento lo de tu raza. Realmente me parece que sois asombrosos... aunque la verdad siempre preferí a lo vampiros, ya sabes... el cine y su manipulación. - Sonreí de medio lado. - Pero cuanto más me cuentas sobre vosotros... más me gustas... me gustáis. - Rectifiqué enseguida.

Cuando dijo lo de que los garou se tenían que mezclar con los humanos me ruboricé por todo lo que tenía en mi mente en aquel momento y viendo que era posible que pasase, aparté levemente la mirada del dios nórdico. - ¿Parentela? No lo sé, no creo. Supongo que mis padres me hubiesen hablado de ello en algún momento antes de... antes de dejar de ser mis padres... - Dije con dolor en mi voz. Era duro recordar aquello, pero me mataba más lo de Tommy. - Parentela o no, desde luego que me pareces... fascinante.

En ese momento asomó Seth con aquella ingeniosa frase. - No lo entiendo, podría destrozarnos de un zarpazo y tú insistes con esas... bromas. - Reprendí al chico. - O no has pensado en eso o quizás... bueno, nada. Paranoias mías. - Sonreí a Seth. - Espero que haya para los tres. - Le dije al chico. - Sino compartiré mi parte con Jack. - Añadí con tono conciliador.

- Por cierto, Seth... ¿sabes tú algo sobre los magos? Aquellos panfletos de los que me hablaste anoche, me vendrían muy bien. Jack me ha puesto al corriente sobre los homb... los garou y los vampiros, pero me falta saber sobre los magos... sigo pensando que serían grandes aliados contra esta guerra que cada vez nos va mermando cada vez más a todos. Pero puede esperar, primero desayunemos, ¿vale? Por cierto, sabes si las lluvias durarán mucho más. Tanto Jack como yo debemos seguir nuestro camino... - Preparaba al chico para decirle que me iba a ir con el hombre-lobo. Por como le trataba sabía que no le gustaría la idea, pero para mí era la mejor de todas. Al menos tendría un rumbo que tomar y dejaría de caminar por el bosque sin saber hacia donde iba.

Jack se levanto del sofá y camino hasta ti. Sus ojos azules se clavaron en tus pupilas.- No eres un monstruo por seguir tu instinto, sobrevivir no es fácil para nadie y tu lo has logrado, sin habilidades especiales, ni poderes sobrenaturales. Monstruo es quien pudiendo elegir decide hacer mal, simplemente por el placer de hacerlo, no por necesidad.- aseguro. Sus palabras se calaron profundamente en ti, puede que fuera su tono o la firmeza en el convencimiento de sus palabras.

Te sonrió.- Tu eres la asombrosa.

Carraspeó la garganta y se aparto un tanto, como si tratara de controla el instinto que le empuja a besarte. Sentiste esa atracción animal que de no haber entrado Seth podría haber terminado de un modo muy distinto.

- ¡Claro que podría! Y si por una broma intenta algo ¿No sería prueba de que no es tan bueno como parece?.- te pregunto Seth mirando al invitado de reojo. Te enseño el termo.- Tengo un litro de café, supongo que podemos compartirlo... pero no tengo platos de perro.. así que tendrá que comportarse y beber en taza.- dijo sacado unas tazas de plástico de mala gana.

El chico sirvió el café caliente, que olía a gloria, junto con unos sobres de azúcar. Estaba dando un sorbo cuando le preguntaste por los magos. Viste el café salir de su boca y su nariz disparados, acompañados de una tos de atragantamiento.

Jack sonrió con picardia.

- Lo siento, se fue por otro camino.- se disculpo limpiando se con la manga.- Si... los panfletos, los tengo abajo, después te los traigo. No sé que te habrá contado este tipo pero recuerda que en los cuentos, el lobo siempre es el malo. ¿Recuerdas caperucita roja? ¿Sabes de donde sale? Es un hecho real de la edad media, una cría que fue seducida por uno de estos y que termino devorada ella y su pobre abuela. ¿Y quieres irte con él? ¡No vas a estar segura, te comera o algo peor!.- exclamo el chico señalando a un impasible Jack.

Agradecí en silencio que Jack no escuchase, o si lo hizo no dijese nada referente a mis susurros. Hubiese muerto de vergüenza en aquel momento. De eso estaba segura. Luego me habló con seguridad y determinación. Las palabras del garou me reconfortaron y casi estuve a punto de confesarle el horror que hice con mi propio hijo para demostrarle que no era buena persona, que realmente era un monstruo que jamás me perdonaría por lo que hizo. Pero sus ojos me tenían hipnotizada mientras que sus palabras me dieron que pensar. Simplemente me quedé muda ante ellas.

Su sonrisa me pareció encantadora y sus palabras lograron ruborizarme de golpe. La verdad era que no me esperaba un halago así de una criatura infinitamente superior a mí en todos los sentidos. Y miré sus labios y vi como se retiraba levemente, mientras que yo empezaba a sentir que necesitaba besarlos con mayor intensidad. Quizás solo fuese físico, pero estaba claro que sentía una salvaje atracción por aquel garou.

Entonces entró Seth y rompió todo.

- ¿Y si por una broma nos mata a los dos? ¿Qué demostraría eso? - A parte de su estupidéz, claro... o que él fuese también alguien sobrenatural que no le temiese, porque del chico que temblaba con su "arma" al defenderme al de ahora, había un notable cambio. Además estaba aquella insinuación del garou sobre que le preguntase a Seth por los magos. - Seth, relájate. - Le dije al ver como sacaba los vasos. - Si te da un chungo, será él quien te haga el RCP, incluido el boca a boca. - Bromeé. Si él sabía incordiar, yo también.

Tras mi pregunta sobre los magos y su reacción, seguí sumando, más aún cuando me giré y miré a Jack y vi su sonrisa. - ¿Tienen un olor especial? - Le pregunté al garou en un susurro antes de mirar a Seth y ver como se excusaba. - Sí, claro, un lobo que se comía a la abuelita, a Caperucita sin masticar, como si fuese una boa constrictor y que un leñador o cazador, después de abrir el vientre del animal, las sacaba vivas y sin digerir ni nada. Una historia muy creíble. Lo cierto es que ahora prefiero saber más sobre los magos. Ya sabes... - Le insinué.

- Debo seguir mi camino, Seth. Sea cual sea y como le expliqué antes a Jack, me necesita para que le proteja con mi mochila-escudo y cuchillo de los males del bosque. Sin mí no llegará muy lejos. - Le guiñé un ojo a Seth. - No me hará nada. - Le dije más seria, tomando un sorbo de café. - Al menos nada que yo no quiera... no sabe con quien se va a aliar. Soy más... peligrosa de lo que parezco. - Inestable era la palabra exacta, pero no quería contarle todo a aquel chico. - Por cierto, el café está delicioso. Hacía tantos años que no tomaba uno que casi no recordaba su sabor... realmente se te da muy bien preparar un buen café. Gracias.

Seth estaba claramente cabreado con Jack. Era un adolescente que aun tenía rabietas e impulsos raros que no controlaba, uno que había vivido años aislado y solo, cuya única oportunidad de tener a alguien con quien hablar prefería a un animal peligros antes que a una persona.

- El cuento original no acababa así, era mucho más sangriento y cruel, se endulzo con los años para contarlo a los niños.- gruño.

Con el entrecejo fruncido se bebió su café y ante tu insistencia de saber más sobre los magos murmuro de forma áspera.- Si, ya te oí la primera vez, ahora te subo lo dichosa hoja para que te puedas ir, si tanta prisa tienes.

Se levanto y se marcho de nuevo hacia la trampilla.- Si te gusta el café lleva te el termo, no lo necesito.- añadió

Cuando preguntas te a Jack por el olor el te guiño un ojo.

Espero a que el chico se marchara.- ¿Que te parece si le dices que venga? Si se lo digo yo no querrá pero esta aquí solo, seguramente ni el mismo sepa muy bien que le pasa, es posible que haya "despertado" hace poco.

-No sé mucho de magos, solo vi uno una vez. Me explico que para ellos la realidad es como... ¿Vio esa vieja película de Matrix?.- te pregunto.- Pues es como ser el tipo que mira la pantalla con una cascada de números y ve la chica del vestido rojo en ellos. Tampoco entendí demasiado bien eso de que pueden "hakear" la realidad.

El Garou se asomo y olfateo el aire, miro al cielo.- En un par de horas escapara. 

- No Seth, no tengo prisa por irme. Me gusta tu compañía. - Le dije al chico que estaba cada vez más enfurecido por mis palabras. Estaba claro que por muy bien le que cayese no iba a confiar en mí y menos aún con el garou al lado. Pero yo no iba a quedarme más tiempo del necesario en aquel lugar, debía seguir mi camino y ahora parecía que tenía uno.

Todo se quedó en silencio mientras un enfadado Seth bajaba a por los papeles.

Jack lo quebró en cuanto nos quedamos a solas. - Antes de que aparecieses, se lo iba a proponer... pero me da que no querrá. Es su hogar. Lo construyó su padre y dudo que quiera abandonarlo por una desconocida que además ahora va de la mano del malvado lobo del cuento de Caperucita Roja. - Suspiré, burlándome de aquella historia. Sí. Ya sabía que la Bella Durmiente fue violada por su padre varias veces y que de hecho tuvo gemelos si no recuerdo mal y otras tantas aberraciones más se dieron en todos aquellos cuentos que ahora eran para niños, pero que en su momento fueron historias de terror. Pero me molestaba que se metiese así con Jack, como me molestaría que Jack se pasase con Seth.

- Por mí no habrá problema en decírselo. Pero ya sabes lo que te tocará aguantar hasta que confíe en ti. Y si es lo que dice y no lo sabe aún y no lo controla... poco podremos ayudarle. - Miré a los ojos del garou. - Y si se le va el poder de las manos... aún recuerdo aquel vídeo del chico lanzando una bola de fuego contra los zombis... no dejaría nada de mí y no se si de ti quedaría mucho tampoco.

Guardé silencio cuando me explicó lo del mago.- Sí, recuerdo la película. Quizás por eso él sabía que estabas aquí... o así me vigiló. No es que tenga cámaras en este sitio, es que lo ve en su cabeza... - Miré hacia la trampilla.- Pobre chico. Solo y ahora seguramente asustado sin saber que le pasa. Le preguntaré a ver que dice, aunque no tengo muchas esperanzas... aunque si dice que sí, debemos asegurarnos de que la entrada de su búnker quede bien sellada y oculta. Al menos que pueda volver a casa si no sale todo como el quiere... - Miré a Jack. - Aunque quizás tenga suerte y encuentre a una chica de su edad y no quiera volver por aquí nunca.

- Vendrá.- aseguro el Garou.- Por muy seguro que sea un sitio no es un hogar sin una familia.- comento con cierta tristeza.-Aunque sea por un tiempo, necesita estar con gente y no creo que sea tan fácil tirar bolas de fuego, o ya me habría tirado como veinte.- Bromeó.

El Garou asintió.- Si, yo también creo que necesita una novia, empieza a tener cayos en la mano derecha. Puede que con suerte consiga una y pueda formar una familia aquí. Es un buen sitió, después de todo.

Los oídos de Jack captaron algo y te señalo la trampilla. Seth estaba volviendo.- Voy a visitar el servicio.- dijo señalando al exterior. Se quito los pantalones delante de ti para no mojarlos más, dejando la prenda junto al fuego y volvió a cambiar su forma a la de un lobo corriente. Para un lobo cualquier árbol era un servicio, no necesitaban encontrar uno donde la cisterna funcionara.

Jack paso a tu lado y froto su pelaje con tu pierna a modo de caricia antes de salir, atendiendo la llamada de la naturaleza.

Seth subió con un par de papeles grapados, amarillentos y algo doblados. No debía tener mucha literatura para entretenerse y aquellos papeles habían sido leídos mil veces.

- ¿Se ha largado?¿Tenía que ir a soplar la casa de algún cerdito?.- te pregunto tendiendo la mano para que cogieras las hojas.- En serió, las criaturas sobrenaturales no son de fiar. ¿Has pensado que quiera llevarte con los suyos para compartir la carne?.- te pregunto cruzando los brazos, como si de pronto se creyera tu padre.

Las hojas que te dio era claramente parciales. Dejaban a todas las criaturas como monstruos. Venia a decir que todos ellos eran aberraciones creadas por el Demonio que debían ser exterminadas. Al parecer no pertenecían a la creación de Dios y por tanto era una ofensa su existencia. 

Garou.- Cambia formas, seres demoniacos que pueden varias su forma humana transformando sus cuerpos en lobos. Igual que Lucifer se transformo en serpiente, usan este poder para cazar carne humana y no solo devoran sus cuerpos, también sus almas, ya que reciben sus poderes en función del número de almas aportadas al infierno. 

Viven en manadas donde la fornicación y las orgías son practicas habituales aunque también suelen forzar a seres humanos en sus depravadas practicas antes de servirles de alimento.

Su mayor peligro es poder hacerse pasar por humanos corrientes. La plata les daña seriamente, siendo casi inmunes al plomo u otro metal, ya sean balas o armas de filo.

Vampiros.- Demonios bebedores de sangre, hijos de Cain y Lilith. Su misión es dominar la tierra para ofrecerse la a Lucifer, su señor. Cuando transforman a un humano en uno de ellos, le arrancan el alma junto con la ultima gota de sangre para que en su cuerpo vació se pueda introducir un demonio del averno. Este fingirá de forma magistral ser la misma persona que era, ya que cuenta con sus recuerdos y su apariencia pero ya no habrá nada humano en él. 

Su sed de sangre es insaciable. Sus poderes grandes pero bajo la luz de Dios perecen convertidos en cenizas, igual que si se destroza su impío corazón.

Brujos.- Humanos miserables que pactaron con demonios a cambio de poder. Satanistas que ofrecen sacrificios humanos a paganas entidades del averno y gustan de participar en todo tipo de depravaciones, casi tanto como arrastrar a otros a sus oscuras artes y practicas.

Solo la fé más pura puede enfrentar a estas criaturas de igual a igual, aunque su cuerpo es humano y como tal, vulnerable. Se aconseja aplicar el fuego purificador sobre ellos, para al menos, purgar sus pobres almas de los muchos pecados cometidos.

Demonios - Habitantes del infierno que lograron escapar y llegar hasta la tierra ocupando un cuerpo mortal, algunas veces con ayuda de vampiros, otras por sus propios medios. Solo pueden ocupar cuerpos de almas pecadores, justo en el momento en el estas exhalan su ultimo aliento. Su misión es lograr perder a las almas de Dios, conseguir su veneración para si mismos o sus superiores, lo cual les otorga poder.

- No lo se, se lo preguntaré cuando le vea. - Le respondí y en aquel momento le vi desnudarse ante mí. Mis ojos se clavaron en aquel trasero tan perfecto y sentí de nuevo como mi cuerpo reaccionaba a lo que veía. Por un lado me molestaba que viniese, porque la verdad es que en cuanto tuviese ocasión acabaría tirándome sobre el garou. Por otro lado, era lo mejor. Debia controlar mi instinto más básico, el cual se desataba a cada paso que daba hasta que acabó convirtiéndose en lobo.

- Supongo que necesitaba tomar un poco el aire. - Dije encogiéndome de hombros y aún sorprendida por aquel gesto que tu Jack conmigo antes de irse. No había tenido nunca una mascota, pero había visto a perros hacer un gesto similar a sus dueños a modo de caricia cariñosa y eso me hizo sentir bien. Claro que Jack era más que un perro o un lobo. Con ellos no pasaría una noche salvaje, con él... sí.

Cogí los papeles que me tendió Seth y los estuve leyendo. - Me parece increíble que aún exista gente con la mente tan cerrada en este mundo. Esto  me recuerda a la Edad Media, con la Santa Inquisición, cuando un hombre quería acostarse con una mujer y esta le rechazaba o era la más hermosa del lugar y todos los hombres ignoraban a las demás mujeres. Se las acusaba de brujas, se las llevaban, las torturaban y al final, con tal de que parasen, acaban diciendo que sí, que eran brujas, adoradoras de Satanás y quemadas en la hoguera.

» Dime una cosa, Seth. Se dice que... al menos los garou y los magos, aunque aquí les llamen brujos, desarrollan o despiertan sus dones a tu edad. Imáginate que en unos días, unas semanas... o meses, acabas descubriendo que eres uno de ellos. ¿Qué harías? - Le pregunté con curiosidad. Jack me había puesto la señal, era hora que el chico empezase a ver que algo raro había en él y que al menos los que estábamos ahora mismo a su lado no le haríamos daño.

Pero era él quien debería abrirse. - A mí no me preocupan los garou, ya lo has visto. Realmente admiraba a los vampiros, pero por lo que me ha explicado Jack y lo que he leído aquí, no difiere mucho de la realidad. En cambio los magos, no les llamaré brujos, salvo que me encuentre con uno y así me lo pida, no les veo maldad alguna... por mucho que ponga aquí que pacten con demonios. De ser así, jamás se hubiesen enfrentado a los zombis como se ha llegado a ver. Y los demonios, la verdad es que casi no había oído hablar de ellos y creía que mezclaban a los magos con ellos...

» Yo creo o creía que todos teníamos un sitio en este mundo donde poder convivir. Pero Jack me ha abierto los ojos con respecto a los vampiros y los garou y le encuentro mucho más sentido a lo que se dice de ellos. Y sí, durante siglos, para el hombre el mayor enemigo ha sido el lobo: mataba sus ovejas, sus gallinas... incluso las manadas se metían con los hombres o mujeres que se aventuraban por el bosque en la noche solos, si no encontraban otra presa que cazar y comer. De hecho, hasta hace diez años seguían siendo un problema en determinadas zonas rurales del planeta. Pero eso no quiere decir que fuesen garous. Y sí, les voy a defender al igual que defenderé a un mago o un brujo si me encuentro con él y veo que no es un peligro para mí ni para quien me acompaña.

Me quedé pensativa unos segundos. Quizás ese era el mejor momento para decírselo. - Me gustaría que vinieses con nosotros, Seth. - Le dije con sinceridad. - Jack está de acuerdo con eso, así que no hay problema. Se que tu búnker es seguro, que tienes comida suficiente para... no se... ¿hasta el fin de tus días? Pero estás solo y a pesar de que no te guste salir al exterior, puede que un día encuentren la entrada que dices que está tan lejos, consigan entrar y... no podrás defenderte con un palo y un cuchillo atado en un extremo. Además... quizás en algún sitio encontremos a una chica de tu edad y bueno... quien sabe lo que podría pasar. - Le sonreí. - Jack dice que escampará en unas horas. Podemos dedicarnos a asergurar bien que las entradas al búnker no se vean antes de irnos y si conoces a alguien y quieres formar una familia, tendrás tu hogar aquí y dejarás de estar solo.

» Además, necesitaré a alguien que proteja a Jack de mí... creo que las probabilidades de que uno se coma al otro son más altas a mi favor y no estoy segura del todo de que eso sea correcto. - Bromeé pero diciendo la verdad. - Es decisión tuya, Seth. No te voy a presionar con eso, pero quizás te venga bien ver por ti mismo como está el mundo y aprender un poco antes de volver a esconderte y a permanecer solo el resto de tu vida. ¿Qué me dices?

- Ya bueno, los cazadores empezaron como inquisidores en la edad media.- te explico.- Algo se les ha quedado pero son los únicos que ahora intentan proteger a la gente de estos monstruos. A los zombies los combate mucha gente pero ¿que pasa con los vampiros? ¡Nadie les para los pies!.- exclamo. 

Escucho tu pregunta y te miro con extrañeza.- ¿A que viene esa pregunta? ¡Yo soy normal! Mi padre no era una bestia peluda... bueno, era un poco bestia y tenía mucho pelo... pero ya me entiendes y mi madre no lanzaba Kame-Hames... Lanzaba la zapatilla, como toda madre normal.-se puso muy a la defensiva, visiblemente nervioso con eso.- No sé que pasaría, no me lo he planteado porque es algo que no va a pasar....

Resoplo un momento y se encogió de hombros.- Supongo que molaría ser como Gerald de Rivia y tener una espada de plata... y otra de acero.. e ir ayudando a la gente y cargando me a los malos... como el motorista fantasma....¡Yo que sé!

-¡Te fías demasiado de él! Lobo o no, no le conoces. ¡Podría ser un sociopata o un canibal... o algo peor!

- ¡Claro que iré contigo! No voy a dejarte sola con él, al menos hasta que te des cuenta de que esa clase de tipos no es buena. Voy a coger una mochila con cosas y traeré provisiones, si las cosas salen mal volveremos aquí ¿De acuerdo?.- te pregunto como si te estuviera haciendo un favor, cuando se moría de ganas de dejar ese agujero solitario y ver como estaba el mundo, encontrarse a otras personas....

-¡Y que conste que no me interesa nada tener pareja!.- gruño algo sonrojado. - Voy a buscar mis cosas y a cerrar las entradas...Cuando vuelva quemare el sofá, huele a perro mojado.- murmuro camino a la trampilla.