Partida Rol por web

Miraba interesado cada recodo de los pasadizos, procurando fijarse en cada detalle: si habían sido trabajados, si eran naturales, qué marcas habían dejado las posibles castas desconocidas que iban o venían por la zona... si es que las había habido. Cada intersección era un momento tenso. Rezaba con una fuerza dos horas atrás desconocida para él.

Señor... pero el resto no tenía palabras y, sin embargo, ganaba en intensidad. Comprendía, todavía de manera inarticulada, que era esa intensidad la que le había hecho hacerse soldado, la que le mantendría ahí, la que, de seguir con su vocación de hacerse sacerdote católico, impediría que no se dedicara a otra cosa que a la milicia. En esos momentos (y ya que su sensación más profunda era inarticulada, inconsciente) se daba cuenta superficialmente de que el motivo de su rezo era poder llegar... ...y matar, tal y como prohíbe explicitamente mi Dios. Sin embargo, no tenía problemas con eso: ya hacía milenios se había resuelto ese problema con plena satisfacción de cualquier guerrero: ante la necesidad, no hay pecado. Y ante la necesidad, el concepto de prójimo se multiplicaba en grados de intensidad de lo más diversos y flexibles. Desde luego, ninguna religión te obligaba a ser un santo, por muy deseable que fuera, solamente debías hacer lo que pudieras con el tiempo que te tocaba vivir.

James se giró sorprendido al escuchar el chapuzón, y al ver que no estaba Wallace, pensando en un posible bicho acuático, se sumergió en el agua con el arma presta. Ya bajo la misma pudo ver qué había pasado... aunque las nubes de materia que levantaba su marcha en el agua le dificultaba mucho la visión.

Mierda, la morita otra vez mojada, pensó con el corazón latiendo a todo trapo. Se levantó levantando el pulgar, con la mano en alto, por si alguno todavía pensaba en un ataque subacuático y, mientras volvía a recuperar el ritmo de marcha, movió el arma de manera que saliera el agua de cualquier lugar donde fuera inconveniente (el cañón, el cargador... )

Una vez que los otros dos grupos del escuadrón se adelantaron como estaba previsto, la cabo hizo una seña a los suyos para ponerse en marcha detrás de ellos, diciendo:

- Bien, chicos, como antes. Ojos abiertos, proteged a Sonny por encima de todo. Bockman Wallace, tened un ojo abierto a nuestras espaldas.

Tras eso, sólo quedaba avanzar, al parecer con una gran guía de Sonny. Normal, él se estaba preparando para hacer cosas como esas simplemente por su cuenta, y siempre había demostrado mucho talento a la hora de orientarse, entre otras cosas. Entre él, la infomación que tenían de dónde podía estar la Reina y el Teniente, con suerte no tardarían mucho en encontrar a esa zorra.

En ese momento, Billy desapareció como de la nada, despertando todas las alarmas.

- ¡Posible contacto! - exclamó la cabo, mirando a sus espaldas en un arco, apuntando con el arma buscando al asaltante.

Hasta que la técnico salió del agua, diciendo que sólo se había resbalado.

- Billy, vuelve a darnos un susto así, y te juro que vuelves a la superficie andando tú sola. En ropa interior.- dijo Sonia, soltando un suspiro de alivio por la falsa alarma.

Avanzamos muy despacio para mi gusto, ¿O será que todo transcurre muy lento para mi? La proximidad a la guarida de la Reina me tiene en máxima tensión, esforzándome por estar alerta, pero aturdido por ambiente espeso de nuestro camino.

De repente un chapoteo me saca del sopor. Antes de que pueda reaccionar la Cabo a dado la alarma y dos compañeros avanzan hacia donde falta uno de los nuestros. Levanto el arma con brazos temblorosos y casi estoy por disparar cuando noto que quien sale del agua es Wallace. Bajo el arma despacio y mirando a mi alrededor, tratando de no parecer tan asustado.

Wayan, a diferencia de sus compañeros, apenas lanza una mirada tranquila hacia el agua, la desaparición de Wallance no le ha inquietado lo más mínimo. Ha aprendido a confiar más en su sexto sentido que en los otros cinco.

Parece que va a decir algo, pero al ver que la cosa se calma por si sola, calla.

Y ya esta un poco más seco lo que siempre se agradece.

Una vez el Sargento Mayor llega a mi altura ya le sigo en el avance por el nido.

Compruebo que el Teniente Speedy permanezca a mi vera, pues soy algo así como su niñera.

Mkoll se llevó un buen susto al escuchar los reportes por radio y girarse para ver a la técnico caer al agua. Sin embargo, sólo de trataba de una falsa alarma, y un paso en falso por parte de la técnico, que le hizo caer y creó el malentendido. 

"Dada mi actuación en el taladro, mejor no decir nada..." pensó el explorador, mientras seguía la marcha con el resto. No sabía cuanto quedaba para el cubil de la reina, pero cuanto antes llegaran, mejor. 

El artillero se había colocado bastante delante, quizás de forma instintiva, quizás a drede para confirmar que sus teorías eran correctas respecto a la posible ubicación y descripción de los túneles que llevaban a la Reina. Sin embargo, también quería estar cerca para estar preparado: Durante los primeros compases de la misión había quedado rezagado, y había estado a punto de ser engullido por las oleadas enemigas en un par de ocasiones. No iba a permitir que volviera a suceder.

La caída de Wallace me hace prestar mas atención de en donde piso. Le podía haber pasado a cualquiera. Realmente no estamos en un buen lugar para tener un enfrentamiento, no tenemos buena movilidad.

Vigilo arriba y abajo mientras Sonny marca el camino. ¿Cuánto nos quedará para llegar a la zona de la reina?. 

-Con tantos túneles, nos pueden aparecer bichos por todas partes...

Avanzando en la oscuridad con solo la ayuda de sus lámparas, el andar se hacia difícil al estar el suelo lodoso y el camino inundado. La primera victima de esto ya había caído y para preocupación de muchos, la situación había sido algo dramática, tanto así que el mismísimo consejero táctico o’Flaggerty se había lanzado al agua listo para dispararle al primer bicho que se encontrase.

No obstante era una falsa alarma, la técnico Wallace que era quien había caído al agua, había resurgido con la ayuda de Bockman, la soldado simplemente había resbalado y perdido el equilibrio. Ahora con los pies firmes en tierra, esperaba no tener que volver a pasar por la misma situación o las cosas podrían quedarse en algo más que una simple amonestación verbal por parte de la cabo.

Sonny por su parte, encargado de guiar al grupo, tenía cosas mas importantes de las que preocuparse. Ahora, recurriendo de nuevo a sus capacidades de supervivencia, había decidido tomar un camino de entre las distintas bifurcaciones que el grupo tenia ante si; por el momento no tenían más que confiar en el zapador.

Guiados por este y para alegría de todos, el grupo noto que por el camino en que ahora avanzaban el nivel del agua iba disminuyendo considerablemente a medida que hacia distancia con respecto a la pasada bifurcación. Tal fue así, que no muy lejos el agua quedo prácticamente por completo atrás y ya solo formaba pequeñas posas que iban de 1 a 10cm de profundidad.

Frente a ellos ahora el túnel parecía ampliarse hasta forma una amplia boveda unos pocos metros mas adelante; mas allá parecía verse un curioso camino zigzagueante que salía de entre las sombras.

A medida que iban avanzando por esos túneles oscuros, (demasiado) húmedos y siniestros, el que fueran apareciendo en su camino diversas encrucijadas no ayudaba mucho a mantenerse tranquilo. Sonia confiaba en las habilidades del zapador, siempre lo había hecho, pero había que reconocer que orientarse en esos túneles era todo un reto.

Sin embargo, pronto sus preocupaciones se disiparon, al notar que iban dejando atrás el agua y, finalmente, pudieron caminar sobre suelo firme. Era muy probable que fueran en la dirección correcta, camino de una Reina grande y gorda a la que iban a volar en muchos pedacitos pequeñitos.

Que bien sonaba y todo.

Pero no se podía bajar la guardia, ni mucho menos. Había muchos bichos ahí abajo y sólo Dios sabía que podía estar custodiando a la Reina.

Mantengo mi posición en el Grupo de Mando procurando no chapotear demasiado en los guardias.

Sé que es imposible que un nutrido grupo de infantes con armadura como el nuestro no haga ruido, pero de alguna manera me siento más tranquilo intentando no hacer más del estrictamente necesario.

Iba tan atento a su espalda que le costó un momento darse cuenta de que el túnel estaba ensanchándose y secándose. Habían dejado atrás los lodos y la inundación. Todos se movían con mayor facilidad y seguridad. Eso hizo que Bockman se relajara un poco en su preocupación por sus pies y no tropezar, ahora se aseguró de que nada los estuviera siguiendo.

James se dedicó a examinar con intensidad ese camino y esa zona tan peculiares. Agradecía la falta de humedad, por supuesto, y sus músculos dejaban de protestar poco a poco.

Hermoso lugar para una emboscada, pensó. Si yo fuera el cerebro y más adelante estuviera la reina... sin embargo... hay poco tráfico. ¿Será una... ? ¿O en cambio será... ? Iba haciendo cábalas, mientras caminaba en su puesto de combate, en el núcleo del grupo de retaguardia.

Esperaba que el teniente estuviera captando con su cerebro la posible presencia de bichos porque aquel lugar era perfecto para que les atacasen.  

Burnette agradeció silenciosamente que volvieran a estar en un terreno con menos agua. Ahora podrían maniobrar con más facilidad y abatir a los posibles enemigos si les emboscaban. Dedicó una mirada atrás, comprobando que Billy estaba sana y salva, aunque empapada. Pensó que todos cometían errores, pero su tropezón había hecho pensar al grupo que estaba siendo atacada. ¿Hasta qué punto aquel lugar despertaba sus más profundos miedos?

Cuando la bóveda apareció se acercó a Sonny, que parecía moverse como pez en el agua en aquel lugar.

- Concuerda con lo visto en los archivos - dijo, sin dejar de mirar al frente, y comprobando en el visor la temperatura - La Reina necesita un lugar amplio y cálido, deberíamos estar atentos a obreros que vayan de aquí para allá.

Estoy lejos de sentir la tranquilidad de algunos de mis compañeros al ir dejando atrás el agua y el estrecho túnel. Sólo significa una cosa, nuestra llegada al nido es inminente. Hay tanta oscuridad que siento que me acechan desde cada rincón. Las lámparas ayudan en una porción muy pequeña. Pero el pensamiento que realmente me obsesiona es el guardián. Desde que mis compañeros nos advirtieron que habría uno y que no sabemos como es, su espeluznante figura me vigila desde la oscuridad. Lo veo con tentáculos viscosos, veo el horror en cada lúgubre rincón.

Poco a poco se acercaban, y a juicio del explorador, era hora de volver a su arma preferida. Dejando el rifle estándar reposar en su espalda, empuñó en su lugar el Hawkeye, que contaba con el aditamento de escopeta para morita. Con esto, y algo de suerte, contaba con poder "saludar" adecuadamente a cualquier bicho que quisiera asomar su fea cabeza e interponerse entre ellos y la reina. 

Después del susto que Wallace protagonizó parecía que los ánimos, sobre todo los de la ligera iban en aumento. Ya no había agua y la temperatura estaba aumentando por lo que el constante castañeteo de dientes y las maldiciones en voz baja se extinguían a medida que avanzaban. -Dentro de poco maldecirán el calor.-Pensó Evans.

El amplio túnel seguía adentrándose en las entrañas del planeta como una arteria hacia el corazón. El sargento escuchó las diferentes fuentes de información y prácticamente todos sabían lo mismo, aquél lugar se convertiría en un horno, ancho y custodiado por muchos obreros. Al momento Evans tuvo una idea y, aunque el traje anulara toda percepción del sonido exterior, Evans decidió hablar en voz baja, como si los bichos pudiera captar sus palabras.-Oye Sonny en todos los clubs de chicas hay una entrada trasera, una pequeña puerta de servicio por la que los sirvientes sacan la basura o a los clientes problemáticos, ¿crees que existe algún pequeño túnel que podamos utilizar para atacar por dos frentes a la reina?- 

Cada paso que damos, nos movemos mejor, lo cual es muy bueno ya que por lo menos tendremos más movilidad.

¿Y si los bichos no entran en el agua?-pienso como contrapartida a las buenas noticias. No tiene mucho sentido pero en un caso pero podría ser algo a tener en cuenta.

Avanzamos ahorrando palabras, mirando a todas partes y estoy seguro que el resto, como yo, esperando que un muro se derrumbe en un momento y vomite un centenar de garras en movimiento, pero hasta que eso pase, seguimos avanzando.