Partida Rol por web

Rodrigo cuando ve que el sátiro se os echa encima apunta con su arco y le da un certero flechazo en la cabeza. Suficiente para matar a un hombre, pero la bestia solo parece conmocionada y sigue avanzando hasta que se abalanza sobre Rodrigo hasta meterse en distancia de melé con el. Puede que ha distancia Rodrigo sea mejor, pero está por verse si lo será en el cuerpo a cuerpo.

Teolfo esta flojo y no tensa el arco todo lo que puede. La flecha roza la pierna derecha de Rodrigo, que se vuelve sorprendido hacia Teolfo, dejándole una pincelada de sangre en la pantorrilla.

Rodrigo se volvió un momento hacia Teolfo-¡Hideputa apunta bien!-pero no tenía tiempo que perder y empezó a golpear a la criatura con todas sus fuerzas. Hora en el estómgao, hora en el pierna derecha.

El sátiro todavía conmocionado lanza dos ataques a Rodrigo, el primero una coz a la pierna herida. Luego otro que se pierde en el aire.

Teolfo ya no puede tirar con el arco, puesto que sátiro y Rodrigo están a golpes. Teolfo se fija en la flecha que el sátiro lleva clavada en el cuello, y duda de que la criatura salga viva. Ya no hay nada que hacer, así que guarda el arco y coge su hacha y se aproxima a la pelea.
Si el sátiro cae, ¿como podría Teolfo impedir que Rodrigo lo remate?
-!La maledicion del bosque!- grita -caerá sobre nosotros si matamos a la bestia dentro. Tenemos que sacarla viva a un claro.-

Rodrigo hace caso omiso a las palabras de Teolfo y continua pegando en la bestia. Primero un puntapie y después un cabezazo contra la cabeza del sátiro. Rodrigo lucha por su vida y lo está haciendo francamente bien. Tanto que con el cabezazo cae al suelo inconsciente. En un abrir y cerrar de ojos se abalanza Rodrigo sobre el para rematarlo con el cuchillo. Si no haces nada lo rematará.

Teolfo observa la carnicería que no ha podido evitar, saca el hacha de su cinturón y la tira al suelo, al lado de Rodrigo. -Puesto que vais a rematarlo, tomad mi hacha et cortadle la cabeza al menos, pues pudiéranos servir para explicar qué acabó con Bernal. Yo vuelvo donde Bernal por ayudarle con la bruja..-

Rodrigo coge el hacha y se dedica a cortarle la cabeza al sátiro. Cuando termina se moja las manos en la sangre de la criatura y se pinta una franja de sangre en la cara cruzándose la cara.

Aprovechas para salir corriendo y llegar hasta donde está Ginés. Sigue esperando que la moza baje y con el arco tensado. Pero sin atreverse a subir. No tienes mucho tiempo antes de que llegue Rodrigo.

Teolfo entrevé a Ginés entre los árboles. Despacio, con cuidado, avanza hacía Ginés hasta que no se interpone ninguna rama en su visión. Y tensa una flecha en el arco. Esta vez, piensa, no va a apuntar a las piernas. -Son bestias, como el sátiro, piensa. Y no puedo dejar que maten a la pobre madre.- 

Teolfo apunta durante unos segundos, hasta que se ve listo para soltar la flecha. Siente un silencio que lo envuelve. Pero entonces un grupo de cuervos grazna por encima suyo, y Teolfo levanta la vista para mirarlos imprudentemente. Al bajarla, se da cuenta de su error. Ginés también se ha girado a mirar los cuervos... 

Gines se vuelve al oir los cuervos y te ve tensando el arco. Se da cuenta de lo que está apunto de ocurrir y prepara una flecha para dispararte e intentar salvar la vida.

Teolfo acierta con su flecha en el pecho de Gines. La saeta casi lo atraviesa. Teolfo carga otra flecha.

La flecha se clava en el pecho de Ginés atravesando su armadura. Este tensa el arco y suelta un flechazo que va a dar en el vientre de Teolfo, sin ser una herida mortal es dolorosa y lo deja echo polvo. La mujer tira una pedrada desde arriba viendo aquí su oportunidad de escapar, apunta a la cabeza de su adeversario pero falla. Ginés se da la vuelta maldiciendola y prepara una flecha para lanzarla a la mujer.

Teolfo se ve la flecha clavada en un lateral del vientre y piensa en un segundo ombligo. Es probable que caiga en este bosque y perezca. Apunta a Ginés en el cuello y suelta la flecha.

Ginés busca un blanco hacia la madre, sigue de espaldas a tí.

Teolfo suelta la cuerda, y cierra los ojos. Cuando los vuelve a abrir, un instante después, ve como la flecha está hincada en el cráneo de Ginés. 

Muerto es. Pensó. Y lo ha matado él. 

Ginés cae muerto de un flechazo en la cabeza. La mujer se asoma por el risco al ver a su acechante muerto, pero todavía está recelosa y con una piedra en la mano por lo que pueda pasar. Parece indecisa entre bajar del risco o quedarse en el, de momento se queda y espera. El niño llora, es un lloro ronco, como de persona mayor, quizás debido a la sangre del sátiro.