Partida Rol por web

Jeff habia dejado a John fuera de las misiones en el exterior durante mucho tiempo, sabiendo que queria disfrutar de los primeros meses de vida de su hijo, pero como era de esperar terminaron necesitandolo y se marcho muy temprano.

El bebe habia dado una noche terrible, le estaban saliendo los dientes y no quiso despertaros al marchar. No era una mision peligrosa pero eso era todo lo que sabias y fuera de aquellos muros, el peligro podia estar en cualquier parte.

El bebe reclamo tu atencion despertandote con su llanto. "viviais" en una habitacion mas o menos acondicionada para vosotros, que antaño fuera un cuarto para estudiantes internos. Al menos teniais dos camas juntas formando una de matrimonio y un cerrojo en la puerta. Eran pequeños privilegios que os habian dado por la llegada del bebe. Otros dormian en literas, compartiendo cuarto cuatro o mas personas.

Tu bebe tenia una cuna, construida con maderos y un colchon pequeño.

Desde que la infección se había desatado las noches eran muy complicadas. Uno podía dormir pero no como antes. Nunca como antes. Con la tranquilidad y la seguridad de que al otro día sería un día más en la vida de cada uno. Ahora cerrar los ojos y dejarse relajar era mostrarse completamente indefenso y a la merced de los infectados. Estando despiertos era peligroso. Dormidos era casi un suicidio. Era ese el motivo por el cual Fionna (y a decir verdad, casi todas las personas) no podían tener un sueño muy profundo. Sin embargo, ARKAM brindó una tranquilidad mayor. Si bien las cosas no eran como antes tampoco era tan malo. Pero esta noche en particular no había sido de las mejores. John Junior crecía rápido y saludable. Y así como lo hacía traía sus consecuencias. El pequeño niño estaba sacando sus primeros dientes, generándole un mal estar increíble. John se comportaba como un verdadero caballero haciéndose cargo de mucho de los cuidados dándole a Fionna más que tiempo suficiente para descansar.

Amanecía y el llanto del pequeño niño se hizo sonar por la pequeña habitación. La rubia hizo unos gestos de malestar antes de despertarse. Nada atípico considerando que estaba bastante relajada y sumida. Se estiró y decidió levantarse ya que realmente su turno para atender al pequeño se había aplazado unas cuantas veces y su marido también merecía descanso. Se acercó a la cuna para levantarlo con un amor único. Apoyó el rostro en su pecho y comenzó a acunarlo seguido de una canción tranquila para relajar a John Junior.

Cuando este por fin se calmó dio media vuelta para recostarlo en la cama y fue allí cuando se percató de que su marido no estaba. ¿Cómo había sido tan estúpida de olvidarlo? Si este había nombrado algo de una misión, aunque no había profundizado mucho de que trataba. Su rostro reflejó el malestar que le generaba la partida de John a pesar de todo lo que le había dicho a Jeff al respecto. Era consciente de que la situación podía ser complicada pero también era madre y esposa y quería lo mejor para su familia. No dudaba ni un segundo la capacidad de su marido pero, ¿cómo debía sentirse si no era furiosa? Tanta gente albergándose en aquel lugar y tenían que llamar al hombre que no hacía mucho había tenido familia. Esperaría a que John se relaje o se durmiera para ir a encararle nuevamente la situación a Jeff.

Volviste a dormir. Tu hijo decidio darte un respiro de un par de horas antes de volver a llorar pero esta vez porque un ruido lo habia despertado.

Abriste los ojos, pasaba algo fuera, la gente andaba por los pasillos y el sol apenas habia salido. Tocaron con los nudillos tu puerta, cualquier otro esperaria permiso para entrar pero Leona no. Aquella mujer se comportaba como un robot. Jeff habia pedido que tuvieran paciencia con ella, habia visto algo absolutamente horrible y la unica manera que encontro su mente para soportarlo fue convertirla en un bloque apararentemente insensible.

- Fionna, ven al salon de actos y trae al niño.- dijo sin ninguna emocion en la voz. El salon de actos en otro tiempo habia albergado funciones escolares y charlas didacticas, ahora era algo asi como la plaza del pueblo. Un lugar donde reunirse.- A pasado algo.- dijo enigmatica.

Escuchaste una voz en el pasillo, parecia discutir con alguien.- ¡Eso no sel posible! ¡No podel sel posible!.- dijo Ian, quien no importaba cuanto tiempo llevara en ese pais, el acento chino no se le borraba ni a tiros.

Se levantó de un sobresalto tanto por el llanto como por el sonido de la puerta al abrirse. Si lo que Leona decía sonaba grave empeoraba con el bullicio de fondo. Sin esperar ni un segundo tomó en brazos al pequeño John y salió lo más rápido posible mientras intentaba calmarlo.

Ya, ya – Repetía una y otra vez empeñándose en sonar tranquila.

Sabía que los niños captaban el estado anímico de sus madres y si no daba un freno primero no lo haría su hijo. Sin disminuir la marcha siguió el camino sin detenerse siquiera a averiguar qué pasaba. Sus años como bombera habían sido más que suficientes para saber cómo actuar en situaciones de real urgencia pero con el riesgo de un ser amado en brazos era todo muy diferente. Pero ella era fuerte y solo necesitaba de un tiempo para relajarse. Recién levantada y con tal alboroto, como para no llevarse un susto. Entró a la sala de actos esperanzada de que no fuese nada muy grave.

John… - Pensó por un momento pero cerró los ojos y agitó fuerte la cabeza para no pensar en que algo podría haberle ocurrido.

Jeff estaba sobre el escenario, todos los demas mirabais desde abajo.

A simple vista te parecio que estabais todos alli, salvo los que habian salido a sus misiones.

- Atencion por favor.- dijo Jeff intentando calmar a todos los presentes. Algunos parecian saber que habia pasado y oiste a alguien llorar.

- Siento tener que comunicar esto pero una de las gemelas, Selena... a fallecido.- dijo apesalumbrado. La muchacha no tenia muy alto el sentido de la moralidad y tonteaba con unos y otros, cuando no estaba buscando cama donde meterse.- En este momento nuestro medico esta tratando de averiguar la causa pero no parece que fuera infectada, no hay señales de mordiscos.- dijo seguro de ello.- No obstante vamos a extermar las precauciones a todos los niveles.- añadio sin entrar en detalles.- Pudo ser un accidente, pero aun asi la vigilancia del muro y la interna van a ser reforzadas y quiero a todo el mundo con los ojos abiertos. Cualquiera que viera o hablara con Selena en las ultimas 24 horas, que pase por mi despacho. Cuando sepamos algo mas os lo comunicaremos.

- Pero ¿Que a pasado Jeff?¿Le han disparado?.- pregunto Frank preocupado, dando voz a los rumores.

Jeff lo penso y midio sus palabras.- Parece que tiene el cuello roto, pero no sabremos mas hasta que la autopsia termine. Pudo caer de forma accidental, no quiero que cunda el panico... pero cabe la posibilidad de que descubriera algo intruso. Por eso no quiero que nadie se quede solo bajo ningun concepto, sobretodo los niños.

La noticia le pegó a Fionna directo en el estomago. Por un lado era bueno saber que no ocurría nada malo afuera pero, por el otro, algo muy malo pasaba allí dentro. Tanto supuesto tiempo de tranquilidad y ahora venían a haber problemas. Y aunque pareciera insensible no podía pensar que la peor parte estaba en la trágica y temprana muerte de Selena sino los motivos de la misma. Cuando alguien cruzaba al afuera y no regresaba era un golpe duro, sin dudas, pero era un riesgo que, todos sabían, podría ocurrir. Sin embargo, estando en una guarida tan segura y morir porque alguien te rompía el cuello… Eso era verdaderamente grave porque no se sabía quién pudo hacer tal atrocidad. Podía ser algún extraño que se coló de afuera, podía ser cualquiera que los rodeara.

Si Fionna estaba segura de algo era de su inocencia y de la de quienes allí no se encontraban. Jeff tampoco era alguien de quien desconfiar. Si así fuera no hubiese conseguido esa especie de paraíso para tantos desconocidos. La rubia quería saldar dudas pero no quería hacerlo frente a todos. No se sentía segura. Fue así que se dirigió con cuidado hasta la oficina. Tal vez no le diera la información que en necesitaba pero no era una chica de quedarse con los brazos cruzados.

Jeff, algo más debemos hacer. ¿Dónde la encontraron? – Preguntó una vez que se quedaron a solas en la oficina e incluso intentaba hablarle con tono bajo. 

La oficina de Jeff era el viejo despacho del director del colegio.- Pasa, sientate.- dijo Jeff al verte, no parecia que Jeff se encontrara demasiado bien. Estaba palido y no solo por la noticia de la muerte de la chica, aun estaba recuperandose de una herida horrible que sufrio un mes atras, cuando un infectado le atraveso una barra de hierro en el cuerpo. Fue un milagro que sobreviviera al ataque en si mismo, a la operacion con tan pocos medios y despues a la infeccion. Estaba vivo y aun podia dar mucha guerra pero no estaba en sus plenas capacidades.

- Iba a llamare.- dijo sentandose con cuidado en la silla, sosteniendose el estomago.- Se supone que debo reposar pero ultimamente no es posible, no te preocupes.- dijo al ver que notabas sus dificultades.

- Algunas cosas no he querido decirlas ante todos... Necesito que me ayudes a investigar este asesinato. Se que no eres policia pero confio en ti. Busca un par de compañeros, alguien en quien confies y que te ayuden.- te pidio antes de pasar a darte todos los datos de los que disponia.- Encontraron a Selena en el jardin de atras, dentro de la caseta de las herramientas donde guardamos las palas y los rastrillos, una hora despues de que despidiera a su hermana Sandra, que salio en uno de los grupos. Tenia el cuello partido, arrañazos en los brazos y la ropa medio arrancada. No fue un accidente... parece una agresion y me preocupa tanto tener un depredador sexual dentro de nuestro refugio como que se nos colara un sicopata y nadie se diera cuenta.

Jeff resoplo y se recosto en la silla adolorido.- Tampoco quiero decir esto a todos, para que unos desconfien de otros y que el panico cunda... pero hay algo mas, no sabemos si esta relacionado pero... hace tres semanas Selena pidio una prueba de embarazo y dio positivo. Selena, por lo que nuestro medico calcula, podia estar de entre 6 y 8 semanas.

La rubia suspiró y el bebe instintivamente hizo lo mismo. Le preocupaba lo mal que se veía Jeff pero este la calmó con una explicación un poco lógica. Se sentó y escuchó atenta cada palabra de los hechos. No se mostró sorprendida o asustada. Guardó la calma ya que tenía una misión por cumplir y debía estar a la altura de las circunstancias.

No seré policía pero fui bombera. Muchas gracias por confiar en mí pero sabes que yo no estoy sola – Repuso con entereza refiriéndose al pequeño que llevaba en brazos – No puedo llevar a cabo las cosas con las manos ocupadas y necesito una persona que se encargue de él.

Se levantó un segundo y caminó de un lado al otro para poder analizar las cosas. Necesitaba a dos personas de real confianza, dos personas de las que no dudaría. Podía equivocarse, y si lo hacía la situación se tornaría casi imposible de llevar. No era una decisión fácil. En la balanza tenía que poner no solo a quienes podía elegir, sino a quienes no.

Leona puede ser alguien carente de emociones pero no creo que se decante por el mal. ¿Crees que esté capacitada para una tarea de este nivel? Un hombre me vendría bien… – Se detuvo un segundo porque allí era el problema. El ataque podía estar relacionado a un embarazo y los mejores se habían ido de misión - Es aquí cuando no estoy segura Jeff. Tal vez Frank y no es la persona más habilidosa pero, ¿quién más queda?

Se mordió el labio al notar lo complicado que iba a ser. Pero su brazo no se iba a torcer y no iba a tirarse a menos. Por lo menos debía controlar ARKAM hasta que el resto volviera. Aunque cuando estos volvieran estaría Sandra desayunando la noticia.

Mantén vigilado a Bob. Selena se encontró en un lugar donde él queda muy sospechoso. Ese hijo es de alguien y si está relacionado tiene sentido que Bob no quisiera que su esposa se entere al respecto. Ben también tiene pareja y aunque no parezca tan sospechoso deberías tener un par de ojos sobre él – Ya se le estaba secando la garganta con tanta charla. Tenía que ponerse en marcha – Perdón que siga aquí pero, ¿podría disponer de Sheila para que cuide a John Junior? María estará muy ocupada con sus cosas… 

Jeff sonrio a tu pequeño. Le encantaban los crios aunque trataba de dar una imagen seria, siempre se le escapaba alguna mueca para tu bebe.

- Leona te sera util.- dijo aceptando que trabajara contigo.- Tendras que tenerle paciencia, algunas veces... actua un poco extraño. Frank tambien es una buena opcion, aunque esperaba tenerlo sobre el muro, si crees que puedes necesitarlo solo dile que lo necesitas... Tambien puedes consultar a Christofer, era un ladron, experto en entrar y salir de lugares vigilados. Si encuentras alguna cuerda o algo raro, el es tu hombre.- Jeff medito un momento.- William tambien podria serte util, era abogado y su mente es agil. Lo unico que te pido es que si descubres algo me lo hagas saber antes que a nadie, no quiero que otra persona se tome la justicia por su mano. Si el culpable es alguien de aqui... tendremos que pensar en juzgarle... de alguna manera.

- Por tu chico pierde cuidado, cualquiera estara encantado de cuidarlo. Sheila esta en la biblioteca, si quieres dejarselo a ella pasa por alli antes de empezar y gracias por aceptar este trabajo.- dijo Jeff sinceramente.- Se que no esta dentro de tus competencias pero sabes mantener la calma y valoro tu inteligencia.

Por unos momentos su mirada quedó perdida en la de su hijo sin una clara explicación. Tal vez era que quería transmitirle seguridad, que quería explicarle de alguna forma que todo estaría bien y haría lo posible. Quizá fuese a la inversa y era el pequeño quien intentaba decirle a su madre que todo estaría bien en sus manos. Sintió como costaba tragar, como si las paredes de la garganta se apretaran. Escuchó, aunque sin mirar, atentamente las palabras del general. Le relajaba sentir tanto apoyo y confianza pero todo llevaba también a una gran responsabilidad.

No dudo de las capacidades de aquellos dos. Sobre todo de Christofer. Sin embargo, preferiría mantenerlo al margen, pues, si es culpable o cómplice puede usar dichas habilidades en contra de nuestra voluntad.

Comenzó a caminar con una postura decidida hacia la salida. Abrió la puerta y titubeó un segundo. Giró levemente su cuerpo para poder mirar por última vez a Jeff.

Haré todo lo posible – Y seguido a ello jaló la manija y se dirigió a la biblioteca.

Fuiste a la biblioteca.

Sheila tenia mucho cuidado con los libros. Guardaba cada tomo con el amor que una madre sostiene a su pequeño, cosciente de que la humanidad no podia permitirse perder aquel valioso conocimiento escrito. No habia mayor regalo para ella que un tomo mugriento encontrando por casualidad en alguna casa abandonada.

Al verte sonrio y se acerco a tu pequeño.- Oh Fionna, que grande esta ese pequeño regalo del cielo.- dijo saludando a tu bebe.- ¿Que te trae por aqui?¿Quieres que te preste un libro de cuentos para tu pequeño principe?

Sonrió amablemente ante la demostración de afecto hacia John Jr., perdiendo por un rato su objetivo. ¿Un libro de cuentos? Nada mal para el agujero infernal que era la humanidad en la actualidad. Que todavía existieran libros podía considerarse un milagro ya que, ¿quién se interesaría por algo así en épocas como esta? Pero Sheila sin duda era dedicada a lo suyo, aun en la adversidad y era algo digno de admirar.

No, por esta vez tendré que pasar – Respondió – No quiero hacerte perder el tiempo Sheila, te lo juro… Es que… Con todos los problemas que hubo… Tengo que encargarme de unas cosas. Nada importante para serte sincera – Mintió categóricamente. La voz no le tembló siquiera y lo comentaba tan relajada, como si fuera algo cotidiano su encargo. Dudaba que alguien juzgara la veracidad de sus palabras – Debo pedirle a alguien el cuidado del pequeño John.

Se paseó unos segundos por la biblioteca mientras hablaba y cortó varias veces las frases para detenerse a leer el lomo de algún libro, como si alguno le interesara.

No quiero molestarte, de verdad. Te pagaré el favor mas tarde.

- ¿Pagarmelo?.- pregunto con una sonrisa.- Oh, no querida, descuida.- dijo estirando los brazos para coger al pequeño.- Estare encantada de quedarme con el todo el tiempo que necesites. Tenemos que ayudarnos entre todos, somos una famila.- dijo feliz de poder quedarse un rato con el pequeño.

Recordaste que alguien te conto que Sheila tenia un nieto, un niño de seis años que murio aplastado en una avalancha de gente que trataba de escapar de los infectados.

- Pondremos unos cojines grandes en el suelo y leeremos cuentos.- dijo hablandole al niño.- O podemos jugar con las piezas de colores.- dijo la mujer señalando un juego de construccion.

El juego estaba alli requisado porque los niños solian usar las piezas como proyectiles cuando se enfadaban los unos con los otros y se podian hacer daño.

Podias irte tranquila.

La actitud de Sheila realmente la relajaba. Era bueno saber que podía contar incondicionalmente con ella. Claro que no era la única, considerando que Jeff era una excelente persona, pero con el caos en que se había envuelto la humanidad era común volverse un ser más egoísta.

Cualquier inconveniente o problema que surja, búscame y enseguida te ayudaré – Le dijo la rubia antes de marcharse.

Quería ser clara sobre qué problemas podían presentarse pero lo dejó de lado y se marchó. Ahora tenía que poner su mente en blanco, fría. Empezó a buscar por todos los rincones a Leona, aunque también le venía bien si se topaba con Frank.  

Al salir de la biblioteca viste a Leona y Frank en el pasillo.

El hombre hizo un gesto saludante y se acercaron a ti.- Jeff dijo que querias vernos, Fionna.- Te explico.- Bueno, aqui estamos. ¿Ha pasado algo?¿Algo mas quiero decir?