Partida Rol por web

El viaje estaba siendo perfecto. A decir verdad, los pilotos poco podían hacer. El Rhino se encontraba en hiperespacio, por lo que, salvo mirar que los paneles de navegación estuvieran bien, poco trabajo tenían. Solo hasta llegar a la órbita del planeta, tendrían ya algo mas que hacer. Al fin y al cabo, la nave había que aterrizarla.

El resto de los "pasajeros" no tienen tampoco mucho que hacer, salvo matar el tiempo charlando sobre los pormenores de la misión, y de lo que pueden encontrar allí abajo. Aprovechan el momento para bromear y lanzar pullas, puesto que saben que en Terra Nova empezarían con su trabajo. 

El tirador empezaba a estar cansado de dar tanto viaje, llevaban mucho tiempo en naves sin apenas cometidos que hacer, le gustaba estar ocupado, eso hacía que su mente no divagara y se distrajese en otros menesteres que no quería recordar o saber. Miró a su alrededor, a sus compañeros, pero no supo a cual acercarse para distraerse, la conversación no era su fuerte.

Se encuentra sentado en su asiento, con las correas de sujección puestas y los ojos cerrados, hacía ya muchos años que había aprendido a dormir en aquella posición y a bordo de transportes mucho más incómodos que aquel. Como militar enviado a zonas catastróficas, tenía que dormir donde pudiese y todo lo que pudiese, quien sabía si a lo mejor luego iba a cadecer del tiempo o la oportunidad de descansar minímamente en tierra.

Richard mira los controles de navegación sin mayor interés. Todo estaba en orden en la cabina de los pilotos, por lo que se podía relajar.

Hasta que no lleguemos al planeta poco podemos hacer- te dice- salvo que falle algo, solo hay que esperar.

Michelle observa a los pasajeros, en especial a los civiles. Esperaba que no les causasen muchos problemas en el transcurso de su misión. Normalmente hubiera esperado solo bajar con sus hombres, pero el coronel se mostró muy "convincente" respecto al grupo formado. No le quedó otra manera que aceptar. 

Observa a su jefe en esta misión, Josh, dormir durante viaje. Casi que era lo mejor. A saber si abajo podrían dormir si encontraban algo extraño o desagradable. Pero para eso estaban entrenados. 

Mark observaba todo lo -poco- que ocurría a su alrededor, en silencio. Él era el único que no tenía una misión determinante en el grupo. Solo cuando llegasen a su destino podría observar como habían trabajado el campamento base en los preparativos de la colonización. Y aún así y todo, su trabajo era mas que secundario. Lo importante sería no molestar al grupo para que no se quejasen mucho de ellos. 

Sin embargo, sabedor de que ahora era el momento para saciar algo de su curiosidad, se dirige hacia la doctora:

Doctora Raynor, ¿podría hacerle una pregunta?- le dice.

Ullric está sentado en su asiento. Mentalmente repasa todos los comportamientos que conoce de la fauna de la tierra. Espera sean más o menos aplicables a este planeta. Lo primero, si encuentras un grupo de vegetarianos, vete, aléjate de ellos. No sólo corres el riesgo de un ataque si los vegetarianos son grandes, sino que los carnívoros siempre rondarán los grupos de vegetarianos. Cuidado con las sendas que veas. Poco más podría añadir hasta estar en el terreno. De pronto, el abogado parece querer hablar. Aunque sin mostrarse atento, la curiosidad le obliga a querer saber qué querrá el abogado.

Apartó la mirada de la pantalla -leía- y miró a Baker.

— Mientras la pregunta no sea de índole personal -dijo con su habitual seriedad pero sin ser hostil- y conozca la respuesta, pregunte cuanto desee.

Sonríe ante sus palabras- según los informes médicos que han llegado cada cierto tiempo del campamento base de Terra Nova, el contacto con distintas plantas y animales ha traído consigo la aparición de nuevas bacterias, y en algunos casos, nuevos virus. Sin embargo, ninguno de los mismos ha dado muestras o síntomas de nuevas enfermedades. ¿Eso significa que somos inmunes a este tipo de cepas ¿O simplemente hemos tenido suerte?

— Suerte... Hmmm... -hizo morritos mientras decidía si "suerte" era el término correcto- Un estadista pondría el grito en el cielo por estar hablando de suerte en vez de probabilidades o porcentajes de riesgo, pero sí, suerte es lo que mejor lo define en este momento. Los últimos dos días me los he pasado revisando esos mismos informes, así como otros a los que no había tenido posibilidad de acceder... -hizo una pausa, medía sus palabras- Lamentablemente la falta del material y el equipo adecuado para una investigación a este nivel son, en mi opinión, los grandes responsables de lo sucedido en Terra Nova. Dada la superficialidad de esas investigaciones y mientras no podamos descartar una amenaza bacteriológica o de algún patógeno, sugiero que todos usemos los trajes aislantes que tengo en esas cajas. Huelga decir que así como antaño existía el riesgo de que, en los climas tropicales, la simple picadura de un mosquito transmitiera enfermedades virales como el dengue y la fiebre amarilla -ambas enfermedades poseían un alto índice de mortalidad cuando no eran tratadas a tiempo-, podríamos vernos enfrentados a algo bastante similar.  Se trata de un nuevo ecosistema, nosotros somos la especie invasora, existe innumerable flora y fauna desconocida -elevó la mirada al cielo e hizo un gesto con las manos como si intentase abarcar el infinito universo que tenía frente a sus ojos-. Hay infinidad de posibilidades -esbozó una sonrisa o eso parecía- y no se limitan a las grandes especies, muchas de ellas puede que sean microscópicas o tan "insignificantes" -hizo el gesto de las comillas con los dedos anular e índice de ambas manos- como una hormiga, pero no por ello menos mortales. Esporas, polen, plantas como la ortiga o urtica, o cualquier otra mala hierba, pero que en lugar de escozor y ardor en la piel produzcan reacciones mucho más agresivas...

Guardó silencio, ya había hablado bastante y fue consciente de que, quizás, con sus palabras estaba poniendo nervioso a más de uno.

— Ya le digo, posibilidades hay muchas y tendremos suerte si conseguimos dar con la correcta antes de que sea demasiado tarde.

En cierto modo, yo había llegado casi a la misma conclusión, doctora. Dice el biólogo. Por más que me preocupen los seres grandes, dudo mucho que ninguno fuera capaz de hacer tanto destrozo como para impedir siquiera un mensaje a la base. Sin embargo, una enfermedad que aquí igual no causa nada, pero que para nosotros sea mortal, podría perfectamente haberlo echo. O quizá una combinación de enfermedades. Me viene a la mente el libro de "La Guerra de los Mundos". Ullric mira a la doctora. Buena idea la de los trajes, espero sea suficiente con eso.

— ¿En cierto modo? -parafraseó con desdén e inconfundible incredulidad- Disculpe usted, señor Waechter, pero resulta bastante inverosímil oírle decir eso. La última vez que lo vi hablaba de alienígenas y grandes depredadores, al punto que estaba convencido que nos serían asignadas tropas, y lo digo en plural porque usted pensaba en más de una, así que a menos que llegara a esas conclusiones a lo largo de estos días no sé en que parte sus ideas podrían asemejarse a mis dichos.

Se humedeció los labios antes de continuar.

— Por lo demás que quede clara una cosa, no he llegado a ninguna conclusión, lo mío son meras conjeturas. Sería muy imprudente de mi parte, a la par que una falta absoluta a la profesionalidad y un ir en contra de mis principios que jamás me permitiría, hablar de mis conclusiones cuando la investigación aún no ha comenzado.

Realizó una pausa que no duró más de un par de segundos. Aún le quedaba algo que decir.

— Pero bueno, independiente de lo que hayamos dicho o dejado de decir, aquí lo que importa es que trabajemos en equipo para identificar la amenaza y, sobre todo, hallemos el modo de mantenerla bajo control, por no decir eliminarla, antes de que las naves con los colonos lleguen al planeta.

El soldado permaneció impasible ante las primeras charlas del grupo. Aquél no era su campo y no podía opinar, cosa que tampoco había pensado hacer. Miraba a la doctora con curiosidad, aquella mujer parecía querer demostrar todo el tiempo que estaba allí por algo y no dejaba de subrayar cualquier error de los demás, aunque fuese en el simple lenguaje. Debía relajarse, sin duda, pero era algo que él tampoco diría, no por el momento.

Por supuesto, señorita Raynor, mi campo de investigación es la naturaleza, los animales y plantas. Cuando dije esas cosas, hablaba únicamente desde mi campo de experiencia. Sin embargo, revisando libros, pensando en ello, etc, fue cuando llegué a esa conclusión. De echo, cuando pedí las tropas, no fue pensando que un ser alienígena hubiera acabado con el campamento, sino pensando que si existen, cosa probable, animales alienígenas, deberemos estar protegidos de ellos hasta que encontremos la causa de la desaparición de los hombres y mujeres del campamento. Creo que nosotros dos deberíamos, hay abajo, trabajar conjuntamente para identificarlo. Quizá desde nuestros dos campos de investigación logremos descubrir algo. ¿No le parece?

Desde que partimos estoy tenso, es una responsabilidad muy grande el ir en "la nave de exploración". He revisado ya varias veces los sistemas, como esperando que algo falle y poder anticiparme, es una tontería, no voy pilotando solo y se ve que Borkman tiene años de experiencia.

Cuando Borkman habla es cuando por fin empiezo a relajarme.

- Si, ahora a esperar y relajarnos un poco, la verdad es que lo necesito.- Digo mientras me recuesto un poco en el asiento.

Para que me aclare- dice Marker- y por lo que os acabo de oír, lo mismo podemos pillarnos una enfermedad mortal allá abajo como que no nos pase nada de nada, ¿no? bueno, si el grupo que estuvo allí abajo no pilló ningún virus extraño, creo que eso puede ser una buena señal- mira al coronel- señor Franks, ¿tiene usted pensado algo en caso de producirse algún tipo de contagio?- mira de nuevo a la doctora y el biólogo- vuestra opinión en este punto también me interesa.

¿Emocionado con este viaje?- te pregunta- al igual que tu, hemos sido el elegido para esta misión, y vamos a ser de los primeros colonos en pisar la tierra prometida- dice- eso debería hacernos sentir orgullosos.