Partida Rol por web

-Objetivo cumplido mis cojones -dije, acercándome al anciano-. Ya nos puedes empezar a contar de qué va esto y por qué una especie de oso mutante ha intentado darse un festín con nuestros culos, amigo. Me temo que se te olvidó mencionar lo de la fauna cuando nos mandaste a ese barco, ¿verdad?

Tras descansar un buen rato en el camarote me reúno con mis compañeros en lo que parece el despacho de los clientes. Me mantengo de pie y con los brazos cruzados. El señor Black nos pregunta por la misión y Stan estalla. No es para menos. Creo que todos compartimos su frustración.

-¿Saben su prototipo “ligeramente mejorado del procesador” lo que era, hijos de puta? –digo con cara de pocos amigos desde mi posición- Siempre jugando a ser dioses. La gentuza como vosotros deberíais de desaparecer. Experimentación genética con animales y el siguiente paso sería con personas, ¿no? ¡Como siempre! –yo y mis propias conspiranoias. Al llegar a este barco le di a Stan y/o a Smith los papeles e informes que pude recuperar de aquel laboratorio, por lo que no tengo nada más que añadir ahora.

Decido quedarme a solas con mi mal humor y mis pelotas hinchadas en la cubierta, hasta calmarme un poco mientras veo como el barco y su monstruoso habitante se alejan en la noche hasta convertirse en una mancha negra imposible de distinguir en la lejanía. Estaba pensando lo gratificante que sería soltarle un puñetazo en plena cara a un par sujetos en concreto cuando un soldado me llama la atención para comunicarme que la reunión está lista en un despacho.

Allí, me mantengo firme y sin mediar palabra. Siempre me gusta escuchar primero las mamonadas de otro antes de responderle. Toqueteo con la punta de los dedos uno de los puros del chaleco, con unas ganas tremendas de encenderlo para ahogar el estrés, pero mi propia norma me lo impide hasta que hayamos terminado el negocio satisfactoriamente. Es mi premio. Una de mis cejas se arquea al ver saltar a Carla. Parecía más afectada de lo que esperaba. Pero me gustaba que compartiésemos el mismo tipo de simpatía con nuestros anfitriones.

Por fin podían relajarse y no preocuparse por aquel bicho, o eso esperaba, aquella gente no le daba demasiada confianza y posiblemente vieron algo que no deberían haber visto. 

No sabia muy bien por que pero esperaba que en unos segundos aquella gente intentaran acabar con ellos, para ellos no eran mas que unos estorbos más, así que por si las moscas se mantuvo alerta y con la mano cerca de su arma. 

Solo esperaba equivocarse y que no fueran mas que paranoias suyas.

Estoy muy atrasado, esta noche veo de postear.

- ¡Qué poca memoria poseemos los humanos!- Exclama el científico al escuchar a Carla.- Ya se nos ha olvidado el Cataclismo y la guerra contra los Espectros que provocó la muerte a millones de personas. Debemos estar preparados para cualquier contingencia, y las investigaciones de este calibre son vitales para nuestra supervivencia.

Parece un poco alterado y nervioso.

- Dejémonos de estupideces...¿Dónde está la información?

- No es necesario alterarse.- Responde el hombre a Stan.- Creo que todos los presentes somos lo suficientemente maduros como para conocer de qué va el juego de los mercenarios...¿Cree usted que al Gobierno le haría falta sus servicios si la misión fuese entrar en un barco sin peligro y coger dos papeles?

Pregunta al aire.

- Ustedes se hacen cargo del riesgo...Pero cobran por sus servicios una buena cuantía. Y por lo que veo están ilesos todos ustedes...

-¿Pero de qué cojones vas, viejo descerebrado? -no dudé en abalanzarme sobre él y en golpear su pecho con el dedo índice de mi mano derecha, amenazante, increpándole-. Somos putos profesionales, ¿entiende? Si nos contrata para un trabajo necesitamos saber qué riesgos vamos a correr, a qué nos vamos a enfrentar. Ninguno de nosotros esperábamos a ese mutante hijo de puta y podría habernos costado la vida. Pero claro, eso a usted le hubiera importado una puta mierda, ¿verdad? No habría soltado un mísero dólar, ¡y buscar a otros mercenarios sería tan fácil!

Me estaba enervando con la actitud de aquellos dos hijos de puta.

-¿Sabe? Estoy pensando que quizá tampoco nosotros le avisáramos de todos los peligros que entrañaba contratarnos. Quizá lo que hemos recuperado de ese barco le sea útil a otra gente, ¿no cree? Seguro que hay otras personas que pagarían una elevada suma por cierta información...

La charla arrancó precisamente por donde pensé que iría y me limito a quedarme apartado sabiendo que de poco sirvo por la falta de experiencia y además que no represento una carta de peso en estos momentos al ser un novato, pero eso parece importarle poco a Carla que va mano y mano con Stan para increpar al señor Black.

Me quedo a un costado esperando el momento en que ante el calor de la discusión aparezca algún apoyo "imprevisto" por parte de Max y sus hombres con la pistola cerca de la mano o viceversa pero mirando con atención si el señor Black y Winslow buscan algún botón para pedir respaldo.

Ya está. Stan lo dijo. Las palabras exactas que harían que esos cabrones se inquietaran lo suficiente o incluso se pusieran agresivos. Esto había sido muy importante para ellos y el mero hecho de imaginar que su trabajo acabara en las manos equivocadas por unos mercenarios tercos como nosotros no les dejaría impasible. Tengo el culo pelado y mis cojones estaban tan hinchados que ya no me cabían en los pantalones... No me lo pensé más.

Con una rapidez militar, di un paso al frente, agarrando a Winslow del brazo y forzándolo con una maniobra lo puse delante mío, cogiendo con la otra mano la pistola de mi cartuchera y extendiendo el brazo apoyándolo sobre el hombro de mi presa, con el cañón fijo hacia el entrecejo del Sr. Black. Los muy idiotas ni se molestaron en desarmarnos.

-Como te atrevas siquiera a temblar te abro un tercer ojo.- Amenacé y dada la situación era muy en serio. -Se acabaron las negociaciones. Danos la pasta y un bote de escape, todo quedará aquí. Cada uno por su lado y todos contentos. No hay por qué complicar las cosas, ¿Verdad? ¿Qué dices viejo?-

No se si el resto aprobaría mi actuación. Pero estaba pensando más en mi propio pellejo que en el suyo. 

Joder. Y yo que sólo quería apretarle un poco las tuercas a este hijo de puta a ver si soltaba más pasta...

Aquello era lo único que pasaba por mi mente mientras, casi rutinariamente, preparaba de nuevo mi SPAS-12 para salir a pasear y patear algunos culos si era necesario.

Por suerte la cosa no pasaba a mayores que algunos gritos y insultos, hasta que  Smith hizo su movimiento- Ya esta, ya se lió parda- se dijo así mismo Mark, aunque era algo esperado, si no era uno era el otro así que mejor ser nosotros los primeros y no ellos. 

Sin mucho mas que decir, en este momento ya las palabras sobraban, Mark empuño su arma y apunto a los allí presentes, también vigilaba atentamente la puerta por si acaso les llegaban refuerzos.

Max baja a la cubierta al escuchar el jaleo y los gritos. Observa a Mark en la puerta y parece decir algo a algún compañero tras de sí.

Se acerca despacio hacia Mark.

- ¿Algún problema ahí dentro?

El hombre se sorprende de la reacción de Stan y su actitud amenazante.

- Pero...pero...¡Teníamos un acuerdo...!

Black se desploma sobre uno de los asientos ante el empuje de Stan y aún se queda más sorprendido cuando Smith coge al doctor Winslow y le apresa.

- Creí que ya estaba todo claro...El dinero a cambio de la información...

Anthony parece enfurecerse cuando Stan arremete contra el señor Black. Parece envalentonarse y se levanta de su asiento justo en el mismo momento que Smith le agarra y le inmoviliza.

- ¡Arg!- Grita. A Smith no le cuesta trabajo sujetarle, puesto que no goza de una excesiva fuerza física. No obstante no se muestra dócil y comienza a moverse y a gritar.- ¡Qué vergüenza! Ya dije que no había que confiar en los mercenarios...¡Sucios avariciosos! ¡Os deberían encerrar a todos!

La situación se vuelve algo caótica entre gritos, jaleo y movimientos. Black parece superado por la situación y se encuentra bloqueado; Winslow está nervioso y enfurecido, intentando zafarse de Smith mientras que Max se acerca por el pasillo de forma desconfiada, aún sin conocer todo lo que sucede dentro de la habitación.

Volví a señalar mi bota y me dirigí al viejo.

-¿Recuerda lo que le dije, señor Black? Le dije que no nos la jugara si no quería verla metida en su culo -tuve que improvisar. A Smith se le había ido la puta olla, y había que calmar las cosas antes de que se nos fueran de las manos aún más -. Entréguemos los 2000 acordados ahora mismo, nos marcharemos y todos felices, ¿de acuerdo?
 

-Solo quiero terminar toda esta mierda sin que me la jueguen. ¡No pienso dejar que los hijoputas de los militares me la vuelvan a jugar!- Apreté el brazo de Winslow para que dejara de sacudirse  como una quisquilla. No era fuerte, pero se resistía más de lo que había esperado. 

Cierra la boca joder. Piensa lo que dices. -Me decía a mi mismo para calmarme. Los fantasmas de mi pasado volvían para atormentarme y ni yo quería eso ni iba a permitir que nadie destapara la verdad.

-Esta vez seré yo el que de el primer puñetazo-

Y de golpe todo se fue a la madre que hace rato nadie ve, Smith salta como un leopardo sobre un conejo pero este parece meter fuertes patadas porque se resiste viendo que toda su vida pende de un delicado hilo. Max como todo hombre encargado de la seguridad sabe que algo sucede y no se le va a escapar un detalle como chequear que la negociación esté yendo por buen cauce y así es como llega a preguntar por "casualidad" como va todo.

Me limito a permanecer en mi lugar esperando que nada suceda pero si pasa estar listo y aprovechar esa pequeña ventaja.

Aquello se estaba liando mas de la cuenta, y para empeorar las cosas, Max hace acto de presencia, cosa que no pronosticaba nada bueno, después de decir algo a uno de sus hombres Max se acerca a Mark para preguntarle si estaba todo bien o lo que Mark le contesto- Nada malo caballero, nada que no se solucione con un poco de diálogo- o al menos eso esperaba Mark, ya habían tenido bastantes problemas con aquella cosa como para ahora tener que salir de allí llevando se a todos por delante.