Partida Rol por web

Si es que ya lo decía mi abuelo.... no te metas tu solo en fregaos que no eres muy grande.

Creo que será mejor esperar que haga alguna señal, si quieres acercarte Marcell tu mismo, yo esperaré aquí hasta que avise o aparezca "algo" a lo que dar "la Bienvenida" -levanta la vara con ambas manos a la altura de los ojos de sus compañeros.

Marcell miró a sus dos compañeros con duda.

Creo que Lathander no va a volver hasta que nosotros no hagamos algo, para mi que simplemente se ha situado por si hay problemas. Si quieres quedate en la retaguardia, no me parece mala idea.

Valeros, vamos, o prefieres que nos quedemos?

El conjurador se mantiene en la retaguardia mientras el resto os acercáis al grupo por ambos flancos. Unos sigilosos, los otros no, algunos con las armas en ristre y otros desarmados.

Según os acercáis observáis  entre la niebla que el grupo parece estar compuesto por hombres de armas,de edad media y aspecto siniestro y amenazador que charlan entre ellos en voz queda. Su actitud es vigilante pese a que no os hayan descubierto.

Parecen hombres de armas o miembros de alguna misma milicia local por el similar equipamiento que portan: armaduras de piel tintadas de bronce,  arcos largos, carcajs llenos de flechas y las espadas largas cercanas y a mano de los cuatro.

Sin que os de tiempo a pronunciaros y , antes de que lleguéis , dos bultos que estaban en el suelo acurrucados se yerguen trasformándose en dos grandes mastines negros con collarines repletos de pinchos de acero  que empiezan a ladrar  al aire sin cesar.

Al momento los cuatro hombres saltan como resortes y cogen las fundas de las armas

-Intrusos !-chilla uno malencarado y con marcado acento Taldorano al girarse y ver  al explorador y al guerrero acercarse.

-¿quien vive?-grita otro que porta un parche en el ojo y barba de varios días, en dirección a los recien llegados.-! Alto en nombre del Emperador!-con similar acento

En sus caras se advierte sorpresa ante la aparición pero su tono es imperativo, exigente.

Marcell los reconoce sin lugar a dudas  como miembros de alguna milicia local, ejércitos de mercenarios contratados por algún señor noble o con suficiente dinero en sus arcas

Un tercero algo más adulto y con barba blanca repara en el pícaro y su avance amenazador con las dos armas desenfundadas y chilla histérico como si no hubiese un mañana:-¡ Nos atacaaaaaan !

Valeros exhala un suspiro de resignación y murmulla:

¿Por qué estas cosas siempre acaban así?

Tras esto avanza unos pasos y le grita a los hombres que están en la hogera:

¡Tranquilizaos! Sólo somos mercenarios en busca de trabajo. Hemos visto el fuego y hemos venido a investigar.

Marcell llevo su mano a al pomo de su espada y esperó Valeros hablaba. Mientras tanto recorrio la vista por los mercenarios mirandolos uno a uno a los ojos al tiempo que pasaba lentamente su lengua por sus labios.

No queremos problemas, y creedme, vosotros tampoco. Solo vamos de paso

Los soldados (puesto que eso es que lo parecen uniformados pese a su aspecto de rufianes ) se detienen ante vuestros comentarios pero sin dejar de empuñar el mango de sus espadas, a medio camino de dejar las vainas,   sin dejar de observaros  atentamente. El de barbas no quita ojo al pícaro mientras aún mantiene la boca abierta trás su último grito...

El hombre con aspecto de rufián y parche en el ojo, podría ser el lider,  se adelanta uno par de  pasos e intenta hacerse entender por encima del coro continuo de ladridos de los amenazadores perros. Su cara curtida y aspecto denotan que es un hombre de armas de Taldor experimentado, como el resto.

-! Vaya manera de aparecer !...cualquiera diría que tratábais de emboscarnos-comenta con tono cómico y altivo con una risa algo nerviosa en los labios mientras echa una mirada atrás al pícaro. Los otros tres  se miran entre ellos y parecen relajarse un poco.

-No nos importan vuestros motivos viajeros, ..! volved por donde habéis venido antes de que sea más tarde y no podáis encontrar el camino!-apostilla imperativo-El acceso a Railford está prohibido temporalmente por orden del Emperador.

En ese momento aprieta firmemente su mano sobre el mango de su arma y os mira desafiante, como si la igualdad numérica no le produciese ninguna preocupación.

Y supongo que no nos vais a decir ni por qué ni hasta cuándo, ¿verdad?
Parece que tendremos que buscarnos la paga en otra parte.

Tras decir estas palabras Valeros se da la vuelta y comienza a caminar en la dirección por la que vino.

Avanzo unos pasos hasta ver a alguien, el primero de mis compañeros o el primer "soldado" pero sin acercarme demasiado. Hago tirada de stealth (destreza por que no la tengo entrenada) para ser lo más silencioso posible e intento cambiar de armas y sacar la ballesta ligera y cargarla.

Marcell miro hacia los soldados, y despues a Valeros, dudando entre acompañar al guerrero o pedir explicaciones a los que bloqueaban el camino.

Bueno, si eso es lo que desean vuestras mercedes, así haré.

Athanasius se acerca lo suficiente para ver (sin que reparen en el) cómo sus compañeros dialogan con cuatro hombres de armas quienes no dejan de sujetar el pomo de sus espadas enfundadas. Al otro lado parece distinguirse al semielfo Lathander, quien parece haber sido descubierto en su intento de flanqueo y comienza a retroceder ante la atenta mirada de uno de los hombres...Dos grandes mastines negros ladran sin cesar al aire enseñando unos gigantescos colmillos..

Valeros está regresando por donde ha venido mientras Marcell no parece saber a que atenerse..

-En un par de días se solucionará el asunto-grita envalentonado el que parece ser el líder hablándole a la espalda de Valeros- A no ser que entreguen a nuestro señor  las escrituras de propiedad de los terrenos que ocupa Railford, serán reclamados y recuperados para el Imperio y el Príncipe heredero. Entonces podréis volver y alquilar a una putilla...-su rostro empieza a enrojecer-que seguro que es lo que buscábais a estas horas de la noche...- El bellaco comienza entonces a reirse sonoramente con una risa  similar a la de las hienas. Al momento se diría que todos están riendo...incluso los canes.

Marcell comenzó a retroceder lentamente, sin dar la espalda en ningún momento a los soldados. Tan solo cuando la niebla les hizo desaparecer de su vista se giró para alcanzar a Valeros.

Una vez con el grupo, comentó: Bien hecho Valeros, admiro tu sangre fria. Quizás lo mejor sea dar un rodeo para tratar de alcanzar el pueblo. No conozco demasiado bien la zona, pero es Taldor, mi casa, y creo que podría conduciros fuera del camino.

Parece que vamos a necesitar encontrar esas escrituras si queremos que una logia se establezca en Railford.

Gracias, Marcell. Simplemente confiaba en que pudieras encontrar un camino que diera un rodeo al campamento de estos hombres. Y, en caso de que no fuera posible, siempre es mejor retirarnos ahora y preparar una emboscada en condiciones.

Marcell, Valeros, no deberia ser muy dificil dar un rodeo, si no hay ninguna Salvaguarda deberiamos ser capaces de llegar al pueblo bosque a traves.

Marcell escuchó con atención los comentarios de Valeros y Lathander, y tras estudiar un poco el terreno, comentó a sus compañeros los peligros con los que podían encontrarses.

Yo creo que sería capaz de atravesar el bosque, pero podríamos esperar al día para que fuese mas seguro.

Como lo veis?