Me miró sorprendida por la pregunta y me contestó con el tono que normalmente se emplea para un niño pequeño o para un bobo.
-Pues servir... tanto tu hermano como yo estamos... ¡Estábamos! Al servicio del conde.
Sección 232
Si el personaje tiene más preguntas por hacerle a Margarita, pasa a la sección 246.
Si ya tiene todas las respuestas que buscaba, pasa a la sección 18.
Bien hecho. Si pasas de nuevo a la sección 246, mira el post de más arriba y elige directamente otra sección.
Ya estaba nuevamente dándole de menos. Ella y su anterior nerviosismo le parecían... curiosos. Así que sencillamente, desvió la atención a la única otra cosa que le rondaba la cabeza:
- Pero, aún así, todas estas cosas no explican qué hacéis abriendo la puerta, cuando, bien lo sabéis, suelen estar estas puertas abiertas siempre. Así que decidme, Margarita, la razón de que el portón de la calle esté cerrado y no puedan los visitantes llegar al conde con facilidad.
¿Por qué tienen cerrada la puerta de la calle? Pasa a la sección 177.
Bajó los ojos, evitando mirarme a la cara.
-Por protección... Tras la muerte de tu hermano, el conde y yo tenemos miedo...
Sección 177
Si el personaje tiene más preguntas por hacerle a Margarita, pasa a la sección 246.
Si ya tiene todas las respuestas que buscaba, pasa a la sección 18.
Ya la has preguntado todo, así que te paso a la sección 18.
....
Sección 18
Si el personaje aún no ha intentado hablar con el conde de Peñaranda, pasa a la sección 171.
Si prefieres que se vaya de la casa, pasa a la sección 316.
- Quiero hablar con el señor. - Seco y cortante. Y además, dando pasos hacia la puerta de la casa, como para impedir que le intentaran disuadir. No había forma de quitárselo de la cabeza. - Y si no me indicáis como, yo mismo llegaré hasta él. No lo dudéis. - Puso el puño en su espada, y esperó a que le indicara el camino, con gesto de impaciencia.
Si el personaje aún no ha intentado hablar con el conde de Peñaranda, pasa a la sección 171.
A ver si se puede hablar con el señor conde.
-¿Ver al Conde? ¿Para qué? Está viejo y enfermo, y le queda poca vida. No le amargues la poca que le resta.
Sección 171
Haz una prueba de Observación.
Si sacas la tirada, pasa a la sección 62.
Si no sacas la tirada, pasa a la sección 118.
¿Qué me quería decir? El Conde estaría o no en las últimas, pero eso no impedía sus pendencias con otros señores, y de ahí que el bobo de su hermano muriera por ello.
- Si he de saber de la muerte de mi hermano, lo haré a mi manera. - Dije, mientras observaba más atentamente cuál era su reacción ante mi intención de ver al conde
Motivo: Observación
Tirada: 2d6
Dificultad: 13-
Resultado: 8 (Exito) [2, 6]
Si sacas la tirada, pasa a la sección 62.
Sección 62
La viudita de mi hermano podía ser muy mona, que lo era, pero lo que nunca sería es buena mentirosa, que giraba tanto los ojos que casi se me ponía bizca, y se le encendía el rostro como un farol. Hasta para un ciego era evidente que, por motivos que ella sola conocía, no le hacía ninguna gracia que hablara con el viejo conde. Así que le sonreí enseñando los dientes y le dije acercando mucho mi rostro al suyo:
-Mirad, señora, que habéis sido vos la que vino pidiéndome ayuda, que yo bien tranquilo andaba. O las cosas se hacen a mi manera o no se hacen, y en tal caso, por mi puede mi hermano revolverse en su tumba hasta bailar la chacona, si eso le place, que lo que él no descanse en la comba, ya lo dormiré yo en mi piltra.
Sección 62
Pasa a la sección 243.
Aún con cierta reticencia me llevó Margarita a ver al conde de Peñaranda. Cruzamos varias estancias que me confirmaron que poco medrarían los que al servicio del conde estaban, que las paredes se encontraban desnudas de tapices y, para compensar, adornadas con desconchados y humedades. Y los pocos muebles, se mantenían en pie de puro milagro, que tanto se había cebado en ellos la polilla que no dudaba yo que se convertirían en polvo si me pedorreaba un poco fuerte. Si la despensa estaba tan vacía, a buen seguro que hasta los ratones de la casa guardarían ascético ayuno.
Sección 243
Pasa a la sección 20.
Se encontraba el conde en una habitación en el centro de la casa, abarrotada con mil y un trastos: calaveras de animales, extraños bichos metidos en frascos llenos de líquido amarillento, animales disecados, piedras de formas extrañas...
Sección 20
Haz una prueba de Cultura.
Si sacas la tirada, pasa a la sección 372.
Si no sacas la tirada, pasa a la sección 82.
Me congratulé de que al fin, Margarita entendiera que sus mentiras las pillaría al vuelo, y que todo lo que me concernía, se haría bien hecho. Y eso significaba ser hecho a mi modo. ¡Repámpanos! Solo faltaría que aquella lianta intentara ahora hacer que no siguiera mi instinto para solucionar y vengar la muerte de mi hermano.
Cuanto más pasaba por la casa, más vacía la veía, y quizás, que aquel era otro de aquellos nobles que más bien gustaban de aparentar que verdaderamente ser ricos y potentados. Pero lo más extraño, fue entrar en su habitación, curiosamente llena de objetos extraños a la par que repugnantes. ¿Qué es esto?
¿Qué demonios es esto?
Motivo: Cultura
Tirada: 2d6
Dificultad: 13-
Resultado: 3 (Exito) [2, 1]
Si sacas la tirada, pasa a la sección 372.
He sacado la tirada.
Sin duda estaba en lo que algunos llamaban una cámara de maravillas, o de tesoros. Y no tenía tal nombre porque lo que aquí se amontonara tuviera un gran valor (aunque en ocasiones así fuera) sino porque los que tales excentricidades acumulaban (coleccionaban, decían ellos) los tenían en alta estima y consideraban su más valioso tesoro. ¿Qué cómo sé yo tal cosa? Alguna vez me ha tocado ser pala, o ayudante de ladrón, y no todos los amigos de lo ajeno son simples descuideros aliviadores al agarro de bolsas ajenas. Que trabajé un tiempo yo con un desvalijador de casas que bien entendía de tales negocios.
Sección 372
Pasa a la sección 323.
Me agarró por la manga mi cuñada y me chistó al oído:
-Has insistido en verle y aquí lo tienes. Pero no te extrañen sus respuestas, que está el hombre más en el otro mundo que en éste, y a veces es presa de desvaríos...
Y diciendo esto me condujo hasta un anciano de pelo y barbas blancos como la plata, manos sarmentosas y mirada perdida. Su cuerpo quizá antaño había sido fuerte, pero ahora yacía desmanejado en el sillón, que me recordó un bulto de ropas tirado de cualquier manera. Me acerqué más y me fijé en un hilillo de babas que le caía de la comisura de los labios, manchando su jubón. Margarita se lo secó con un lienzo y trató de enderezar un poco su cuerpo, para evitar que se escurriera del asiento y cayera al suelo. Luego fijó en mí sus ojos, con esa mirada de censura que tan bien sabía hacer.
Sección 323
Si crees que en verdad no vale la pena que el personaje hable con el conde de Peñaranda, pasa a la sección 316.
Si aún así quieres hablar con él, pasa a la sección 11.
La verdad es que aquella cámara de las maravillas era extraña. Alguna había visto, pero sinceramente, aquella era la vez que lo hacía con más calma... Bueno, y sin prisas. Iba a decírselo a la cuñada, pero... ella le llamó la atención sobre el conde. Y la verdad, tenía razón. Aquel caballero estaba bastante desmejorado. ¿Por aquella piltrafa humana el canelo de su hermano había perdido la vida? ¿Qué demonios había pasado y mandado aquel hombre? Hizo acopio de sus amables modales, y mirando de reojo la reacción de Margarita, se dispuso a hablar con el conde.
- Señor... ¿Señor conde? ¿Podría vuesa merced responderme a algunas preguntas?
Si aún así quieres hablar con él, pasa a la sección 11.
Dispuesto a ver esos desvaríos
Suspiré, buscando sitio donde sentarme. Por fin encontré una silla en la que logré tomar asiento, tras quitar de encima no pocos trastos, entre los que me fijé, no se por qué, en una copa (que antaño había sido dorada y que estaba adornada de pedrería y con una asquerosidad pegada al fondo). Apenas crujió la silla bajo mi peso, aunque su protesta sirvió para recordarme que mejor no me moviera mucho si no quería acabar con el trasero en tierra. Suspirando, miré al conde, y luego a Margarita, que se colocó tras él, las manos en sus hombros, como protegiéndole de mí. Quizá fuera demasiado protectora, la viudita... Por otro lado, si al viejo le daba un arrechucho no quería yo quedarme a solas con él. Que yo, voacé bien que lo sabe, se más de matar a hombres que de sanarlos...
Sección 11
Si quieres que Margarita esté presente en la conversación, pasa a la sección 93.
Si por el contrario el personaje le pide a su cuñada que le deje a solas con el conde, pasa a la sección 352.
- Pues si lo preferís, Margarita, podéis quedaros, pero yo necesito que el señor conde hable conmigo... si es que debo arreglar la muerte de mi hermano querido. - - En realidad, la presencia de Margarita haría que pudiera observar mejores visiones que no solamente al decrépito anciano (más que la silla) o objetos tan poco cómodos como la copa tan poco lustrosa y hasta asquerosa que había quitado de la silla.
Si quieres que Margarita esté presente en la conversación, pasa a la sección 93.
Prefiero esto.
Miré al viejo conde, barruntando qué preguntarle.
Sección 93
¿Sobre Álvaro y su asesinato? Pasa a la sección 359.
¿Sobre los posibles enemigos del conde? Pasa a la sección 47.
Si el personaje en sus investigaciones ha llegado a enterarse del pleito que el conde mantiene contra el marqués de Villascusa puede preguntar por ello. En tal caso pasa a la sección 356.
- Señor, mi cuñada, aquí presente, me ha contado la muerte de mi hermano Álvaro, que os servía. Quiero vengarle, ¿Qué sabéis de ello? - Pregunté, con toda la delicadeza que podía mientras seguía viendo como aquel anciano desastroso podría morirse por momentos.
¿Sobre Álvaro y su asesinato? Pasa a la sección 359.
Tardó unos instantes en contestarme, que se me hicieron tan largos que llegué a pensar que no me había oído o que no le apetecía responderme. Ya empezaba a desesperar cuando me miró como si me viera por primera vez, y le brillaron los ojos mientras me sonreía y me decía:
-¡Álvaro! ¡Mi fiel Álvaro! Mi hijo... ¡El astuto de Álvaro! Él siempre sabe qué hacer... Él devolverá la gloria a la casa de los Peñaranda...
Sección 359
Si Margarita está presente, pasa a la sección 9.
En caso contrario, pasa a la sección 356.
Mi cuñada bufó como una gata:
-¡Ya te dije que el pobre anciano no rige! ¡Déjalo en paz!
Sección 9
Si el personaje hace caso a su cuñada y no hace más preguntas, pasa a la sección 316.
Si ignora a Margarita y sigue la conversación con el conde, pasa a la sección 93.
Si echa a Margarita de la habitación para seguir hablando a solas con el anciano, pasa a la sección 352.