Partida Rol por web

El oro y el acero

Escena Tomás "Caracortada"

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06/03/2022, 15:52
Narrador

...

Notas de juego

Sección 381

Si el personaje tiene una pistola y quiere utilizarla dirígete, pasa a la sección 326.
Si echa mano de espada o daga, pasa a la sección 113.
Si prefiere usar los puños, pasa a la sección 382.

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06/03/2022, 16:00
Tomás "Caracortada"

Habíame cabreado hasta tal punto la insolencia de los criados que, para amendrentarlos, saqué la daga que llevaba al cinto y apunté con ella amenazante a aquellos malnacidos.

A ver quién era el que se reía ahora.

Notas de juego

Paso a la sección 113.

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06/03/2022, 16:24
Narrador

Ellos habían sacado garrotes y dagas, así que yo eché mano a mi acero, y que saliera el sol por donde al Diablo le pluguiera.

Notas de juego

Sección 113

Haz una prueba de Esgrima -2.

Si sacas la tirada, pasa a la sección 59.

Si no sacas la tirada, pasa a la sección 328.

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06/03/2022, 16:42
Tomás "Caracortada"

Que no se dijera que yo era un cobarde, no en vano era soldado retirado y no un matón cualquiera. Que por muchos garrotes y dagas que los criados me sacaran, yo venía curtido de muchas batallas y sabía cómo enfrentarme a ellos, que miedo no me daban.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdón, que puse el -2 como modificador en lugar de restar la habilidad. De todas formas paso la tirada.


Paso a la sección 59.

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06/03/2022, 16:53
Narrador

Les hice un par de rasguños y la sangría fue mano de santo, que se les templó el ánimo al punto.

Notas de juego

Sección 59

Pasa a la sección 267.

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06/03/2022, 16:54
Narrador

Ya amansados, los criados me dijeron que su amo no estaba, ni en la casa ni en la Villa, que se había ido a pasar la semana invitado a una residencia que en el campo tenía su primo, el conde de Moscoso. Y como por sus muchos sudores y no pocos miedos vi que no mentían, ahí les dejé, pensando en qué hacer a continuación... Entonces fue cuando el Diablo repartió cartas buenas, y me salió un aliado inesperado, que no poco servicio me iba a hacer...

Notas de juego

Sección 267

Pasa a la sección 58.

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06/03/2022, 16:56
Narrador

En estas estaba que se me plantó delante un hombre de más que mediana edad, vestido a la manera de los criados de casa noble pero sin portar librea alguna, que me entró con mucha cortesía y me dijo:

-Señor hidalgo, si me hiciera la merced, mi señora querría hablar unos minutos con vos.

Y me señaló una carroza de buena calidad, pero sin escudo de armas, que en un callejón cercano aguardaba. Y como me picó la curiosidad y nada tenía que perder, allá que me fui.

Notas de juego

Sección 58

Pasa a la sección 28.

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06/03/2022, 16:57
Narrador

Entré en el carruaje y me encontré en él a una dama de cierta edad, que rozaría ya la cincuentena. Era más bien menuda de cuerpo, y su rostro no era ni había sido nunca hermoso en exceso, pero lo compensaba con unos ojos azules fríos como el hielo, que mostraban una determinación férrea que ya la quisieran para sí no pocos jayanes. Me estudió un momento, y al parecer le gustó lo que vio, que sin más preámbulos habló.

Notas de juego

Sección 28

Si el personaje se ha peleado con los criados del marqués, pasa a la sección 383.
En caso contrario, pasa a la sección 31.

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06/03/2022, 17:10
Tomás "Caracortada"

¿Para eso había servido el liarme con el acero con esos pobres desgraciados? Si lo llego a haber sabido con un par de buenos puñetazos hubierame enterado igual del asunto, que al saber que el marqués encontrábase de viaje sentime yo lo suficientemente frustrado y enfadado para ponerme a gritar allí mismo.

De nada había servido aquel teatro mas que para mostrarme como lo que en realidad era, un bravucón que no sabía arreglar entuertos más que con la espada o con los puños.

Pero quiso dios, o en mi caso el diablo, salir en mi ayuda que una dama desconocida reclamaba mi presencia. Si tal deferencia tenía que ver con el asunto que habíame llevado a la casa del marqués lo desconocía, pero sin hablar con la dama sacábame de encima la curiosidad que sentía, no iba a ser yo quien le hiciera ascos a la entrevista.

Y ahí andábame yo detrás del criado sin librea hasta el carruaje de la tal dama, que de incógnito debía ir pues ni emblema en la portezuela llevaba. La mujer en cuestión resultábame desconocida, pero lo que no iba a olvidarme en la vida que me restaba era de esos fríos y azules ojos que me observaban con atención.

Mas había que decir a mi favor que la dama no pareció demasiado descontenta con lo que veía, algo que podía jugar a mi favor.

Notas de juego

Paso a la sección 383.

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06/03/2022, 17:29
Narrador

-Os he visto pelearos con los criados del marqués. Me dijo muy seria. Y si tenéis querella contra él ya somos dos, que tampoco es mi amigo. Juntos podríamos ayudarnos mutuamente, si os place.

Lo cierto es que lo que decía me interesaba, así que la dejé hablar, a ver qué me tenía que decir.

Notas de juego

Sección 383

Pasa a la sección 268.

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06/03/2022, 17:30
Narrador

-Mi nombre es doña Marina de Silva y Mendoza, Señora de Labraz por herencia de mis padres y condesa viuda de Moscoso por mi difunto marido. Actualmente el título de conde y las propiedades que lo acompañan las disfruta mi hijo Juan, y así debe ser. Pero aún es joven, y creo que en algo fallamos mi difunto marido y yo, pues es demasiado confiado e inocente. Le dejo vivir su vida y procuro no meterme abiertamente en sus asuntos, pero mala madre sería si no me preocupara por él, y lo vigilo desde lejos, como una loba vigila a sus cachorros. Anda en pleitos con un primo lejano, que no es otro que vuestro Marqués de Villascusa, por el señorío de Corveas de Sotomonte. Como no hay malicia en él, cuando el marqués pidió ser invitado a una cacería que mi hijo da en su finca del campo este fin de semana no supo negarse, pero a mí me amoscó que un rival de pleitos fuera tan amistoso, e hice algunas averiguaciones... y lo que me enteré me hizo preocuparme más, pues al parecer los que se querellan contra el tal marqués tienden a padecer de mala salud y peor fortuna, no se si me entendéis. En otras palabras: Temo por la vida de mi hijo, pues en una cacería fácil es que hayan... accidentes. Y vos queréis justicia, o al menos venganza, por la muerte de vuestro hermano, si es cierto lo que me han dicho. No podréis entrar fácilmente en la casa de campo de mi hijo, y si lo hicierais sería furtivamente. Pero sí que podríais entrar abiertamente... conmigo colgada de vuestro brazo. Sólo os pido que antepongáis la seguridad de mi hijo a vuestra venganza.

La miré de fijo, sonreí, y ella sonrió, y todo quedó dicho con este intercambio de sonrisas. Y lamenté la diferencia de edades, que mujeres de semejante temple las hay pocas, y por una de éstas, yo bien sería capaz de hacerle bailar la chacona al Diablo. Poco me iba a imaginar yo que eso es precisamente lo que iba a tener que hacer...

Notas de juego

Sección 268

Pasa a la sección 61.

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06/03/2022, 17:31
Narrador

... Y así que me vi, vestido de lindico y con aires de pisaverde boquirrubio, haciendo el papel de galán de damas maduras. Llevaba mucha cintita y mucho brocado, pero también un buen hierro en el costado, que nunca estuvo reñido, gracias al buen  Dios, el bien vestir con el acero de Toledo...

Entramos en la finca en carruaje descubierto, rodando por un camino arbolado que desembocó finalmente en un gran prado enmarcado de cuidados jardines, tras el que se alzaba la fachada principal de la mansión. Y barrunté para mí que muy rico en verdad debería ser el condado de Moscoso, pues tal parecía que la casa de campo fuera capaz de alojar a un Tercio entero del rey.

Nos recibieron los criados con mucha reverencia y mucho besamanos, y si alguno se extrañó del acompañante que la madre de su señor había traído bien que se lo guardó para sí, que ya se sabe que los gandalines saben ser tan discretos ante sus amos como altaneros ante los inferiores. Nos condujeron a un jardín interior, donde gracias al buen tiempo se habían dispuesto mesas para un almuerzo. Allí estaba el conde agasajando a sus invitados, y el muchacho, como buen hijo y como marcan las mejores maneras, se levantó al punto para saludar a su madre:

-¡Madre! ¡No os esperaba! ¡Qué agradable sorpresa!

-Me entraron ganas de venir a verte, hijo. Espero que no te ofendas por haberme presentado sin avisarte... Dijo la señora con una sonrisa.

-¡Que decís, madre! ¡Bien sabéis que mi casa es vuestra, y que aquí siempre sois bien recibida!

Me lanzó una mirada de reojo, como preguntándose quién demonios era yo, pero como doña Marina era muy suya y se abstuvo de presentaciones, él omitió también las preguntas. Cogió a su madre de la mano y la llevó a la mesa principal, donde rápidamente ordenó que se hiciera un sitio a su vera. A mi me condujeron discretamente a otra mesa, que rápidamente me di cuenta que era la reservada para los invitados de rango menor, es decir, los acompañantes y servidores principales de los invitados.

Notas de juego

Sección 61

Puedes anotar en el apartado de posesiones del personaje un traje de lujo y una ropera, si no los tenía ya.

Haz una prueba de Callejeo.

Si sacas la tirada, pasa a la sección 329.

Si no sacas la tirada, pasa a la sección 122.

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06/03/2022, 17:45
Tomás "Caracortada"

La historia que contome la dama, una mujer de arrestos y armas tomar que a buen seguro sería tan fiera entre las sábanas que entre bravucones como yo, resultome reveladora. Que ahora podía hacerme yo cuentas de qué había sucedido con el conde y con mi hermano, pues el tal marqués parecía uno de esos tipos que no aceptan un no por respuesta y que cogen aquello que quieren sin importarles el cómo ni a quién se llevan por delante.

Acepté de buena gana el ofrecimiento de la dama y allá presenteme, colgando de su brazo, vestido de lechugino y cargado de lazos y volantes por todas partes. Que más bien parecía ir disfrazado de damisela que de un bravo soldado retirado como yo lo era. Pero todo fuera por el buen fin de aquella empresa y por la promesa que le acababa de hacer a la viudita.

Impresionado me sentía ante semejante hacienda, que los de Moscoso bien cargados de dineros debían estar. No me extrañaba entonces que el marqués babeara por tal fortuna para incrementar a la que ya debía tener. Sin presentaciones ni falta que hacía, que la dama no se andaba con tonterías, conocía por fin al hijo de la viuda, pero aún faltábame por ubicar al tan mentado marqués, el objeto de tanta inquina como había cosechado.

No podía esperar yo, por muy buen acompañado que hubiera presentádome en la hacienda, sentarme con los grandes señores, pero al menos podía quizas sacar algo de información.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Paso a la sección 329.


Menudo ritmo llevamos hoy :P

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07/03/2022, 11:26
Narrador

Había entre los que estaban a mi mesa uno que a legua me olió que era de mi oficio, es decir, más acostumbrado a danzar filosa en mano que con una dama entre los brazos. Pregunté a uno de los que a mi vera estaban sobre quién era ese fulano, y se me
contestó:

-Dice llamarse Blas de Ojeda, y es acompañante del marqués de Villascusa.

Notas de juego

Sección 329

Pasa a la sección 122.


Sí, xD! Ayer le dimos caña.

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07/03/2022, 11:30
Narrador

Entonces me fijé en dos de los invitados, que era raro no fijarse en ellos por lo mucho que destacaban. Ella era menuda y rubia, vestida elegantemente con corpiño bajo y falda saboyana blanca. Él era un grotesco personaje cojo y manco, con media cara cubierta por una máscara metálica.

Notas de juego

Sección 122

Si el personaje ya se cruzó con Madonna Cosima y su acompañante, pasa a la sección 384.
Si a pesar del encuentro no hay hostilidad entre la pareja y el personaje, éste sabe el nombre del acompañante. Asígnale a las dos primeras letras su número de orden en el alfabeto y dirígete al párrafo que tiene ese número. Por ejemplo: si te dijera que hicieras lo mismo con Cosima tendrías que ir al C=3, O=16, es decir, sección 316.
Si el personaje nunca ha visto antes a la pareja, pasa a la sección 33.

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07/03/2022, 11:31
Narrador

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07/03/2022, 13:26
Tomás "Caracortada"

Quedeme con la copla del tal Blas de Ojeda, que bien veía yo que se gastaba los mismos métodos que yo, pero sobre todo interesábame saber que andaba en compañía del marqués. Y bien que haría en fijarme en él pues, si de encuentro entre nosotros se trataba, saber contra quien me batiría era un punto a mi favor.

Pero fue una pareja bien dispar la que captó mi atención. Una pareja que yo había conocido y que, por suerte para mí, no había quedado a mal con ellos. Aunque todo hay que decir que llamome la atención el hecho que el tullido y su acompañante aún seguían juntos y que poco caso habían hecho a las amenazas que yo había trasladado.

O el vizconde era un hombre mucho más confiado y fuerte de lo que yo creía o el pretendiente de la mujer había sido quitado de en medio para que no volviera a molestar.

Notas de juego

Paso a la sección 135.


Vizconde de Medardo. M: 13; E: 5.

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07/03/2022, 14:27
Narrador

En cuando tuve ocasión me acerqué a saludarlos, que eran los italianos gente a la que es mejor tener de cara y no a las espaldas. El vizconde Medardo se puso rígido al verme, y esbozó una irónica sonrisa:

-Mirad, mi dama, aquí tenemos de nuevo a nuestro viejo conocido el jaquetón, aunque lo han vestido con sedas y cintas de colores. ¿Por ventura tenéis otro aviso que darme?

-Nada de eso, señor vizconde. Le contesté al punto. Que mi presencia aquí es otra bien distinta. Sólo he venido a desearos un buen día a ambos, que de ese negocio en el que nos cruzamos ya se acabó, y lo que luego pasase o tenga que pasar nada tengo que ver.

Una sonrisa fugaz aleteó por el mutilado rostro del italiano, que intercambió una sonrisa de complicidad con su dama.

-Un galán hay en la Villa que tendrá que guardar cama unos días, que muy malos pinchazos se ha llevado por acercarse a quien no debía... Sin duda andaba confiado, pensando que con un espanto sería suficiente para amedrentar a un medio hombre...

Sonreí yo también, que bien sabía que el vizconde, pese a carecer casi de medio cuerpo, tenía más hígados que la mitad de los presentes sumados. Vacilé. ¿Podía confiar en ellos? No había duda de que se movían por las altas esferas mejor que yo, y quizá pudieran decirme alguna cosa que yo no supiera...

Notas de juego

Sección 135

Si quieres que el personaje les pregunte sobre el marqués de Villascusa, pasa a la sección 330.
Si prefieres que guarde un discreto silencio, pasa a la sección 33.

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07/03/2022, 14:43
Tomás "Caracortada"

Desde nuestro anterior encuentro, aquel en el que habíale dado al vizconde el soplo, encontraba yo al tullido alguien a quien admirar, pues no en vano mostrábase mucho más firme y resuelto que muchos otros que yo hubiera conocido en mi época de batallas. Y tal y como pensaba, habíase encargado por las malas de aquel que importunaba a su dama, dándole una lección que difícilmente olvidaría.

Mas aunque a bien había quedado con el vizconde y su dama, que no en vano favor me debía, no andaba yo muy seguro si sería de confianza; que ya se sabe que entre nobles, aunque a cuchilladas se lleven, cuando alguien de baja estofa como yo lo era interfería en sus asuntos, uniánse como si de uno solo se tratasen.

Carraspeé ligeramente para aclararme la garganta mientras me decidía si preguntar o no. Pero, si yo había acudido allí vestido de lechuguino para encontrar información sobre el marqués, no iba a arredrarme en aquellos momentos que a punto estaba de alcanzar mi meta. Y, ni corto ni perezoso, preguntele al vizconde por el de Villascusa y que dios o el diablo, o mejor los dos, me echaran una manita en aquel tema.

Notas de juego

Paso a la sección 330.

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07/03/2022, 15:11
Narrador

-¿El marqués de Villascusa? ¿Don César? No sois muy bueno a la hora de elegir gallos con los que pelearos, cari amici, que hay demasiadas cosas en este hombre que huelen a muerte. Nadie llorará su pérdida ni buscará venganza si fallece de forma violenta
o misteriosa, pero guardaos de él y de su gente pagada si os considera su enemigo, pues no cejará hasta veros difunto. Y no me digáis ahora que os interesáis por su salud solamente por curiosidad, que conocemos vuestro oficio, y cuando el cazador pregunta por su presa solamente es para saber cómo mejor atraparla...

Cavilé para mí qué hacer. Podía sincerarme con los italianos. Quizá se convirtieran en mis aliados contra el marqués. O podía saludarles con mucha educación y alejarme, que al fin y al cabo no sabía qué hacían allí, y bien pudiera ser que estuvieran conchabados por esto o por aquello con don César, y estuvieran tirando del hilo, a ver qué me sacaban, y de cazador me convirtiera yo en cazado.

Notas de juego

Sección 330

Si quieres sincerarte con ellos, pasa a la sección 38.
Si prefieres alejarte de ellos, pasa a la sección 33.