Partida Rol por web

¿Que hacer sino correr como sus amigos? intenta seguir el ritmo de sus compañeros, pero estaba claro que María era la mas rápida de todos ellos. Tanto Héctor como él eran algo mas lentos. Solo esperaba que fueran mas rápidos que aquellas muñecas rusas.

Las muñecas ruedan y rebotan con tanta velocidad que apenas sois conscientes de lo cerca que están. María, rápida y ágil, coge ventaja frente a las muñecas y sus compañeros, quien no tienen tanta suerte.

Las muñecas atrapan primero a David y lo hace caer al suelo, golpeándolo sin piedad. Héctor también recibe golpes por doquier, aunque consigue mantener el equilibrio*, pero se ve realentizado. Las muñecas se astillan al golpearles, clavándoles las pequeñas piezas de madera en la piel y arañándoles con profundidad. Además, los golpes de la madera son duros y secos, dolorosos.**

Las muñecas paran por un momento y retroceden unos centímetros, aglomerándose en dos grandes bolas, para volver a tirarse a la carrera claramente contra Héctor y David. 

María está a unos pocos metros de alcanzar la salida, pero sus amigos tienen problemas.

María frenó en seco, derrapando sobre el césped y se lanzó hacia las muñecas que se amontonaban sobre David.

-¡Tenemos que ayudar a Hector!-le apremió al golpearse contra las muñecas.

Corro lo más rápido posible intentando huir de mis perseguidores, pero estoy muy herido, casi puedo notar como esas cosas de madera van a pasar por encima mio aplastandome...

David se encuentra en el suelo con la muñeca encima, recibiendo sus impactos. El muchacho se mueve para quitarse de encima a aquella cosa e intentar huir de nuevo. 

David* consigue levantarse pero las muñecas se le acercan con rapidez. En el último instante, María que se ha acercado a ellos para ayudarle, empuja a las muñecas con una fuerza que no arece suya. Tal vez ha sido que ha cogido la bola de muñecas cuando estaba en el aire, o que la adrenalina le ha dado fuerza exta, pero el caso es que consigue desviar lo suficiente la carrera de las muñecas cómo para que no aplasten a David. De hecho, las muñecas se dispersan por unos segundos. Necesitarán un pequeño tiempo para volver a juntarse, tiempo valisisimo para los niños si quieren escapar.

Por otro lado Hector no tiene tanta suerte, y aunque consigue ganar algo de terreno, la bola de muñecas le alcanza y lo empuja al suelo. Lo que no se esperaban los tres niños es que cuando Hector cae al suelo con la bola de madera encima, si cuerpo empieza a fundirse con ellas...

Grito desesperado, no se si podrán ayudarme el resto, pero me veo inmovilizado por la masa de madera que parece estar succionándome como si fuera la película de Blob y me quisiera digerir esa bola de madera...

María quería ayudar a Hector también, pero con el cansancio, las rodillas le fallaron y más que placarlas, tropezó sobre ellas sin ayudar en nada al pobre niño.

David se dispone también a ayudar a su amigo... pero es demasiado debilucho para poder hacer algo contra aquellas muñecas.

Hector no puede moverse, está completamente atrapado por las muñecas que lo succionan poco a poco. ¿Se convertiría en un ser cómo la señora Dolores? Si ese era el caso, no sería ahora.

María y David, en una muestra de amistad y valentía, arremeten contra la bola que apresa a Hector, liberándole y mandando al "monstruo" unos metros más lejos.

Las piernas de Hector están libres, pero han tomado una extraña textura horrorosaente parecida a la madera barnizada. No obstante, no es tiempo de pararse a mirar, ya que sus amigos han comprado un tiempo valioso gracias a esa carga. No obstante, la bola que antes María había empujado lejos de David se ha recuperado y se acerca a los niños con peligro. La salida está a tan solo unos metros, si los niños consiguen alcanzarla antes que las bolas les atrapen a ellos seguramente estarán a salvo...

María se impulsó desde el suelo para echar a correr pero tropezó y acabó de morros contra éste, a merced del ataque de las muñecas.

María se cae al suelo y David no la ve a tiempo, tropezándose con ella y cayendo justo encima de la niña. 

Corro todo lo que puedo a la salida de ese mundo de locos y espero que mis compañeros me sigan. He gastado mis ultimas fuerzas y solo puedo llorar de rabia. Mi madre me hace rezar por las noches pero creo que es ahora cuando estoy rezando de verdad...

La bola salta sobre Maria y David, asestándoles el golpe de kilos de madera cayendo sobre sus cuerpecitos. David, que estaba encima de María, nota como la madera le golpea los omoplatos con fuerza, causándole un gran dolor, meintras María pierde el aliento por unos segundo cuándo sus costillas aplastan sus pulmones.

No obstante, la bola parece tener problemas para absorver a los dos niños a la vez, que que al contrario de lo que pasó con Hector, los cuerpos de María y David no están fundiéndose con la madera. La bola parece sorprendida y rueda hacia atrás como para volver a coger impulso, lo que da a los niños unos valiosos momentos para retomar la carrera si el dolor se lo permite.

Hector está casi al lado de la brecha y puede ver el exterior. Sin duda es la salida, pues ve el resto de casa, con un cielo normal, con sol y algunas nubes, y nada de muñecas malditas.