Partida Rol por web

El país de Octubre

La muñeca rusa (El cuento de Esteban)

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13/05/2013, 13:04
Lucía / María

María cogió a David de la mano y tiró de él para echar a correr, apremiándole a aprovechar el tiempo que les había dado la bola maligna absorbe personas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si sueltas a David te salvas, si no, os vuelven a atrapar y no puedo asegurar vuestra libertad...chananaaa!

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13/05/2013, 15:44
David

El golpe que le había realizado la bola fue demasiado duro... no pudo levantarse a tiempo. Simplemente le costaba moverse. Su amiga le apremiaba, pero no podía hacer mucho mas que estar allí quieto y en peligro. 

- Tiradas (1)
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14/05/2013, 12:34
Franky/Hector

Estoy herido y no puedo ayudarles sin ponerme de nuevo en peligro ya que no sería de gran ayuda, por lo que llorando me dirijo a la salida. 

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18/05/2013, 13:15
Director

María tira con fuerza de su amigo, pero David parece herido y conmocionado y no deja de tropezar, haciedo que la bola gane terreno. No obstante, María no se da por vencida y aún cuándo la bola cae encima de su amigo sigue corriendo sin soltarle la mano. La bola no consigue acabar de absorver a David, puesto que el niño se ve arrastrado sin parar por María, pero sí que empieza a volver su pie derecho madera, cómo las piernas de Hector.

La salida está a tan sólo unos metros y Héctor puede ver con claridad el exterior. La casa de la vecina de enfrente, la carretera y la calle, incluso llega a ver a un niño pasando en bicicleta con rapidez.

La segundo bola se acerca con dificultad, chocando con la que intentaba atrapar a David, realentizando su ataque. 

Ante los gritos de ánimo de Hector y utilizando sus últimas reservas de adrenalina, María tira de su amigo con fuerza haciendo que ambos tropiecen y choquen contra Hector... atravesando la salida. 

Lo que ocurre entonces está fuera de la comprensión de los niños. Todo a su alrededor se vuelve confuso y borroso, y no tan como pierden el contacto con el suelo cómo si flotasen por unos instantes, mientras un grito desgarrador y agónico les retumba en los oídos. De repente, ambos notan el duro suelo bajo sus cuerpos. 

Por unos segundos se quedan quietos sin saber que hacer, pero en cuanto escuchan ruido de madera quebrarse en el interior de la casa salen corriendo.

***

Esa tarde los bomberos apagaron el fuego que se había originado en la casa de la señora Dolores. Los informes apuntaban a que se había originado en la cocina, cuándo el horno de leña había sido olvidado encendido. Encontraron el cuerpo sin vida de la anciana totalmente calcinado e irreconocible en el suelo de la cocina. La hipótesis de los bomberos y forenses era que la mujer había intentado apagar el fuego pero se había desmayado por el humo, quedando a merced del fuego. Los forenses además añadieron que el cuerpo de la señora tenía una composición extraña que les recordaba a la madera, pero que obviamente era imposible. Pensaban que tal vez la señora tenía alguna enfermedad en los huesos y la piel.

Sin embargo, los niños sabían que no había sido así cómo había ocurrido. Abrazados a sus madres tuvieron que responder las preguntas de los policías, pues muchos sabían que habían ido a casa de la señora a merendar. Los niños no dijeron nada y fue entendido como estado de shock por los policías, quienes no hicieron más preguntas. Al fin y al cabo era un pueblo pequeño y pacífico y ellos tan solo unos niños asustados.

Pero los niños tendrían siempre un recuerdo imborrable y un regalo de parte de las muñecas: las piernas de Hector y el pie de David seguían teniendo ese color y dureza extraños, y aunque nadie más parecía advertirlo los tres niños podían ver la enorme silueta con forma de muñeca rusa sobre los escombros de la casa. Su cara pintada era inexpresiva, pero el brillo de sus ojos decía: "no estoy acababa, volveré."

 

FIN

- Tiradas (2)