Partida Rol por web

Sabéis que nos pueden meter en la cárcel por esto ¿verdad?- dice David que no se queda atrás y entra con sus compañeros- lo he visto en la televisión. Estamos cometiendo- hace un esfuerzo por recordar la palabra- allanamiento.

El silencio de la casa, sólo roto por el susurro de la radio sin sintonizar, tiene algo raro. No es un silencio normal, pero no estáis seguros de qué es lo que falla. Tras dar unas vueltas por el piso de abajo, no encontráis a la señora Dolores. Aparte del cuaderno de crucigramas y la radio, todo está en su sitio.

De repente, un sonido hueco rompe el silencio.

PONC.

Es el sonido de algo golpeando la madera del suelo. Parece venir del piso de arriba.

Al escuchar el ruido  del piso de arriba grito:- ¡Señora Dolores! ¿Está usted bien?- Antes de que reciba respuesta le digo a los demás:- Deberiamos llamar por telefono a la policia o al 012, que como vayamos a nuestros padres no solo nos van a armar la gorda sino que a lo mejor es demasiado tarde ...- No quiero puntualizar para que sería demasiado tarde, me da miedo pensar lo que le ha podido pasar a la amable anciana.

Esto, ¿no sería mejor antes comprobar como se encuentra la señora Dolores? mas que nada porque si llamamos a la policía y luego resulta que hemos pillado en el retrete a la señora y por eso no ha podido bajar a abrirnos pues no es un buen plan- mira a sus compañeros- ¡subamos!

María levantó la cabeza mirando al techo tras los gruesos cristales de sus enormes gafas.No le gustaba el piso de arriba, nunca le había gustado y nunca le gustaría.

-El teléfono está en el salón, puede uno quedarse abajo esperando y si otro dice que llame, puede llamar al 012 -asintió con la cabeza como si eso le fuera a dar más razón.

Trago saliva y digo para no quedar como un miedica delante de María:- Yo voy arriba ¿Quien va conmigo?- Me acerco al principio de la escalera, sin atreverme a subir yo solo.

Yo voy a llamar por teléfono- dice David. Él lo propuso y le valdría de escusa para no tener que subir.

Viendo que nadie se decide, empiezo a andar hacía la escalera para ver que hay alli arriba. Imaginate que la mujer necesita nuestra ayuda y estamos aqui mirandonos...

María suspiró y siguió a Héctor.

-Escucha bien,te avisaremos con un grito, David-le dijo la niña a su amigo sujetándose a la barandilla.

Mientras David se queda al lado del teléfono esperando para el aviso de sus amigos, María y Héctor suben poco a poco las escaleras.

Las escaleras son rectas y crujen en algunos puntos, pues la casa es vieja. Al final de ésta hay un pasillo con un par de puertas a los lados: Dos a habitaciones y una a un lavabo. Al fondo una ventana ilumina con la luz cálida del sol, lo que debería reconfortaros, pero hay algo que no cuadra. La habitación del fondo, que María sabe no es la de la señora Dolores, si no la que usa para guardar trastos viejos, tiene la puerta abierta, bloqueando la luz. De este modo, el pasillo tiene una luz extraña y anaranjada... Todo parece madera barnizada.

Al ver la extraña luz no puedo de dejar de fijarme en las cosas, ¿Que sera eso? Me vuelvo a María y le digo:- ¿Tú has visto una luz similar antes...? Es que nunca he ido a esta planta de la casa.- Casi no me atrevo a gritar para llamar a la señora, aunque termino haciendolo :- Señora¡¡¡ esta usted bien¡¡¡-

María iba distraída, no se había enterado de la lucecilla hasta que Héctor se lo comentó.

-Es... rara, ¿y si se está quemando?-se asustó la niña sin pensar en si olía o no a quemado y si había o no humo-¡David!-dijo alzando la voz- ¡¡Llama a los bomberooos!!

Las nubes tapan por un momento el sol y la luz anaranjada desaparece, pero entonces podéis ver una figurita en medio del pasillo, justo enfrente de la puerta de la habitación. María reconoce al instante la figurita, aunque Héctor no le da mucha importancia: tan sólo es extraño que esté ahí en medio. Es esa figurita que tan poco le gustaba a María... la muñequita rusa.

Cuando la nube pasa, la luz barnizada vuelve a bañar el pasillo y os deslumbra lo suficiente para que ya no veáis la matrioska, oculta bajo la sombra de la puerta.

Al ver a esa cosa enfrente de la puerta me quedo extrañado:- ¿Pero que hace esa muñeca en medio del pasillo?- Doy unos pasos hacia el pasillo, pues parece que nadie contesta a mis gritos y quiero ver si efectivamente hay fuego en la habitación, aunque le digo a Lucía:- Espera ahí, no quiero que te quemes o algo así...- Aunque tengo curiosidad por como ha podido llegar ahi esa pequeña muñeca.

¿Que pasa ahí arriba?- grita David. Desde el teléfono no se enteraba de nada de lo que ocurría- ¿va todo bien?

María sujetó a Héctor antes de que siguiera adelantándose.

-¡No te acerques!- esa maldita muñeca estaba ahí, a saber cómo había llegado.¿Cuántas pesadillas le había provocado su sonrisa pintada y la expresión vacua de su mirada?- vamos abajo con David-le rogó-¡David ahora vamos!-anunció.

La voz de la señora Dolores os llega entonces.

- María, ¿has traído amiguitos? Subid. Estoy viendo fotos.

La voz sale de la habitación con la puerta abierta, aunque suena extraña. Sonaba un poquito como cuando te pones un vaso en la boca y hablas con tus amigos en el comedor del colegio, haciendo el tonto. Era como una voz encerrada. Pero claro, la señora era una señora mayor...

María titubeó.

-¿Señora Dolores?-dijo con voz trémula- cla..claro que traje a mis amigos, nos iba a invitar a merendar, ¿recuerda?

Tal vez por el miedo de haber visto de nuevo la asquerosa y repelente muñeca rusa, la niña no terminaba de avanzar hacia la habitación donde se encontraba la buena señora.

Me quedo un poco perturbado, al escuchar la voz de la señora Dolores, que yo recordara no estaba precisamente sorda y habíamos estado gritando por toda la casa, que se escuchara la voz en ese tono tampoco es que me reconfortara. Espero a a su respuesta y a que venga David, no se porque pero ahora mismo no me gustaría quedarme solo. Aunque la curiosidad me llamaba, parece que otra cosa me empujaba a quedarme mirando la habitación sin atreverme a acercarme.

David, ¿subes con tus amigos?