Partida Rol por web

Parece que no son muy efectivos los ataques a esta distancia... 

Con palabras firmes y decididas, conjuro un fuerte escudo. Después de eso, podre centrarme en ayudar al resto. Dejo que el cosmos fluya a través de mi y el escudo real se materializa frente a mi.

Mientras los esqueletos siguen avanzando, Artemias y Opa no son los únicos que se han adelantado a enfrentarse a ellos.

Uno de los santos, que porta una armadura marrón, hace que de sus nudillos salgan tres garras y salta sobre uno de los esqueletos cortandole la cabeza de cuajo.

También veis a una chica, con una armadura blanca y rosa, que lleva un gran bumeran en cada mano, los cuales lanza destrozando a varios esqueletos y volviendo hasta ella.

Escucháis sonido de combate pero tampoco os atrevéis a mirar mucho más.

Los santos de Plata y Oro siguen en sus posiciones.

Primero necesito saber cuánto duran estos bichos. Así que antes de lanzar un ataque a la desesperada, vamos a ver cómo de efectivos son mis hechizos...

Alzo las manos, cargo mi cosmos, lo descargo hacia los esqueletos más próximos a mí: 

- ¡Descarga lumínica! - grito al completar el conjuro, y lo lanzo. 

Yelena hace aparecer una esfera de luz que impacta de lleno contra uno de los esqueletos heridos, destrozándolo por completo. 

Al ver que los esqueletos seguían avanzando, lancé un corte para decapitar a uno, advirtiendo que eran demasiados.

-Vamos a tener que pensar en hacer un ataque coordinado o un gran barrido para evitar que sigan avanzando, yo podría abrir una brecha pero quedarían los costados de por donde pase expuestos-

Artemias lanza una estocada que hiere a uno de los esqueletos pero no le logra derrotar.

Por ahora los esqueletos no parecían un reto demasiado complejo aunque si era cierto que su número parecia casi infinito, sigo golpeando a los que se me acercan mientras observo a mi alrededor por si algun caballero se ve sobrepasado por la oleada de esqueletos.

Por ahora solo tumba a los que puedas y confia en que los que tienes cerca hagan lo mismo
 

Opa se lanza al ataque sin pensárselo, sin darse cuenta de una pequeña grieta en el suelo que le hace tropezar.

De manera que su primer ataque no da a ninguno de los esqueletos y el segundo, aprovechando el impulso golpea a uno en plena armadura. 

Parece que Yelena ha borrado a unos cuantos, pero no les estamos haciendo daño real. Voy a intentar hacerme un hueco mientras espero a que Yelena este preparada...

Me lanzo desde mi palestra hacia el tumulto de esqueletos sobrevolando a mis compañeros para llegar hasta un punto medio donde no les alcance... Mientras tanto aprovecho para intentar destruir algunos.

-¡Ábreme paso Vendaval!- Grito mientras giro sobre mi misma golpeando a los esqueletos con mis colas. Se escucha el silbido característico de mis armas cortando el aire.

“Esta técnica nacida de mi deseo de poder y materializada por mi voluntad de lograrlo es la mas poderosa técnica que tengo, pero también la mas peligrosas para mis compañeros, esta técnica ha nacido para cuando la necesidad nos lleva a que a uno solo para luchar contra cientos, nunca pensé que el momento de ponerla en practica fuera hoy, pero el destino así lo ha querido.”
Alexander ando hacía el enorme ejercito de esqueletos que tenia delante de el, entre el ruido de la batalla y de sus compañeros luchando con todas sus fuerzas, pero en su mente solo había cosmos, el cosmos que sentía de athena, de sus compañeros y el cosmos que explosionaba en su interior dándoles fuerzas, pero también sintió como la marca carmesí aparecía en su cara quemandole, haciendo que su sangre ardiera junto a su cosmos.
- todo aquel que se acerque a mi que se prepare pues no le aseguro que salga vivo, LUNA BLANCA-
un circulo blanco nació a los pies de Alexander y se extendió alcanzado una gran zona, parecía como si una luna gigante se dibujara en el suelo. De la cual salia pequeño pedazos de hielo que subían en el cielo, como si pequeños pedazos de la luna intentaran alcanzar a su gemela en los cielos de la noche
“esta técnica es nacida de la ciencia, cualquier objeto que se enfrié rápidamente se vuelve tan frágil y quebradizo como el cristal, o mas simplemente los vuelvo frágiles a mis enemigos y dejos que el viento o la atmósfera acabe con ellos.”
 

Mïra se eleva al mismo tiempo que extiende sus colas y ataca a cinco de los esqueletos, golpeándoles a los cinco, sin embargo ninguno de ellos caen.

Por su parte Alexander desencadena el hielo a su alrededor, creando un área de 10m de infierno helado. EL hielo comienza a cubrir la zona, en la cual no hay ningún aliado, sin embargo, hay algunos esqueletos que resisten el ataque, aunque hay varios que terminan cristalizados y volviendose copos de nieve.

Sin embargo, ahora los esqueletos se lanzan al contraataque contra los santos.

Yelena, Opa y Artemias son atacados por tres esqueletos cada uno, mientras que Alexander, al encontrarse en el medio, cinco de ellos le rodean y le atacan.

Yelena levanta los brazos al mismo tiempo que una burbuja de luz la rodea justo en el momento en el que los tres esqueletos golpean la barrera. Opa da un pequeño salto hacia atrás esquivando dos mazas, a continuación salta sobre ellos para impedir que levanten sus armas mientras que levanta sus brazos para bloquear el tercer ataque. Por su parte, Artemias salta, gira, hace una pequeña pirueta y esquiva las tres arremetidas.

Alexander es el que tiene peor suerte. Rodeado por cinco esqueletos, ha estado tan concentrado realizando su técnica que ha descuidado su defensa. Varias espadas que portan los esqueletos se deslizan entre las aperturas del escudo de hielo e impactan en el caballero de bronce.

- ¡Aguantar! - Grita Héctor.

Mientras los esqueletos siguen avanzando, veis como varios gigantes y cíclopes comienzan a  avanzar. 

- ¡Mantener la posición! - Vuelve a gritar mientras adelante posiciones. Por vuestros laterales empiezan a avanzar los diferentes caballeros de plata.

Uno de ellos, un hombre de pelo negro que porta una armadura plateada de un leve tono azulado, se adelante.

- ¡Flecha! - Extiende los dos brazos. - ¡Ametralladora! - A su alrededor surgen pequeñas luces azuladas y, en un momento, empiezan a salir decenas y decenas de flechas que impactan sobre los esqueletos y sobre uno de los gigantes, llenándole de pequeños proyectiles.

- Mazo... - Dice Héctor levantando su gigantesco mazo. - de Semidios. - Lo baja a toda velocidad golpeando el suelo, haciendo que delante de él empiecen a salir del suelo rocas a toda velocidad que destrozan a los esqueletos y derriban a uno de los cíclopes.

Otro hombre, de pelo rubio y con una armadura llena de cruces también se adelante.

- Entierro sagrado. - Dice con un tono de voz grave, profundo y tranquilo. En ese momento, de la nada surgen alrededor de un gigante decenas y decenas de cruces blancas que se clavan en su piel.

- ¡Mordedura de Serpiente! - De las manos de la guerrera empiezan a surgir chispas de electricidad que se acumulan a su alrededor formando una cobra, la cual abre la boca y se lanza hacia delante. Destroza esqueletos, armas y todo lo que se encuentra, hasta llegar a un cíclope, enroscandose a su alrededor y terminando explotando.

A lo lejos veis que hay más santos de Plata que se han adelantado, pero están demasiado lejos para verlos bien. 

Da igual cuantos derribemos siguen viniendo más y más aunque los santos de plata tambien estan haciendo su mejor esfuerzo, doy un golpe a cada uno de los esqueletos con mazas que tenía a mi lado mientras intento no perder ojo de lo que pasa a mi alrededor por si veo a alguien sobrepasado poder echarle una mano.

Opa golpea con fuerza a dos de los esqueletos y se vuelve a colocar en posición preparado para recibir la siguiente embestida.