Partida Rol por web

Si eso es un problema para Lady Floriana y nuestro buen fraile, podemos mover el campamento una vez terminemos de comer... o encender un par de hogueras más que aleje a cualquier posible depredador, como gustéis, mi dama propone Eliott sonriéndole a la dama

-Hijo mío-dice el fraile-creo que, a mi humilde entender, sacáremos de aquí, lejos, a ese pobre diablo y avivar el fuego también, pues mis huesos no son lo antes eran.-

Eliott escucha al fraile y comprende que su idea es tal vez la mejor

No se hable más, pues. ¿Quién me echa una mano a alejar esa carroña de aquí? pregunta a sus camaradas, mientras se dispone a ponerse manos a la obra

-Mejor cuatro que dos -dice Waldon tras dar un par de bocados y levantándose- movámoslo lo más lejos que podamos, así evitaremos cualquier susto... o tambien podríamos usar la fuerza de los caballos para alejarlo.

Su idea de usar los caballos le parecía correcta, pero, a saber como se la tomaría el resto.

Podemos usar el tiro de la carreta... propone Eliott, que comprende la idea de Waldon, pero rehusa radicalmente utilizar a un caballo de batalla entrenado, como si fuera una bestia de tiro

Haciedo acopio del valor que no mostró con anterioridad, me levanto, dejando mi espada en el suelo y exclamo.

-Yo me encargaré de sacar a este infeliz de aquí. Los caballos no loo tendrían fácil para arrastrarlo a través del bosque.

Y haciendo alarde, esta vez, de fuerza, agarro al gigante por las piernas y trato de arrastrarlo campo a través, hasta dejarlo a una distancia prudencial del campamento.

Todos mis compañeros se habían puesto de pie y estaban intentando quitar el gigante de en medio para evitar que se acercaran los lobos. Así que como buen cazador sabia que los lobos son cazadores y no suelen acudir a la carroña me eche un buen plato de estofado.

Yo vigilare el campamento mientras vosotros hacéis de sepultureros - Dijo después de tragar un buen puñado de carne mirando a mis esforzados compañeros. - ¿O pensáis dejar el cuerpo aquí a la vista de cuervos y otras alimañas?

Mire a la dama cuando pidió algo asustada que no mencionáramos a los lobos. Tranquila mi señora,esas criaturas prefieren cazar su propio alimento. - Le dije para intentar calmarla despues de todo no quería ser el único que no asediara semejante castillo

Creo que de todas formas habrá que hacer guardias esta noche- dice Edgar- solo por si acaso. Yo me ofrezco a hacer la primera guardia. Así doy mi aportación a vuestra amabilidad de haberme aceptado en vuestro campamento.

Desde luego, hacer guardias es lo más sensato. Yo me ofrezco a hacer la última, la del alba dice Eliott y contestando a Gallowein añade

Lo que hagan cuervos y demás con esta carroña ya no será asunto nuestro una vez lo alejemos de aquí. Que el de sepulturero de monstruos no es oficio de caballero y menos cuando no hay nada con qué cavar... y es que usar la espada o peor, las manos, quedaba fuera de lugar para él...

Waldon empezó a contar cuantos eran en el campamento, con suerte no le tocaría hacer un turno de guardia y podría descansar toda la noche, hacer parte del camino andando, con la armadura, la maza y tirando del caballo, había mermado las fuerzas del caballero.

-Bueno, sea lo que sea, pero hagámoslo ya. Que no es por no disfrutar de vuestra compañía, pero necesito descansar.

Descansa, Waldon, que bien merecido lo tienes y yo estaré atento por si Jerrod necesita ayuda... contesta Eliot, atento por si su compañero no pudiera con el cadáver del gigante.

En caso de necesitar ayuda, cogerá el tiro de la carreta y atando los pies del gigante al trio, alejarán el cadáver del campamento...

Y así, concluye la noche llegando la mañana. El fraile, con gran oficio prepara desayuno y comida, que pocas veces puede un caballero decir haber sido tan atendido. En poco más de medio día llegais a Camelot, la corte del rey Arturo Pendragón. 

En las almenas, como de bailarines se tratase, los banderines ondeaban y el estandarte del Rey, con fondo azur y tres coronas de oro, luce orgulloso en la torre más alta.

Alrrededor, la villa crece con prosperidad bajo el amparo del rey más justo y benévolo de britania, creador de la orden de los caballeros de la tabla redonda, todo un símbolo del ideal caballeresco, donde se encuentran los mejores del reino.

El fraile os despide dandoos su bendición y grutitud. El olor del pan recien echo se mezcla con los exóticos perfumes, herreros, tapiceros, cerveceros, alfareros y un sinfín de negocios se afanan en su trabajo mientras os miran durante un instante para seguir con sus tareas.

El camino principal asciende en una ligera pendiente hasta la puerta del castillo, donde, dos guardias os detienen.

-¿Que quereis entrar al castillo del Alto Rey?.-¿A quién buscais?.-

Vengo al torneo de Sir Frederic, y traigo este sello de Sir Robert, Conde de Salisbury para demostrarlo. En él se requiere mi presencia dice Eliott, mostrando el papel que le entregaron

Y además venimos escoltando a Lady Floriana, que tuvo un percance en el bosque añade giránose un instante en la silla para sonreír cordialmente a la dama

La dama te devuelve la sonrisa.-Así es buen guardia-añade-pues vengo al amparo de mi tía Mabilda aquí en la corte.-

-Pasad señora, que buena dueña es su tia y siempre con respeto nos trata.- El guardia le hace una inclinación de cabeza y se dirige a vosotros.-El Conde salió en compaña de unos caballeros hace rato y si la memoria fallase no ha, en la taberna del candelero hallarle habeis.-

-Dichosa soy que encontré tan valerosos escuderos que salvaron mi vida cuando en gran apuro hallarónme y con tal ferocidad mataron al gigante, que yo misma vi fácil la tarea, aún cuando no lo fuere.-

A continuación os hace una reverencia mientras pronuncia vuestros nombres.

Crees ver una tímida sonrisa dirigida a tí mientras pronunciaba tu nombre.

Crees ver una tímida sonrisa dirigida a tí mientras pronunciaba tu nombre.

Mil gracias. Si nos indicáis por donde queda tal taberna, os estaríamos sumamente agradecidos! le dice Eliott al guardia

Y dirigiéndose a Lady Floriana añade cortés y galán Espero tener pronto el placer y el honor de volver a veros, si es que no olvidáis a este modesto escudero. Cabalgar en vuestra compañía ha sido realmente agradable, Lady Floriana y, de repetir la experiencia, espero que sea más tranquila y menos accidentada para vos! termina riendo, con su voz musical

Y una vez la dama penetra en el castillo, Eliott se vuelve hacia sus compañeros

Bien, no sé si nuestros caminos aquí se separan, pero sea como fuere gozar de la compañía de tan intrépidos camaradas ha sido experiencia digna de repetirse. Contad con mi amistad inquebrantable de ahora en adelante! les dice antes de ver si alguno más debe ir a ver a Sir Robert*